8/23/2009

Periodistas pal café.....



José Agustín Ortiz Pinchetti: El despertar
El Museo Nacional de Arte (Munal) se aloja en el porfiriano y grandilocuente Palacio de Comunicaciones, y a su vez aloja una exposición temporal: Materia y sentido. El arte mexicano en la mirada de Octavio Paz. Un verdadero curso de historia plástica iluminado por el talento ardiente del poeta. La recomiendo con entusiasmo. La he visitado y aproveché para rencontrarme con mi maestro, con quien sólo hablé en pocas ocasiones. Durante años leí con pasión, coleccioné y subrayé todo lo que escribió, particularmente sus ensayos sobre la vida de México. En sus años finales debilitó su pasión crítica y se acercó demasiado a Carlos Salinas, el peor príncipe, y también a la oligarquía y a Televisa, enemiga de la verdad y de la libertad. Me permití criticarlo (¡oh, araña, cómo te atreves a cuestionar al sol!), otros lo hicieron, entre ellos su gran amigo Gabriel Zaid. Paz, un progresista radical, se convirtió en icono de los reaccionarios. Su vigor poético permaneció intacto. Hay que leer Árbol adentro y la antología de Del Toro, de reciente aparición.
Es conmovedor volver a ver al premio Nobel en los videos de las salas del Munal y oír sus conceptos precisos, elegantes. Regresé y le quité el polvo a mi colección de sus libros. Cualquiera que se acerque a la sabiduría o a la capacidad crítica de Paz se asombra. La complejidad de sus observaciones, la riqueza y diversidad de los temas, el poder poético de su prosa tomarían años enteros para disfrutarlos. Es fácil rescatar las aportaciones de Paz: gracias a él revaluamos la libertad y el liberalismo y entendimos que el socialismo sin libertad es un monstruo. Aprendimos a criticar y nos alejamos de las tiranías que engendró el socialismo soviético. Enseñanza ejemplar: su renuncia a la embajada de India ante la matanza del 2 de octubre de 1968. Único funcionario en todo el sistema que dio ese paso. Hay que revisar sus entrevistas de los años 80. Los intelectuales pueden ser útiles dentro del gobierno… la condición es que sepan guardar las distancias con el ‘príncipe’… tarde o temprano el intelectual descubre que su verdadera misión política es la crítica del poder y de los poderosos. He releído entero el libro Pasión crítica, donde el Paz visionario critica las dos vertientes de la sociedad industrial moderna, la democracia capitalista y el colectivismo burocrático.
Y su intuición genial y final en Escombros y cenizas, a raíz de la noble respuesta del pueblo capitalino a los terremotos de 1985. Con lucidez penetrante predice el arribo de México a la democracia. Descubre y resalta los signos de madurez de nuestra comunidad en medio del desastre. Un pueblo mucho mejor que sus gobernantes.
jaorpin@yahoo.com.mx
Desde hace más de una década era sabido en los informados círculos médicos y penales el financiamiento por Israel de transplantes de órganos en otros países de forma clandestina mediante una extensa red criminal, como confesó Geldaya Tauber Gady, alto oficial retirado del ejército israelí, ante un tribunal de Brasil: el gobierno israelí está enterado del tráfico de órganos para los pacientes de su país y paga por todas las transacciones (sic) a través del plan 4 de salud (BNET; Transplant News; 30/1/04).
Según Larry Rohter, de The New York Times (23/5/04), el israelí Ilan Peri es el cerebro tratante del mercado negro del transplante global de riñones por conducto de la empresa TechCom, con sede en Tel Aviv. Después de haber sido expuestos en Sudáfrica y Brasil, los traficantes israelíes de órganos trasladaron a China gran parte de sus operaciones.
Rohter arguye que la emergencia de Israel como foco del sindicato (criminal de riñones) no causa sorpresa debido a que por consideraciones religiosas la tasa de donación en Israel (Nota: 8 por ciento) se encuentra entre las más bajas del mundo occidental (Nota: 35 por ciento).
