Carlos Fernández-Vega: México SA
Cómo estará la pregonada recuperación del país, que el gobierno calderonista envía un incuestionable mensaje de solidez y fortaleza al solicitar humildemente al Fondo Monetario Internacional sea tan amable y generoso de renovar la línea de crédito flexible que originalmente le autorizó en abril de 2009 por un monto cercano a 48 mil millones de dólares, financiamiento que el brillante cuan resultón equipo económico de Los Pinos desea tener a la mano sólo por si las moscas, y por el cual hay que pagar alrededor de 130 millones de dólares por el derecho de apartado.
Y el FMI, conciente de esa solidez y fortaleza más rápido que ya autorizó tal solicitud, no sin antes extender el recibo correspondiente (los citados 130 millones de dólares). La Secretaría de Hacienda, con el eficiente Ernesto Cordero en la silla principal, y el Banco de México, ahora con el doctor catarrito al frente (el mismo que en 2009 firmó la línea de crédito flexible original) son felices por tener acceso a esos dineros, y así lo explican: la contratación en 2009 de la LCF se hizo de manera preventiva. Aun cuando México no tuvo necesidad de usar los recursos disponibles, la LCF cumplió exitosamente su objetivo al contribuir, junto con las acciones llevadas a cabo por las autoridades financieras de nuestro país, a generar confianza en los mercados financieros y en los agentes económicos respecto de los fundamentos de la economía mexicana… Si bien son claros los indicadores de una recuperación de la actividad económica mundial y de una mayor estabilidad de los mercados, el vigor y la rapidez que tendrá dicha recuperación todavía son inciertos; incluso, el retiro eventual del apoyo monetario y fiscal en los países industrializados podría conducir a una corrección de los precios de algunos activos”.
Entonces, la recuperación es un hecho (Calderón dixit), pero depende en grado sumo de lo que suceda en otras economías (léase la gringa), mientras la mexicana se mantiene estancada y en espera de que alguien le haga la caridad de reactivarla. Como suele acontecer en estos casos, apenas en febrero pasado los jilgueros oficiales presumían a los cuatro vientos que, dada la firme recuperación, el gobierno mexicano difícilmente recurriría a la renovación de la citada línea de crédito con el FMI. Y la solidez del discurso oficial una vez más quedó demostrada: el 25 de marzo Hacienda y Banco de México anuncian la renovación, por si las moscas.
En abril de 2009 el nervioso directorio ejecutivo del FMI rápidamente autorizó la citada línea de crédito, dada la desastrosa perspectiva económica mexicana, la cual, según sus estimaciones de esos tiempos, reportaría una caída de 3.7 por ciento del PIB. Había, pues, según el organismo, razones más que poderosas para conceder ese financiamiento, y así evitar una eventual moratoria de la deuda, toda vez que podría estar expuesta a más riesgos por sus estrechos vínculos financieros mundiales y los estrechos lazos comerciales con Estados Unidos, el epicentro de la actual crisis financiera internacional. Pues bien, el Fondo muy corto quedó en su evaluación, porque en los hechos el desplome fue de 6.5 por ciento.
Ahora que ya pasó lo peor y que la recuperación es firme, con una perspectiva de crecimiento de 5 por ciento (Calderón dixit), el gobierno mexicano de nueva cuenta recurre al FMI, en condiciones –según el discurso oficial– diametralmente distintas a las de 2009, de tal suerte que los genios de Los Pinos tendrían que encontrar un mejor pretexto para justificar la renovación de esa línea de crédito, a menos que les fascine endeudarse y pagar derecho de apartado nada más porque sí, para no perder la costumbre.
Como es norma en él, sólo hay que recordar lo que sobre estos asuntos decía Felipe Calderón, y lo que ha hecho ya impuesto en Los Pinos: si tuviéramos que recurrir al Fondo Monetario Internacional para llevar al país nuevamente a una irresponsable política de endeudamiento (...), entonces sí entraríamos otra vez a un esquema de dependencia de los organismos internacionales... La presión de este organismo la tuvimos cuando políticas irresponsables hicieron que el país se endeudara más allá de su capacidad, y eso hizo que estuviéramos sometidos a las políticas que se generaban en ese organismo. Nosotros no les debemos nada. Por primera vez en muchísimos años; bueno, no digo que este año, pero ya llevamos un buen rato que no le debemos un centavo al FMI. Al contrario, ahora le estamos poniendo hasta directivos y ejecutivos (31 de octubre de 2003).
