El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, a prueba. Foto: Eduardo Miranda |
El pasado 9 de abril, un grupo de senadores de las principales
fuerzas políticas del país presentó en tribuna una iniciativa ciudadana
de reforma a la Ley General de Transparencia, para obligar a los poderes
judiciales a publicar todas sus sentencias[1].
El artículo 73 de esta ley establece que los poderes judiciales deben
divulgar “las versiones públicas de las sentencias que sean de interés
público”. El fraseo es esencial, pues en 2017 19 poderes judiciales
estatales no publicaron ni una sola sentencia en la Plataforma Nacional
de Transparencia escudados en el argumento de que ninguna de sus
sentencias era de interés público, según reportó la organización EQUIS
Justicia para las Mujeres.
Sin embargo, en el colectivo #LoJustoEsQueSepas[2]
–impulsor de la iniciativa de reforma a la Ley General de
Transparencia– pensamos justo lo contrario: todas las sentencias son de
interés público y, por ello, deberían darse a conocer.
¿Por qué creemos que es necesario transparentar las sentencias? ¿Por
qué estamos convencidos de que conllevan interés más allá de las partes
en el juicio? Lo ilustraremos de la siguiente manera…
Imagine que un actuario y un notario tocan a la puerta de su
domicilio para notificarle que debe desalojar el inmueble, pues un juez
(que usted nunca conoció) decidió mediante un juicio (del que usted
nunca fue informado) que su casa ya no es suya, sino que pertenece al
Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores
(Infonavit), pues supuestamente no pagó a este organismo el crédito que
tenía contratado.
Esta situación, digna de un cuento de Juan José Arreola, no es
hipotética, sino que afectó a más de 160 mil derechohabientes en
distintos estados de la República, según reconoció el propio director general del Infonavit.
Reportes de prensa mencionan que se identificaron víctimas en Baja
California, Chihuahua, la Ciudad de México, Coahuila, Jalisco, Nayarit,
Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Zacatecas.
El escándalo fue denunciado públicamente por un abogado de Chihuahua en octubre de 2017, pero apenas en diciembre del año pasado los Consejos de la Judicatura de los poderes judiciales de Nayarit y Coahuila
dieron a conocer que estaban investigando y habían suspendido a algunos
funcionarios judiciales por su presunta participación en casos de
despojos fraudulentos de viviendas.
Es decir, estos magistrados, jueces, secretarios de acuerdo y/o notificadores habrían aceptado llevar a cabo tramites y juicios de manera irregular,
sin informar a los demandados, dejándoles sin oportunidad de
defenderse, en muchas ocasiones desde una jurisdicción que no era
competente, con el fin de regresar al Infonavit propiedades que luego
fueron vendidas a precios de remate a empresas inmobiliarias que las
volvían a ofrecer en el mercado con un jugoso margen de ganancia. En
este esquema, habrían participado y se habrían beneficiado no solamente
funcionarios judiciales, sino también despachos de abogados, notarios, funcionarios de registros estatales de la propiedad y del Infonavit, todos los cuales están siendo investigados por las fiscalías de ambos estados, con algunos de ellos ya detenidos. Una gigantesca trama de corrupción, para decirlo pronto.
La magnitud del fraude, nos parece, debería motivar una amplia
investigación para averiguar si algunos funcionarios judiciales de otros
estados pudieran estar involucrados en esquemas similares. De hecho, el
fiscal anticorrupción en Coahuila
afirmó que “la forma de operación se replicó aquí en Coahuila, en
Nayarit y en otros dos estados de la República”, aunque no precisó
cuáles. Sería deseable que cada Consejo de la Judicatura iniciara una
investigación en este sentido, aunque a la fecha no se ha dado a conocer
que tales esfuerzos se estén realizando.
Ingrediente del antídoto contra la corrupción
Ahora bien, si un ciudadano o un periodista quisiera indagar en este
tema, el primer paso consistiría en buscar las sentencias irregulares
emitidas por los juzgadores de Nayarit y Coahuila presuntamente
involucrados, con el fin de analizarlas e identificar patrones anómalos.
Por ejemplo, con base en la información dada a conocer sobre el caso de
Nayarit, parece que un número reducido de jueces emitió un número muy
amplio de sentencias, todas a favor del Infonavit.
Desafortunadamente, cuando buscamos las versiones públicas de las sentencias que sean de interés público en el portal de Transparencia del Poder Judicial de Nayarit, no encontramos ninguna. Tampoco encontramos sentencias emitidas entre 2015 y 2019 en la Plataforma Nacional de Transparencia.