Hace dos años, Zaki Shapiro, cirujano israelí y anterior director de transplantes en el Rabin Medical Center de Israel, fue detenido en medio de una balacera en Turquía por estar implicado en una red clandestina de venta de riñones en un hospital privado de Estambul, según The British Medical Journal (12/5/07)
El rotativo israelí Haaretz (12/12/01) había reportado hace casi ocho años que las autoridades de Rumania buscan posibles vínculos entre las agencias de adopción (sic) israelíes y la ilegal conspiración (¡supersic!) global en la venta de órganos para transplantes. Rumania investiga si los niños rumanos llegaron a Israel con todos los órganos en sus cuerpos. Las parejas israelíes pagan 20 mil dólares por cada infante rumano adoptado. Se teme que varios papeles de adopción hayan sido falsificados, relata pulcramente Haaretz, que ya había señalado que algunos médicos israelíes estaban implicados en transplantes ilegales de riñones en Turquía, Rumania y otros países de Europa oriental.
Hechos:
El pasado 23 de julio, en un operativo espectacular en New Jersey, la policía judicial de Estados Unidos detuvo a 44 personas, incluidos cinco rabinos de Brooklyn, por lavado de dinero, tráfico de riñones y fabricación de bolsas falsas de diseño.
De pronto, de profundis, surgió la voz difunta del cesarismo sexenal y Felipe Calderón condenó solemnemente a quienes se dedican a hablar mal de México. Nadie ha preguntado si habrá iniciativa de ley que reviva el oprobioso delito de disolución social. Será porque no hay solución a la vista. O porque entre las ruinas de la República predican los obispos la vida austera y apenas hubo un par de jacobinos que le respondió con la demanda de que paguen impuestos los de la clerigalla por el flujo incesante, contante y sonante de los ingresos que perciben.
¿Para qué? Si los oráculos de la OCDE, del Banco Mundial, del Inegi, se hacen eco del lamento de 10.1 millones de mexicanos caídos en la pobreza, y ya más de la mitad de la población sobrevive en el estrecho y amargo cajón de la pobreza patrimonial, y la mitad de esa mitad en el hambre. No hay leyes equivalentes a las de desamortización de bienes que provocaron la ira del Vaticano. En estas ruinas que ves sobrevive el Estado laico; Felipe de Jesús invoca a Juárez y su llamado a los funcionarios públicos a no gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa ni improvisar fortunas, sino disponerse a vivir en la honrada medianía... Y de ahora en adelante ningún funcionario percibirá sueldo mayor que el del titular del supremo Poder Ejecutivo de la Unión.
Lo que presupone la inexistencia de las soberanías de los estados, del municipio libre, de la división de poderes y toda nostalgia por el nacionalismo revolucionario que atribuyeron los del reformismo a los apóstatas que siguieron a Cuauhtémoc Cárdenas en busca de la democracia interna y de la diáspora que derivó en Babel. Y el entronizamiento del becerro de oro, con Vicente Fox como mesías de la deshonesta mediocridad que ahora, una vez despilfarrados los más altos ingresos de la historia, quieren equiparar a la honrada medianía de la invocación juarista. Para no hablar mal de México hay profetas del desastre que reclaman hacer públicas las cuentas claras de las cuentas secretas de la presidencia de Carlos Salinas de Gortari. Y los seguidores de El Tlacuache Garizurieta aplauden el decreto presidencial: vivir fuera del presupuesto es vivir en el error.
Sobre todo si no se limita uno al sueldo y goza de casa, comida y sustento con cargo al erario; del uso de vehículos terrestres, marinos y aéreos, y, sobre todo, si nunca hay que traer un peso en la bolsa, porque siempre hay un ayudante milagroso que se adelantó a pagar lo que fuera menester. Salvo casos de excepción, como el de la vendedora de artesanías que se acercó a Ernesto Zedillo y recibió la inmortal respuesta: “no traigo cash.” Y eso antes de llegar la hora de Midas y el hoyo negro del doctor Carstens. Liébano Sáenz, quien fuera secretario particular del doctorcito Zedillo, cita en Milenio al economista Enrique Quintana y asusta al miedo.
