Lo peor es la gran mentira, la simulación institucionalizada, el acomodo de evidencias para justificar las versiones oficiales, la intimidación a funcionarios académicos y testigos presenciales para imponer dictámenes exculpatorios y la convicción generalizada de que se está frente a montajes permanentes en los que cualquiera puede ser declarado culpable porque sí o secuestrado, golpeado o asesinado porque así está siendo impuesta la lógica de una guerra equívoca en sus objetivos, torpe en su ejecución e intencionalmente amenazadora para todos.
En medio del enojo nacional por el asesinato de dos brillantes alumnos de posgrado del Tec de Monterrey brinca al escenario de las falsedades institucionales un devaluado secretario de Gobernación pretendiendo firmar alianzas con una legalidad inexistente y proponiendo al gobierno de Nuevo León y al rector general del citado Tec que jueguen a aparentar unidad absoluta (no hay fisuras, dice el hombre de Bucareli, para dejar clara constancia de que sí las hay) ante las pifias criminales que han enlutado a esa comunidad académica pero no sólo a ella, sino a una nación entera que ve cómo la belicidad irracionalmente desatada por Felipe Calderón arrasa con todo y en esa violencia sin control puede llevarse vidas de jóvenes en Ciudad Juárez o en la capital regiomontana.
Fernando Gómez-Mont estrena visiones geopolíticas de apocalipsis: los aplicados alumnos muertos lo fueron por haber quedado colocados en la línea de fuego que, a partir de ahora, por decreto de Los Pinos, Gobernación, Sedena y la Marina, podrá habilitarse instantáneamente en cualquier lugar que a esos propósitos balísticos convenga: Todo México es Línea de Fuego, sería el anuncio comercial de las líneas telefónicas del calderonismo en guerra (allí están, para prueba, las fotografías del presunto narcomenudista al que la Armada condujo en helicóptero, según eso hacia la policía municipal de Santa Catarina, Nuevo León, y luego apareció muerto, tirado en un lote baldío). Además, el pomposo declarante bucarelino aprovechó la oportunidad para asentar su creencia de que los jóvenes cayeron a causa de balas disparadas por los narcotraficantes que arremetían contra soldados en cuyas inmediaciones habrían estado los jóvenes del Tec. Explicaciones ligeras de seso cuyo propósito es la exculpación automática del bando propio y no la instauración de un proceso creíble de investigación y castigo. Versiones oficiales que naufragan ante las evidencias del comportamiento abusivo que quitó equipo de comunicación radiofónica a vigilantes del Tec en el campus Monterrey, que decomisó videos, e impuso a las autoridades de ese centro la emisión de un boletín informativo falso en el que el rector Rafael Rangel Sostman aseguraba que entre los muertos no había miembros de esa comunidad académica.
Pleitos en las alturas mientras abajo la gente habla de golpes y torturas cuando menos a uno de los muertos y se pregunta cómo fueron confundidos dos estudiantes con sicarios y por qué se retardó la aceptación de que efectivamente habían sido asesinados dos alumnos, cuando las credenciales de identificación debían estar inmediatamente a disposición de los férreos controladores castrenses de la situación. Contradicciones a la vista en las primeras declaraciones, cuando se aseguraba –como se hace tantas veces, todos los días, imponiendo una versión oficial que convierte en criminal a todo caído en operaciones “contra el narco”– que los muertos habían sido sicarios que habían disparado contra militares que se habían visto obligados a responder al fuego.
