2/01/2025

En espera de justicia, múltiples casos de violencia de género

Reportaje
En espera de justicia, múltiples casos de violencia de género

Denuncias penales presentadas por las agredidas descansan en los escritorios de las fiscalías, acusan

Lo novedoso en los casos aquí enumerados es que los señores, que tienen en común ser adinerados y con buenas conexiones en el Poder Judicial, la política y los medios de comunicación, se han declarado víctimas de sus mujeres

Son sus agresores quienes las han demandado y, a diferencia de las carpetas de investigación de las esposas, los procesos judiciales de ellos avanzan, presumiblemente, con pagos debajo de la mesa en los tribunales y agencias del Ministerio Público.

No sólo contrademandaron a las mujeres agredidas, sino también a su abogada, la conocida defensora de derechos humanos y de género Ana Katiria Suárez Castro, quien, ante el progreso acelerado de una orden de aprehensión que se fabrica en su contra en la fiscalía capitalina –sin que ella haya tenido acceso a la carpeta de investigación que se abrió en su contra–, optó por salir del país para protegerse. Con ello, todas sus representadas quedaron en riesgo y sin defensa.

Los esposos victimarios, además, han imitado formas de lucha y resistencia a las que históricamente recurren las mujeres, con la creación de un colectivo nacional no más presos inocentes. En diciembre realizaron una manifestación ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México con sus mantas y carteles. El embate del colectivo de los señores ya obtuvo su primer resultado.

Caso de Mafer Turrent

María Fernanda Turrent, una joven veracruzana que padeció durante años agresiones por parte de su esposo, Édgar González Peredo, fue citada en un tribunal capitalino el pasado 22 de enero para responder por una supuesta retención de sus hijos. Era una trampa. Fue detenida y hoy se encuentra en el Reclusorio Femenil Santa Martha Acatitla. Sus hijos quedaron desprotegidos.

Tras el escándalo generado por la detención de la víctima y los indicios de influyentismo del agresor González Peredo dentro de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, la titular Bertha María Alcalde anunció cuatro días después la destitución de Miguel Ángel Barrera Sánchez, fiscal de Investigación de Delitos Cometidos en Agravio de Niñas, Niños y Adolescentes, y la revisión del proceso.

El argumento de Alcalde fue que en la Fiscalía de la CDMX no se tolerará, bajo ninguna circunstancia, la manipulación del sistema con recursos económicos o aprovechando vínculos con el poder. Porque eso, al parecer, fue lo que sucedió en este caso.

Persecución a la abogada

Un mes antes de que se ejecutara la orden de aprehensión, María Fernanda Turrent se quedó súbitamente sin su abogada defensora, Ana Katiria Suárez, quien salió del país ante la inminencia de una orden de arresto. En la misma indefensión quedaron sus otras representadas, todas ellas víctimas de violencia familiar. Sus esposos unieron esfuerzos para denunciar una supuesta red de extorsión que –según ellos– lidera la defensora Suárez Castro, utilizando a mujeres vulnerables y a niños para, según dicen, promover y ganar divorcios y pensiones millonarias, fabricando carpetas y armando peritajes para acreditar afectaciones inexistentes a sus hijos y esposas.

Al frente de esta campaña se encuentra Guillermo Sesma Suárez, ex esposo de Regina Seemann. Es socio del ex gobernador de Oaxaca y el ex senador Ulises Ruiz en varios negocios (Sion Pro, Galileosky, Lomas Sky). Su hermano Jesús es diputado local por el Partido Verde Ecologista y presidente de la junta de concertación política, cercano al ex fiscal Ulises Lara. Ambos son primos hermanos de Ana Katiria Suárez, a quien Guillermo Sesma ha proclamado en redes: la quiero ver en la cárcel.

También integra la acusación Bernardo Vogel Fernández de Castro, director de la siderúrgica Collado, Édgar González Peredo, entre otros. El director de El Financiero, Manuel Arroyo, quien hace años también fue denunciado de violencia por su ex esposa Jessica Garduño, participa activamente en la campaña de desprestigio contra la abogada Suárez.

