Pedro Echeverría V.
1. Al parecer la batalla entre el PAN y el PRI en Yucatán, para las elecciones que se celebrarán en mayo, marchan parejo. Felipe Calderón, el presidente ilegítimo de la República apoya a su partido, el PAN; Ivón(ne) Ortega, la gobernadora del estado, del PRI, respalda a sus candidatos. Se dilapidan cientos de millones de pesos del presupuesto público nacional y local para alcanzar diputaciones y presidencias municipales mientras la mayoría de la población vive en la miseria económica totalmente desinformada de las cuestiones políticas y electorales; pero llegado el día por costumbre u obligación el 50 por ciento o menos de los electores depositará de manera mecánica su voto. Los medios de información televisión, radio y prensa suelen obtener hasta el 70 por ciento de los millones que se dilapidan, pero en vez de educar a sus lectores se dedican a hacer propaganda por cada uno de los dos partidos.
2. La política yucateca no tiene presencia nacional porque con menos de dos millones de habitantes en el Estado y menos de un millón en Mérida, su capital, apenas aparecen en el contexto nacional de 110 millones. Pero no solo es la representatividad política; desde el punto de vista económico Yucatán es un estado extremadamente pobre y el cuarto o quinto en desnutrición y miseria; sin embargo, a pesar de esto último –del terrible abandono del campo yucateco por la desaparición en los años setenta de la producción henequenera que durante un siglo (1870-1970) dio vida al campo- la población no participa en protestas y luchas políticas (casi nunca lo ha hecho) porque durante dos siglos –o más- ha sido domesticado con la religión católica, con la vara de los hacendados y una ideología que han extendido los medios de información, la familia y la misma escuela.
3. La izquierda independiente, es decir, la que es anticlerical, antipriísta y antipapista, no ha podido crecer a un número mayor de 50 personas, incluso la electoral se ha ubicado siempre alrededor del tres por ciento de los votos. Y no es por flojera o falta de visión de los activistas sino por la propia historia del desarrollo histórico de la conciencia en el estado. Incluso los vecinos Campeche y Quintana Roo –estados más jóvenes, separados de Yucatán a mediados del XIX y al aparecer el siglo XX, respectivamente- son menos derechistas y electoralmente han logrado algunos avances. En Yucatán parece haber una clase empresarial poderosa que –unida al alto clero- (la vieja Casta Divina, denunciada por Salvador Alvarado) ha sido fuerte para engañar y manipular al 90 por ciento de la población. En este contexto entran los medios de información impresos: Diario de Yucatán y Por Esto!
4. Si nunca ha habido un movimiento de izquierda pues tampoco podrá haber existido un periódico de izquierda. En los últimos 20 años sólo han circulado dos periódicos: el derechista y clerical Diario de Yucatán con edición de 50 mil ejemplares y el priísta Por Esto! con unos 30 mil. Dado que el primero tiene 85 años de existir, pero en los hechos nació con otro nombre 1867, sus propietarios son de los hombres más ricos del estado. A través de 143 años de vida han forjado un poder económico que les ha permitido ser "independientes" –incluso opositores- de la revolución mexicana, de la reforma agraria cardenista y de todos los gobiernos del PRI. Por el contrario el Por Esto! nació con absoluto apoyo de altos funcionarios del gobierno de Salinas para oponerse al periódico que ha sido ideólogo del panismo yucateco. En 1931 nació en Yucatán Diario del Sureste, periódico oficial del gobierno del PRI cerrado por el gobierno local panista.
5. Hace algunos años publiqué un libro, producto de mi tesis doctoral, sobre la prensa y el poder en su contexto histórico. En ese trabajo se pueden ver las eternas batallas –muy valientes- de Diario de Yucatán defendiendo toda la ideología, los valores y los intereses económicos del clero, de los grandes hacendados henequeneros y empresarios y, por otro lado al Diario del Sureste en sus 70 años de vida, halagando las "bondades" de los gobierno del PRI. Hubo periódicos marginales que se inclinaron hacia lo comercial: Novedades de Yucatán, Mundo al Día, Milenio Novedades, con una clientela menor a cinco mil. De lo que no hay duda es que un alto porcentaje del pensamiento de los sectores empresariales (hijos de hacendados y viejos empresarios), así como de clases medias, fue formado con los valores difundidos durante seis o siete generaciones por Revista de Mérida, Revista de Yucatán y Diario de Yucatán.
6. Es realmente lamentable el papel que han jugado esos dos periódicos. La propaganda que le hacen al PAN y al PRI son absolutamente maniqueas. Además del pleito personal e histórico (casi a muerte) que lleva ya más de un cuarto de siglo entre los Menéndez Navarrete y Menéndez Rodríguez por triunfar uno sobre otro, mantienen otra batalla cerrada personal para demostrar cuál de los periódicos manipula con más eficiencia. Diario de Yucatán sólo ha apoyado a los Gobiernos de Olegario Molina (Porfirista), la candidatura de Delio Moreno Cantón (contra el maderismo) a los gobiernos de Torre Díaz (1926-30), Loret de Mola (1970-76) y Patricio Patrón Laviada (2001-2007) porque son los que han estado cerca de él. Por Esto! se convirtió casi en órgano oficial de todos los gobiernos priístas desde que nació en 1991. En la estrategia de esos periódicos puede verse que cualquier propaganda derechista DY la convierte en noticia para el PAN y cualquier noticia Por Esto! la convierte en propaganda para el PRI.
7. Aunque el trabajo político e ideológico en Yucatán es muy difícil por la historia de su formación –quizá parecida a los estados donde irrumpió el movimiento cristera de 1926-29, urge la presencia de un periódico de por lo menos –al inicio- 10 mil ejemplares de orientación centroizquierdista con garantía de distribución. El problema es que en Yucatán casi todos los profesionistas universitarios están comprometidos con los gobiernos del PRI, del PAN, con cargos universitarios, en la búsqueda de ascensos y en la empresa privada. Sin embargo pienso que es posible organizar una cooperativa con bonos de 5, 10 o 20 mil pesos para lanzar una publicación que tenga capacidad de confrontar ideológicamente a los periódicos y revistas del PAN y del PRI que impiden vislumbrar otras formas de pensar y actuar de la población. Para Yucatán no es una propuesta jalada de los pelos, es posible: sólo falta echarla a andar.
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