Comunidad del Tec que hoy se encuentra frente a una definición histórica, con su rector general, Rafael Rangel Sostmann reconociendo el error de haber difundido un boletín informativo conforme a las indicaciones de autoridades que le aseguraban que nadie de ese instituto había sido afectado, a pesar de que de inmediato, por Twitter y a través de los aparatos de radio de los vigilantes, se había esparcido la información de que los caídos eran dos estudiantes. Ayer, para abundar en ese equívoco enorme, el rector del campus Monterrey, Alberto Bustani, habría reconocido, según el portal informativo de Reforma, que supo oportunamente de la versión de los dos estudiantes heridos, pero sólo buscó confirmarla con un guardia de seguridad del instituto, quien no estaba seguro de lo que originalmente había dicho, en el sentido de que eran alumnos los caídos. Y, en la duda... el mando del ITESM prefirió la versión que luego se supo era mentirosa. ¿Qué hará la comunidad del Tec, quedarse con el homenaje luctuoso, los altares y la discusión y las quejas en línea?
Saldos evidentemente negativos de una guerra declarada por sus pistolas por el comandante Felipe que se niega a reconocer sus errores gravísimos y que hoy habrá de recibir una multitudinaria visita de alineación y balanceo a favor de la estrategia intervencionista estadunidense a la que mucho conviene la división y el temor sociales, pero que también requiere del capataz nativo una mayor dosis de cuidado operativo para no descarrilar las operaciones en curso. Calderón, reconfortado por la llamada telefónica que le hizo ayer Obama, cree posible beneficiarse del caos si con él convence a los jefes imperiales de que juntos deben continuar gobernando, si se hace respaldar por la Casa Blanca y el Pentágono en esta guerra civil impuesta.
Y, para cerrar estas líneas, lo escrito en Facebook (en el grupo Javier Arredondo y Jorge Mercado- Justicia! Justice!) por Juan Arredondo, primo de Javier Francisco, uno de los muertos del Tec: ... ¿Hasta cuándo se hará justicia en mi país?(...) Ni palabras, ni discursos, ni promesas (...) Sólo queremos saber la verdad y que se haga justicia. Exigimos que se muestre el contenido de los videos confiscados por el Ejército. Exigimos que se castigue a la persona responsable de ultimar a Javier y a Jorge. Exigimos un país que diga la verdad a sus ciudadanos. ¡Hasta mañana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
Ministras y ministros del súper en que se ha convertido la Suprema Corte de Justicia se preparan a fallar hoy a favor de los bancos en el primero de los juicios millonarios que provocó el descuido, la desidia de los banqueros. Ahorradores que depositaron hace 30 años sumas de diverso monto y pactaron tasas de interés que estaban vigentes entonces –alrededor de 90% anual– exigen que les devuelvan su dinero con el cálculo exacto de los rendimientos que ganaron. Un depósito de 400 mil viejos pesos equivalía a 284 dólares en los años 80 y se ha convertido en más de 100 millones de dólares actuales. El fallo que votarán, probablemente hoy, demostrará una vez más que la Corte piensa que los clientes de los bancos nunca tienen la razón.
El rector del Tec
Funcionario fugaz al principio del desgobierno de Vicente Fox, renunció pronto Rafael Rangel Sostmann y reasumió su cargo como rector del Tec de Monterrey. Alguien debería hacerle saber que está haciendo un papel lamentable frente al asesinato de dos estudiantes de posgrado, en una refriega entre miembros del Ejército y presuntos narcos. Primero negó que fueran miembros de la comunidad, tuvo que admitirlo después y luego quedó tranquilo con una palmadita en la espalda que recibió del gobernador Rodrigo Medina. Imposible dejar de evocar al gran rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, que enarboló la bandera puma en el movimiento del 68. Gente menor, llamó con desprecio a los diputados que pedían su renuncia. Pero ya queda poca gente así.
Obama la ganó
Una persona sana de alrededor de 40 años paga entre 5 mil y 6 mil pesos al mes por un seguro de gastos médicos en Estados Unidos. Si padece una enfermedad prexistente, se lo negarán. Y algunas compañías la dejarán a su suerte a los 75 u 80 años, aunque tenga toda una vida pagando puntualmente su póliza. Esas aberraciones –y otras más– son las que se propone eliminar la nueva legislación de salud del presidente Obama. En las próximas horas será ley de observancia obligatoria.