Así es, Felipe Calderón terminó justo en el mismo sitio que tanto cuestionó desde la paradisiaca oposición, es decir, en el fondo y con el Fondo, en la puerta del abominable organismo financiero internacional, la misma en la que, uno tras otro, los gobiernos populistas y los del priato neoliberal tocaron insistentemente para pedir clemencia, crédito y salvamento, a cambio de una interminable serie de draconianos ajustes y reformas estructurales, con nulos resultados económicos y un brutal costo social, algo que por lo demás siempre agradecerán los depauperados habitantes de este país.
Y en esta dinámica de mentir a discreción, Ernesto Cordero y Agustín Carstens enviaron una simpática carta al FMI para justificar la citada renovación, de la que sobresalen los siguientes pasajes: “México ha mantenido un historial de políticas económicas sólidas. Tiene fundamentos económicos y marcos de política económica muy firmes… La buena aplicación de mecanismos de política económica basados en reglas, tales como la regla fiscal de equilibrio presupuestario, el esquema de objetivos de inflación y el régimen de tipo de cambio flexible, han reforzado la estabilidad… Gracias a estas firmes medidas de política económica y a la mejora de las condiciones económicas mundiales, el crecimiento se reanudó a mediados de 2009… De cara al futuro, las políticas continuarán sustentándose en el marco macroeconómico basado en reglas, y las autoridades tienen previsto continuar reaccionando según sea necesario ante las perturbaciones que puedan surgir en el futuro”.
Las rebanadas del pastel
Cierto. Lo expresado por Cordero y Carstens al FMI tiene sustento: 6 millones de pobres adicionales con el primero en Sedeso; desplome económico de 6.5 por ciento con el segundo en Hacienda
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.m
Cómo estará la pregonada recuperación del país, que el gobierno calderonista envía un incuestionable mensaje de solidez y fortaleza al solicitar humildemente al Fondo Monetario Internacional sea tan amable y generoso de renovar la línea de crédito flexible que originalmente le autorizó en abril de 2009 por un monto cercano a 48 mil millones de dólares, financiamiento que el brillante cuan resultón equipo económico de Los Pinos desea tener a la mano sólo por si las moscas, y por el cual hay que pagar alrededor de 130 millones de dólares por el derecho de apartado.
Y el FMI, conciente de esa solidez y fortaleza más rápido que ya autorizó tal solicitud, no sin antes extender el recibo correspondiente (los citados 130 millones de dólares). La Secretaría de Hacienda, con el eficiente Ernesto Cordero en la silla principal, y el Banco de México, ahora con el doctor catarrito al frente (el mismo que en 2009 firmó la línea de crédito flexible original) son felices por tener acceso a esos dineros, y así lo explican: la contratación en 2009 de la LCF se hizo de manera preventiva. Aun cuando México no tuvo necesidad de usar los recursos disponibles, la LCF cumplió exitosamente su objetivo al contribuir, junto con las acciones llevadas a cabo por las autoridades financieras de nuestro país, a generar confianza en los mercados financieros y en los agentes económicos respecto de los fundamentos de la economía mexicana… Si bien son claros los indicadores de una recuperación de la actividad económica mundial y de una mayor estabilidad de los mercados, el vigor y la rapidez que tendrá dicha recuperación todavía son inciertos; incluso, el retiro eventual del apoyo monetario y fiscal en los países industrializados podría conducir a una corrección de los precios de algunos activos”.
Entonces, la recuperación es un hecho (Calderón dixit), pero depende en grado sumo de lo que suceda en otras economías (léase la gringa), mientras la mexicana se mantiene estancada y en espera de que alguien le haga la caridad de reactivarla. Como suele acontecer en estos casos, apenas en febrero pasado los jilgueros oficiales presumían a los cuatro vientos que, dada la firme recuperación, el gobierno mexicano difícilmente recurriría a la renovación de la citada línea de crédito con el FMI. Y la solidez del discurso oficial una vez más quedó demostrada: el 25 de marzo Hacienda y Banco de México anuncian la renovación, por si las moscas.
