Dado que las conveniencias políticas van cambiando a toda velocidad, el mismísimo arzobispo primado de México, Beto Rivera, ha hecho puntiagudas críticas a la manera como Felipe el Breve gobernó, sobre todo en materia social. Súbitamente preocupado por el pueblo pobre, desmarcándose sin explicación de lo que en él ha sido una firme opción preferencial por los ricos, el cardenal duranguense, aprovechando la historia bíblica de la multiplicación de los panes, se ha dicho apesadumbrado por tanta miseria y hambre no atendida, ni por las instancias oficiales o institucionales ni por la propia solidaridad de prójimo.
La milagrosa conversión del rey de los festines bien servidos y mejor rociados embona en tiempo y forma con la intención priísta de quitarle todo lo relacionado con políticas sociales a lo que queda del llamado gobierno federal. La maquinaria tricolor 2012 sabe que el manejo de los fondos de desarrollo social es una pieza clave para redondear las estrategias electorales de mapeo de la pobreza para ubicar a muy seguros vendedores de voto y de control y chantaje a los ciudadanos desamparados para que se sujeten a la ya muy desarrollada normatividad interna de adulteración de comicios. Beto Rivera ha vuelto, pues, expresamente, al redil del priísmo, luego de la necesaria pausa de tanteo con el calderonismo ahora declarado eclesiásticamente fallido.
Los panistas y los perredistas, mientras tanto, continúan en el proceso de la división y no de la multiplicación. Cesarín Nava insiste en que él es el bueno para sustituir a germancito.com, haciendo como que no se da cuenta de que en Los Pinos están jugando con su postulación para concentrar en él los enojos panistas y luego sacar al verdadero candidato de unidad, el apolillado Ernesto Ruffo, cuyos defectos ya no serían tan graves a la luz de que estaría reemplazando al defectuoso original (¡oh, qué jugada política tan inteligente y bien planteada: todo será mejor si se quita al que intencionalmente se había colocado para que pareciera el peor!). El perredismo anda en las mismas, manoseando el concepto del nuevo PRD (¿va a ser tan nuevo como nueva es la izquierda chucha?), jugando a las reconciliaciones envenenadas y sosteniendo en el centro del interés tanto el futuro electorero como las prerrogativas y recursos de allí derivables.
López Obrador, mientras tanto, se va a hacer campaña en favor de Gabino Cué a Oaxaca, según eso durante largos cuatro meses en los que visitará todos los municipios de aquella entidad que se rigen por usos y costumbres, con lo que el tabasqueño habrá cumplido el milagro de la multiplicación itinerante de los peces electorales por todos los municipios del país. Durante el plantón de Reforma, AMLO se despegó de esa movilización fundamental para ir a Chiapas a hacer campaña por Juan Sabines, quien ha resultado uno más de la amplia cartera de pésimos gobernadores del país; es decir, de nada sirvió el empeño electoral lopezobradorista concentrado en la obsesión de ganar posiciones electorales. Ahora, Cué será beneficiado por los esfuerzos amloístas, sin que se sepa de compromisos ideológicos y políticos reales y con el antecedente de la relación firme entre Cué y Diódoro Carrasco, quien como priísta fue gobernador de Oaxaca y luego pasó al panismo como legislador y presunto estratega. La multiplicación, en la izquierda, de los PANes.
