OPINIÓN
LA VOZ DE LA COALICIÓN
Imagen retomada del sitio medgenerationnet.blogspot.mx
Por: Esperanza Delgado Herrera*
Cimacnoticias | México, DF.- Desde 1989, el sistema de las Naciones Unidas recomendó que el 11 de julio se declarase el Día Mundial de la Población, y a partir de esa fecha se lleva a cabo un evento con una temática particular a fin de sensibilizar a instancias de gobierno y a la opinión pública en general.
El pasado 11 de julio el tema se centró en los embarazos en adolescentes, problema al que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se refirió como “una cuestión delicada que requiere la atención mundial”.
El embarazo en la adolescencia es un fenómeno complejo y que representa graves riesgos para la salud, y consecuencias adversas que impactan la vida de las futuras madres.
Algunos datos obtenidos por el Consejo Nacional de Población (Conapo), y por la Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica de 2009 arrojan lo siguiente:
• Alrededor del 16 por ciento de los nacimientos que ocurren en México corresponden a mujeres de entre 15 y 19 años de edad, lo que equivale a 352 mil 435 nacimientos anuales en promedio.
• El temprano inicio de las relaciones sexuales y la falta de uso de métodos anticonceptivos son los factores más importantes en el incremento de los embarazos no planeados o no deseados en la adolescencia.
• La primera relación sexual ocurre en promedio a los 16.6 años, y hasta un año después se inicia el uso de la anticoncepción, asociado con la entrada a la unión.
• El 61.5 por ciento de las adolescentes no se protegió en su primera relación sexual.
• El 40.6 por ciento de las adolescentes embarazadas al momento del levantamiento de la encuesta dijo no haberlo planeado o deseado, a pesar de que el 97 por ciento de este grupo de mujeres refirió conocer al menos un método anticonceptivo.
• Las mujeres adolescentes unidas presentan un bajo uso de métodos anticonceptivos (44.7 por ciento), con un 24.6 por ciento de necesidad insatisfecha de anticonceptivos (NIA), es decir, son mujeres que desean limitar o espaciar sus familias y no están usando algún anticonceptivo, de las cuales el 21 por ciento los necesitan para posponer los nacimientos y 3.4 por ciento para limitar su descendencia.
Los datos anteriores arrojan de manera contundente la prioridad que representa el que la población adolescente tenga acceso a la planificación familiar, o en otras palabras, a información objetiva y a métodos anticonceptivos modernos.
En este sentido, bien vale la pena exponer la perspectiva de derechos que conlleva el que la población que lo requiera, y en particular las y los adolescentes, accedan a la planificación familiar.
La planificación familiar está justificada desde diferentes frentes y enfoques:
• Se fundamenta en los Derechos Humanos internacionalmente reconocidos. Los Estados están obligados a garantizar el acceso a servicios de planificación familiar asequibles, adecuados y de calidad; libres de todo tipo de coerción, discriminación o violencia. En específico, este es un derecho sexual y reproductivo fundamental.
• Salva vidas y mejora la salud. La prevención de embarazos no planificados contribuye a salvar la vida de las mujeres, en tanto ayuda a reducir el número de abortos inseguros y partos practicados en condiciones de riesgo.
• Ayuda a prevenir el VIH. Mediante el uso de preservativos masculinos y femeninos evita la propagación de infecciones de transmisión sexual (ITS), incluida el VIH.
• Empodera a las mujeres en el hogar. Existe una fuerte correlación entre una mayor planificación familiar y la creciente participación de las mujeres en la toma de decisiones en el ámbito familiar. Garantizar el acceso a la planificación familiar voluntaria es un paso fundamental hacia una mayor igualdad de género en las comunidades, sociedades y Estados.
• Fomenta la participación de las mujeres en la escuela y en el mercado laboral. Las mujeres, sobre todo adolescentes y jóvenes, que usan anticonceptivos tienen más probabilidades de continuar sus estudios y de acceder al mercado laboral. Esto se debe en parte a que gracias a la planificación familiar las mujeres pueden decidir el número de hijas e hijos y el momento para tenerlos en función de su expectativa escolar, y situación laboral y familiar.
• Contribuye a disminuir la pobreza. Por lo general, las mujeres y las parejas que pueden decidir libremente si desean o no tener hijos, el número de éstos y el intervalo entre los nacimientos, están en mejores condiciones para ahorrar, aumentar sus ingresos familiares, invertir en los hijos que ya tienen y planificar mejor sus vidas.
La agenda pendiente deberá contemplar, entre otras, las siguientes recomendaciones:
• Hacer frente a la NIA como un objetivo en sí mismo y como un Derecho Humano fundamental.
• Garantizar el acceso a la información y orientación sobre salud sexual y reproductiva y planificación familiar para toda la población, y particularmente para los grupos con mayores rezagos en cuanto a necesidad insatisfecha de anticonceptivos: adolescentes y población indígena.
• Diseñar y ejecutar políticas públicas articuladas entre el sector salud y el sector educativo, que permitan ofrecer servicios de educación integral en sexualidad y servicios de salud para el cuidado de la salud sexual y reproductiva del adolescente, con una amplia perspectiva de prevención y autocuidado.
• Mantener campañas mediáticas con cobertura nacional sobre acciones de prevención del embarazo no planeado y de ITS dirigidas a la población adolescente.
*Gerente de relaciones interinstitucionales y “advocacy” de la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar (MEXFAM)
**MEXFAM es parte de la Coalición por la Salud de las Mujeres, una red de organizaciones civiles con trabajo en salud y derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
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