Dice: un dato que es abrumador y que cita Quintana, a partir de las cifras del Instituto Mexicano de la Competitividad, es que la diferencia entre lo que gastó el gobierno del presidente Zedillo en su último año y lo que se gastará en 2009, considerando los recortes anunciados, es de 800 mil millones de pesos actuales. Los recursos acumulados en los nueve años son 2 billones 788 mil pesos... cantidad suficiente para construir otro país, mucho mejor del que existe. Son 2 millones de millones de pesos. La mayor parte, fruto de la venta de crudo en los años de bonanza y al más alto precio de la historia. Y para colmo, tras el criminal despilfarro, lloran las plañideras el supuesto agotamiento de la riqueza petrolera; ordeñan fiscalmente a Pemex, dejan de invertir en exploración y lamentan el agotamiento de las reservas probadas: ¡nos queda crudo para 10 años! Ah, pero mantuvimos el cero déficit fiscal y la economía equilibrada
El Buscón: Telescopio
Nuevo fascismo: El diario ecuatoriano El Universo informa que los médicos, maestros y profesores de Génova, en Italia, se negarán a denunciar a sus pacientes –o sus alumnos– sin papeles, violando así la fascista ley antiextranjeros y arriesgando la cárcel. El prestigioso diario liberal francés Le Monde se refiere también a la muerte en el mar, tratando de llegar a Italia, de 73 africanos inmigrantes y destaca la declaración del Vaticano según la cual las leyes antinmigrantes del gobierno de Berlusconi son equiparables con los fundamentos nazis del Holocausto. Este magnate se recuerda de tener siete tías monjas y contó siempre con el apoyo de los más conservadores entre el obispado italiano, pero el Vaticano comenzó a criticarlo por sus orgías, su cinismo y esta ley antinmigrantes que amenaza con la cárcel a quien los ayude (o sea, entre ellos a muchos párrocos de las regiones en donde desembarcan los clandestinos).
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Tarifas de luz: cobros indebidos y descontento social
En meses recientes se han multiplicado las quejas ciudadanas a raíz de las tarifas indebidas que, por concepto de suministro eléctrico, son aplicadas a los estratos medios y bajos de la población. Hoy, por ejemplo, se da cuenta en estas páginas del testimonio de una persona jubilada, habitante de un departamento de interés social y cuya percepción mensual asciende a mil 800 pesos, a quien, sin embargo, Luz y Fuerza del Centro (LFC) impuso un cobro bimestral de más 67 mil pesos por consumo de energía eléctrica.
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El Correo Ilustrado
Recordando a Teresa Pecanins y Rosalío Solano
En 1984 realicé la coproducción mexicano estadunidense Angel River, un western romántico con Lee Holly Johnson y Salvador Sánchez. La película fue rodada casi en su totalidad en locaciones en el estado de Durango. El cinefotógrafo era Rosalío Solano y la directora de arte Teresa Pecanins. Seis semanas trabajamos apasionadamente. Nos gustaba lo que hacíamos, éramos buenos en lo nuestro y nos divertíamos. Chalío y La Peca se peleaban todo el tiempo en el set, lo normal entre dos artistas creadores que eran, profesionales y pasionales. Yo era el paño de lágrimas de ambos, quejándose uno del otro. Hay decenas de anécdotas que contar. Ah, pero al corte, regresábamos al hotel, nos bañábamos rápido y mientras los más jóvenes del crew se iban a bailar, nosotros tres cenábamos y comenzábamos una partida de dominó con algún cuarto que pescábamos por ahí. Jugábamos tan intensamente como filmábamos durante el día. A la medianoche, a dormir contentos, listos para el llamado del día siguiente.
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R. Aída Hernández Castillo: Una lectura feminista sobre Acteal
El fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en torno al caso Acteal no hizo más que confirmar el desprestigio del Poder Judicial en México, ganado a pulso mediante una larga lista de resoluciones en contra de los movimientos sociales y en complicidad con los sectores del poder: protección a los genocidas del 68, a los gobernadores represores en Puebla y Oaxaca, a los paramilitares de Acteal; paralelamente rechazo a las controversias constitucionales de los pueblos indígenas, a las denuncias de Lydia Cacho, a los sobrevivientes de los movimientos estudiantiles del 68 y del 71.