En el portal de obligaciones de Transparencia del Poder Judicial de Coahuila sí aparecen las versiones públicas de sentencias que han causado ejecutoria.
Es posible consultar el archivo PDF de sentencias de 2014 a 2019 de
todos los juzgados y tribunales que lo integran, a partir de una base de
datos que las presenta por órgano que resolvió y por número de la
sentencia y de expediente. Pero incluso en este caso, es imposible saber
qué sentencias son relativas a la ejecución de hipotecas a favor del
Infonavit, pues no conocemos el número de expediente de estas sentencias
y no existe un buscador que permita localizar en ellas palabras
específicas –por ejemplo, “Infonavit”–. Asimismo, en la Plataforma
Nacional de Transparencia es posible consultar algunas sentencias
relevantes y de interés público entre 2015 y 2019, por materia, tema
general, fecha de la sesión y número de expediente, pero no se puede
buscar por palabra ni aparece el hipervínculo al texto de la sentencia,
en muchos casos.
En la siguiente tabla detallamos nuestro diagnóstico:
En un segundo momento, esta investigación ciudadana o periodística
debería centrarse en ubicar las sentencias de cada poder judicial
estatal que tuvieron que ver con la ejecución de hipotecas a favor del
Infonavit, con el fin de detectar si podrían presentar algún tipo de
irregularidades similares a las identificadas en Nayarit o Coahuila.
Intentamos realizar este ejercicio en los estados donde se detectaron
víctimas de estos esquemas. Sin embargo, como se observa en la
siguiente tabla, las sentencias disponibles son generalmente muy pocas,
cuando no inexistentes, o bien no existe un buscador que permita
encontrar las sentencias que se relacionan con el tema que nos interesa.
¿Cómo se podrían detectar potenciales esquemas de ejecuciones
hipotecarias fraudulentas a favor del Infonavit, similares a los que
presuntamente se dieron en Coahuila y Nayarit, si ni siquiera tenemos
acceso a las sentencias emitidas por los poderes judiciales estatales o,
cuando éstas son públicas, no se pueden buscar mediante palabras clave?
El caso del fraude vinculado con créditos Infonavit detectado en
Coahuila y Nayarit demuestra que a todos, ciudadanos y servidores
públicos, nos conviene contar con las versiones públicas de la totalidad
de las sentencias de todos los poderes judiciales en México, si
queremos dar un paso adelante en la detección y el combate a la
corrupción.
Esto solamente es un tipo de análisis que se puede realizar con base
en sentencias judiciales. Al ser el resultado del trabajo de los jueces y
magistrados y otros funcionarios jurisdiccionales, las sentencias son
unos de los elementos más importantes para poder evaluar su trabajo,
pues en ellas se puede analizar la calidad de sus argumentos o si éstos
contienen indicios de discriminación, por ejemplo.
Pero la importancia de lo que proponemos va más allá de su aspecto
evaluador. La publicación de las sentencias también es una herramienta
fundamental para garantizar la independencia judicial, pues cuando todas
son públicas, es mucho más fácil para un juzgador resistir eventuales
presiones, al argumentar que si tomara una decisión indebida, ésta se
podría detectar por su inconsistencia con respecto al conjunto de
decisiones del funcionario.
Creemos que queda así suficientemente argumentado que todas las
sentencias judiciales son de interés público. Sólo resta esperar que
tanto el Senado como la Cámara de Diputados aprueben, a la brevedad
posible, la iniciativa de reforma que obligaría a los poderes judiciales
a publicar todas sus sentencias.
En un segundo momento, también sería deseable contar con sistemas de
búsqueda homogéneos, que permitan encontrar sentencias por temáticas y
palabras específicas, así como localizar términos en cada archivo
digital.
Si realmente se quiere avanzar en el combate a la corrupción y en la
mejora de la impartición de justicia, urge que los poderes judiciales
transparenten sus sentencias, por su propio bien, por el de la
ciudadanía y el de la justicia.
*Laurence Pantin (@lpantin) es coordinadora del programa de
Transparencia en la Justicia de México Evalúa y Gustavo Marín
(@drummeryisus) es investigador del mismo. Los autores agradecen la
revisión de Pablo García.
[1] Esta iniciativa también fue presentada en la Cámara baja por diputados de todos los partidos el pasado 5 de marzo.
[2]
Grupo de organizaciones integrado por EQUIS Justicia Para las Mujeres,
México Evalúa, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, Controla
Tu Gobierno, Artículo 19, Borde Político y Fundar.
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