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▲ María Fernanda Turrent, una de las víctimas de violencia en razón de género, se encuentra presa en el Reclusorio Femenil Santa Martha Acatita.Foto tomada de redes

En estos conflictos legales, una docena de niños y niñas se encuentran en el fuego cruzado de los matrimonios rotos y sufren graves consecuencias. Además, las mujeres violentadas se han quedado, al menos de momento, en la indefensión sin su representante legal.

“Soy un pinche psycho”, menciona agresor

Antes de decidirse a abandonar el hogar conyugal en septiembre de 2023, María Fernanda Turrent había logrado grabar audios y videos de las constantes escenas de violencia doméstica. Los presentó como elementos de prueba ante la fiscalía cuando decidió denunciar a González Peredo. En uno de ellos se escucha decir al victimario: “¿Tu crees que soy pendejo? Soy un pinche psycho (sicópata)”. En otro le grita: Te hincas o mato a tus hermanos. En todos se escuchan llantos infantiles.

En enero, aprovechando una visita de los niños al padre, Édgar González retuvo a los menores, consiguió que se emitiera un Código Águila (orden judicial de alejamiento obligado) contra la madre y a ella se le impusieron medidas cautelares. Hasta que no te sientes a negociar (un convenio de divorcio) los niños se quedan conmigo. Así de fácil, amenazó el empresario a la madre.

Meses después, la hija de Turrent logró comunicarse a escondidas con ella. La madre grabó las palabras de la niña.

“Me preocupé cuando no contestabas. Pensé que te habías morido o te había pasado algo”, comunicó.

A Turrent –no a González Peredo– le impusieron medidas cautelares, entre ellas presentarse mensualmente a firmar en la Ciudad de México, el retiro de su pasaporte y visa y la prohibición de realizar actos que puedan considerarse intimidatorios hacia Édgar.

González Peredo es fundador y residente de Belgravia Group (que se dedica a desarrollar y financiar negocios en los sectores inmobiliario, financiero, hotelero, agroindustrial y de medios) y de BH Solutions. Es hijo del poderoso notario Cecilio González Márquez, que lleva los asuntos de MVS. Su defensa la dirige el despacho del abogado José Luis Nassar Daw, hijo de Nassar Haro, una de las figuras más oscuras de los crímenes de la guerra sucia.

A lo largo de 2024, González Peredo consiguió el rápido avance de múltiples denuncias contra María Fernanda, incluyendo fraude procesal, retención de menores, violación de correspondencia y falsedad en declaración. Dos de ellas fueron judicializadas y en una la víctima fue vinculada a proceso, lo que culminó con su encarcelamiento.

Frente a este embate, la esposa agredida había divulgado un video en el que pedía que en los procesos no pesen más los favores que las pruebas que he presentado.

No ocurrió así. Ya presa, el viernes pasado, desde el penal, envió un mensaje a las colectivas de mujeres que se solidarizan con ella. Saben que estoy en prisión de una manera injusta. Siempre me he conducido con pruebas. Lo único que he pedido para mis hijos y para mí es el respeto y poder vivir una vida en paz.

Posible ”modus operandi” del Poder Judicial

Por su parte, la titular de la Secretaría de las Mujeres, Citlalli Hernández, tomó una postura desde el gobierno federal: “El caso de Mafer Turrent es indignante y, como otros casos que estamos acompañando desde la secretaría, nos pone en alerta frente a un posible modus operandi en el Poder Judicial contra mujeres que denuncian violencia en contra de sus parejas, que generalmente son hombres con poder económico.

“Hemos detectado que un común denominador es que los agresores intentan ejercer influyentisimo para seguir ejerciendo violencia en contra de sus parejas e hijos y además iniciar procesos en su contra. Lo hemos notado en todo el país con diversos jueces y juezas.

Seguiremos al pendiente de todos los casos que nos llegan y daremos puntual seguimiento a cambiar esta situación.

Victimarios influyentes van contra abogada

Acusan sin pruebas una presunta red de extorsión de la licenciada Ana Katiria Suárez

Guillermo Sesma y otros denunciados por violencia familiar emplean sus conexiones en el sistema de justicia

▲ Guillermo Sesma fue señalado por su esposa de cometer violencia sexual contra sus hijos, como obligarlos a bañarse desnudos frente a él.

