1/10/2010


Junto con el PRI, critica el llamado presidencial a embajadores a hablar bien del país

PT: Calderón intenta coartar la libertad de expresión y dibujar una realidad falsa
Georgina Saldierna y Laura Poy Solano
Periódico La Jornada
Domingo 10 de enero de 2010, p. 5

El PRI y el PT en el Senado criticaron las declaraciones del presidente Felipe Calderón con las que censuró a quienes indican que México está mal y exigió a servidores públicos hablar bien del país. Destacaron que eso no va a contribuir a mejorar la imagen de la nación, porque para ser bien vistos hay que tener logros y este gobierno no los ha tenido.

El priísta Carlos Jiménez Macías recordó que uno de los valores de una sociedad democrática es, justamente, la libertad de expresión, que permite denunciar y señalar las cosas que lamentablemente afectan al país.

No se vale que en una supuesta protección a la imagen de México se quieran ocultar los errores y las deficiencias de un gobierno; es un absurdo, apuntó.

Añadió que tampoco se vale juzgar a quienes hacen crítica como constructores de una mala imagen de la nación.

Lo que le da mala imagen es la falta de liderazgo; es que ante los ojos del mundo México es una de las naciones que de peor manera manejó la crisis; es que se tapó los oídos frente a los señalamientos que le hicieron, incluso desde el extranjero, de que el camino que se estaba siguiendo era errático, añadió.

El senador por San Luis Potosí rechazó la argumentación de Calderón en torno a que Brasil tiene buena imagen porque sus ciudadanos no hablan mal del país, a pesar de tener un índice de homicidios mayor al mexicano.

Expuso que el país sudamericano ha construido un enorme liderazgo en América Latina. Su economía ha crecido y es el primer productor de aviones en la región. Se sabe que tiene altos niveles de criminalidad, pero la diferencia es que en aquella nación hay muchos aciertos también.

México debería tener más aciertos para que existiera otra percepción, pero al país le ha ido mal en todo, de manera particular en materia económica, señaló.

Criticó que el gobierno calderonista pretenda inhibir la libertad de expresión. No creo que lo logre, pero, por supuesto, la intención existe, agregó.

Por su lado, el coordinador petista en el Senado, Ricardo Monreal, aseveró que no es mintiendo como se va a sacar adelante al país. Hay que reconocer lo que pasa para poder corregirlo; de lo contrario, hacer castillos imaginables y poco reales no va a generar sino una política del avestruz, donde se oculta la realidad y después el despertar es más violento.

Añadió que Calderón no sólo intenta coartar la libertad de expresión, sino también pretende dibujar una realidad que no existe. La percepción irreal, de que todo está bien, los únicos que la tienen son los altos funcionarios; la burocracia dorada que gana bien y a la que no le afectan los aumentos de precios en la energía y la canasta básica, porque reciben sueldos millonarios, dijo.

Calificó las declaraciones de Calderón como un intento de tapar artificialmente que el país es mal gobernado y tiene una clase política mediocre y corrupta.

En tanto, especialistas en derecho internacional y protocolo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) afirmaron que las exigencias de Calderón al cuerpo diplomático para hablar bien de México en el extranjero no sólo son excesivas, también innecesarias, pues no se puede defender lo indefendible.

Ante los efectos de la crisis económica y el combate al narcotráfico habría que bajar el tono de la exigencia y establecer un mejor uso de la diplomacia, agregaron.

Destacaron que tampoco se puede caer en comparaciones con otras naciones para evidenciar los aciertos o fallas internos, pues se comete un grave error cuando se quiere exaltar la situación del país remarcando los errores de otro. Una regla básica de la diplomacia es respetar a los otros gobiernos para ser respetado.

Jazmín Sánchez Estrada, catedrática de la UAM-Azcapotzalco, destacó que sólo se puede hablar bien de una nación cuando hay hechos que lo respalden, y no con llamados de atención al cuerpo diplomático, porque no es de ellos de quien depende la imagen de una nación, sino del Ejecutivo y su gabinete.

Sánchez Estrada, especialista en derecho internacional, diplomacia y protocolo, explicó que en un mundo globalizado México debe contar con los mejores cuadros para representar al país en el extranjero, y no caer en la improvisación.

Agregó que la imagen de una nación depende de los hechos que cotidianamente se difunden, y esto no se puede ocultar con buenas declaraciones.

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