12/04/2008

PRENSA MEXICO JUEVES 4 DIC.


























PORTADAS: DESERTAN EN 8 AÑOS 150 MIL SOLDADOS BELTRONES: SÍ AL DEBATE POR LA PENA DE MUERTE ASESINOS DE POLICÍAS ALCANZARÍAN PENAS DE HASTA 50 AÑOS BBVA BANCOMER INICIA PROCESO DE EMBARGO DE COMERCIAL MEXICANA SE PREPARA PRI PARA GANAR 44% DE LOS VOTOS DEL 2009
04/12/2008 a las 7:46 am
EL UNIVERSAL:
DESERTAN EN 8 AÑOS 150 MIL SOLDADOSEn medio del panorama de degradación que la Secretaría de la Defensa ve en el Ejército, en 2008 se ha presentado una deserción de 18 mil soldados, cifra que llega a 150 mil en los últimos 8 años, de acuerdo con información de la Cámara de Diputados entregada por las Fuerzas Armadas. VER NOTA COMPLETA
EXCÉLSIOR: EJECUTAN EN CHIHUAHUA A SUBDELEGADO DE PGREl subdelegado de la Procuraduría General de la República (PGR) en Chihuahua, Jesús Martín Huerta Yedra, fue ejecutado ayer junto con su secretaria cuando ambos circulaban a bordo de una camioneta en un transitado crucero de esta ciudad. VER NOTA COMPLETA
MILENIO: BELTRONES: SÍ AL DEBATE POR LA PENA DE MUERTELos líderes priistas en el Senado, Manlio Fabio Beltrones, y en San Lázaro, Emilio Gamboa, están a favor de un debate sobre la pena de muerte a partir de la iniciativa que su compañero de partido Humberto Moreira, gobernador de Coahuila, promueve para reformar la Constitución federal.Gamboa convocó a un “gran debate nacional” sobre el tema, porque en el Congreso “no hay ningún tema vetado”. VER NOTA COMPLETA
LA JORNADA: BBVA BANCOMER INICIA PROCESO DE EMBARGO DE COMERCIAL MEXICANALa filial en México del consorcio financiero español BBVA confirmó este miércoles que comenzó un proceso judicial para embargar activos de Comercial Mexicana por un equivalente a 100 millones de dólares, unos mil 400 millones de pesos, en medio de crecientes problemas de la cadena de tiendas de autoservicio para hacer frente a sus vencimientos de deuda. VER NOTA COMPLETA
CRÓNICA: SE PREPARA EL PRI PARA GANAR EL 44% DE LOS VOTOS DEL 2009El PRI irá por el 44 por ciento de la votación total en las elecciones intermedias en 2009, las seis gubernaturas y los 300 distritos electorales en disputa, lo que de suceder le garantizará obtener la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y recuperar los gobiernos de Querétaro y San Luis Potosí, actualmente en manos del PAN. VER NOTA COMPLETA
VANGUARDIA DE COAHUILA: PIDE REVISIÓN SERIA DE LA PENA CAPITALEl gobernador Humberto Moreira pidió respeto, tanto de los que están de acuerdo con la pena de muerte para secuestradores, como de aquellos que no lo están —incluso priístas—, luego de que diputados panistas tomaron la tribuna del Congreso Local. VER NOTA COMPLETA
EL DEBATE DE SINALOA: ASESINOS DE POLICÍAS ALCANZARÍAN PENAS DE HASTA 50 AÑOS DE CÁRCELUn paquete de iniciativas de reformas al Código Penal para el Estado de Sinaloa, en el que se contemple sancionar el tráfico de armas, incrementar las penas en contra de quienes levanten, decapiten o maten a elementos de seguridad pública y condenas que alcanzarían hasta un máximo de 50 años, es la propuesta que la fracción del PRD presentó el martes en la sesión ordinaria del Congreso del Estado. VER NOTA COMPLETA
Editorial
No a la pena de muerte
El pasado martes, el Congreso de Coahuila aprobó por mayoría –con los votos de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM)– una iniciativa de reformas presentada por el gobernador de la entidad, Humberto Moreira, para modificar los artículos 14 y 22 de la Constitución federal, para restaurar en el país la pena de muerte y que pueda ser aplicada en ese estado a los secuestradores que asesinen a sus víctimas. La propuesta será turnada al Congreso de la Unión, a fin de que dictamine si es procedente.
Ayer, los presidentes de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, César Duarte, y de la Junta de Coordinación Política del Senado, Manlio Fabio Beltrones –ambos del PRI–, defendieron por separado el derecho de la legislatura coahuilense a presentar iniciativas sobre la pena capital. En contraste, el presidente del Senado, el panista Gustavo Madero, rechazó la posibilidad de que el Legislativo federal apruebe dicha propuesta, y advirtió que el gobernador podría ser sometido a juicio político y destituido del cargo si porfía en su intento de poner en marcha ese castigo.
La aplicación de la pena capital en el país significaría, además de una inaceptable regresión histórica, un colapso moral del Estado mexicano y de la propia sociedad: es un castigo abominable, bárbaro e inhumano, que atenta contra el derecho fundamental de todos –la vida–, pone en evidencia el fracaso de los mecanismos de impartición de justicia y apunta a una pérdida del sentido de rehabilitación y reinserción social de los delincuentes por la autoridad. Adicionalmente, dada la falibilidad de los aparatos de justicia de todo el mundo –particularmente grave en el caso de México, donde persiste una corrupción inocultable y la práctica atroz de “fabricación de culpables”–, la aplicación de la pena de muerte, conllevaría el riesgo de cometer asesinatos contra inocentes.
En las naciones donde se mantiene vigente, la medida, por añadidura, se ha revelado ineficaz en el combate a la criminalidad y es de suponer que en México tendría nulo carácter disuasivo: a fin de cuentas, para evitar que se cometan delitos no es tan importante la severidad de la sanción como la certeza de que se aplicará; esto último es sumamente improbable en un país caracterizado por la impunidad, donde se sanciona un porcentaje ínfimo de los crímenes cometidos. Finalmente, la pena capital no ataca de fondo las causas estructurales –sociales, económicas e institucionales– de la delincuencia, y no es, por tanto, funcional para erradicar el fenómeno.
Por añadidura, en la actualidad, cuando la tendencia internacional va en sentido de lograr la abolición universal de la pena capital, sería lamentable que ganara terreno y simpatías en la sociedad una iniciativa impulsada por cálculos electorales orientados a explotar la zozobra ciudadana ante la ola delictiva y el fracaso de las políticas oficiales de seguridad pública.
Es claro que los intentos del tricolor por reistaurar en el país este castigo obedecen, más que a una legítima preocupación por la seguridad de los mexicanos, a un cálculo electoral de ocasión, de cara a los comicios del año próximo. Sin embargo, flaco favor se hace el priísmo al pretender conquistar el voto ciudadano mediante el impulso de una medida que enfrenta el rechazo de amplios sectores de la población. Por lo que hace al PVEM, el hecho insólito de que un instituto que se reclama ecologista incluya la promoción de la pena capital dentro de su plataforma política evidencia, por si hiciera falta, que lo que lo guía no es la ideología ni el programa, sino un pragmatismo descarado y electorero.
Ante estas consideraciones, es necesario que el gobierno de Coahuila y los integrantes del congreso de esa entidad reflexionen y den marcha atrás a una idea que, en vez de representar una contribución a la convivencia civilizada y el desarrollo ético del país, constituiría, si progresara, una regresión hacia la barbarie.