En medio del enojo nacional por el asesinato de dos brillantes alumnos de posgrado del Tec de Monterrey brinca al escenario de las falsedades institucionales un devaluado secretario de Gobernación pretendiendo firmar alianzas con una legalidad inexistente y proponiendo al gobierno de Nuevo León y al rector general del citado Tec que jueguen a aparentar unidad absoluta (no hay fisuras, dice el hombre de Bucareli, para dejar clara constancia de que sí las hay) ante las pifias criminales que han enlutado a esa comunidad académica pero no sólo a ella, sino a una nación entera que ve cómo la belicidad irracionalmente desatada por Felipe Calderón arrasa con todo y en esa violencia sin control puede llevarse vidas de jóvenes en Ciudad Juárez o en la capital regiomontana.
Fernando Gómez-Mont estrena visiones geopolíticas de apocalipsis: los aplicados alumnos muertos lo fueron por haber quedado colocados en la línea de fuego que, a partir de ahora, por decreto de Los Pinos, Gobernación, Sedena y la Marina, podrá habilitarse instantáneamente en cualquier lugar que a esos propósitos balísticos convenga: Todo México es Línea de Fuego, sería el anuncio comercial de las líneas telefónicas del calderonismo en guerra (allí están, para prueba, las fotografías del presunto narcomenudista al que la Armada condujo en helicóptero, según eso hacia la policía municipal de Santa Catarina, Nuevo León, y luego apareció muerto, tirado en un lote baldío). Además, el pomposo declarante bucarelino aprovechó la oportunidad para asentar su creencia de que los jóvenes cayeron a causa de balas disparadas por los narcotraficantes que arremetían contra soldados en cuyas inmediaciones habrían estado los jóvenes del Tec. Explicaciones ligeras de seso cuyo propósito es la exculpación automática del bando propio y no la instauración de un proceso creíble de investigación y castigo. Versiones oficiales que naufragan ante las evidencias del comportamiento abusivo que quitó equipo de comunicación radiofónica a vigilantes del Tec en el campus Monterrey, que decomisó videos, e impuso a las autoridades de ese centro la emisión de un boletín informativo falso en el que el rector Rafael Rangel Sostman aseguraba que entre los muertos no había miembros de esa comunidad académica.
Pleitos en las alturas mientras abajo la gente habla de golpes y torturas cuando menos a uno de los muertos y se pregunta cómo fueron confundidos dos estudiantes con sicarios y por qué se retardó la aceptación de que efectivamente habían sido asesinados dos alumnos, cuando las credenciales de identificación debían estar inmediatamente a disposición de los férreos controladores castrenses de la situación. Contradicciones a la vista en las primeras declaraciones, cuando se aseguraba –como se hace tantas veces, todos los días, imponiendo una versión oficial que convierte en criminal a todo caído en operaciones “contra el narco”– que los muertos habían sido sicarios que habían disparado contra militares que se habían visto obligados a responder al fuego.
Comunidad del Tec que hoy se encuentra frente a una definición histórica, con su rector general, Rafael Rangel Sostmann reconociendo el error de haber difundido un boletín informativo conforme a las indicaciones de autoridades que le aseguraban que nadie de ese instituto había sido afectado, a pesar de que de inmediato, por Twitter y a través de los aparatos de radio de los vigilantes, se había esparcido la información de que los caídos eran dos estudiantes. Ayer, para abundar en ese equívoco enorme, el rector del campus Monterrey, Alberto Bustani, habría reconocido, según el portal informativo de Reforma, que supo oportunamente de la versión de los dos estudiantes heridos, pero sólo buscó confirmarla con un guardia de seguridad del instituto, quien no estaba seguro de lo que originalmente había dicho, en el sentido de que eran alumnos los caídos. Y, en la duda... el mando del ITESM prefirió la versión que luego se supo era mentirosa. ¿Qué hará la comunidad del Tec, quedarse con el homenaje luctuoso, los altares y la discusión y las quejas en línea?