Desafiar a todo un sistema de procuración de justicia que protege a los hombres violentos con poder económico le ha cobrado factura a la abogada penalista que litiga en defensa de mujeres, niñas y niños víctimas de violencias diversas desde al menos 15 años, Ana Katiria Suárez.

En su cartera de casos figuran muchas historias que resultaron emblemáticas en la lucha por los derechos humanos y de perspectiva de género, entre ellas la de Yakiri Rubio, la muchacha tepiteña secuestrada y violada por dos hombres y que logró huir hiriendo de muerte a uno de los agresores. Logró su libertad por el recurso de legítima defensa. En no pocas ocasiones afectó intereses de personas poderosas y ha expuesto vicios en las fiscalías, ministerios públicos y tribunales.

Desde hace medio año, un grupo de empresarios de alto perfil, denunciados por sus esposas –representadas legalmente por Ana Katiria– armaron una campaña de descrédito en su contra.

Medios y redes han publicado, sin contrastar, entrevistas y versiones que sostienen que la defensora lidera una red de extorsión a padres de familia adinerados para obtener de ellos pensiones y compensaciones millonarias, como modelo de negocio de su despacho jurídico y la organización que encabeza, Voces Humanizando la Justicia.

De acuerdo con los alegatos que promocionan, la abogada se acerca a mujeres de clase alta, pero emocionalmente vulnerables, incitándolas a demandar a sus esposos; después fabrica pruebas para manipular procesos judiciales y obliga a menores de edad a presentar declaraciones falsas sobre supuestas agresiones de sus padres.

Entre políticos y los medios

Ese sería el caso, entre otros, de Guillermo Sesma Suárez, acusado por su esposa Regina Seemann Audifred.

Como parte de la campaña, crearon el Colectivo Nacional no más Presos Inocentes, al que, además de los empresarios señalados por violencia intrafamiliar, ha tenido a bien sumarse Luis Algheretti, procesado confeso por violación, tortura y feminicidio de su pequeña hija Fátima de 7 años, en 2020, un caso que conmocionó a la sociedad. Este hombre espera sentencia en el Reclusorio Norte. Ana Katiria Suárez sigue representando a la familia en demanda de justicia plena.

Tres carpetas en la sombra

En la Fiscalía de Investigación Estratégica de Asuntos Especiales se abrieron tres carpetas de investigación suscritas por al menos seis demandantes. Se le acusa de extorsión, delincuencia organizada, falsedad de declaraciones y cohecho, entre otros. Suárez no ha tenido acceso a estas carpetas para organizar su propia defensa. Ha tenido conocimiento de que en esa instancia se prepara una orden de aprehensión.

Ello la orilló a salir del país temporalmente. Desde septiembre de 2024 presentó queja ante la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDH), en la que Suárez sostiene que su labor de denuncia me ha convertido en un blanco, permitiendo que existan represalias severas por mi trabajo. La CDH tampoco ha emitido resolución.

El principal promotor de esta ofensiva es Sesma Suárez. En las demandas colectivas firma también Bernardo Vogel Fernández de Castro, a su vez acusado por su esposa, Maha Shekaiban, y Édgar González Pedrero, ex esposo de María Fernanda Turrent, a quien Ana Katiria dejó de representar legalmente hace un año.

El caso de Regina comienza en Estados Unidos

El conflicto penal Sesma versus Seemann es particularmente complejo ya que el ex esposo acusado, además de tener influencias en medios políticos y de comunicación y recursos económicos, es primo de la abogada que defiende a la víctima. Ella es tía de los niños señalados como víctimas de violencias y los conoce desde pequeños.

En dos carpetas radicadas en la Fiscalía de Investigación del delito de Violencia Familiar y la de delitos cometidos contra menores se señala que Sesma ejercía violencia sexual contra su esposa, lo que condujo a un complicado proceso de divorcio en Austin, Texas, donde radicaban. El esposo canceló las visas de la esposa y los niños, que quedaron en situación de indocumentados en Estados Unidos y tuvieron que residir temporalmente en un albergue hasta que pudieron regresar a México.