Lucía Morett: no he cometido delito alguno ni me esconderé
Quintuplicaré mis fuerzas para denunciar a los verdaderos criminales
Blanche Petrich
En los campamentos guerrilleros de Colombia se llama caleta a una cama grande hecha de tablones, con un toldo encima, donde duermen una o más personas. El primero de marzo de este año, los responsables de atender a los numerosos visitantes que llegaban al campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Sucumbíos, territorio de Ecuador, asignaron una de esas caletas, entre los árboles, para las dos mexicanas recién llegadas, Lucía Morett y Verónica Velázquez. Los tres varones –Juan González, Fernando Franco y Soren Avilés– fueron hospedados a pocos metros de ahí.
Vero y Lucía se durmieron, rendidas por la larga caminata a través de la selva. Lucía se despertó bruscamente por una sacudida de tierra, un estruendo, un estallido, un árbol enorme incendiándose frente a ella. Extendió el brazo buscando a su compañera. No había nadie en la caleta. ¿Era un rayo o qué? Segundos después otra violenta sacudida, más fuego. “Le gritaba a Verónica y no estaba. Hasta ahora no me explico qué pasó. ¿Por qué ella murió y yo no? ¿Se levantó durante la noche y no estaba a mi lado cuando empezó el bombardeo? ¿La fuerza de la explosión la aventó lejos?”
Es el relato de Lucía Morett Álvarez en el vuelo que la trae de regreso a México desde Nicaragua, con escala en El Salvador. Hace cerca de ocho meses, en abril, tuvo que acogerse a la protección del gobierno de Managua por la amenaza de una demanda penal en su contra, por terrorismo, que había aceptado la Procuraduría General de la República.
“No, yo no he cometido ningún delito ni tengo por qué esconderme de nadie”, dice de pronto con una fuerza inesperada. La aeronave ya sobrevuela la nata marrón que cubre a la ciudad de México al atardecer de este miércoles. Ya no es la voz quebradiza de alguien que parece que en cualquier momento va a llorar. “Yo soy una víctima. Y voy a quintuplicar mis fuerzas, una por cada uno de mis amigos muertos y una más por mí, para que se sepa quiénes fueron los verdaderos criminales. Porque ese primero de marzo se cometieron muchos delitos y tiene que haber justicia”.
Al salir de Nicaragua, finalmente, la joven universitaria decide hablar públicamente en detalle de lo ocurrido en el campamento donde murieron más de 23 personas, entre ellas cuatro mexicanos y el número dos de las FARC, Raúl Reyes. Antes, en Managua, acató una condicionante de las autoridades que le dieron protección, de mantener “bajo perfil”. Incluso en la víspera de su viaje, el responsable de atenderla, Rafael Ortega, hijo del presidente Daniel Ortega, le prohibió conceder la entrevista que este diario había solicitado.
Aquella noche –sigue relatando–, al principio no se dio cuenta que estaba herida. “Sentía el pantalón roto y caliente, mojado. Vi que era sangre, pero nada me dolía. No podía levantarme ni moverme. Me caían cosas encima. En medio del bombardeo hice todo por tranquilizarme. Oía los aviones pasar una y otra vez. Me puse una mochila sobre la cabeza y miraba las lucecitas de mi reloj, minuto a minuto: las 12 y media, ya pasaron 10 minutos, media hora. Tenía puesta la esperanza en el amanecer. Supe, no sé como, que no me iba a morir. Pensaba en que Verónica estaría por ahí y me pasó por la mente que dentro de poco las dos nos íbamos a estar acordando del susto. A las tres volvieron los aviones, el segundo bombardeo. Lamenté no haber hecho algo por alejarme de ahí, aunque fuera arrastrándome. Fue aterrador. Después de un rato oí los helicópteros que barrían la zona con disparos. Alguien muy cerca de mí se quejaba horrible. Pude darme cuenta que estaba muriendo. Luego, silencio. Más tarde oí a la tropa acercarse, disparando. Cerré los ojos con fuerza y me quedé inmóvil, bocabajo, haciéndome la muerta. En medio de la balacera alguien gritó: ¡Estoy herido, ayuda! Luego más disparos y nada más. Por eso digo que los militares colombianos ejecutaron a varios heridos. Porque lo oí”.
Lucía tiembla de pies a cabeza, pero ya que empezó a hablar, durante una escala en el aeropuerto salvadoreño, nada la detiene. “Uno de los soldados dijo: aquí hay una hembra, está viva. Me rodearon y uno me advirtió: No se mueva, somos el ejército colombiano y le estamos apuntando, no intente nada, levante los brazos, deje el arma”.
Trato a los heridos de guerra