Astillas
Vaya manera de poner a pelear a todos contra todos y sembrar cizaña por doquier. El manojo de ineficacias e intereses oscuros que se hace llamar gobierno federal tiene en el ring inmobiliario a los estados de Hidalgo y Guanajuato para ver a cuál le acabará entregando el proyecto de la refinería que, en un descuido, ni siquiera contará, a la hora de la verdad financiera, con los recursos suficientes. Los enredos del calderonismo han puesto frente a frente al gobierno priísta de Hidalgo con el panista de Guanajuato, siempre bajo la extendida sospecha de que todo el accidentado circo de la asignación de ese proyecto ha tenido como razón de fondo la pretensión del felipismo de beneficiar al estado que tanta votación le infló en 2006 y que es cuna política de destacados personajes del foxismo, comenzando por el propio Chente que no halla la manera de que lo contenten, ya sea entregándole la presidencia del PAN al cártel de Ruffo o añadiendo la citada refinería al menú del Centro Fox... ¡Aleluya! ¡El LiC Alderón ya tuvo oportunidad de colgarse telefónicamente de algo triunfal, con el 5-0 futbolero! ¡Ahora sí podrá anunciarse el inicio del fin de la recesión (cuando menos, y sólo por lo pronto, para las televisoras y sus contratos de publicidad, en riesgo de caer si no pasa la selección sudamexicana al Mundial)! Y, en caso de consolidarse la evidente necesidad extrema de esas muletillas, el antedicho licenciado Lic (sin hache en lugar de la ele) podría incorporar el resultado de ayer, y la obtención de la dorada copa adjunta (¡y dale con lo de los vasos con pie para beber!) a su próximo informe de desgobierno que así quedaría lindamente balompédico (o, sea, referido al futbol, no a la ingesta de bebida en copas con forma de pelota)... Los Pinos ha puesto al manejable conservador Mariano Azuela como candidato oficial a la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, pensando en que, por haber sido presidente de la Suprema Corta, el mencionado Azuela cerrará el paso al aspirante no deseado por el felipismo, que ha sido Genaro Góngora. Pero otra faceta de ese pleito se refiere al destino del propio José Luis Soberanes, quien pretende hacerse de una silla en la referida Suprema Corta. En ese contexto de estira y afloja, de compraventa de favores, de caprichos y despechos, puede entenderse la postura de la CNDH que luego tan crítica se vuelve del mismo gobierno federal, en este caso, en lo referente a las actuaciones de militares que son violatorias de derechos humanos. Dando y dando, soberanamente callando... ¡Hasta mañana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
La milagrosa conversión del rey de los festines bien servidos y mejor rociados embona en tiempo y forma con la intención priísta de quitarle todo lo relacionado con políticas sociales a lo que queda del llamado gobierno federal. La maquinaria tricolor 2012 sabe que el manejo de los fondos de desarrollo social es una pieza clave para redondear las estrategias electorales de mapeo de la pobreza para ubicar a muy seguros vendedores de voto y de control y chantaje a los ciudadanos desamparados para que se sujeten a la ya muy desarrollada normatividad interna de adulteración de comicios. Beto Rivera ha vuelto, pues, expresamente, al redil del priísmo, luego de la necesaria pausa de tanteo con el calderonismo ahora declarado eclesiásticamente fallido.
Los panistas y los perredistas, mientras tanto, continúan en el proceso de la división y no de la multiplicación. Cesarín Nava insiste en que él es el bueno para sustituir a germancito.com, haciendo como que no se da cuenta de que en Los Pinos están jugando con su postulación para concentrar en él los enojos panistas y luego sacar al verdadero candidato de unidad, el apolillado Ernesto Ruffo, cuyos defectos ya no serían tan graves a la luz de que estaría reemplazando al defectuoso original (¡oh, qué jugada política tan inteligente y bien planteada: todo será mejor si se quita al que intencionalmente se había colocado para que pareciera el peor!). El perredismo anda en las mismas, manoseando el concepto del nuevo PRD (¿va a ser tan nuevo como nueva es la izquierda chucha?), jugando a las reconciliaciones envenenadas y sosteniendo en el centro del interés tanto el futuro electorero como las prerrogativas y recursos de allí derivables.
López Obrador, mientras tanto, se va a hacer campaña en favor de Gabino Cué a Oaxaca, según eso durante largos cuatro meses en los que visitará todos los municipios de aquella entidad que se rigen por usos y costumbres, con lo que el tabasqueño habrá cumplido el milagro de la multiplicación itinerante de los peces electorales por todos los municipios del país. Durante el plantón de Reforma, AMLO se despegó de esa movilización fundamental para ir a Chiapas a hacer campaña por Juan Sabines, quien ha resultado uno más de la amplia cartera de pésimos gobernadores del país; es decir, de nada sirvió el empeño electoral lopezobradorista concentrado en la obsesión de ganar posiciones electorales. Ahora, Cué será beneficiado por los esfuerzos amloístas, sin que se sepa de compromisos ideológicos y políticos reales y con el antecedente de la relación firme entre Cué y Diódoro Carrasco, quien como priísta fue gobernador de Oaxaca y luego pasó al panismo como legislador y presunto estratega. La multiplicación, en la izquierda, de los PANes.
