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El chineo es la violación a niñas, niños y mujeres indígenas por parte de hombres criollos. Mujeres y diversidades de naciones indígenas exigen al Estado argentino medidas para abolir esta práctica racista, machista y colonial.
El chineo es una práctica colonial, machista y racista de violaciones a niñas, niños y mujeres de naciones indígenas por parte de hombres criollos. Es un abuso sistemático por parte que aún persiste, especialmente en el norte de Argentina y en otros lugares de América Latina. No tiene nada que ver con la cultura de los pueblos indígenas, pero los atraviesa. Y perpetúa en pleno siglo veintiuno la conquista de los cuerpos-territorio de niñeces, mujeres y diversidades indígenas.
Al finalizar el Tercer Parlamento Plurinacional de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir, que reunió a más 250 mujeres, lesbianas, trans y no binaries en Chicoana, las participantes decidieron pedir una audiencia con el presidente Alberto Fernández, de carácter urgente, “para entregarle en mano el Exigitorio que hemos elaborado punto por punto, para la prevención y abolición del Chineo”.
¿Por qué “chineo”?
Aunque en algunos lugares a veces puede adquirir otros términos, chineo es el nombre usado desde la colonización. Y hoy las mujeres y diversidades indígenas lo utilizan como un modo de hacer memoria y justicia, de situar histórica y políticamente el delito. En el Tercer Parlamento Plurinacional de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir, se compartieron diferentes historias de chineo, y también de otros tipos de violencia sexual. “El chineo está afectando el futuro de los territorios, matando a las fuerzas. Si no tomamos decisiones, va a ser parte de nuestro genocidio”, dijo entonces Marilyn Cañío, del pueblo mapuche, a las hermanas indígenas.
“El concepto de chineo es muy fuerte y doloroso de tratar. Conocemos casos que afectaron a la salud espiritual de las cuerpas-territorios, a la familia y a la comunidad. En general no tuvieron acompañamiento, más que la fuerza de las mujeres organizadas en los territorios. Pero sin asistencia del Estado, ya sea municipal, provincial o nacional”, compartió una de las mujeres en un círculo de intercambio de experiencias. En esos espacios también se consensuaron cuáles deberían ser las diferentes medidas para abolir esta práctica.
La activista trans/travesti María Pia Ceballos, de Mujeres Trans Argentina (MTA) Salta, también presente en el Parlamento, destacó la importancia de demandar a funcionarixs judiciales “como jueces y fiscales, que encubren estos crímenes, y a las iglesias”.
Una de las pocas historias de chineo que llegó a la Justicia y a los medios fue la de Juana, la niña wichí de 12 años que fue violada por un grupo de criollos en 2015. Fueron condenados en 2019. Pero la familia de Juana hasta el día de hoy sigue recibiendo amenazas. Desde el Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir denunciaron que la madre de Juana fue intimidada para que no asistiera al Parlamento.
El pedido al Estado
Al terminar el encuentro, mujeres y diversidades indígenas acordaron pedir al Estado argentino que “asuma un compromiso real y urgente para abolir el chineo de una vez por todas”. “El chineo es parte de la política genocida contra nuestras naciones indígenas”, expresó la weychafe (guerrera) mapuche Moira Millán.
En los últimos años, el Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir -que convocó a otras mujeres y diversidades indígenas al Parlamento Plurinacional- viene denunciando y pidiendo abolir esta práctica racista y colonial.
«Exigitorio» para abolir el chineo
“Es tiempo de darle un ultimátum al Estado que ha permanecido cómplice de criminalidades como lo es el “chineo” y que además ha reforzado la impunidad a través de su indiferencia. Esta aberrante práctica de violencia sexual contra nuestras niñeces debe terminar”. Así lo expresaron en el documento que sintetiza las medidas que se debatieron entre el 22 y el 25 de mayo en ese encuentro del que participaron mujeres y diversidades de 21 naciones indígenas, algunas llegadas de Chile y de Bolivia.
“Los objetivos se cumplieron y hemos salido de allí fortalecidas, recuperando nuestra espiritualidad ancestral ya que es desde la espiritualidad que nos nutrimos de fuerza y claridad para esta importante lucha que nos trasciende y que nos compromete con la vida de las niñeces de toda Indoamérica y por qué no del mundo”, dijeron en la Declaración del 3er Parlamento Plurinacional.
Crimen de odio
Allí expresaron su Ultimátum al Estado argentino para la abolición del chineo y sintetizaron en un “exigitorio” medidas para abolir el chineo:
- Que se declare y tipifique el chineo como crimen de odio, y con ello alcance las penas máximas y sin obtener beneficios, como ser la libertad condicional o la reducción de condena. “Entendemos al chineo como una práctica criminal, racista y colonial sistémica”.
- Declararlo como crimen imprescriptible.
- Responsabilizar e inhabilitar a trabajar en territorios indígenas a empresas que tengan empleados que hayan cometido esta aberración.
- Que se procese, condene y se dé de baja deshonrosa a policías, gendarmes y/o militares que violen a las niñeces indígenas.
- Que se expulsen y condenen a las instituciones y grupos religiosos que operan en territorio indígena y sean cómplices de estas prácticas criminales.
- Que se juzgue y condene sin excepción y sin reconocimiento de fueros a funcionarios públicos como así también a las autoridades tradicionales de los Pueblos Indígenas que sean ejecutores de estas prácticas, cómplices o bien facilitadores de las mismas.
- El embargo de todos los bienes de los violadores, con bienes a cumplir la contención económica y recuperación de la víctima.
- Sanción económica al Estado argentino, para la creación de un fondo de prevención, recuperación y apoyo a las víctimas del chineo, administrado por el Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir.
- Para desactivar los escenarios de complicidades que generan este crimen se deben reformular los mecanismos de diálogo y representación entre los Pueblos Indígenas y el Estado. Es así que de ahora en más las mujeres debemos ser las receptoras y administradoras de los programas de alimentación y asistencia social. Muchos caciques y referentes hombres indígenas aprovechan este lugar de poder para humillar y someter sexualmente a niñas y jóvenes de su propia comunidad.
- Exigimos que los encubridores y encubridoras también sean condenados y con la misma escala que los actores materiales.
- Elaboración de protocolos con participación y consulta a mujeres y diversidades indígenas. Con fines a que se apliquen en instituciones, tanto del Estado Nacional como en cada una de las provincias y municipios, como ser instituciones educativas, de salud, de justicia, y de seguridad.
Desde hace más de 200 años
“Es determinante que cualquier legislación o medida que se tome para dar respuesta a la abolición del chineo, deberá contener todos y cada uno de estos puntos que señalamos.
Este exigitorio será caminado, colectivizado y urdido entre muchos hilos de solidaridad del mundo. Estamos convencidas que desde el 3er Parlamento Plurinacional de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir ha surgido una propuesta que tendrá impacto continental”.
“Entendemos y sostenemos que el principal responsable de que estas prácticas criminales sigan vigentes desde hace más de 200 años ha sido el propio Estado argentino, que en ninguno de sus sucesivos gobiernos ha generado mecanismos de condena ni ha producido instrumentos legales para la prevención y tratamiento de casos de chineo”.
El exigitorio fue extraído de la Declaración desde Chicoana Mujeres y Diversidades Indígenas de los pueblos naciones: AvaGuaraní, Aymara, Chané, Charrúa, Chorote, Chulupí, Diaguita, Guaycurú, Huarpe, Kolla, Lule, Mapuche, Moqoit, Purépecha, Qom, Quechua, Ranquel, Simba Guaraní, Tapiete, Weenhayek, Wichi.
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