La acusación menciona que también agredía sexualmente a los niños. Cita la denuncia: en los días de convivencia con el padre constantemente los castigaba, los denigraba, los obligaba a bañarse desnudos frente a él y les hacía tocamientos. En los expedientes legales se incluye la valoración y peritajes que realizaron peritos y especialistas en el Hospital Psiquiátrico Infantil Juan N. Navarro y en el Centro de Atención a la Violencia Interfamiliar. Cuatro instancias legales corroboraron estos delitos contra los niños. Fueron remitidos para tratamiento sicológico y siquiátrico a la Clínica Gesia, especializada en temas de violencia sexual contra menores. Pero esas denuncias no han prosperado.

Sesma contrademandó a su esposa, la acusó de diversos delitos, y en menos de dos meses logró que la fiscalía judicializara la carpeta. También consiguió que el juez Prudencio Tenorio declarara nulas las periciales y valoraciones practicadas a los niños argumentando que no fueron videograbados como es obligatorio según los protocolos para estos casos.

La defensa respondió que el protocolo para videograbar las testimoniales de niños y niñas es una directriz que puede aplicarse o no. A criterio de los investigadores, dada la vulnerabilidad y desconfianza de los niños, que eran constantemente videograbados por el padre, se prescindió de este método, lo que no les resta validez a los dichos de los menores.

En una de las demandas de Sesma contra Seemann la acusa de falsedad de declaraciones y fraude procesal, que podría derivar en prisión preventiva.

En redes sociales, Sesma acusa a su ex esposa de secuestrar a sus hijos y la FGJ, por medio de la Fiscalía Especializada en la Búsqueda, Localización e Investigación de Personas Desaparecidas, ha publicado fichas de búsqueda con los nombres completos y las fotografías de los tres menores.

Sesma Suárez participa activamente en la política. Su hermano Jesús es diputado local por el Partido Verde y presidente de la junta de concertación política, cercano al ex fiscal Ulises Lara. Es comentarista político en un programa de televisión con Raymundo Riva Palacio. Y utilizando todas esas conexiones convocó a otros empresarios como él a contratacar a las mujeres demandantes y, sobre todo, a su abogada.

Maha Schekaiban Tohme, con cinco hijos (cuatro niñas y un niño entre 8 y 14 años de edad) pidió el divorcio a su esposo, Bernardo Vogel Fernández de Castro, tras 18 años de vida marimonial plagada de violencias físicas y sicológicas e interpuso una denuncia por violencia extrema y alienación parental.

Vogel, director de la siderúrgica Collado y miembro de una familia de empresarios acaudalados, tomó represalias: acusó a la víctima de violencia; forzó una acción de allanamiento para que agentes sacaran a los niños de su casa y los llevaran un par de noches a un albergue de la fiscalía capitalina para niños en riesgo (con el consiguiente trauma) y al día siguiente los rescató, quedándose ésos bajo la tutela de un padre que, según su ex esposa, es autoritario y agresivo y violenta a los menores. Desde entonces Maha no ve a sus hijos.

La hostilidad de Bernardo Vogel

En su denuncia, Maha, ex esposa de Vogel, relata uno de los muchos episodios de violencia en el hogar. En esa ocasión, Bernardo Vogel la inmovilizó e incitó a una de las hijas a golpear a su madre.

La denuncia del ex esposo elabora un relato opuesto y llevó a las dos niñas mayores de manera secreta a la Fiscalía de Investigación de Delitos Cometidos en Agravio de Niñas, Niños y Adolescentes, a formular acusaciones contra su progenitora.

Según la defensa, en esta diligencia se ejerció interferencia parental, creando falsos recuerdos sobre supuestos actos de violencia. En los registros de las entrevistas con los menores son evidentes los signos de manipulación y se violentaron diversos protocolos metodológicos en la evaluación sicológica de los menores .

Ahora sobre la madre se cierne una demanda penal y el riesgo de ser encarcelada.

Foto La Jornada

Blanche Petrich / segunda y última parte

Periódico La Jornada
Martes 28 de enero de 2025, p. 15

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