En abril de 2009 el nervioso directorio ejecutivo del FMI rápidamente autorizó la citada línea de crédito, dada la desastrosa perspectiva económica mexicana, la cual, según sus estimaciones de esos tiempos, reportaría una caída de 3.7 por ciento del PIB. Había, pues, según el organismo, razones más que poderosas para conceder ese financiamiento, y así evitar una eventual moratoria de la deuda, toda vez que podría estar expuesta a más riesgos por sus estrechos vínculos financieros mundiales y los estrechos lazos comerciales con Estados Unidos, el epicentro de la actual crisis financiera internacional. Pues bien, el Fondo muy corto quedó en su evaluación, porque en los hechos el desplome fue de 6.5 por ciento.
Ahora que ya pasó lo peor y que la recuperación es firme, con una perspectiva de crecimiento de 5 por ciento (Calderón dixit), el gobierno mexicano de nueva cuenta recurre al FMI, en condiciones –según el discurso oficial– diametralmente distintas a las de 2009, de tal suerte que los genios de Los Pinos tendrían que encontrar un mejor pretexto para justificar la renovación de esa línea de crédito, a menos que les fascine endeudarse y pagar derecho de apartado nada más porque sí, para no perder la costumbre.
Como es norma en él, sólo hay que recordar lo que sobre estos asuntos decía Felipe Calderón, y lo que ha hecho ya impuesto en Los Pinos: si tuviéramos que recurrir al Fondo Monetario Internacional para llevar al país nuevamente a una irresponsable política de endeudamiento (...), entonces sí entraríamos otra vez a un esquema de dependencia de los organismos internacionales... La presión de este organismo la tuvimos cuando políticas irresponsables hicieron que el país se endeudara más allá de su capacidad, y eso hizo que estuviéramos sometidos a las políticas que se generaban en ese organismo. Nosotros no les debemos nada. Por primera vez en muchísimos años; bueno, no digo que este año, pero ya llevamos un buen rato que no le debemos un centavo al FMI. Al contrario, ahora le estamos poniendo hasta directivos y ejecutivos (31 de octubre de 2003).
Así es, Felipe Calderón terminó justo en el mismo sitio que tanto cuestionó desde la paradisiaca oposición, es decir, en el fondo y con el Fondo, en la puerta del abominable organismo financiero internacional, la misma en la que, uno tras otro, los gobiernos populistas y los del priato neoliberal tocaron insistentemente para pedir clemencia, crédito y salvamento, a cambio de una interminable serie de draconianos ajustes y reformas estructurales, con nulos resultados económicos y un brutal costo social, algo que por lo demás siempre agradecerán los depauperados habitantes de este país.
Y en esta dinámica de mentir a discreción, Ernesto Cordero y Agustín Carstens enviaron una simpática carta al FMI para justificar la citada renovación, de la que sobresalen los siguientes pasajes: “México ha mantenido un historial de políticas económicas sólidas. Tiene fundamentos económicos y marcos de política económica muy firmes… La buena aplicación de mecanismos de política económica basados en reglas, tales como la regla fiscal de equilibrio presupuestario, el esquema de objetivos de inflación y el régimen de tipo de cambio flexible, han reforzado la estabilidad… Gracias a estas firmes medidas de política económica y a la mejora de las condiciones económicas mundiales, el crecimiento se reanudó a mediados de 2009… De cara al futuro, las políticas continuarán sustentándose en el marco macroeconómico basado en reglas, y las autoridades tienen previsto continuar reaccionando según sea necesario ante las perturbaciones que puedan surgir en el futuro”.
Las rebanadas del pastel
Cierto. Lo expresado por Cordero y Carstens al FMI tiene sustento: 6 millones de pobres adicionales con el primero en Sedeso; desplome económico de 6.5 por ciento con el segundo en Hacienda
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.m
Enrique Galván Ochoa: Dinero
Esperas que después de la reunión de los altos mandos políticos y militares de Mexico y Estados Unidos haya un alto, o al menos, una disminución de la violencia? El 73% de 2 mil 500 personas que encuestamos esta semana tiene serias dudas. El 24% espera una disminución de la violencia. Y un 3% tiene la esperanza de un alto total.