Saldos evidentemente negativos de una guerra declarada por sus pistolas por el comandante Felipe que se niega a reconocer sus errores gravísimos y que hoy habrá de recibir una multitudinaria visita de alineación y balanceo a favor de la estrategia intervencionista estadunidense a la que mucho conviene la división y el temor sociales, pero que también requiere del capataz nativo una mayor dosis de cuidado operativo para no descarrilar las operaciones en curso. Calderón, reconfortado por la llamada telefónica que le hizo ayer Obama, cree posible beneficiarse del caos si con él convence a los jefes imperiales de que juntos deben continuar gobernando, si se hace respaldar por la Casa Blanca y el Pentágono en esta guerra civil impuesta.
Y, para cerrar estas líneas, lo escrito en Facebook (en el grupo Javier Arredondo y Jorge Mercado- Justicia! Justice!) por Juan Arredondo, primo de Javier Francisco, uno de los muertos del Tec: ... ¿Hasta cuándo se hará justicia en mi país?(...) Ni palabras, ni discursos, ni promesas (...) Sólo queremos saber la verdad y que se haga justicia. Exigimos que se muestre el contenido de los videos confiscados por el Ejército. Exigimos que se castigue a la persona responsable de ultimar a Javier y a Jorge. Exigimos un país que diga la verdad a sus ciudadanos. ¡Hasta mañana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
Ministras y ministros del súper en que se ha convertido la Suprema Corte de Justicia se preparan a fallar hoy a favor de los bancos en el primero de los juicios millonarios que provocó el descuido, la desidia de los banqueros. Ahorradores que depositaron hace 30 años sumas de diverso monto y pactaron tasas de interés que estaban vigentes entonces –alrededor de 90% anual– exigen que les devuelvan su dinero con el cálculo exacto de los rendimientos que ganaron. Un depósito de 400 mil viejos pesos equivalía a 284 dólares en los años 80 y se ha convertido en más de 100 millones de dólares actuales. El fallo que votarán, probablemente hoy, demostrará una vez más que la Corte piensa que los clientes de los bancos nunca tienen la razón.
El rector del Tec
Funcionario fugaz al principio del desgobierno de Vicente Fox, renunció pronto Rafael Rangel Sostmann y reasumió su cargo como rector del Tec de Monterrey. Alguien debería hacerle saber que está haciendo un papel lamentable frente al asesinato de dos estudiantes de posgrado, en una refriega entre miembros del Ejército y presuntos narcos. Primero negó que fueran miembros de la comunidad, tuvo que admitirlo después y luego quedó tranquilo con una palmadita en la espalda que recibió del gobernador Rodrigo Medina. Imposible dejar de evocar al gran rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, que enarboló la bandera puma en el movimiento del 68. Gente menor, llamó con desprecio a los diputados que pedían su renuncia. Pero ya queda poca gente así.
Obama la ganó
Una persona sana de alrededor de 40 años paga entre 5 mil y 6 mil pesos al mes por un seguro de gastos médicos en Estados Unidos. Si padece una enfermedad prexistente, se lo negarán. Y algunas compañías la dejarán a su suerte a los 75 u 80 años, aunque tenga toda una vida pagando puntualmente su póliza. Esas aberraciones –y otras más– son las que se propone eliminar la nueva legislación de salud del presidente Obama. En las próximas horas será ley de observancia obligatoria.
Carlos Fernández-Vega: México SA
Lo que tendría que ser un mero trámite para ratificar su propia decisión y las sentencias de otros tribunales (y, por ende, rechazar los amparos promovidos por instituciones bancarias) se ha convertido en un agudo dolor de muelas –por decirlo de forma más cordial– para la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cual ahora se ve en la penosa necesidad de llevarse la contraria por su cuestionada decisión tomada 12 años atrás en contra de la clientela bancaria y favorable al agio bancario.