Días después, el ministro de Defensa de Colombia Juan Manuel Santos, exhibió un video sobre la operación Fénix. Imágenes tomadas con una cámara de visión nocturna muestran a Lucía tirada en el piso rodeada de soldados que la interrogan y le dan primeros auxilios. El objetivo del gobierno colombiano era demostrar que ofreció “trato humanitario” a la sobreviviente mexicana. Ella tiene las manos al frente, amarradas. Santos explicaba a la prensa, en la exhibición del video, que los guerrilleros la tenían maniatada.
“Es mentira, me amarraron ellos, los colombianos. Me hacían muchas preguntas, sobre todo relacionadas con Reyes. No me creían cuando les decía que yo no sabía nada, que era civil, que apenas había llegado un día antes. Me trataron de mentirosa y me amenazaron. Cuando me revisaron me dijeron que tenía heridas de esquirlas. Yo ni sabía qué era eso”.
Empezó a amanecer. Lucía pudo ver que el toldo estaba achicharrado, que el bosque a su alrededor era un amasijo de ramas y cenizas. Casi a las seis de la mañana llegaron otros hombres con uniforme diferente. “Se va a quedar con ellos, nosotros nos vamos”, dijeron los soldados. Los recién llegados eran de la policía colombiana. La pusieron sobre unas tablas para llevarla, dijeron, adonde estaban los heridos. En el trayecto sólo vio cadáveres. Algunos policías merodeaban, quitándoles sus relojes, buscando sus pertenencias. Le mostraron el cuerpo de una mujer en ropa interior. Tenía disparos en la espalda. Le preguntaban si la conocía. “Me dejaron a 10 metros de ese cadáver”. Poco más lejos vio a una muchacha muy mal herida. Luego supo que era Marta Pérez, colombiana.
Pasaron las horas. Lucía pudo ver cómo desde helicópteros en vuelo bajaban unas camillas y subían algunos cadáveres, dos o tres, no puede precisar. Y los uniformados seguían presionándola con preguntas, sin darle agua, pese al sol, ya en todo lo alto. Las hormigas empezaron a subir por sus brazos y piernas ensangrentados. Los hombres la desvistieron pare cambiarle la ropa, aprovechando para hacer comentarios sexuales, agresivos. Pasado el mediodía, después de varios intercambios de mensajes por radio, se pusieron nerviosos. “Limpien huellas, vámonos”, fue la orden.
“Yo me angustié mucho. Si nos dejaban ahí, cómo íbamos a sobrevivir. Les decía que nos tenían que sacar de ahí, pero ni caso. Prefirieron llevarse cadáveres como trofeos. Nos abandonaron”. Eran las tres de la tarde del primero de marzo.
Esa era la guerra
En ese momento Lucía se dio cuenta de la gravedad de sus heridas. La ropa estaba empapada. Se puso una sábana debajo del cuerpo y al poco rato también estaba chorreando sangre. Y los cadáveres a su alrededor empezaron a hincharse. “Las moscas, las hormigas, los zopilotes. Y ese olor horrible que me daba repulsión y amor al mismo tiempo, pues sabía que eran mis compañeros. De Juan, estaba segura que había muerto porque los soldados me enseñaron su credencial y me lo dijeron. A Fernando creí verlo entre los cadáveres, aunque no estaba segura. De Vero y Soren no sabía nada.”
Pasaron varias horas antes que volvieran a escucharse las aspas de otros helicópteros. Sus ocupantes sobrevolaban sin ver a las dos sobrevivientes. Lucía, como pudo, se arrodilló y ondeó una camiseta. “Es que sabía que si se iban nos íbamos a morir”. Al poco rato aparecieron, entre la espesura y las ruinas, otros soldados. Estos llevaban insignias del ejército de Ecuador.
“El trato fue otro. Nos hicieron unos techitos para protegernos del sol, nos dieron agua, me acercaron mi mochila donde tenía un Gatorade. Ya oscurecía cuando un enfermero me hizo unas primeras curaciones. Otro joven soldado se pasó la noche a mi lado, sosteniéndome la mano, platicando de cualquier cosa, de deportes, de su mujer, para disipar mi terror”.
Amaneció el segundo día de Lucía en la selva. “Los soldados buscaron mis cosas, unos títeres de artesanía que había comprado, mi mochila, un morral. Lo único que no apareció fue mi pasaporte y mi dinero. Yo no quería nada, sólo que me sacaran de ese lugar. Cuando estábamos a punto de irnos avisaron que había otra herida más abajo. Estaba muy grave, con las dos piernas destrozadas. Era Doris Torres, la más joven. Esa muchacha sí estaba amarrada. Entonces empezó un camino muy difícil, por la selva, hacia los helicópteros. Los soldados tenían unas insignias blancas en el brazo para identificarlos como rescatistas. Ese detalle me hizo tomar conciencia de que esa era la guerra. Y que yo estaba en una guerra.”