Metodología
Enviamos 2 mil 500 cuestionarios y hasta ayer en la tarde habíamos recibido la respuesta de 78%. Un número importante de participantes acompañó su voto con una opinión. Algunos fragmentos aparecen enseguida. Todos los textos en su versión original pueden leerse en el foro, en la sección Encuestas.
Opiniones
La narcoviolencia seguirá en aumento mientras no haya opciones como estudio y trabajo para los jóvenes, menor consumo de drogas en el país que más las consume y más dinero lava, y que sin embargo no las combate internamente. Sólo hace que los gobiernos como el de México, lleno de nulos mentales, se dejen mangonear como imbéciles.
Arq. Eduardo Bistráin/ Jalisco
Resulta que yo no espero absolutamente nada de la visita de los gringos. Era la plana mayor y eso plantea para mí más dudas que certezas en cuanto a posibles beneficios para nuestro país. Yo nunca pierdo de vista que nuestros vecinos sólo han cometido agresiones y violaciones a través de la historia.
Luz María Cahero Cornejo/ Distrito Federal
Te paso un comentario sobre la violencia que ha dejado más muertos que el sexenio de Díaz Ordaz: ¿por qué no se investiga en los circuitos financieros, donde hacen sus operaciones los narcos? Será porque saldrían muchos políticos implicados ligados a banqueros lavadólares. ¿No crees que sería fácil seguirle la pista a quien de pronto deposita una fuerte millonada y que antes se trataba de cualquier pobretón de barrio?.
Héctor Alvarez/ Distrito Federal
Esperas que después de la reunión de los altos mandos políticos y militares de Mexico y Estados Unidos haya un alto, o al menos, una disminución de la violencia? El 73% de 2 mil 500 personas que encuestamos esta semana tiene serias dudas. El 24% espera una disminución de la violencia. Y un 3% tiene la esperanza de un alto total.
Metodología
Enviamos 2 mil 500 cuestionarios y hasta ayer en la tarde habíamos recibido la respuesta de 78%. Un número importante de participantes acompañó su voto con una opinión. Algunos fragmentos aparecen enseguida. Todos los textos en su versión original pueden leerse en el foro, en la sección Encuestas.
Opiniones
La narcoviolencia seguirá en aumento mientras no haya opciones como estudio y trabajo para los jóvenes, menor consumo de drogas en el país que más las consume y más dinero lava, y que sin embargo no las combate internamente. Sólo hace que los gobiernos como el de México, lleno de nulos mentales, se dejen mangonear como imbéciles.
Arq. Eduardo Bistráin/ Jalisco
Resulta que yo no espero absolutamente nada de la visita de los gringos. Era la plana mayor y eso plantea para mí más dudas que certezas en cuanto a posibles beneficios para nuestro país. Yo nunca pierdo de vista que nuestros vecinos sólo han cometido agresiones y violaciones a través de la historia.
Luz María Cahero Cornejo/ Distrito Federal
Te paso un comentario sobre la violencia que ha dejado más muertos que el sexenio de Díaz Ordaz: ¿por qué no se investiga en los circuitos financieros, donde hacen sus operaciones los narcos? Será porque saldrían muchos políticos implicados ligados a banqueros lavadólares. ¿No crees que sería fácil seguirle la pista a quien de pronto deposita una fuerte millonada y que antes se trataba de cualquier pobretón de barrio?.
Héctor Alvarez/ Distrito Federal
Visas y soberanía
El titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, anunció ayer una serie de medidas orientadas –según dijo– a incentivar la llegada de turistas a México, entre las que se incluye una nueva regulación en materia migratoria, elaborada por la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Instituto Nacional de Migración: los ciudadanos extranjeros que requieran de visa para ingresar a nuestro país podrían omitir dicho trámite, siempre y cuando cuenten con el mismo documento emitido por Estados Unidos. Adicionalmente, el gobernante planteó permitir el ingreso al territorio nacional de los visitantes que vengan en vuelos registrados y ya autorizados en aeropuertos de Estados Unidos (...) sin requerirles más que el pasaporte.