Resulta que ayer el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación inició la discusión de “diversos amparos que tienen que ver con cuentas bancarias abiertas en la década de los años 80 del siglo pasado, cuyos titulares demandan a los bancos el pago de intereses generados por ese dinero, que asciende a miles de millones de pesos. Los proyectos de resolución dan la razón al banco para evitar el pago de multimillonarias indemnizaciones a los cuentahabientes. Trascendió lo anterior en la SCJN, donde fuentes judiciales confirmaron que los ministros han recibido presiones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, del Banco de México y de los bancos involucrados para evitar que la ‘capitalización de intereses’ opere en favor de los quejosos” (La Jornada, Jesús Aranda).
Doce años atrás la SCJN legalizó el anatocismo (intereses sobre intereses) para favorecer a la banca en contra de sus diezmados creditohabientes, quienes tuvieron que pagar (todavía pagan en no pocos casos) miles y miles de millones de pesos adicionales a los originalmente pactados con las instituciones financieras. Ahora que son los ahorradores quienes reclaman el mismo trato (intereses sobre intereses) a la banca, es cuando la Suprema Corte decide analizar los casos y –todo apunta– desdecirse de lo aprobado en aquel entonces.
Sobre el particular retomo algunos elementos del México SA publicado en La Jornada el 24 de noviembre de 2007: allá por octubre de 1998 los banqueros mexicanos (todavía mayoritariamente de esa nacionalidad) se regodeaban porque la Suprema Corte de Justicia de la Nación falló a su favor al legalizar el anatocismo en el país, o lo que es lo mismo el cobro de intereses sobre intereses y su capitalización, con lo que la máxima autoridad judicial condenó a millones de mexicanos a ser deudores sempiternos. Por aquel entonces, las organizaciones cúpula del sector privado apoyaron a los banqueros en su celebración, y conminaron a los deudores a enfrentar los pasivos y olvidarse de las protestas, porque el citado fallo no representa dar la razón a los banqueros, sino un avance en la consolidación del sistema financiero del país; nadie puede sostener (decían) que la SCJN actuó o esté a favor de los banqueros; lo único que busca es proteger el dinero de los ahorradores. Después de ese fallo y las subsecuentes declaraciones, varias oportunidades se han presentado para poner a prueba lo dicho por los líderes empresariales (entre ellos el entonces presidente del Consejo Coordinador Empresarial y actual gobernador de Sonora, Eduardo Bours), pero a la fecha nadie ha podido confirmar que la legalización del anatocismo no fue para beneficiar a los banqueros y saquear, aún más, a los deudores.
Pues bien, un caso adicional de anatocismo surge por estos días (2007), pero en sentido contrario, en una historia mezcla de reclamo legal de derechos, la participación activa de uno de los más sólidos cuan descarados grupos de tráfico de influencias en el país, el rechazo de los organismos cúpula del sector privado a la posibilidad de que los barones del dinero sean afectados por una decisión judicial y el horror de los banqueros (mayoritariamente extranjeros en la actualidad) ante la inminencia de que en esta ocasión ellos sean las víctimas de lo mismo que pocos años atrás festejaban como una victoria gremial. Resulta que el Supremo Tribunal de Justicia de Chihuahua recientemente dictó sentencia condenatoria en contra de Banamex, en una demanda presentada por un cliente común y corriente, José Luis Saldívar Cano, quien en 1987 firmó un contrato de inversión con el otrora Banco Nacional de México (hoy perteneciente al gobierno de Estados Unidos y al Citigroup), para que su capital generara intereses. Lo hizo justo en el momento en el que el país reportaba un alto y creciente índice inflacionario, así como elevadas tasas de interés bancarias.