Astillero
Julio Hernández López Fax: 5605-2099 •
juliohdz@jornada.com.mx
■ Muertos de pena
■ Rebatiña electoral
■ Elogio gringo del narco
El impetuoso crecimiento de la delincuencia se ha convertido en un pastel político y electoral. El primero en buscar tajada del tema ha sido el ocupante de Los Pinos, quien ha fundado su actuar administrativo en una presunta guerra al narcotráfico que ha dejado miles de muertos en este año y ha formalizado la división del país en parcelas controladas por determinados bandos de criminalidad explícita (la implícita, o no confesa, es la “institucional”), que actúan por encima del poder de lo que queda de Estado. Rédito político y electoral se busca, por ejemplo, cuando a todas horas resuena en el país la cantaleta sombría, cavernosa, con que se propicia el miedo colectivo al anunciar en espots oficiales ciertas detenciones o “éxitos” en el “combate a la delincuencia organizada” (propaganda que violenta derechos constitucionales de quienes son señalados públicamente por el gobierno federal como inequívocos responsables de hechos que jurídicamente están sujetos a un proceso que sólo a su final permite a alguna autoridad establecer culpas formales).
El ejemplo federal de ordeña publicitaria de las fallidas tareas de prevención y castigo de la delincuencia es imitado en las entidades federativas por gobernadores que en una gran mayoría se han alineado con alguno de los bandos de máxima criminalidad, a veces con alegre disposición a ser llenados de plata, a veces con genuino temor al plomo. Los rumores populares citan en varios estados presuntas historias en las que los déspotas mandatarios locales habrían sido doblegados por algún cártel que sin problema habría hecho a un lado al amenazado o cooptado equipo de seguridad del gobernador o la gobernadora de que se tratara, para que narcotraficantes de gran peso establecieran reglas y cuotas a los disminuidos encargados de las jefaturas políticas locales que luego habrían sido liberados en condiciones penosas, aunque sin maltrato físico directo.
Uno de los más recientes buscadores de raja política con el tema de la delincuencia desbordada ha sido el gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, que ha propuesto al congreso estatal, en el que tiene sobrada mayoría, y por tanto su iniciativa fue aprobada, la instauración de la pena de muerte contra secuestradores que asesinen a sus rehenes. Coahuila y Durango viven situaciones de constante riesgo social debido a que parte de sus regiones, sobre todo La Laguna, se ha convertido en campo de batalla de cárteles que además de pelear cruelmente entre ellos han fijado a los ciudadanos sistemas de recaudación obligatoria, sobre todo entre quienes tienen algún tipo de negocio y conforme al nivel del cual son establecidos los narcoimpuestos, bajo amenaza cumplida de ejecución ejemplar de los desidiosos u omisos (el mismo esquema rige en muchos estados, sobre todo los norteños).
En Coahuila, desde la autorizada voz del propio gobernador Moreira, se ha dicho que panistas destacados estarían metidos en el rejuego que busca controlar el gran negocio del tráfico de drogas (recuérdese que en esa zona hay amistades y compadrazgos felipistas que han tenido un rápido crecimiento político). En ese contexto de acelerada descomposición institucional, y con el agravante de que el lic. Calderón pretende ahora transferir a los estados y municipios algunas responsabilidades de combate a esa delincuencia mayor, el plurifacético gobierno de la familia Moreira (Humberto es el gobernador, Rubén preside el PRI y otro hermano es líder sindical de sección en sección) impulsó la iniciativa de pena de muerte que tanto escozor ha provocado a nivel nacional y no sólo por sus implicaciones éticas y por el evidente riesgo de que el aparato corrupto de justicia tome decisiones terminales a partir de pervertidas consideraciones y procesos, sino porque ese clan priísta norteño estaría arrebatando parte del capital político que el calderonismo pretende utilizar en los comicios venideros, posicionando al mismísimo panismo que desató la espiral de criminalidad como presunto oferente de soluciones de mano dura que ya estaba comenzando a utilizar el desacreditado partido “Verde Ecologista” y ahora tendrá una vertiente tricolor coahuilense que aun cuando no logrará que el congreso federal apruebe las consecuentes reformas constitucionales necesarias para aplicar la mencionada pena de muerte, sí tendrá material discursivo para tratar de alcanzar electoralmente a las masas ávidas de orden al costo que sea.
A tiempo electoralmente oportuno viene en camino la primera remesa de la intervencionista Iniciativa Mérida. Lo que se alcance a hacer con los billetes de Troya podrá lucirse a mitad de año, con las urnas a tiro de voto. No importa que para recibir esos puñados de dólares se deba soportar el injerencismo del embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza, que ayer, al firmar con un subsecretario mexicano el acuerdo para el uso de 400 millones de dólares, colocó a las autoridades de ambos países por debajo de la eficacia de los cárteles: “a veces los narcotraficantes han coordinado e integrado sus operativos trasnacionales mejor que las autoridades de nuestros dos países”, dijo el bushista que se ha convertido en declarante frecuente sobre asuntos internos de México. Garza dijo que su gobierno compartirá “las mejores tecnologías de manejo de información y comunicaciones” y participará en la “capacitación en procuración de justicia”. Haya sido planeado o no, lo cierto es que el espectáculo de horror que durante dos años se ha desarrollado en México ha desembocado en la antipatriótica apertura de puertas a las fuerzas estadunidenses, en esta ocasión con el disfraz “benévolo” de la cooperación frente al problema común. Muertos de pena deberíamos estar los mexicanos todos al permitir sin mayor resistencia eficaz esta peligrosa cesión.
Y, mientras la congruencia pregunta si el que Encinas salude sonriente y de mano a Ortega (y programe sesiones de trabajo con él) no es lo mismo que si AMLO lo hiciera con Calderón, ¡hasta mañana, con la Cómer que acosada por acreedores es al mismo tiempo generosamente beneficiada por el gobierno capitalino!