Continuar
El titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, anunció ayer una serie de medidas orientadas –según dijo– a incentivar la llegada de turistas a México, entre las que se incluye una nueva regulación en materia migratoria, elaborada por la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Instituto Nacional de Migración: los ciudadanos extranjeros que requieran de visa para ingresar a nuestro país podrían omitir dicho trámite, siempre y cuando cuenten con el mismo documento emitido por Estados Unidos. Adicionalmente, el gobernante planteó permitir el ingreso al territorio nacional de los visitantes que vengan en vuelos registrados y ya autorizados en aeropuertos de Estados Unidos (...) sin requerirles más que el pasaporte.
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El Correo Ilustrado
Reivindica a Iker Larrauri
Es curioso el razonamiento jurídico del secretario Lujambio en el caso del maestro Iker Larrauri y la alteración por la SEP de su obra El paso de Bering. Sería bueno que aclare a los científicos y artistas que si no se acreditan los derechos de autor sobre una obra, entonces bajo su política, la SEP podría apropiársela para alterar su contenido, si así le parece.
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Abraham Nuncio: ¿De quién son las órdenes?
El Ejército sigue las órdenes del Presidente, dijo Rafael Rangel Sostmann, rector del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (el Tec) en el curso de una entrevista con Carmen Aristegui durante su conocido programa radiofónico.
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Los hechos más recientes, de los cuales han dado parte los medios de comunicación nos indican que actualmente México, nuestro país, está en estado de guerra; las estadísticas publicadas sobrepasan más de mil muertes violentas relacionadas con acciones del crimen organizado o contra este, en lo que va de 2010, siendo superiores a las conocidas en torno a Irak y a Afganistán. Ello me llevó a escribir dos artículos recientes sobre la situación de violencia en la que estamos sumidos, a partir de la decisión del actual gobierno de realizar un ataque frontal contra el crimen organizado, cuya presencia ha crecido en forma inusitada durante décadas recientes, ante la permisividad de los sucesivos gobiernos que hemos padecido y la complicidad de algunos de sus altos funcionarios.
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Arturo Alcalde Justiniani: Sí a la reforma laboral, no a ésta
Si nos preguntáramos acerca de la necesidad de realizar cambios a la Constitución y a la legislación laboral, la respuesta sería que sí. Necesitamos una reforma estructural en el mundo del trabajo que modifique la relación de control, subordinación y simulación existente entre trabajadores, sindicatos, empresarios y gobiernos.
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Miguel Concha: La discriminación múltiple en México
El análisis clásico de la discriminación se ha realizado desde la óptica de que ésta se da a partir de un rasgo sobre el que se hacen distinciones entre personas, que provocan la restricción de algún derecho fundamental: una mujer, a la que se le ha negado un trabajo por su condición de género, o el rechazo sufrido por un afrodescendiente en una universidad pública, basado sólo en el color de su piel. Aunque en muchas ocasiones esto es así, en otras la víctima sufre discriminación no sólo por pertenecer a un grupo de personas tradicionalmente marginadas (indígenas, gitanos o judíos, etcétera), sino porque pertenecen al mismo tiempo a dos o más grupos en situación de vulnerabilidad. Las víctimas de la discriminación, al pertenecer al mismo tiempo a varios grupos en desventaja, pueden sufrir formas agravadas y específicas de rechazo. Esta idea fue reconocida por primera vez en el ámbito internacional en la Conferencia de Naciones Unidas contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y la Intolerancia, celebrada en Durban, Sudáfrica, en 2001. En la declaración de Durban se introduce en su artículo dos la noción de la discriminación múltiple, al señalar: Reconocemos que el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia ocurren en razón de la raza, el color, la nacionalidad o el origen étnico, y que las víctimas pueden sufrir múltiples o agravadas formas de discriminación basadas en otros factores, como el sexo, la lengua, la religión.