Astillas
Vaya manera de poner a pelear a todos contra todos y sembrar cizaña por doquier. El manojo de ineficacias e intereses oscuros que se hace llamar gobierno federal tiene en el ring inmobiliario a los estados de Hidalgo y Guanajuato para ver a cuál le acabará entregando el proyecto de la refinería que, en un descuido, ni siquiera contará, a la hora de la verdad financiera, con los recursos suficientes. Los enredos del calderonismo han puesto frente a frente al gobierno priísta de Hidalgo con el panista de Guanajuato, siempre bajo la extendida sospecha de que todo el accidentado circo de la asignación de ese proyecto ha tenido como razón de fondo la pretensión del felipismo de beneficiar al estado que tanta votación le infló en 2006 y que es cuna política de destacados personajes del foxismo, comenzando por el propio Chente que no halla la manera de que lo contenten, ya sea entregándole la presidencia del PAN al cártel de Ruffo o añadiendo la citada refinería al menú del Centro Fox... ¡Aleluya! ¡El LiC Alderón ya tuvo oportunidad de colgarse telefónicamente de algo triunfal, con el 5-0 futbolero! ¡Ahora sí podrá anunciarse el inicio del fin de la recesión (cuando menos, y sólo por lo pronto, para las televisoras y sus contratos de publicidad, en riesgo de caer si no pasa la selección sudamexicana al Mundial)! Y, en caso de consolidarse la evidente necesidad extrema de esas muletillas, el antedicho licenciado Lic (sin hache en lugar de la ele) podría incorporar el resultado de ayer, y la obtención de la dorada copa adjunta (¡y dale con lo de los vasos con pie para beber!) a su próximo informe de desgobierno que así quedaría lindamente balompédico (o, sea, referido al futbol, no a la ingesta de bebida en copas con forma de pelota)... Los Pinos ha puesto al manejable conservador Mariano Azuela como candidato oficial a la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, pensando en que, por haber sido presidente de la Suprema Corta, el mencionado Azuela cerrará el paso al aspirante no deseado por el felipismo, que ha sido Genaro Góngora. Pero otra faceta de ese pleito se refiere al destino del propio José Luis Soberanes, quien pretende hacerse de una silla en la referida Suprema Corta. En ese contexto de estira y afloja, de compraventa de favores, de caprichos y despechos, puede entenderse la postura de la CNDH que luego tan crítica se vuelve del mismo gobierno federal, en este caso, en lo referente a las actuaciones de militares que son violatorias de derechos humanos. Dando y dando, soberanamente callando... ¡Hasta mañana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
En las próximas semanas, conforme los gobiernos federal, estatales, municipales y las empresas de la esfera pública apliquen el recorte presupuestal decretado por el gobierno el fin de semana, y que afecta, entre otros, al renglón de servicios personales, un número incuantificable de burócratas quedarán sin empleo. Se sumarán a los millones de desocupados del sector privado. En algunas entidades, donde hubo elecciones de gobernador a principios de mes, las cosas se van a poner feas, y no sólo por el recorte presupuestal. En Sonora, por ejemplo, el equipo priísta de Eduardo Bours será sustituido por la gente del panista Guillermo Padrés. Y en Querétaro y San Luis Potosí vuelven los priístas con Fernando Toranzo Fernández y José Calzada Rovirosa, y saldrán sobrando los azules. Cómo se ha visto en otras alternancias, los recién llegados sólo respetan al personal sindicalizado, pero hacen limpia en la nómina del partido que perdió. Inclusive si el nuevo gobernador es del mismo partido, como los priístas Rodrigo Medina, de Nuevo León; Mario Anguiano, de Colima, y Fernando Ortega, de Campeche, habrá despedidos, porque tendrán que cumplir con los compromisos de campaña. Un caso que puede ser dramático es el de los empleados de las delegaciones del Distrito Federal, donde se anticipan millares de ceses por el nuevo reparto del poder entre los partidos y las tribus. Y en la Cámara de Diputados, generosa nómina a la que cada uno de los 500 afortunados tratará de subir a alguien de su equipo, la lucha será encarnizada. La restricción presupuestal hará difícil contratar gente para llenar los huecos de la que se va. Ya lo dijo el Tlacuache Garizurieta: vivir fuera del presupuesto es vivir en el error. Y en tiempos de recesión, es un horror.
