Hace casi siete años se alzaron contra el crimen organizado
Algunos se retiraron o regresaron a sus actividades agrícolas
Hipólito Mora asegura que recibe amenazas de muerte de delincuentes
▲ Integrantes del grupo de autodefensas de Tepalcatepec al tomar la ranchería de Las Yeguas y el Ceñidor, en Michoacán, el 14 de enero pasado.
Morelia, Mich., Hace casi siete años que se levantaron en
armas varios grupos de autodefensas en Michoacán, el 24 de febrero de
2013. ¿Qué ha sido de esos personajes que fueron considerados en su
momento verdaderos héroes en diferentes medios de información?
A decir de Hipólito Mora, fundador del grupo de autodefensas de la
tenencia Felipe Carrillo Puerto, conocida como La Ruana, municipio de
Buenavista Tomatlán, de varios de
esos ídolos de plástico no queda nada.
Ese es el caso de Estanislao Beltrán, Papá Pitufo, de quien
se dice se encuentra en El Paso, Texas, donde vive con sus hijos. Es
oriundo del poblado de División del Norte, municipio de Buenavista. Allí
cultivaba limón.
A Papá Pitufo lo acusan de haber traicionado al movimiento,
primero, porque entregó a las autoridades a más de 100 integrantes de un
grupo de autodefensas de Caleta de Campos, a quienes estuvieron a punto
de ultimar.
Luego, porque negoció con el entonces comisionado para la Seguridad
de Michoacán, Alfredo Castillo, en mayo de 2014, cuando no sólo entregó
las armas, sino que se convirtió en parte de la llamada Policía Fuerza
Rural.
En diciembre de 2014 fue aprehendido Hipólito Mora, tras un enfrentamiento con el grupo de Antonio Torres, El Americano, en el que murieron 11 personas, entre ellas el hijo de Mora.
Al preguntarle a Estanislao Beltrán si defendería a su compadre
Hipólito, en lugar de solidarizarse se deslindó del ex líder de
autodefensas de La Ruana.
La primera vez que Hipólito Mora fue arrestado ocurrió el 12 de marzo
de 2014. Días después, los seguidores de Mora y padres de familia se
atrincheraron en el rancho La Palma, ubicado a la entrada de La Ruana,
para exigir la liberación de su dirigente y de varios de sus hijos.
Ahí llegó El Americano con por lo menos un centenar de
compañeros que estuvieron a punto de abrir fuego en contra de ese grupo
pequeño de autodefensas, donde había mujeres, algunos hombres y niños.
El Americano quería vengar la muerte de dos compañeros
suyos, con el argumento de los autores de los crímenes habían sido gente
de Hipólito Mora.
Antonio Torres no bajó de su camioneta, la estacionó a unos metros
del acceso al rancho. Incluso se negó a hablar con periodistas. Había
una partida de militares y de policías federales que sólo observaban.
El Americano se levantó en armas contra el cártel de Los caballeros templarios
días después de que lo hicieran en La Ruana y Tepalcatepec (24 de
febrero, 2013). En entrevista parecía una persona tranquila; las
personas que lo seguían mantenían tomada la presidencia municipal de
Buenavista y una guardia alrededor de la plaza.
Después de que el Ejército desarmó a la gente de Hipólito Mora y de
que Alfredo Castillo dejó el cargo de comisionado para la seguridad en
Michoacán, el líder de autodefensas de la cabecera municipal de
Buenavista desapareció.
Algunos aseguran que aprovechando la doble nacionalidad, El Americano o Simón
huyó a Estados Unidos; sin embargo, ex autodefensas de esta región
están convencidos de que Torres fue ultimado a tiros en Colima, saliendo
de un bar. Él era parte de la delincuencia organizada o al menos hacía
trabajospara los hermanos Sierra Santana, fundadores del grupo delictivo conocido como Los Viagras.
