3/27/2019

Pompeo proclama como milagro de Dios la anexión del Golán por Netanyahu

Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme


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▲ El secretario de Estado, Mike Pompeo, durante una conferencia de prensa.Foto Ap
En Estados Unidos (EU) están más concentrados en la ridiculización del Rusiagate con sus vencedores y perdedores, (https://bit.ly/2WhIl8u) que en el reconocimiento de Trump, junto al primer ministro israelí Netanyahu y a su yerno talmúdico Jared Kushner, a la anexión unilateral de las Alturas del Golán regaladas a Israel (https://bit.ly/2UekkBK).
Días antes de las elecciones en Israel, el regalo de Trump es un espaldarazo a la relección de su aliado atribulado, el primer Netanyahu (https://lemde.fr/2FuD5rl), que coloca a la esquizofrénica política exterior de EU en su máxima contradicción cuando sanciona simultáneamente a Rusia por su supuesta anexión de Crimea.
Trump se pasa regalando lo ajeno –antes Jerusalén, (https://bit.ly/2RdRAUY) hoy las Alturas del Golán, y mañana se espera sea Cisjordania– sin importarle el repudio casi universal desde China, pasando por Rusia, hasta la Unión Europea.
Ya destaqué el leitmotiv cleptomaniáco de la anexión del Golan por Israel (https://bit.ly/2CFnNiO).
En entrevista a Christian Broadcasting Network, Mike Pompeo, ex director de la CIA y hoy secretario de Estado, afirmó que Trump pudo haber sido enviado por Dios (¡mega-sic!) para salvar al pueblo judío y dijo estar confiado de que el Señor opera aquí. ¿De qué clase será su Dios que opera siempre en favor de los mismos anexionistas?
El entrevistador Chris Mitchell hizo notar al fundamentalista cristiano Pompeo que Israel estaba celebrando el Purim cuando Esther hace dos mil 500 años salvó al pueblo judío de Haman, primer ministro del rey persa Achashveirosh (Ahasuerus), con la ayuda de Dios.
Mitchell equiparó a Haman de hace dos mil 500 años con el Irán de hoy, a lo que Mike Pompeo reviró que como cristiano (sic) ciertamente creo es posible.
Habría que contrastar esta versión solipsista con la de los persas, quienes afirman haber salvado tres veces a los judíos (https://bit.ly/2UTvyZC).
Achashveirosh (Ahasuerus) es el rey persa Jerjes, presunto amante de Esther, quien salvó a los judíos e hizo primer ministro a Mordechai.
Ya en una ocasión Baby Bush, extraviado en sus célebres adicciones, aseveró haber dialogado con Dios –lo cual nadie pudo comprobar– que le sirvió de coartada divina para invadir Irak.
Mike Pompeo visitó en forma inédita el Muro Occidental de Jerusalén con el primer ministro Netanyahu y David Friedman, embajador israelí-estadunidense de Trump.
En enero reciente, el vicepresidente Mike Pence, que es más evangelista sionista que Trump y Pompeo juntos, visitó el Muro Occidental acompañado por empleados del Western Wall Heritage Foundation (https://bit.ly/2usLVRh).
Hoy Trump, Pence, Pompeo rinden más honores al Muro Occidental de Israel que al obelisco que honra a su primer presidente y al Lincoln Memorial de la capital.
Ahora los análisis tendrán que (con)centrarse en la geopolítica teológica como advertí en mi libro Trump y el supremacismo blanco: Palestinización de los mexicanos (https://bit.ly/2JFEXmC) y en mi artículo en Sputnik sobre el ascenso del evangelismo sionista (https://bit.ly/2COnHG5)” de la triple santa alianza de Trump/Netanyahu/Bolsonaro.
Un triunfador tras bambalinas es el talmúdico Jared Kushner, controvertido yerno de Trump, quien “leyó la Megillah (https://bit.ly/2UbyG6a) en la Casa Blanca durante la celebración del Purim” (https://bit.ly/2t5jE5x).
Según la ultraortodoxa Chabad Lubavitch, El Megillah (Rollo,en Hebrero) es el recuento de eventos del Purim escrito por Esther y su primo Mordechai, líder de los zelotes (https://bit.ly/2WhCnEC).
El presidente del Parlamento iraní Ali Larijani, cercano al Ayatola Jamenei, fustigó la violación del derecho internacional por Trump, mientras el presidente turco Recep Tayyip Erdogán llevará el caso ante la ONU que también rechaza la anexión (https://bit.ly/2us8IN0).
Trump exacerba las tensiones en el Medio Oriente y eviscera la poca congruencia que queda(ba) de la política exterior de EU que ha vulgarizado su iranofobia para complacer al supremacismo racista del Estado apartheid/paria de Israel.
Se recrudecen las nuevas guerras religiosas del evangelismo sionista.
Facebook: AlfredoJalife

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