¿Dónde está?
¿Cómo es que una potencia petrolera mundial como México tiene que recortar su presupuesto y despedir a parte de su personal burocrático? ¿Dónde está el dinero del petróleo que entró como río el sexenio pasado y aun este? Nos dijeron que iba a crearse una reserva para cuando llegaran las vacas flacas, es decir, cuando cayera el precio del petróleo de la nube que andaba (150 dólares el barril). En las cuentas que presentó Hacienda sólo aparecen 92 mil millones de pesos, ¿les parece mucho? Recordemos que ingresaron alrededor de 150 mil millones de ¡dólares! el sexenio pasado, y sólo se salvó aquella suma que se antoja patética porque, además, son pesos devaluados. Recientemente los mexicanos presenciamos un espectáculo inverosímil: el ex presidente Fox se opuso violentamente a que fueran revisadas las cuentas de su sexenio, aparecen notorias irregularidades que fueron detectadas por la auditoría. Hubo un penoso intercambio de insultos: los diputados lo llamaron ladrón, le recordaron los escándalos de corrupción del toallagate, la megabiblioteca, la remodelación del rancho Fox y la playa Tamarindillo. Fox los señaló como tontos y mentirosos. Los capos de los grupos parlamentarios optaron por agacharse, difirieron para una fecha futura, imprecisa, el debate. También tienen cola que les pisen. No faltó la nota de humor (autosic) sicótica: “Ahorita les ha dado miedo Fox –dijo el inmensamente próspero ex presidente– porque estoy en la comisión de estrategia del PAN tratando de apoyar a mi partido para salir adelante en esta elección”. ¿Será que su confusión mental le impide entender que una de las calves de la derrota panista se llama Fox? Pero yo sigo preguntando: ¿dónde está el dinero del petróleo?
Quiebran siete bancos
¿Y cuándo vamos a salir de este oscuro agujero? El gobierno no tiene un plan propio, sigue aguardando a la reactivación de la economía de Estados Unidos y que nos empuje hacia la superficie. En algunos sectores se advierten signos de mejoría, pero luego surjen noticias que bajan el ánimo. El viernes pasado fue un día trágico para el sector bancario americano: tronaron siete bancos, ya suman 64 en lo que va del año. Pasaron a control de la Federal Deposit Insurance Corp., el IPAB de los gringos. Seis de los siete pertenecen a la misma organización: Security Bank, de Georgia. Seamos realistas: puede pasar mucho tiempo antes de que la economía de Estados Unidos se encuentre en condiciones de servirnos de salvavidas.
Prueban la nueva vacuna
La primera semana del ya próximo agosto comenzarán las pruebas en seres humanos de la nueva vacuna contra el virus H1N1, o influenza mexicana, como lamentablemente la conocen en alunas partes del mundo. El Centro de Desarrollo de Vacunas de la Universidad de Saint Louis llevará a cabo los experimentos y está recibiendo centenares de llamadas de personas que se ofrecen como conejillos de Indias. El antiviral está listo, sólo falta comprobar sus efectos colaterales en seres humanos. Es una buena noticia para México ahora que se presenta con violencia un rebrote. (Señores políticos perrepripánicos, ¡no vayan a vacunarse el dinero de las vacunas)
¿Dónde está?