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Guillermo Almeyra: Corrupción, burocracia y tecnocracia en la recesión
Cuba y Venezuela tienen una economía capitalista regida por un aparato estatal fuerte y centralizado que depende del decisionismo y del verticalismo de un grupo muy reducido de personas, las cuales modifican a su placer las instituciones y controlan el Estado y el partido en que éste busca apoyarse y que se subordina a él. El capitalismo de Estado en estos países no industrializados no es el mismo que el que Engels preanunció durante los tiempos de Bismarck, porque al funcionamiento del aparato estatal como empresa capitalista colectiva se agrega la existencia de una frondosa burocracia, que como hiedra venenosa lo parasita y asfixia, una carencia de técnicos y especialistas que da peso político desproporcionado a la tecnocracia, y la corrupción en todos los poros del aparato estatal.
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Antonio Gershenson: Iztapalapa: falta de agua, necesaria dirección
Nos enteramos por estas páginas que habitantes de delegaciones, especialmente la de Iztapalapa, han llegado al secuestro de pipas de agua y a forzar registros y cajas. La falta de agua ya ha sido un problema desde hace años, pero ahora, en la demarcación mencionada, se agudiza con una obra para cambiar de sitio un ducto del líquido, que se agrega a las obras del Metro.
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Rolando Cordera Campos: De la satisfacción a la rendición
Podemos suponer que la caída vertical de la economía registrada en el segundo trimestre del año fue la más grave imaginable y que por eso ya tocamos fondo, pero los efectos acumulados de la contracción que arrancara en los últimos meses de 2008 seguirán con nosotros por un buen tiempo. Las consecuencias sociales del decaimiento productivo se dejan sentir en el territorio y el alma mexicanos, y nadie puede hoy pronosticar, mucho menos festinar, que el empleo se reactivará pronto, o que el ingreso de la mayoría de las familias vivirá un súbito salto o que la pobreza de las masas se verá reducida de modo significativo en un plazo prudente, soportable para quienes la sufren o para quienes no pueden evitar tomar nota de su existencia y avergonzarse de ella.
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Arnaldo Córdova: El PRD en una nuez
Refundación es un término que nace en la política militante. Es muy nuevo en español. Los diccionarios lo consignan como la acción de refundar, pero no nos dicen qué es refundar. Lo hemos tomado de los italianos. Cuando Fausto Bertinotti y otros antiguos miembros del Partido Comunista Italiano que desde hacía tiempo ya no militaban en este partido decidieron constituir Rifondazione Comunista, explicaron que era para reconstruir los principios del comunismo verdadero, abandonados por el PCI, y volver a las ideas que dieron vida y vigor a ese comunismo militante que ya no existía. En el fondo, se trató de una restauración conservadora que iba al fracaso, como sucedió en efecto.
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Naomi Klein: Capitalismo estilo Sarah Palin
Estamos en una época progresista, una época en la cual el suelo se mueve debajo de nuestros pies, y cualquier cosa es posible. Lo que hace un año considerábamos que era inimaginable decir y esperar, ahora es posible. En tiempos como éstos, es esencial que tengamos la mayor claridad posible acerca de qué queremos, porque en una de esas lo conseguimos. Así que las apuestas son elevadas.
Hoy en día, en los discursos normalmente hablo sobre el rescate (bancario). Todos necesitamos entenderlo porque se está llevando a cabo un robo, el mayor atraco en la historia monetaria. Pero hoy quisiera abordarlo de otro modo: ¿qué tal que el rescate sí funcione, qué tal que sí salvan al sector financiero y la economía regresa al curso que llevaba antes de que estallara la crisis? ¿Es eso lo que queremos? ¿Y cómo se vería ese mundo?
