SHARM EL SHEIJ – La participación de las mujeres en 30 años de cumbres climáticas de las Naciones Unidas ha sido minoritaria, pero llegada la número 27 en esta ciudad egipcia han cargado sobre sus hombros el trabajo más duro, fraguar consensos mediante concesiones y acuerdos límite entre las partes.
La Organización de Mujeres por el Medio Ambiente y el Desarrollo (Wedo, en inglés) divulgó un estudio sobre la desigualdad de género en esas conferencias entre 2009 y 2021, y en la de este año no hay trazas de cambios en la composición de las delegaciones y menos aún en las de las jefaturas de delegación nacionales.
Sin embargo, en esta 27 Conferencia de las Partes (COP27) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se ha encargado a destacadas delegadas el papel de “facilitadoras” de consensos sobre aspectos álgidos de la adaptación climática, destacó el portal especializado Energías Renovables.
Se trata de la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España, Teresa Ribera, vicepresidenta tercera de su gobierno, y de la ministra de Medio Ambiente, Cambio Climático y Tecnología de Maldivas, Shauna Aminath.
Han debido trabajar sobre el espinoso asunto, de estreno en la COP27, de los daños por el cambio climático que causó el consumo de combustibles fósiles en el Norte industrializado, y las pérdidas y compensaciones debidas a las naciones del Sur.
Ese tema, junto con una descarbonización de la economía con la renuncia gradual al empleo de combustibles fósiles, es uno de los dos cruciales para consensuar acuerdos de avance efectivo en la COP27, cuya conclusión se previó para este viernes 18, pero que aquí se da ya por descontado que se prolongará uno o dos días más.
En la introducción del tema a la COPP27 trabajaron además la ministra chilena de Medio Ambiente, Maisa Rojas, y la enviada de Alemania para la Acción Climática, Jennifer Morgan, exdirectora de la organización ecologista Greenpeace.
Wedo recordó que a lo largo de las negociaciones sobre estas materias, en los últimos años, los gobiernos de todo el mundo han acordado que promover la igualdad de género y proteger los derechos humanos de las mujeres son necesarios para cumplir con los objetivos globales climáticos y de desarrollo.
«Si bien hemos visto muchas iniciativas excelentes para mejorar la participación de las mujeres, desde fondos para viajes hasta redes de tutoría, el progreso sigue siendo desigual e inaceptablemente lento», indicó la oenegé basada en Nueva York.
Como muestra, su estudio indicó que el porcentaje de mujeres en todas las delegaciones nacionales en el ciclo de las COP aumentó de 30 % para las reuniones en 2009 a 38% en las 2021.
Se trata de “un aumento de menos de 10 puntos porcentuales, a pesar de mayores compromisos políticos y actividades para promover la participación igualitaria”.
Aunque su informe no trae datos sobre la COP27, algunas imágenes como la “foto en familia” de los jefes de delegación al inicio de los trabajos recuerdan la situación minoritaria de las mujeres en las tomas de decisiones.
Aminath dijo que se dio cuenta de que cuando se reunieron los jefes de gobierno para la foto de familia al inicio de la cumbre, casi todos eran hombres. “Pero cuando se trataba de la gente que hacía el trabajo, había más mujeres y jóvenes”.
“Espero que esta vez todas las mujeres que estamos aquí podamos marcar una diferencia”, comentó la ministra maldiva.
La participación de mujeres ha sido más alta en las delegaciones de América Latina, Europa del Este y Europa occidental, hasta 45 % o más, y mucho más baja en África y Asia, a menudo no más de 35 %.
“A este ritmo, la paridad de género en las delegaciones nacionales de las COP no se logrará hasta 2040, y la paridad de género en los jefes de delegaciones (10 % eran mujeres en 2009 y 13 % en 2021) no se logrará en un futuro previsible”, sentenció el reporte de Wedo.
En general en conferencias sobre el clima, la COP y otras, más allá de las estadísticas de participación, “se ha reconocido que se necesitan nuevas mediciones para evaluar la calidad de la participación de las mujeres, incluidos, por ejemplo, los tiempos de uso de la palabra”, dice el reporte.
Por ejemplo, en las reuniones sobre tecnología y financiación de la Convención Marco, celebradas en 2021, se determinó que los hombres eran 51 % de los delegados gubernamentales, pero eran 60 % de los oradores activos en el plenario -reuniones a las que asistieron todas las partes- y hablaron 74 % el tiempo.
Wedo documentó que en la 22 reunión del Fondo Verde para el Clima, en 2019 en Corea del Sur, los hombres representaron 79 % del tiempo total de uso de la palabra de la reunión entre todas las partes interesadas presentes. Cuando sólo los miembros de la Junta se contaron, ese uso saltó a 93 % del tiempo.
En la COP27 “entendemos que debemos trabajar para encontrar una solución, especialmente para las personas más vulnerables. Las mujeres están en la vanguardia ante la crisis climática”, sentenció finalmente Morgan.
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