8/29/2009

Las bases militares de EEUU en Colombia son una amenaza mundial: UNASUR

La reunión fue muy importante porque se manifestó un probable triunfo de los pueblos de América, pero no hay margen para pensar que los EEUU no encontrarán formas para seguir imponiendo sus políticas.
Pedro Echeverría V

1. Ayer gocé en Internet, a través de esa magnífica televisora (TELESUR) -durante seis horas- el debate entre los presidentes venezolano Hugo Chávez, boliviano Evo Morales y el ecuatoriano Rafael Correa, (exigiendo la desaparición de bases militares en América) y el presidente colombiano Álvaro Uribe quien defendió –como los gatos boca arriba- las siete bases que EEUU impondrá en Colombia. Fue la reunión de Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas) celebrada en Bariloche, Argentina, con la presencia –además- de los presidentes de Brasil, Chile, Perú, Paraguay, Surinam y la anfitriona Argentina. Las intervenciones de cada uno de ellos me dio la oportunidad de conocer las posiciones políticas de cada gobernante, aquilatar a cada uno de ellos y observar como se mueven entre sí los mandatarios de cada país.

2. Los abiertamente defensores de las políticas yanquis fueron Uribe y el peruano Alan García (quien sólo pronunció su discurso defendiendo a Uribe y a Obama y se retiró sin que nos diéramos cuenta). Chávez, Morales y Correa se metieron al fondo del análisis y se lanzaron a la yugular de Uribe y de los intereses imperiales del gobierno yanqui que amenazan a Latinoamérica, África y el mundo. Las dos damas (la argentina Fernández de Kritchner y la chilena Michelle Bachelet), así como el brasileño Lula, el paraguayo Fernando Lugo y el presidente de Surinam manifestaron su oposición a las bases militares y aportaron ideas para sacar los resolutivos. Sin duda Chávez fue el eje, Evo el indígena honesto y radical y Correa el polemista sin rival. Uribe adelantó que no daría marcha atrás y los acuerdos habían sido firmados.

3. La reunión fue de los países del sur de América, aunque también en Centroamérica, encabezados por Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Honduras, hay una rebelión contra las bases militares de EEUU en la región. Los gobiernos yanquis han ganado con creces el odio de los pueblos. Lo realmente sorprendente es que haya países como Colombia, México, Perú, Costa Rica que -por sus compromisos con los gobiernos yanquis- sigan defendiendo las políticas agresivas e intervencionistas de los EEUU a pesar de su evidente peligro en la zona. Sin duda, aunque algunos países –por conveniencia propia- sigan haciendo negocios con los empresarios y gobiernos de Norteamérica, en la OEA hay una mayoría contundente de países que se oponen a las sus políticas del intervencionista “policía mundial”.

4. Chávez, aprovechando sus conocimientos sobre estrategia militar, de entrada, presentó el documento titulado Estrategia global de bases de apoyo, incluido en el Libro Blanco del Comando Sur de los EEUU ilustrando con diapositivas. Allí se revela que Estados Unidos propone bases como las que se instalaron en Colombia y que fueron el motivo de esta reunión de emergencia. Esas y otras bases facilitan la movilidad de tropas y equipos de Estados Unidos, con un peligroso alcance de control regional. Es un plan de avance regional, donde una de las bases que se instala en Colombia en la frontera con Venezuela, la de Palanqueros, tendrá aviones de la más avanzada tecnología de guerra cuyo alcance abarca a toda la región. Esta intervención fue la que dio los fundamentos que orientaron toda la reunión, radicalizándola.

5. Venezuela, Bolivia y Ecuador rechazaron con argumentos contundentes la presencia de bases militares de Estados Unidos en territorio colombiano y en el texto resolutivo redactado por los secretarios de Relaciones Exteriores, acordaron un documento en defensa de la no injerencia en asuntos internos de los pueblos para garantizar la integración regional y se pronunciaron por la paz y la preservación de los recursos naturales. La realidad es que la mayoría de los gobiernos, incluyendo a Chávez, Evo y Correa, buscaron que se conservara la unidad de Unasur frente al gobierno de Obama y los militares del Comando Sur dirigidos por el Pentágono y la secretaria de Defensa de los EEUU. Fortalecer la unidad ante las aún frágiles relaciones de los países de Unasur es, sin duda, una tarea estratégica frente a los gobiernos de los EEUU.

6. Interesante resultó la argumentación de Correa al desbaratar los falsos juicios del colombiano Uribe en los que decía que las bases militares no amenazaban a nadie y que sólo servirían para acabar con el terrorismo de las FARC y otros grupos en Colombia. Correa reviró: “No nos engañemos, señaló Correa, ustedes no van a poder controlar a los estadounidenses; Ecuador ya vivió esa experiencia cuando Estados Unidos hacía uso de la base de Manta”. Las bases servirán para amenazar, vigilar, bombardear no sólo a los pueblos de América y los grupos rebeldes, sino también, de acuerdo al Libro Blanco de los EEUU, para apuntar al continente africano. El venezolano Chávez, desde su primera intervención, había aprovechado su tiempo para leer los documentos yanquis “semisecretos” en los que demuestran su plan estratégico militar.

7. Correa, quien presidió la reunión, como presidente temporal de Unasur, solicitó que el Consejo de Defensa de la Unasur analice las implicaciones que las bases militares tienen y que se prepare un documento para pedirle luego una reunión urgente al presidente Barack Obama. Asimismo se citó a una reunión de cancilleres en la primera quincena de septiembre, para diseñar medidas de fomento en materia de confianza y seguridad y avanzar en una estrategia sudamericana de lucha contra el narcotráfico, y convocar al Consejo de Defensa de la Unasur para analizar la estrategia militar de Estados Unidos en la región. En conclusión: la reunión fue muy importante porque se manifestó un probable triunfo de los pueblos de América; pero no hay margen para pensar que los EEUU no encontrarán las formas para seguir imponiendo sus políticas.

pedroe@cablered.net.mx

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