México SA
Carlos Fernández-Vega
cfvmexico_sa@hotmail.commexicosa@infinitum.com.mx
■ La realidad reventó el micrófono oficial
■ Siguen los saqueos del país
Con la velocidad y fuerza de un huracán grado 5 la ingrata realidad arrasa con el discurso oficial: del “para vivir mejor” y el “nunca más otra crisis”, al “me emociona un poquito el escenario preocupante de 2008”, y de allí a la “gripa”, para llegar al reconocimiento, con notorio retraso, de que “es indudable que la crisis económica mundial va a tener impacto en nuestro país”.
Lo que de tiempo atrás todos advirtieron y registraron (la enorme bola de nieve que, en picada, se dejaba caer sobre el país), en el discurso calderonista pasó totalmente “desapercibido”, porque enfocó sus baterías a subrayar “lo bien” que lo ha hecho el gobierno de la “continuidad”, la “solidez” económica del país, la inmensa “lejanía” de la crisis”, porque “es externa”, la promoción de sus interminables “logros” y, en síntesis, el futuro venturoso que ofrecía a los mexicanos, quienes sólo debían estirar la mano para gozarlo. En eso estaba, duro que te dale, cuando ¡zas!, la realidad reventó el micrófono oficial.
Aquella desafortunada frase pronunciada en noviembre del año pasado, disfrazada de compromiso, tendría que ser grabada en letras de oro: “pase lo que pase en Estados Unidos”, dijo un enfático cuan confiado inquilino de Los Pinos, México “no tendrá crisis económica”. Sin duda un bello pasaje del discurso oficial, que redondeó lo dicho por el propio Felipe Calderón dos meses atrás, en septiembre de 2007: “nunca más habrá una crisis económica”.
Eran tiempos felices aquellos, cuando el michoacano celebraba que en su primer año de estancia en Los Pinos “se han generado en México 960 mil nuevos empleos”, algo que, por lo demás, desmintió el propio gobierno federal, al reconocer (mayo de 2008) que la metodología para contabilizar el número de plazas laborales generadas en el país simple y sencillamente “es errónea”. A estas alturas, con el ánimo descompuesto, cuando mucho presume 600 mil nuevos empleos en dos años, y descendiendo.
De allí, al “sí” nos pega la crisis, aunque el reconocimiento intentó ser disfrazado con otra alegoría: “hoy México cuenta con importantes reformas estructurales en materia de pensiones, en materia hacendaria, en materia de transparencia de gasto, en materia de calidad del sistema educativo, en materia del fortalecimiento de Pemex; en fin, en todas y cada una de estas reformas hay transformaciones profundas que no sólo nos permitirán enfrentar de mucho mejor manera esta crisis internacional, una crisis que no se generó en México, que no se generó, de hecho, en las economías emergentes; yo creo que es la primera vez en mucho tiempo que ocurre eso”.
Qué bueno, pero las susodichas “reformas estructurales” se concretaron en, llamémoslos así, tiempos de “paz” económica, cuando todo era perfecto y “ninguna crisis” alteraría el feliz destino, y a pesar de ello en nada contribuyeron para efectos reales. En los hechos, ni una sola de esas “reformas” ha permitido dejar atrás el raquitismo en materia de crecimiento (recuérdese que México “crece” a un ritmo menor que Haití), la mínima generación de empleo (prácticamente todo de muy mala calidad), a frenar la voluminosa emigración, a mejorar la concentrada distribución del ingreso y la riqueza, y, en fin, al desarrollo.
Eso en tiempos de “paz” económica. ¿Qué sucederá en este periodo de brutal “guerra”, en el que todas las economías buscan protegerse del vendaval, sin importar el golpe al vecino? Parte de la triste historia nacional es que muchos gobiernos, por no decir todos, pretendieron “resolver” la realidad mexicana a golpe de discursos. El de Calderón no es la excepción, y por mucha saliva que le ponga los problemas no se zanjan así. Dos años de perorata (que se suman a los 76 anteriores) lo confirman fehacientemente.
Y mientras en el discurso oficial la felicidad plena es lo menos que puede sucederle a los mexicanos en estos agitados tiempos, la realidad indica que dígase lo que se diga el país sigue siendo saqueado. Días atrás, La Jornada denunció que, de acuerdo con cifras del Banco de México, “las empresas de capital extranjero con operaciones en México sacaron cerca de 2 mil 300 millones de dólares hacia sus matrices en el exterior, mismas que están urgidas de recursos por la falta de liquidez provocada por la crisis financiera”. Y ayer, que “empresarios mexicanos sacaron del país poco más de 19 mil millones de dólares en el periodo enero-septiembre para depositarlos en cuentas bancarias o adquirir empresas en el extranjero”, para redondear un acumulado de 46 mil 316 millones de billetes verdes “en lo que va de este gobierno” (en ambos casos la información es de Víctor Cardoso).
Tras el escalofrío, de inmediato viene a la memoria aquella pomposa reunión (29 de septiembre de 2005) que el gran empresariado nacional organizó en el Castillo de Chapultepec (“Acuerdo nacional para la unidad, el estado de derecho, la inversión y el empleo”, mejor conocido como Pacto de Chapultepec) para, según decían, “impulsar al país en la senda del desarrollo nacional, la inversión, el empleo y la redistribución del ingreso”.
Más allá de políticos, académicos y demás signatarios, entre los abajo firmantes de aquella ocasión aparecen muchos –por no decir todos– de los que hoy, según las cifras del Banco de México, han hecho su mejor esfuerzo por saquear al país, lo que, lamentablemente no es ilegal, aunque a todas luces sí inmoral, si se compara lo “comprometido” en el texto del 29 de septiembre de 2005 con lo realizado desde entonces: 46 mil millones de dólares “exportados”, como si al país le sobrara inversión y estuviera en jauja en materia de empleo.
Entre las empresas líder en eso de la “exportación” de capitales (el inventario es de la Cepal) aparecen, como siempre, Telmex, América Móvil (de Carlos Slim, principal promotor del citado Pacto de Chapultepec), Grupo Alfa (recientemente “rescatado” por el erario), Cemex (de Lorenzo Zambrano, también “rescatado” por estos días), Grupo Bimbo (de la siempre pía familia Servitje), Coca Cola-Femsa (del fallecido patriarca Eugenio Garza Lagüera, ex accionista del Bancomer “rescatado” por el Fobaproa y vendido al BBVA), IMSA (también de Monterrey y hasta hace poco propiedad de la familia Canales Clariond), Mabe (de Luis Berrondo, uno de los ex propietarios de Bital, hoy HSBC, cliente del Fobaproa), Grupo Posadas (cuya cabeza, Gastón Azcárraga, compró Mexicana de Aviación), ICA (la que se queda con prácticamente todos los contratos de obra pública, también cliente del Fobaproa), Grupo México (de Germán Larrea, quien “no tiene” dinero para recuperar los cuerpos de los mineros fallecidos en Pasta de Conchos) y Elektra, la tienda de los abonos chiquitos e intereses brutalmente altos (de Ricardo Salinas Pliego).
Las rebanadas del pastel
¿Queda claro cómo se “impulsa al país por la senda del desarrollo nacional, la inversión, el empleo y la redistribución del ingreso”?