La respuesta es que se vería como Sarah Palin. Escuchen mis argumentos, no es un chiste. Creo que no hemos prestado suficiente atención al significado del momento Palin. Piénsenlo: Se subió al escenario mundial como candidata vicepresidencial el 29 de agosto, con mucha fanfarria, en un mitin de campaña de McCain. Exactamente dos semanas después, el 14 de septiembre, Lehman Brothers colapsó, y desencadenó el derrumbe financiero global.
Javier Jiménez Espriú: La refinería Bicentenario... y lo que sigue
Finalmente, después de sudar congojas miles, la dirección general de Petróleos Mexicanos (Pemex) anunció que la refinería Bicentenario –desde hace algunas fechas, todo se llama igual– se construirá en Tula, Hidalgo.
Ángeles González Gamio: Sorpresa, alegría, nervios...
Son algunas de las emociones que nos provoca el circo, espectáculo que ha fascinado a la humanidad desde hace siglos. Al ser eminentemente visual está más allá de la barrera del lenguaje, lo que lo hace la forma más pura del espectáculo y lo convierte en universal. Al ofrecer prácticamente todas las expresiones escénicas, resulta atractivo a niños y adultos.
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Puedo imaginar a Sergio Pitol desde su casa en Jalapa pedir por teléfono a Carlos Monsiváis que de su parte saludara a José Emilio Pacheco y lo felicitara por su cumpleaños 70 y por el aluvión de premios y reconocimientos que ha estado recibiendo por estos días. Sergio cerró la plática con la invocación, Que nos despidan bien. Imagino que habrán reído los dos amigos, como rió el público en el Instituto de Bellas Artes aquí en México cuando Monsiváis transmitió al homenajeado el mensaje de Pitol.
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Recuperar y transformar la tradición de los cine clubes. Durante la Segunda Conferencia Mundial del Cineclubismo, realizada esta semana en el Museo Carrillo Gil y en la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, durante cuatro días y en nueve mesas de trabajo, se discutió la coordinación de esfuerzos para impulsar políticas culturales que ofrezcan, en el terreno audiovisual, contrapesos a la hegemonía de la oferta estadunidense. Esto implica específicamente la difusión de cine independiente en nuevos circuitos de exhibición alternativa. De todos es conocido que desde la firma del tratado de libre comercio de 1994 la desaparición de las salas de cine populares y su remplazo por complejos cinematográficos, equipados con la tecnología más avanzada, limitó el acceso a los nuevos cines a amplias capas de la población, volviendo la exhibición un privilegio de las elites.
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Sara Sefchovich
Los lectores y el trabajo
La semana pasada escribí en este espacio sobre lo que se puede llamar “la cultura del trabajo” que existe entre nosotros, y que son ciertas prácticas que prevalecen en el medio ambiente laboral, concretamente en el sector llamado de cuello blanco y más específicamente en el sector público. Hablé de la costumbre de faltar mucho, de estar presente pero de todos modos no trabajar o de trabajar pero hacerlo con desgano y lentitud.
Muchos lectores reaccionaron ante este escrito, tanto en correos electrónicos como en comentarios en la versión Online del periódico.
Lo interesante es que todos reconocieron verdad en el tema :“Todos lo hemos notado y sufrido” escribe un lector desde Torreón y todos estuvieron de acuerdo en que así son las cosas: “Su comentario no es nada nuevo, en este país la mayoría no hace su trabajo, si todos hicieramos lo que nos corresponde no seríamos un miserable país” afirma otro.
El reclamo principal fue lo que me faltó decir: que eso no sólo sucede en el sector público sino también en el privado: “La corrupción laboral también se da y vaya que se da en la inciativa privada”.
En varias de esas comunicaciones me mandaron ejemplos que confirmaban lo dicho. La mayoría de ellos se refería a los legisladores: “Quorum escaso a la hora de pasar lista, a media sesión es aún más escaso y si es hora de comidas o de aperitivo aún más ralo. A la hora del debate nadie presta atención, los que se quedan están ocupados con el teléfono o en amena plática con el vecino, otros se reúnen en los pasillos a comentar dios sabe qué”. El otro ejemplo reiterado es el de los maestros, que faltan mucho o llegan tarde o se la pasan en supuestas reuniones, sobre todo entre más elevado es su puesto.