¿Cómo es que una potencia petrolera mundial como México tiene que recortar su presupuesto y despedir a parte de su personal burocrático? ¿Dónde está el dinero del petróleo que entró como río el sexenio pasado y aun este? Nos dijeron que iba a crearse una reserva para cuando llegaran las vacas flacas, es decir, cuando cayera el precio del petróleo de la nube que andaba (150 dólares el barril). En las cuentas que presentó Hacienda sólo aparecen 92 mil millones de pesos, ¿les parece mucho? Recordemos que ingresaron alrededor de 150 mil millones de ¡dólares! el sexenio pasado, y sólo se salvó aquella suma que se antoja patética porque, además, son pesos devaluados. Recientemente los mexicanos presenciamos un espectáculo inverosímil: el ex presidente Fox se opuso violentamente a que fueran revisadas las cuentas de su sexenio, aparecen notorias irregularidades que fueron detectadas por la auditoría. Hubo un penoso intercambio de insultos: los diputados lo llamaron ladrón, le recordaron los escándalos de corrupción del toallagate, la megabiblioteca, la remodelación del rancho Fox y la playa Tamarindillo. Fox los señaló como tontos y mentirosos. Los capos de los grupos parlamentarios optaron por agacharse, difirieron para una fecha futura, imprecisa, el debate. También tienen cola que les pisen. No faltó la nota de humor (autosic) sicótica: “Ahorita les ha dado miedo Fox –dijo el inmensamente próspero ex presidente– porque estoy en la comisión de estrategia del PAN tratando de apoyar a mi partido para salir adelante en esta elección”. ¿Será que su confusión mental le impide entender que una de las calves de la derrota panista se llama Fox? Pero yo sigo preguntando: ¿dónde está el dinero del petróleo?
Quiebran siete bancos
¿Y cuándo vamos a salir de este oscuro agujero? El gobierno no tiene un plan propio, sigue aguardando a la reactivación de la economía de Estados Unidos y que nos empuje hacia la superficie. En algunos sectores se advierten signos de mejoría, pero luego surjen noticias que bajan el ánimo. El viernes pasado fue un día trágico para el sector bancario americano: tronaron siete bancos, ya suman 64 en lo que va del año. Pasaron a control de la Federal Deposit Insurance Corp., el IPAB de los gringos. Seis de los siete pertenecen a la misma organización: Security Bank, de Georgia. Seamos realistas: puede pasar mucho tiempo antes de que la economía de Estados Unidos se encuentre en condiciones de servirnos de salvavidas.
Prueban la nueva vacuna
La primera semana del ya próximo agosto comenzarán las pruebas en seres humanos de la nueva vacuna contra el virus H1N1, o influenza mexicana, como lamentablemente la conocen en alunas partes del mundo. El Centro de Desarrollo de Vacunas de la Universidad de Saint Louis llevará a cabo los experimentos y está recibiendo centenares de llamadas de personas que se ofrecen como conejillos de Indias. El antiviral está listo, sólo falta comprobar sus efectos colaterales en seres humanos. Es una buena noticia para México ahora que se presenta con violencia un rebrote. (Señores políticos perrepripánicos, ¡no vayan a vacunarse el dinero de las vacunas)
En las recetas fondomonetaristas y la práctica de recortar permanentemente el gasto público, los últimos cuatro inquilinos de Los Pinos creyeron encontrar la piedra filosofal para alcanzar el desarrollo nacional. Y tijera en ristre actuaron en consecuencia: Recortemos, por el bien de la patria. Casi 30 años después, el resultado ha sido desastroso, y el maltrecho jinete en turno –el obediente hijo desobediente– va por el mismo camino.
Recortar, según el Diccionario de la Lengua Española, significa cercenar lo que sobra de algo. Lo paradójico del caso que nos ocupa es que siendo el gasto público notoriamente insuficiente para atender las urgencias nacionales, los cinco inquilinos de Los Pinos dicen creer en aquello de la piedra filosofal, a pesar de que en los hechos son los responsables del periodo histórico (1983-2009) con menor crecimiento económico y nulo desarrollo en el México institucionalizado.
Ahorros por aquí, guardaditos por allá y recortes a diestra y siniestra han sido la constante en las últimas tres décadas, mientras el país cae, cae y cae, y su población junto a él. Eso sí, nunca, por ningún motivo, hablan de recortar, sino de ajustar el presupuesto, y entre ajuste y ajuste han hecho la hombrada de que México crezca menos que Haití, que en ese sentido la economía mexicana ocupe la última posición en América latina y que en 2009 se coloque, si bien va, en el escalón número 141 de 152 posibles en el ámbito internacional. Pero no quitan el dedo del renglón, y el doctor Carstens recién anuncia otro ajuste presupuestal, que volverá a pasar factura al bienestar de los heroicos sobrevivientes de esta nación.
Tras el hallazgo de la piedra filosofal, según su propia presunción, ha sido tal el éxito del taller gubernamental de recorte y confección, que la tasa promedio anual de crecimiento económico en casi 30 años a duras penas, con esfuerzo sobrehumano, llegaría a 2 por ciento, una proporción tres veces menor a la que México registró antes del susodicho descubrimiento de tan preciada roca.