John Saxe-Fernández http://jsaxef.blogspot.com
Dólar: colapso y alternativa
Cuando se anunció que los países del Alba (Bolivia, Nicaragua, Dominica, Venezuela, Cuba, Honduras) y Ecuador habían acordado establecer equipos técnicos para crear una zona monetaria, empezando por implementar a la brevedad un “sistema de compensación y moneda contable”, la prensa internacional confirmó la preminencia y urgencia de esta propuesta “post Bretton Woods” al informar sobre la intensificación e inusitada ampliación de la crisis sistémica que abate a EU, agravada por la desregulación, especulación sin freno y opacidades del Tesoro, la Casa Blanca y la Reserva Federal en torno al rescate de Wall Street por más de 700 millardos de dólares.
Desde los casinos de la alta finanza se juega con EU y el mundo: ¿por qué rescatan a Bear Stearns y no a Lehman Brothers?, ¿acarrean beneficios colaterales (sobornos), las líneas de crédito ofrecidas por la Fed a México y Brasil por 30 millardos cada una, para socavar en la región alternativas al dólar y al FMI-BID-Banco Mundial? En medio del derrumbe del sistema dólar las maniobras entre amiguetes de centro y periferia procrean desastres mayores con alto impacto, como la caída de Citigroup (NYT, 22/11/08). Citigroup, con recursos estimados en 2 billones de dólares y correveidiles, tipo Robert Rubin en altos puestos avalando transas con Enron, Salinas, Zedillo y Goldman Sachs, es de ingrata memoria en México y ahora también en Wall Street.
Por su clasismo, el rescate o nacionalización de facto de Citigroup contrasta con las reticencias al subsidio de automotrices, General Motors (GM) en particular, por los millones de sindicalistas que se verían inmolados con su liquidación. William Engdahl de New World Order, autor de A Century of War (University of Michigan Press, 2004), dice que el destino de Citigroup está tan entrelazado con otras financieras de EU que las pérdidas en cadena, según el FMI, podrían llegar a 1.5 billones de dólares, mientras la crisis crediticia dificultaría el acceso a líneas de crédito-puente para GM con un impacto multiplicador devastador que lanzaría a la calle a más de 15 millones de trabajadores. A decir de Engdahl, esto significa que “… el rescate de Citigroup y la debacle de GM han confirmado la muerte del sistema dólar”, eje, con el Pentágono, de la Pax Americana por lo que no sorprende al autor que en la reciente cumbre entre la Unión Europea y los países asiáticos, voceros oficiales de China plantearan “desdolarizar” el comercio entre la UE y las naciones de Asia.
De aquí la relevancia del planteo del presidente ecuatoriano Rafael Correa en la cumbre del Alba al abogar por colocar la iniciativa del presidente Chávez de un Sistema Unificado de Compensación Regional (SUCRE), como parte de una arquitectura regional con tres pilares: un banco de desarrollo regional, un fondo de reservas internacionales común para la región “para contar con fondos que respalden en caso de crisis” y “una coordinación monetaria” incluyendo mecanismos de compensación recíproca “y una moneda contable como preámbulo de una moneda física”. Para mitigar impactos mayores urge empatar el Sucre de Alba con la desdolarización en curso en Mercosur y en el comercio entre Brasil y Argentina, y aplicar esa agenda activando “ahora” el Banco del Sur.
Aunados los efectos de largo plazo generados por corruptelas elitistas en Estados Unidos a la enormidad de su crisis hegemónica, en verdad hay riesgos de terremotos todavía mayores: con cálculos realizados por D. B. Papadimitriou y L. R. Wray del Instituto Levy en torno a la dimensión de los desfalcos bancarios acumulados en EU –unos 2 billones de dólares– y sobre la ineficacia de nuevas medidas adoptadas por el Tesoro y la Reserva Federal, Engdahl advierte que “2009 será un año de choques titánicos y de cambios en el orden global en una escala que quizá no se ha experimentado en los últimos cinco siglos. Es por ello que debemos hablar del fin del siglo americano y del sistema dólar”.