El tercer grupo más señalado son los burócratas. Dos lectores me mandan listas de los pretextos que se usan para no trabajar aunque se esté físicamente en el lugar. El más novedoso consiste en salir a fumar porque en las oficinas públicas ya no se permite hacerlo. Y una lectora que me escribe desde California me hace saber a lo que se dedican quienes sí están sentados frente a sus escritorios: a mandar correos electrónicos con chistes. Dice que todos los días recibe un promedio de diez mensajes de ésta naturaleza, que se le mandan a montones de personas desde distintas oficinas del gobierno: “mensajes basura que sólo sirven para aniquilar las horas de trabajo y contribuyen con el atraso del mismo.” Su conclusión es dura pero cierta: “Ahora hay que incluir en el robo, el abuso y mal uso del sistema de cómputo del gobierno”. Un lector llega todavía más lejos al decir: “Somos un país usado y abusado sistemáticamente por la mayoría de nosotros mexicanos.”
Hay quienes intentan explicar las razones de esta forma de ser. Dos personas lo atribuyen a que antes la gente se movía y ahora la pasa sentada en un escritorio o va de aquí para allá en auto, por lo cual carecen de salud que “es la base de la productividad”, otro sostiene que es la sociedad moderna con su indiferencia hacia todo, dos culpan a “nuestros sistemas educativos que promueven la irresponsabilidad” y alguien lo achaca al imperialismo.
Varios lectores se refieren a la presión social que se desata sobre quienes pretenden actuar diferente y sí trabajar: uno afirma que despierta suspicacia, otro que se burlan de él, un tercero que lo califican de perdedor. Si retomo las respuestas de los lectores, que mucho agradezco ya que son un estímulo importante para mí, es porque me llamó la atención que es la primera vez desde que escribo en EL UNIVERSAL que nadie me dice que lo que digo es falso, siempre alguien encuentra una excepción a lo que critico, denuncio, opino. No así en esta ocasión.
Dicen que la unanimidad es sospechosa, pero en este caso sin embargo, lo terrible es que la unanimidad no es conmigo sino con una triste realidad del país que no hay un solo ciudadano que no reconozca y lamente profundamente: “El colectivo está totalmente alienado por las costumbres, me temo mucho que quizá no haya solución”, dice un lector.
sarasef@prodigy.net.mx
Escritora e investigadora en la UNAM
Carlos Monsiváis
Anuncio del GDF (agosto 2009)

“Febrero 2010:
La CIUDAD puede quedarse SIN AGUA La ciudad de México vive la peor
sequía en su historia.Sólo queda agua para LOS PRÓXIMOS 6 MESES
No es una advertencia, es una realidad.Ahorrar agua depende de ti
¿CUÍDALA!”

La distopía, la utopía negativa, es ya la moda, la profecía y el estado de ánimo en el territorio de la ciencia ficción en cine y literatura. Baste recordar un puñado de películas: Cuando el destino nos alcance, el título inmejorable de Soylent Green, la película de Richard Fleisher sobre la sociedad que canibaliza a sus muertos; El día después de mañana, sobre las catástrofes provocadas por el calentamiento global; La noche de los muertos vivientes, el filme de George A. Romero sobre los cadáveres que emergen destructivos y antropofágicos de las radiaciones nucleares; las decenas de películas donde la humanidad no tiene por qué salvarse; Farenheit 451, la novela de Ray Bradbury y el filme de Francois Truffaut, sobre la persecución de libros y lectores (Farenheit 451 es la temperatura a la que arde el papel); el nuevo icono, el virus de origen desconocido que llega como nuevo torbellino de fuego a destruir las masificadas Sodoma y Gomorra; los incontables filmes en un futuro donde la única señal de comportamiento humano es la violencia extrema (la saga de Star Wars, con el robot como la conciencia moral y Darth Vader como el villano que le hacía falta a las representaciones anquilosadas del mal), y todas las cintas en donde, al final, sólo queda una pareja entre ruinas, acariciando la posibilidad de poblar de nuevo la tierra; la interminable historia de Terminator, con Sarah Connor, la madre que debe salvar al salvador de la humanidad, John Connor…
Todo es pesadumbre, desconfianza en cualquier forma de progreso que no sea autodestructivo, confianza en que la presente (la generación que está en las salas de cine o atiende el DVD) es la última generación feliz del planeta porque es la última que creyó que el futuro estaba delante, y que el presente aún no se veía devastado. Pero el saqueo del planeta ha cambiado el sitio de la distopía, que ve visiones ambulatorias de un porvenir hecho a imagen y semejanza de la guerra nuclear o bacteriológica a un mañana hereda las consecuencias del presente derruido. La moraleja es obvia: la culpa es del pasado que eliminó el porvenir.