El Comandante Cinco
Aunque nadie lo reconoce, Alberto Gutiérrez, el Comandante Cinco
fue el principal estratega de los grupos de las regiones de Tierra
Caliente. Comenzó en Tepalcatepec y luego encabezó el avance de grupos
de autodefensa en esa zona. Tuvo su base en la población de Parácuaro.
Siempre comentó que José Manuel Mireles fue designado vocero de los
grupos de autodefensa porque
era el único que sabía hablar bien.
Integró un clan importante de autodefensas formado por Papá Pitufo, El Americano, El Burrito y otros que habían sido parte de Los templarios. Fue parte del selecto grupo G250, que se encargó de perseguir a líderes delincuenciales como Servando Gómez, La Tuta; Enrique Kike Plancarte; Luis Daniel Sánchez, El Tucán; Francisco Galeana, El Pantera, y Nazario Moreno, El Chayo, entre otros, que fueron arrestados o ultimados.
El Cinco decidió regresar al cultivo de limón y a la crianza
de caballos en esa región, entre Tepalcatepec y Jalisco. Se deslindó
completamente de la lucha de autodefensas y de lo que ocurría en torno a
ella.
En tanto, el médico militar José Manuel Mireles es actualmente
delegado en Michoacán del Issste, pero ahora, más que por su
participación como líder de grupos de autodefensa, es conocido por sus
declaraciones misóginas, luego de referirse a las mujeres como
nalguitasy a las derechohabientes que viven en unión libre como
pirujas.
Mireles fue detenido en junio de 2014 y estuvo en prisión casi tres
años. Hay voces que aseguran que no fue porque portara armas de uso
exclusivo del Ejército, sino porque no acató la orden de entregarlas en
mayo de ese año. Tras salir de prisión, Mireles se convirtió en
activista. Algunos ex miembros de autodefensa afirman que también estuvo
involucrado con grupos delictivos; no obstante, durante su tiempo en la
cárcel no hubo una acusación formal por ese delito.
Según testigos, hace unos 10 días que vieron al ex líder de
autodefensas de Santa María Ostula, municipio de Aquila, Cemeí Verdía
Zepeda, en el centro de Morelia. Caminaba como si nada, y no había
huellas de que hubiese sido herido de bala.
El pasado 29 de noviembre trascendió que Verdía había sido víctima de
un atentado que lo mantuvo entre la vida y la muerte. A decir de sus
familiares, el ex líder de autodefensas estaba en su huerta de papaya
cuando fue baleado, presuntamente por un solo agresor que habría
utilizado una calibre 25.
Sobrevivió a dos atentados perpetrados por bandas criminales, después
de que en 2013 creó una guardia comunal. Estuvo preso en dos ocasiones,
acusado de utilizar armas de uso exclusivo de la milicia y también por
homicidio, cargos que fueron desvanecidos.
En diciembre de 2014 y mayo de 2015, Verdía sufrió dos emboscadas. La
segunda generó una movilización que terminó con la muerte de cuatro de
los cinco presuntos agresores, a quienes sus compañeros mataron.
Cemeí Verdía es oriundo de Santa María de Ostula, municipio de
Aquila. Su tío Francisco Verdía Macías fue privado de la vida, igual que
Ambrosio Verdía Macías, presuntamente por Los templarios. Por
temor, salió de su comunidad en 2010 y regresó dos años después. Ahora
se dedica al cultivo de papaya, pero algunos dicen que
anda en malos pasos.
Hipólito Mora, quien fundó el grupo de autodefensas en La Ruana, el
24 de febrero de 2013, después de haber combatido a la delincuencia
organizada, asegura que constantemente recibe amenazas de muerte de
criminales. Sigue trabajando en su huerta de limones.
Recuerda que en un inicio de la lucha nadie le creía que los grupos de autodefensa habían sido infiltrados por el crimen.
Ahora se están aclarando muchas cosas, pero la situación se ha complicado peor que en un principio.
Foto Ignacio Juárez
Ernesto Martínez Elorriaga
Corresponsal
Periódico La Jornada
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