Ángel Guerra Cabrera aguerra_123@yahoo.com.mx
México y la solidaridad latinoamericana
El primero de diciembre nació en México el Movimiento Nuestra América, iniciativa de destacamentos sociales representativos del magisterio democrático, el movimiento urbano-popular, redes cristianas comprometidas con la justicia social y la solidaridad, y organizaciones de latinoamericanos residentes. Con exergo de José Martí, su manifiesto fundacional afirma que “es la hora del recuento y de la marcha unida y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes… para que no pase el gigante de las siete leguas”, y declara la voluntad de sumar a la solidaridad con los pueblos de América Latina y el Caribe a todas las fuerzas populares y progresistas mexicanas porque “una sola es la lucha del río Bravo a la Patagonia”. Evoca la historia común emancipadora contra el colonialismo, el imperialismo y el capitalismo y el estímulo del ejemplo de Cuba a la acción de los movimientos sociales contra las políticas neoliberales. Destaca la emergencia de nuevos actores, como los pueblos indígenas y afrodescendientes en procura de su autonomía, que junto a la brega de la clase obrera y otros sectores tradicionalmente explotados y la creciente masa de marginados han propiciado el surgimiento de líderes y gobiernos más independientes de Estados Unidos, y conseguido un cambio en la relación de fuerzas en la región en favor de los pueblos. Asume como propia la lucha de todos los pueblos por un mundo mejor, incluido el de Estados Unidos, valora la importante contribución a la lucha antimperialista de la resistencia de Irak y Palestina y expresa su solidaridad con quienes luchan en cualquier lugar del planeta contra la explotación capitalista, el racismo y la agresión imperialista, y con la independencia de Puerto Rico y de todos los vestigios coloniales. Exige poner fin a los instrumentos de militarización como el Plan Colombia y otros semejantes, y a la reinstalación de la Cuarta Flota y de todas las bases militares extranjeras en la región.
La constitución en México del Movimiento de Solidaridad Nuestra América cobra mayor pertinencia cuando se configura una contrarrevolución a escala latinoamericana dirigida por Washington. Con el concurso de sectores europeos de poder, las serviles elites locales y la jauría mediática pretenden aplastar, preferiblemente antes de nacer, cualquier intento de reforma democrática, no importa si radical o moderado.
Como se confirma nítidamente ante los procesos revolucionarios de Venezuela, Ecuador y Bolivia, pero también en Nicaragua y Argentina, y en la represión creciente a la protesta social en la región, el imperio y las oligarquías locales no dudan en recurrir a métodos fascistas, mientras continúa el bloqueo genocida contra Cuba. Es reflejo de su temor y odio a los esperanzadores logros de los pueblos latinoamericanos citados por el manifiesto de Nuestra América. Que ahora coinciden con una agudización inusitada de la lucha de clases a escala internacional, incentivada por las catastróficas consecuencias para la humanidad de la magna crisis capitalista y la decisión de las potencias imperialistas de descargar sus consecuencias sobre las grandes mayorías y aprovecharla para acrecentar sus privilegios. También, con la clara tendencia estadunidense a conservar su maltrecha hegemonía mundial, usando el chantaje de la fuerza militar, la superioridad de su arsenal nuclear y la ventaja que le confiere una economía mundial todavía dolarizada.
Los movimientos populares latinoamericanos están llamados, más que nunca, a empuñar firmemente la bandera de la solidaridad con los procesos de cambio en la región. En particular, la revolución bolivariana lo necesitará mucho en los próximos meses. Dado el importantísimo papel que desempeña en la consolidación de esos procesos, la suerte que corra es crucial para mantener el vigor actual de la lucha antimperialista y por la unidad de nuestra América. Son evidentes los planes de asesinar o derrocar al presidente Hugo Chávez, a que Washington apuesta todas sus cartas, pues sabe que nadie está en capacidad como él de encabezar victoriosamente aquella revolución. De allí la necesidad de convertir en una causa nuestroamericana el triunfo bolivariano en el referendo constitucional de finales de febrero de 2009 sobre la relección indefinida.