* * *
Hay desde luego en la clase política herederos del Cándido de Voltaire, incapaz de concebir algo que lo aleje de la felicidad, así por ejemplo, el presidente Felipe Calderón que el 19 de agosto critica a los que difunden una imagen negativa de México de un país donde prevalece el caos y la inseguridad. “Hablar mal del país es para muchos, no sólo un esfuerzo cotidiano, hasta de eso viven… Hay que hablar con objetividad de las cosas que tiene México, que sí ofrece nuestro país. En la medida en que se multiplique este esfuerzo por mostrar con claridad y seguridad las enormes ventajas que tenemos respecto de otros países y regiones, por mostrar verdaderamente lo que somos capaces es la manera en que se construirá, precisamente, el futuro del país”.
Todo depende de las palabras. Las realidades no cuentan, los pleitos literalmente morales por el agua en las comunidades campesinas, el robo de pipas de agua en Iztapalapa, el énfasis desdeñoso y autoritario del director de Conagua. Esto no existe porque si uno lo dice habla mal de México, un país que florece, magnífico en los informes, y luego no se reconoce en el desastre. Según Calderón, en México prevalece la armonía y la seguridad. Es cosa de hallarlas, de no desesperar, en algún sitio deben encontrarse. Hable bien de México y luego aplauda seis veces seguidas con la vista fija en el Oriente y vendrá el arcoíris y encontrará la olla llena de orden y fin de la violencia.
* * *
Hace tres décadas el novelista Frank Herbert dio a conocer Dune, la primera novela de una serie donde el elemento primordial, el objeto de las guerras, el secreto del imperio planetario es el agua, que existe en un planeta contenido en animales inmensos que surgen de la arena (se recomienda no ver las dos atroces versiones fílmicas que vuelven la novela un cuento de hadas, lo que a lo mejor sí es). Dune, filmada en México, corresponde a una literatura distópica cada vez más centrada en el agua, la redención que se aleja. (Ya lo escribió José Gorostiza: “Agua, no huyas de la sed, detente”) A la literatura se han sumado las exhortaciones de los gobiernos del mundo y el llamado a respetar el líquido precioso y siempre lo que imperaba era la indiferencia disimulada, que se conformaba con la emisión de comerciales: “Una gota de agua nos está quitando el sueño”. Y había festivales del agua y declaraciones de tempestad en vaso de agua y así sucesivamente.
De pronto la distopía desde el gobierno: “La ciudad de México vive la peor sequía en su historia. Sólo queda agua para los próximos seis meses. No es una advertencia, es una realidad”. ¿Y qué pasa ante este aviso escalofriante? Por lo visto, en las redes internas y externas de la sociedad el tema no existe. Ya se beberá cuando se acabe, mientras concentrémonos en la política o en hablar bien de México o en ignorar la gravedad de la sequía. Preocuparse ahora es ya fraccionar la pesadilla, operación neoliberal que todavía no encuentra los empresarios debidos. Alguna solución se encontrará, colonizaremos Júpiter donde el agua abunda o cambiaremos las exigencias anatómicas o veremos la próxima película distópica.
Escritor

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