NACIONAL
Los hombres sólo 6 por ciento: Somede
CimacFoto | Maricruz Montesinos
Por: la Redacción
Cimacnoticias | México, DF.-Las mujeres están condenadas a acumular desigualdades a lo largo de su vida, por ejemplo, ellas están destinadas a pasar la mayor parte de su tiempo realizando tareas domésticas, sin un trabajo remunerado y sin actividades de recreación.
El trabajo doméstico condena a las mujeres a destinar poco de su tiempo a una labor retribuida, lo que las vuelve económicamente dependientes, y por tanto sin poder de negociación sobre las decisiones que afectan su bienestar y el de sus familias.
Estela Rivero, investigadora de El Colegio de México, realizó una investigación para calcular los años de vida que ocupan mujeres y hombres en actividades domésticas, buscando empleo o trabajando por un pago en actividades recreativas. Así encontró que las mujeres están destinadas por su rol de género al cuidado y al hogar.
Los datos muestran que ellas invierten su vida en la preparación de alimentos, limpieza, administración y mantenimiento del hogar, cuidado de la ropa, la compra de artículos para la casa, y en el cuidado de menores de edad, personas adultas mayores y discapacitadas.
A los 12 años de edad comienza la desigualdad, se establece en la investigación publicada por la Sociedad Mexicana de Demografía (Somede). Y es que, en comparación con los varones, desde esa edad las mujeres comienzan a destinar más tiempo de su vida a realizar labores del hogar y de cuidado.
El estudio también indica que en México la división sexual del trabajo es tan marcada que se espera que las mujeres pasen el 21 por ciento de su vida realizando tareas domésticas, y que los hombres destinen ese mismo porcentaje al trabajo remunerado.
Según los resultados del análisis, basados en la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo y cálculos de la autora, las mujeres dedican el 6 por ciento de su vida a un trabajo asalariado, mismo porcentaje que los hombres utilizan en actividades domésticas.
Además, Estela Rivero demuestra que durante los años productivos las mujeres asumen mayores responsabilidades en el hogar, pero la participación femenina y el número de horas que dedican a labores domésticas no disminuyen, y se mantiene elevado el resto de sus vidas.
La situación de los varones es distinta porque ellos pasarán más años trabajando por una paga. Por ejemplo se espera que un hombre que viva 61.5 años pase 21 por ciento de su vida trabajando a cambio de un salario.
Al final, mujeres y hombres pasan casi el 30 por ciento de su vida trabajando. Las mujeres, quienes viven en promedio 66.9 años, dedican 20.5 años a trabajar (30 por ciento de su vida). Los hombres, que viven en promedio 61.5 años, invierten 18.6 años trabajando (29.4 por ciento de su vida).
La autora de la investigación dice que para el sistema de producción el tiempo que las mujeres pasan realizando tareas domésticas y de cuidado es necesario, a pesar de que socialmente no se considere trabajo y se le asigne un valor limitado.
Además agrega que los estudios sobre el uso del tiempo ayudan a entender por qué las mujeres trabajan por dinero el 9.7 por ciento de su vida, mientras que los hombres pasan el 23.5 por ciento en esa misma tarea.
Con estos datos, la autora concluye que si además las mujeres perciben menos salario el resultado es que durante los últimos años de sus vidas estén en una situación muy vulnerable porque tendrán menos ahorros que los hombres, o bien, serán económicamente dependientes de alguien más.
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