La cifra representa 45.5% de la población; es menor a 46.1 de 2010, dice el organismo
Se miden ingreso, alimentación, salud, seguridad social, rezago educativo y vivienda, entre otros
Familia en extrema pobreza sobrevive en el municipio de Santa Teresa Yahualica, en la Huasteca hidalguenseFoto Cristina Rodríguez /Archivo
Angélica Enciso L.
Periódico La Jornada
Martes 30 de julio de 2013, p. 7
En
México vive en pobreza 45.5 por ciento de la población, 53.3 millones
de personas, 500 mil más que en 2010, informó el Consejo Nacional de
Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en la
presentación de los resultados de la Medición Multidimensional de la
Pobreza 2012.
Este porcentaje es menor al que había en 2010, que ascendía a 46.1,
aunque en el periodo que va de 2008 a 2012 la pobreza presentó un
incremento de 3.8 millones, ya que se elevó de 49.5 a 53.3 millones,
explicó Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo del organismo.
Esta metodología de la pobreza, que es la oficial desde 2008, además
del ingreso mide el acceso a la alimentación, a la salud, seguridad
social, el rezago educativo, calidad de espacios en la vivienda y
servicios básicos en la vivienda.
La pobreza ocurre cuando la población presenta más de dos carencias
y se encuentra por debajo de la línea de bienestar mínimo, que en esta
ocasión para las zonas rurales fue de mil 490 pesos y para las urbanas
de 2 mil 329 por persona al mes, y además tiene más de dos carencias.
Si hay más de tres carencias, ya es pobreza extrema.
Hernández Licona detalló que los indicadores presentaron una
reducción, con excepción del ingreso y de la seguridad social; ‘‘por
eso la pobreza tiene un aumento entre 2010 y 2012’’. El promedio de
carencias que sufre la población pobre bajó de 2.6 a 2.4, y en la que
vive en pobreza extrema de 3.8 a 3.7. Los datos que se presentaron ayer
incluyen el ajuste en el número de mexicanos, mismos que en 2010
sumaban 114 millones y ahora son 117 millones.
En cuanto a la población que se encuentra en pobreza extrema, indicó
que hay 11.5 millones de personas, 9.8 por ciento de los mexicanos,
menos que hace dos años, cuando había 11.3 por ciento y sumaban 13
millones de personas en esa condición.
Sobre este punto explicó que ‘‘parecería que estos programas
sociales han estado enfocados a la población en pobreza extrema y la
población con tres o más carencias ha bajado mucho. Es lo que logró
compensar la problemática del ingreso en pobreza extrema solamente’’.
Del
total de la población, tan sólo hay 23.2 millones de personas que no
son pobres ni vulnerables, cubren todos sus derechos sociales, mientras
que el resto de los mexicanos enfrenta alguna carencia social o tiene
problemas de ingreso.
Hernández Licona explicó que en el periodo de análisis, 2010-2012,
el rezago educativo disminuyó de 20.7 por ciento de la población a
19.2; carencia de calidad de espacios en la vivienda tuvo una caída de
15.2 a 13.6; carencia por acceso a los servicios básicos de la vivienda
bajó de 22.9 a 21.2; la carencia por acceso a la alimentación disminuyó
de 24.8 a 23.3, y el acceso a los servicios de salud, que tuvo la mayor
reducción, pasó de 29.2 a 21.5 por ciento; esto se explica por ‘‘el
Seguro Popular, principalmente’’.
Sólo hubo incremento en la carencia de acceso a la seguridad social
(que incluye pensiones y prestaciones), la cual pasó de 60.7 a 61.2 por
ciento, y la cantidad de personas que tiene un ingreso inferior a la
línea de bienestar mínimo se elevó de 59.6 millones de personas (52 por
ciento) a 60.6 millones (51.6 por ciento).
Hernández Licona añadió que desde 2008 a la fecha hubo una evolución
en la cobertura de estos derechos sociales, sobre todo de salud, lo que
llevó a que las carencias sociales entre la población hayan bajado,
pero reconoció que en cuanto al ingreso no ha habido avances. ‘‘Si los
ingresos no crecen nos será difícil reducir la pobreza’’, señaló.
Acompañado por los integrantes del Consejo Académico del Coneval,
detalló que en la zona rural la población en pobreza moderada bajó de
17.2 a 16.7 millones, mientras que los pobres urbanos crecieron al
pasar de 35.6 a 36.6 millones.
Hernández Licona refirió que México sigue siendo una sociedad con
mucha desigualdad y que la reducción de la pobreza tiene que venir por
la parte económica. Destacó que hay un problema de empleo formal en el
país, desde hace al menos 20 años, y en esta ocasión las transferencias
gubernamentales ayudaron a paliar el problema.
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