Entre los resultados evidentes de la fábrica neoliberal y sus cinco gerentes destaca el voluminoso ejército de pobres, al cual, paradójicamente, las recetas fondomonetaristas y la política de recorte presupuestal amenazaban con reducir a su mínima expresión en unos cuantos años. Al cierre de 2008, más de 50 millones de mexicanos (según información oficial; 80 millones de acuerdo con cifras más certeras) se mantienen en espera de que la alquimia gubernamental les aporte algún resultado. En vía de mientras, deberán renovar su esperanza y esperar a diciembre de 2012, porque Calderón va que vuela para sumarse al ya grueso inventario de sexenios perdidos en lo que ha desarrollo se refiere, como en tantas otras cosas.
Los cinco gerentes, palabras más o menos, han dicho lo mismo para justificar su recetario y sus consecuentes recortes presupuestales. Para documentar la memoria, va un breve paseo por la retórica neoliberal, en el entendido de que los resultados son por todos sobradamente conocidos y padecidos. Comienza con Miguel de la Madrid, para quien el combate de la crisis requería un ajuste económico drástico, que inevitablemente tendría un costo social, pero hubiese sido mucho mayor y mucho más doloroso si el gobierno no hubiese tomado la iniciativa. Ello podría haber conducido a una situación de caos y retroceso. Estos ajustes son dolorosos, pero necesarios para evitar nuevos desequilibrios en las finanzas públicas. Había que tomar medidas duras, a veces amargas, pero necesarias. El desafío, instrumentar estas medidas con equidad para distribuir con justicia el costo social del ajuste, evitando que el peso del combate a la crisis recayera sobre los grupos más desfavorecidos.
Y el modernizador de México, Carlos Salinas de Gortari, festejaba: “Pocos países han realizado un ajuste de tal magnitud en unos cuantos años. Con todo, constituimos ya un México diferente que empieza a cosechar la siembra de su propia transformación. Los mexicanos (…) sabemos que las cosas se hacen ya de manera diferente y que esos cambios toman tiempo y pasan por ajustes que significarán, más pronto que tarde, bienestar para todos, mayores espacios de libertad y democracia, de respeto y esperanza. Así me lo han dicho los miles de compatriotas con los que he dialogado en mis giras semanales por el interior del país. Así lo ratifican las encuestas de opinión a nivel nacional y regional… Estos resultados sientan las bases para dar un paso definitivo a la estabilidad… La reforma nos permite una nueva perspectiva económica, sin agobio de deuda, inflación o déficit; un nuevo horizonte de equidad social, sin iniquidades crecientes”.
Mister Fobaproa, Ernesto Zedillo, celebraba: “Entre más rápido crezca la economía, más pronto se podrán alcanzar las metas para el bienestar social. Por eso, la política económica de esta administración ha tenido el propósito de alcanzar y preservar las condiciones que permitan a la economía nacional no sólo crecer en el corto plazo, sino hacerlo firmemente a lo largo del tiempo… En los tres ajustes (presupuestales en 1998) prevaleció el criterio de afectar en la menor medida posible el gasto social, lo que afortunadamente ha permitido mantener vigentes las principales metas de los programas en apoyo de quienes más lo necesitan. De no habernos ajustado ahora suficiente y oportunamente a las nuevas circunstancias, más pronto que tarde habríamos pagado un costo mucho mayor en términos de pérdida de crecimiento económico y empleo, inflación e inestabilidad financiera. Dejaremos atrás los traumas económicos que se han dado alrededor del cambio sexenal de gobierno desde hace casi un cuarto de siglo”.
El de las ideas cortas y la lengua larga, Vicente Fox, aseguraba que “hemos promovido la convergencia de las políticas económica y social, como la base para construir una sociedad más justa y humana. Sin crecimiento económico, no hay desarrollo humano. El compromiso de mi gobierno es con todas las mexicanas y mexicanos, pero especialmente con quienes viven en la pobreza y en la marginación. Nuestro objetivo es incorporar plenamente y pronto, a todos los marginados y marginadas al proceso de desarrollo, de tal manera que su nivel de vida no dependa de programas asistenciales. Este gobierno no dispensa privilegios; su desempeño está guiado por la legalidad… Este es un gobierno con las manos limpias” (lo dijo primero él).