primera plana
Desertan en 8 años 150 mil soldadosDe ellos, mil 560 han pertenecido a grupos de élite

Ortega relanza al PRDEn su primer acto oficial como presidente nacional del PRD, Jesús Ortega se comprometió a articular una nueva etapa del partido que resulte en una izquierda propositiva, plural y negociadora

Aprueban limitar venta de alcoholDiputados locales aprobaron en comisiones reducir 60 minutos la hora de cierre de bares, discotecas y restaurantes para fijarla a las 03:00 horas

Revela hijastro de ‘El Rey’ presunta red de corrupciónÉdgar Enrique Bayardo, subdirector de Investigación de Delitos de la PFP, en arraigo, entregó al cártel de Ismael "El Mayo" Zambada información de diferentes corporaciones a cambio de 25 mil dólares mensuales

Recesión llega a México: IMEFEl CIDE prevé PIB negativo en tres trimestres seguidos

México La rifa del T-RexBuscan IFE y 11 estados seguridad en comiciosDestraban los trabajos sobre miscelánea penalEste año van 18 mil: diputadosLlega Morett a México; la protegen perredistasDesertan en 14 años 1,560 soldados-éliteGarza: narco nos supera en organizaciónPRD llama a la unidad y a superar diferendosEl PRI confía en regresar al ‘carro completo’El renacimiento de un partidoIFE evalúa límites de libertad de expresiónEspino inicia la mudanza de ODCAAvala comisión ley de seguridad“Zetas ganan terreno en suelo guatemalteco”Matan a segundo de la PGR en JuárezCaen más mexicanos por matanzaFCH recibió un Ejército muy exigido, señala Nava

El MundoPaquistaníes, detrás de terror en BombayExpertos proponen negociaciónETA mata a magnate vascoRichardson se integra al gabinete de ObamaDeclaran la guerra a las bombas de racimo

Ricardo Rocha
Detrás de la Noticia
Bomba de tiempo
Lo peor ahora son las revelaciones de que PGR y SSP están al servicio de bandas del narcotráfico
Puede estallar en cualquier momento. Y será un salpicadero que alcanzará alturas insospechadas. Ya desde ahora es un verdadero escándalo.
No se trata sólo de corroborar lo que desde hace tiempo era más que sospecha: que nuestras corporaciones policiacas y de justicia están infiltradas por el crimen organizado; más aún, que muchos mandos medios y altos son verdaderos empleados a sueldo de los narcos. Lo peor ahora son las revelaciones de que la Procuraduría General de la República está penetrada por el cártel de los Beltrán Leyva, mientras que la Secretaría de Seguridad Pública está al servicio de los hermanos Zambada. Bandas que luchan ferozmente por el control del Pacífico.
Da escalofrío pensar que esa sea la explicación a los enfrentamientos inocultables entre la PGR y la SSP y a la animadversión pública que se profesan el procurador Eduardo Medina Mora y el secretario Genaro García Luna. Dos personajes a los que nadie les ha pegado un manotazo en la mesa para que se dejen de maniobras y trampas que han costado ya muchas vidas entre sus respectivos agentes.
Por esta batalla interinstitucional sin cuartel, más las delaciones a los medios uno en contra del otro, da la impresión de que la famosa Operación Limpieza fue una medida inevitable más que una decisión política. De cualquier modo esa sospechosa disputa, sumada a la ausencia de una estrategia oportuna e inteligente, anticipa ya como perdida la llamada guerra contra el narcotráfico y sus derivados de violencia.
Ya son muchos los muertos y pocos los resultados. Por el contrario, el desgaste ha sido brutal no sólo para los aparatos policiacos y de justicia, sino para todo el gobierno calderonista. Y es que a dos años ya de distancia todo el esfuerzo parece dedicado prioritariamente a ese propósito de un exterminio que ahora parece selectivo. Mientras tanto se pudren temas torales como una estrategia convocante e incluyente para enfrentar la crisis económica, medidas urgentes para evitar el desempleo masivo o la elaboración de una agenda bilateral con el nuevo gobierno de Obama que está por arrancar.
No. Nada de eso parece urgirle al actual gobierno federal. Y cuando acaso se mencionan estos temas, la prioridad sigue siendo la guerra contra el narco. Ya perdimos de plano la fe en algún cambio estructural de fondo a un modelo económico que es la fábrica de pobres más grande del planeta. El gobierno se conformó con seguir aplicando las viejas recetas de subsidariedad salinistas y zedillistas porque no quiere distraerse de su guerra particular que cree que lo legitima cada día.
Por el contrario, si bien las encuestas muestran una aprobación apenas de panzazo, la percepción en las calles es de hartazgo, de orfandad y de abandono de un gobierno que pelea pero no crea en lo absoluto.
Mientras tanto, el mapa de la violencia, la sangre y la muerte, que antes se focalizaba en ciertas regiones del país, ahora se ha extendido a todo el territorio con una irracionalidad absoluta, que incluye la ejecución de inocentes jornaleros como si de reses se tratara, o de víctimas civiles atrapadas por el fuego cruzado o asesinadas por error de un piquete de soldados. Por cierto, en el Ejército están cada vez más irritados por este error histórico: el crimen organizado contra un gobierno desorganizado.
Y todavía nos dicen que vamos ganando la guerra aunque no lo parezca. Lo cierto es que siguen sin caer los peces verdaderamente gordos. Que ahora pueden estar en cualquiera de los dos bandos.

Jueves, 04 de Diciembre de 2008

J. Kalvellido - www.kalvellido.netMundoLa masacre de Mumbai
Alan WoodsEconomía
¿Qué respuestas puede dar el Sur?¿Qué crisis ?
Eric ToussaintEcología socialLos supermercados y la crisis alimentaria mundial
Esther VivasVenezuela
El asesinato de tres sindicalistas podría ser la obertura de los enemigos de la Revolución Bolivariana para iniciar un nuevo plan de desestabilización ideado por EEUU y EuropaGuerra de extranjeros en la casa venezolana
Ingo NiebelÁfrica
Ejemplos del nuevo imperialismo chino en ÁfricaAnálisis jurídico del convenio de colaboración entre la R.D. del Congo y un grupo de empresas chinas (1)
Laurent Okitonembo WesthongundaOpinión
Entrevista con Fernando Martínez Heredia a propósito de su más reciente libro, El ejercicio de PensarAbrir paso a las iniciativas, la participación y la libertad comprometida con el socialismo
Diosnara OrtegaMéxicoPolicías de EE.UU. entrena en la tortura a policías mexicanos
Kristin BrickerMundoEEUU, China, Rusia e Israel rechazan el pacto contra las bombas de racimo

No hay comentarios.:

Publicar un comentario