En cursos hace meses, 35 mil elementos
▲ Capacitación de integrantes de la Policía Militar en la Base Aérea número 1 de Santa Lucía.
Cada elemento de la Policía Militar es capacitado y
adiestrado para mantener la disciplina, el orden y la seguridad. En su
inicio, en 1948, para mantener esas tres directrices dentro de las
instalaciones castrenses y, ahora, con la puesta en operación de la
Guardia Nacional llevarán a cabo su labor en todo el territorio nacional
en apoyo a las tareas de seguridad pública y su finalidad es
servir a la sociedad, darle a la población un clima de confianza para que se sientan seguros, afirmó el coronel Antonio Alejandro Ramos Argüello, subjefe de Estado Mayor de este cuerpo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Miles de hombres y mujeres, más de 35 mil, integran a la Policía
Militar y durante los pasados meses se han reforzado sus conocimientos
con cursos de adiestramiento en el ámbito de seguridad pública, derechos
humanos, uso de la fuerza, resguardo de la escena del crimen y
preservación de evidencia, entre otros.
La Segunda Brigada de Policía Militar tiene sus instalaciones en la
Base Aérea número 1, conocida como Santa Lucía, en Tecámac, estado de
México, y se ha convertido en uno de los principales centros de
capacitación y adiestramiento para los militares que forman parte de
este cuerpo de del Ejército.
Decenas de integrantes toman clases teórico-prácticas respecto de los
conocimientos que deben poseer para desempeñar su labor tanto en
instalaciones castrenses como en las calles del país, pues aunque no
llegaran a formar parte de la Guardia Nacional –que en realidad estos
cursos están encaminados a ello–, en los edificios o espacios que forman
parte de la Sedena también llevan a cabo labores de primera línea
respondiendo en un delito (como primera autoridad en acudir al sitio
donde ocurrió un hecho ilícito), son quienes delimitan el área en la que
se cometió el ilícito, establecen los mecanismos para la recolec-ción
de evidencia, redactan los llamados reportes policiales homologados y
apoyan desde su ámbito a los agentes del Ministerio Público que tienen
que iniciar las carpetas de investigación correspondientes.
Así, instantes después de que los capacitadores les indican las
normas que deben seguir en materia de derechos humanos, o uso de la
fuerza, otros elementos castrenses realizan simulacros de las acciones,
tareas y el comportamiento que deben tener los policías militares ante
una situación delictiva.
Durante el recorrido por estas instalaciones se muestra la manera en
que les capacita y se recomienda –reiteradamente en cada módulo– que
todos los policías militares deben cumplir con estricto apego a los
derechos humanos en cada una de sus actuaciones.
El coronel Ramos Argüello explicó a La Jornada los cursos que debe
recibir todo aquel que quiera formar parte de la Policía Militar.
Primero, cuando un ciudadano ingresa al Ejército se le imparte el curso
básico de preparación cultural y resistencia física, en esta parte se
les inculcan los valores que deberán mantener a lo largo de toda su
vida: disciplina, orden y seguridad.
Posteriormente se les imparte un curso específico para llevar a cabo
las tareas de la Policía Militar, que es una labor de tiempo completo
“el de hoy es un soldado comprometido, como siempre lo ha sido, con la
sociedad, y aquí uno no puede decir hoy es mi día de descanso.
La carrera militar es un proyecto de vida, el civil que ingresa al Ejército tiene un abanico de posibilidades para desarrollarse y ello se lo da el adiestramiento y el sistema educativo militar. Va adquiriendo capacidades y va escalando en la estructura militar, señaló el coronel Ramos Argüello.
Los derechos humanos son de carácter obligatorio, y las leyes que rigen en México nos hacen hincapié en este sentido, y con la Guardia Nacional debemos incrementar más nuestras capacidades y conocimientos porque vamos a tener mayor contacto con la población civil y la tarea es dar seguridad, afirmó uno de los capacitadores mientras impartía el curso a los integrantes de la Policía Militar.
Foto Luis Castillo
Gustavo Castillo García
Periódico La Jornada
No hay comentarios.:
Publicar un comentario