Con tal sentencia, el Supremo Tribunal de Justicia de Chihuahua condenó a Banamex al pago de mil 462 millones de pesos a Saldívar Cano, resultantes de la generación de intereses sobre intereses y su capitalización, a lo largo de dos décadas, de aquel contrato de inversión que ambas partes –cliente y banco– firmaron en 1987. Ahora los banqueros ya no celebran ni se regodean. Menos comparten aquello de enfrentar pasivos y olvidarse de protestas. Por el contrario, en voz de su presidente, Enrique Castillo Sánchez Mejorada, se dicen preocupados por el caso y aseguran que ya hubo un fallo constitucional en la Suprema Corte en el sentido de que eso no procede (aunque en 1998 celebraron que sí procedía, y actuaron en consecuencia contra los deudores), mientras Banamex, que no está acostumbrado a perder ni a pagar impuestos, ha recurrido al amparo judicial y político, porque la justicia le ha otorgado su protección y el gobierno calderonista la suya, toda vez que el propio secretario de Hacienda (Carstens, en aquel momento; Cordero ahora), negocia con los abogados de Saldívar Cano (Diego Fernández de Cevallos y Antonio Lozano Gracia, entre otros capos del tráfico de influencias) para evitar el golpe a la institución financiera privada, representada por su director jurídico y ex director del Fobaproa, Javier Arrigunaga.
Tampoco la máxima autoridad judicial del país parece tener la misma claridad y certeza que en 1998, cuando por ocho votos a favor y tres en contra legalizó el anatocismo. En esta ocasión, por su trascendencia e importancia para la vida del país, la SCJN atrajo el caso (Saldívar Cano-Banamex). “El juicio servirá de base para aplicarse en al menos 150 procesos contra distintos bancos que el máximo tribunal ha ubicado en todo el país y en los que también están en juego sumas multimillonarias… los ministros de la primera sala consideraron necesario atraer el juicio de Banamex por las repercusiones que podría acarrear su resultado en el sector financiero (en el entendido) que la decisión que adopte podría crear un precedente de gran repercusión para las instituciones bancarias con motivo de los contratos que a futuro celebren…”.
Las rebanadas del pastel
Entonces, ¿dos lecturas para un mismo caso? ¿Para bancos sí, para ahorradores no?
cfvmexico_sa@hotmail.com - mexicosa@infinitum.com.mx
Marco Buenrostro y Cristina Barros: Itacate
Hace una semana se realizó la decimotercera Feria del Maíz Nativo y otras semillas, en el municipio de Españita. Ahí la organización campesina Grupo Vicente Guerrero ha logrado un espacio para la recuperación de la dignidad y la convivencia comunitaria, comenta Leonor Lara de la Fuente, una de las invitadas al encuentro.
Es notable que las nuevas generaciones hablen náhuatl, cuando en muchos casos sus padres ya habían perdido la lengua materna por la presión social y la falta de apoyo en las escuelas. Los niños hicieron la ofrenda a los cuatro rumbos en el idioma de sus ancestros.
El Correo Ilustrado
Adolescentes, maltratados por la policía y sin oportunidades
El acoso policial del que han sido víctimas nuestro hijo y sus amigos, detenidos y tratados como delincuentes, igual que otros adolescentes, tan sólo por su apariencia –cabello largo y vestimenta informal–, nos llena de indignación.
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Acabamos de celebrar el aniversario de la expropiacion petrolera y la nacionalizacion del subsuelo de México al modificar el párrafo VI del artículo 27 de la Constitución. Voy a evitar calificativos, por las razones que más adelante iré dando, aunque sí empezaré por definirme, ya que tanto el acto expropiatorio como la nacionalización que sobrevino son en nuestros días objeto de encendidas polémicas entre quienes estamos completamente de acuerdo en que el 18 de marzo es una fecha de importancia capital, porque el petróleo ha sido motor del desarrollo industrial de nuestro país, pero también del crecimiento social de nuestra patria.