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Robert Fisk: Cara a cara con el hombre más buscado de Pakistán
El tiempo que ministros y militares paquistaníes convencían a la administración de Obama en Washington de que les cediera más fondos para la lucha contra militantes de Al Qaeda, el hombre que encabeza las listas de los más buscados tanto de Estados Unidos como de la Unión Europea y la ONU circulaba libremente por las calles de Lahore.
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Marcos Roitman Rosenmann: Crisis, mercado e inflación
Vivimos inmersos en una paradoja. Para que el capitalismo funcione, los precios deben mantenerse al alza. No se trata de una broma. Para los gurús del neoliberalismo es fácil de explicar. En un periodo de recesión, la mano invisible del mercado no funciona. Se encuentra maniatada. Para revertir el proceso y sanear la economía hay que adoptar políticas de inflación contenida e incrementar los impuestos indirectos como el IVA. Cualquier traspié desataría nefastas consecuencias, retrasando una salida airosa a la crisis.
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Porfirio Muñoz Ledo
El rey cautivo
La visita realizada en México por los más altos funcionarios del gabinete norteamericano de seguridad no tiene precedentes, aunque sí habrá de tener consecuencias de envergadura. No había sido programada a ese nivel, pero la alarma que provocó en ese país el último atentado de Juárez obligó a una señal de máxima preocupación e interés.
Con independencia de las declaraciones genéricas que se vertieron encarna la versión amenazante de la doctrina de “corresponsabilidad regional”. La moraleja: cuando uno de los dos socios es a todas luces irresponsable, la carga de la acción conjunta se deposita en el más fuerte. Queda claro que en nuestro territorio se libra una guerra ajena y que sus promotores domésticos la han perdido.
La afirmación de que nos hallamos en el derrumbe de un Estado fallido ha sido confirmada. Las palabras de McCaffrey tienen sabor de autopsia: “La situación en México es peor que la de Irak”. Una cadena de desastres “graves, previsibles pero indeterminables” que conducen al protectorado político y —si fuese necesario— a la ocupación armada.
Flotaba en el aire un hondo pesar, memorioso de 1847 y algunos avanzamos la hipótesis del “rey cautivo”, Fernando VII, cuando la invasión francesa a la península ibérica en 1808. Evocamos también la reacción popular frente al secuestro del monarca y la devolución de la soberanía a las comunidades, episodio que en la Nueva España encabezó Francisco Primo de Verdad.
Como en esos casos, la tragedia fue resultado de una serie de imperdonables desaciertos, pero aquí destaca la secuencia de una estrategia deliberada: haber aceptado desde los 80 una política de combate al narcotráfico que correspondía a las necesidades de Estados Unidos y no a las nuestras. Haber asumido una concepción ajena de la seguridad nacional.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte conllevó modalidades de integración que incluían las migraciones masivas, el incremento de la desigualdad, la extensión de la informalidad, el ascenso de la corrupción y la disminución del Estado. Todas ellas causas eficientes del imperio victorioso del crimen organizado.
Decir que ha capturado al país “una bola de maleantes que son una ridícula minoría” —como lo ha hecho Calderón— es un tontería mayor, a no ser que se refiera a los grupos políticos y económicos encaramados en la cúspide del poder. Revela además las ínfimas bases intelectuales sobre las que se construyó la militarización abusiva del país.
Ninguna acción en verdad responsable puede proseguirse dentro de los actuales supuestos. Ciertamente, los componentes del desastre son casi todos regionales, por lo que las soluciones no deben ser verticales, sino genuinamente consensuadas. Un nuevo acuerdo plural entre gobiernos habría de erigirse sobre los escombros del ASPAN y del plan Mérida.
El nuevo punto de partida sería una evaluación seria de los resultados y un diagnóstico de los fenómenos implicados y los medios disponibles. Una enérgica política social y el combate a fondo de las complicidades, controles financieros estrictos, reducción drástica del trasiego de armas, reordenación de los cuerpos policiacos y proyectos de legalización simétrica de las drogas son parte esencial de la agenda.