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José Blanco: Polarizaciones sanguinarias
Ubicado en la periferia de las decisiones de los amos del sistema capitalista, México ve pasivamente como otras potencias mayores y algunas emergentes deciden el futuro del planeta.
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Luis Hernández Navarro: Higinio Muñoz: cuando los muertos no están solos
No había entrado aún el sencillo ataúd de madera con los restos de Higinio Muñoz cuando la multitud que abarrotó el auditorio Barajas comenzó a ovacionarlo. Cada uno de los asistentes aplaudía con la sonoridad y el ritmo que le venía en gana, hasta que, poco a poco, las distintas manos se sincronizaron en tributo al muerto. El palmoteo se extendió a lo largo de casi cinco minutos.
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Javier Flores: Un año de influenza: la respuesta mundial
El primer caso confirmado en México de influenza A/H1N1 se registró oficialmente el 11 de marzo de 2009. Ha transcurrido un año desde que aparecieron los primeros datos de la que luego sería considerada la primera pandemia del siglo XXI. Aunque todavía pueden ocurrir cosas inesperadas, un año es tiempo razonable para evaluar las principales características de esta enfermedad y la respuesta que se ha dado ante ella.
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Teresa del Conde/ I: James Ensor en La Noria
En esta temporada es posible disfrutar de obras originales de dos de los más notables artistas belgas. La exposición de Magritte, destinada a atraer nutridísimo público, se inauguró el pasado 17 de marzo en Palacio de Bellas Artes, y la muestra Ensor (1860-1849) en el Museo Dolores Olmedo, guarda vigencia hasta finales de mayo; reúne colecciones del Museo Real de Bellas Artes, de Amberes, junto a contingente de grabados provenientes del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), algunos de los cuales se exhibieron en el Museo Nacional de Arte en 2008.
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Durante la filmación de mi documental Los últimos zapatistas, héroes olvidados conocí a doña Ana María Zapata Portillo, reconocida oficialmente por el general Emiliano Zapata Salazar como su hija, y quien murió el 28 de febrero pasado, a los 95 años.
En esa ocasión decidí abstenerme de incluirla en la película debido a que quise dar prioridad a los combatientes que acompañaron en su lucha al Caudillo del Sur, aunque nunca abandoné la idea de fotografiarla más adelante.
Esto fue posible durante las últimas semanas de filmación de mi segunda película, Pancho Villa, la Revolución no ha terminado, que trata sobre el movimiento revolucionario encabezado por El Centauro del Norte. Mi idea era entrelazar fílmicamente esta gesta de la frontera norte con la del Ejército Libertador del Sur.
Así, gracias a la cordialidad de doña Ana María Zapata y a la afabilidad de doña Juana María Villa, hija del revolucionario duranguense, logré unir a estas dos singulares mujeres y con sus fotografías tender un puente visual entre dos tiempos históricos, para evidenciar la hermandad de principios que vinculó a las dos figuras más prominentes de la Revolución Mexicana: Emiliano Zapata y Francisco Villa.
En esa ocasión decidí abstenerme de incluirla en la película debido a que quise dar prioridad a los combatientes que acompañaron en su lucha al Caudillo del Sur, aunque nunca abandoné la idea de fotografiarla más adelante.
Esto fue posible durante las últimas semanas de filmación de mi segunda película, Pancho Villa, la Revolución no ha terminado, que trata sobre el movimiento revolucionario encabezado por El Centauro del Norte. Mi idea era entrelazar fílmicamente esta gesta de la frontera norte con la del Ejército Libertador del Sur.
Así, gracias a la cordialidad de doña Ana María Zapata y a la afabilidad de doña Juana María Villa, hija del revolucionario duranguense, logré unir a estas dos singulares mujeres y con sus fotografías tender un puente visual entre dos tiempos históricos, para evidenciar la hermandad de principios que vinculó a las dos figuras más prominentes de la Revolución Mexicana: Emiliano Zapata y Francisco Villa.
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