La cuestión es que nuestro “Presidente cautivo” carece de la legitimidad, la voluntad y la competencia para hacerlo. Sus iniciativas apenas sirven para revelar lo poco que le gustaría hacer aunque no pueda y sus improvisadas estrategias para encubrir las inmensas lagunas y prácticas prevaricadoras en el ejercicio del poder.
De ahí que surja con redoblado vigor la demanda social por la renuncia de Calderón. Unos temen que ofrecería el pretexto para una intervención abierta, que otros estimamos poco probable. Somos clara mayoría quienes la vemos como ocasión para reafirmar la soberanía popular y obligar a los actores nacionales a “asumir un acuerdo de trascendencia histórica”, que garantizara la reforma de las instituciones y una sucesión pacífica e independiente.
Diputado federal (PT)
Con independencia de las declaraciones genéricas que se vertieron encarna la versión amenazante de la doctrina de “corresponsabilidad regional”. La moraleja: cuando uno de los dos socios es a todas luces irresponsable, la carga de la acción conjunta se deposita en el más fuerte. Queda claro que en nuestro territorio se libra una guerra ajena y que sus promotores domésticos la han perdido.
La afirmación de que nos hallamos en el derrumbe de un Estado fallido ha sido confirmada. Las palabras de McCaffrey tienen sabor de autopsia: “La situación en México es peor que la de Irak”. Una cadena de desastres “graves, previsibles pero indeterminables” que conducen al protectorado político y —si fuese necesario— a la ocupación armada.
Flotaba en el aire un hondo pesar, memorioso de 1847 y algunos avanzamos la hipótesis del “rey cautivo”, Fernando VII, cuando la invasión francesa a la península ibérica en 1808. Evocamos también la reacción popular frente al secuestro del monarca y la devolución de la soberanía a las comunidades, episodio que en la Nueva España encabezó Francisco Primo de Verdad.
Como en esos casos, la tragedia fue resultado de una serie de imperdonables desaciertos, pero aquí destaca la secuencia de una estrategia deliberada: haber aceptado desde los 80 una política de combate al narcotráfico que correspondía a las necesidades de Estados Unidos y no a las nuestras. Haber asumido una concepción ajena de la seguridad nacional.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte conllevó modalidades de integración que incluían las migraciones masivas, el incremento de la desigualdad, la extensión de la informalidad, el ascenso de la corrupción y la disminución del Estado. Todas ellas causas eficientes del imperio victorioso del crimen organizado.
Decir que ha capturado al país “una bola de maleantes que son una ridícula minoría” —como lo ha hecho Calderón— es un tontería mayor, a no ser que se refiera a los grupos políticos y económicos encaramados en la cúspide del poder. Revela además las ínfimas bases intelectuales sobre las que se construyó la militarización abusiva del país.
Ninguna acción en verdad responsable puede proseguirse dentro de los actuales supuestos. Ciertamente, los componentes del desastre son casi todos regionales, por lo que las soluciones no deben ser verticales, sino genuinamente consensuadas. Un nuevo acuerdo plural entre gobiernos habría de erigirse sobre los escombros del ASPAN y del plan Mérida.
El nuevo punto de partida sería una evaluación seria de los resultados y un diagnóstico de los fenómenos implicados y los medios disponibles. Una enérgica política social y el combate a fondo de las complicidades, controles financieros estrictos, reducción drástica del trasiego de armas, reordenación de los cuerpos policiacos y proyectos de legalización simétrica de las drogas son parte esencial de la agenda.
La cuestión es que nuestro “Presidente cautivo” carece de la legitimidad, la voluntad y la competencia para hacerlo. Sus iniciativas apenas sirven para revelar lo poco que le gustaría hacer aunque no pueda y sus improvisadas estrategias para encubrir las inmensas lagunas y prácticas prevaricadoras en el ejercicio del poder.
De ahí que surja con redoblado vigor la demanda social por la renuncia de Calderón. Unos temen que ofrecería el pretexto para una intervención abierta, que otros estimamos poco probable. Somos clara mayoría quienes la vemos como ocasión para reafirmar la soberanía popular y obligar a los actores nacionales a “asumir un acuerdo de trascendencia histórica”, que garantizara la reforma de las instituciones y una sucesión pacífica e independiente.
Diputado federal (PT)
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