Y Calderón, lo mismo, pero con acento michoacano.
Las rebanadas del pastel
Resultado: 2 por ciento de crecimiento anual promedio y más de 50 millones de pobres.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
Recortar, según el Diccionario de la Lengua Española, significa cercenar lo que sobra de algo. Lo paradójico del caso que nos ocupa es que siendo el gasto público notoriamente insuficiente para atender las urgencias nacionales, los cinco inquilinos de Los Pinos dicen creer en aquello de la piedra filosofal, a pesar de que en los hechos son los responsables del periodo histórico (1983-2009) con menor crecimiento económico y nulo desarrollo en el México institucionalizado.
Ahorros por aquí, guardaditos por allá y recortes a diestra y siniestra han sido la constante en las últimas tres décadas, mientras el país cae, cae y cae, y su población junto a él. Eso sí, nunca, por ningún motivo, hablan de recortar, sino de ajustar el presupuesto, y entre ajuste y ajuste han hecho la hombrada de que México crezca menos que Haití, que en ese sentido la economía mexicana ocupe la última posición en América latina y que en 2009 se coloque, si bien va, en el escalón número 141 de 152 posibles en el ámbito internacional. Pero no quitan el dedo del renglón, y el doctor Carstens recién anuncia otro ajuste presupuestal, que volverá a pasar factura al bienestar de los heroicos sobrevivientes de esta nación.
Tras el hallazgo de la piedra filosofal, según su propia presunción, ha sido tal el éxito del taller gubernamental de recorte y confección, que la tasa promedio anual de crecimiento económico en casi 30 años a duras penas, con esfuerzo sobrehumano, llegaría a 2 por ciento, una proporción tres veces menor a la que México registró antes del susodicho descubrimiento de tan preciada roca.
Entre los resultados evidentes de la fábrica neoliberal y sus cinco gerentes destaca el voluminoso ejército de pobres, al cual, paradójicamente, las recetas fondomonetaristas y la política de recorte presupuestal amenazaban con reducir a su mínima expresión en unos cuantos años. Al cierre de 2008, más de 50 millones de mexicanos (según información oficial; 80 millones de acuerdo con cifras más certeras) se mantienen en espera de que la alquimia gubernamental les aporte algún resultado. En vía de mientras, deberán renovar su esperanza y esperar a diciembre de 2012, porque Calderón va que vuela para sumarse al ya grueso inventario de sexenios perdidos en lo que ha desarrollo se refiere, como en tantas otras cosas.
Los cinco gerentes, palabras más o menos, han dicho lo mismo para justificar su recetario y sus consecuentes recortes presupuestales. Para documentar la memoria, va un breve paseo por la retórica neoliberal, en el entendido de que los resultados son por todos sobradamente conocidos y padecidos. Comienza con Miguel de la Madrid, para quien el combate de la crisis requería un ajuste económico drástico, que inevitablemente tendría un costo social, pero hubiese sido mucho mayor y mucho más doloroso si el gobierno no hubiese tomado la iniciativa. Ello podría haber conducido a una situación de caos y retroceso. Estos ajustes son dolorosos, pero necesarios para evitar nuevos desequilibrios en las finanzas públicas. Había que tomar medidas duras, a veces amargas, pero necesarias. El desafío, instrumentar estas medidas con equidad para distribuir con justicia el costo social del ajuste, evitando que el peso del combate a la crisis recayera sobre los grupos más desfavorecidos.
Y el modernizador de México, Carlos Salinas de Gortari, festejaba: “Pocos países han realizado un ajuste de tal magnitud en unos cuantos años. Con todo, constituimos ya un México diferente que empieza a cosechar la siembra de su propia transformación. Los mexicanos (…) sabemos que las cosas se hacen ya de manera diferente y que esos cambios toman tiempo y pasan por ajustes que significarán, más pronto que tarde, bienestar para todos, mayores espacios de libertad y democracia, de respeto y esperanza. Así me lo han dicho los miles de compatriotas con los que he dialogado en mis giras semanales por el interior del país. Así lo ratifican las encuestas de opinión a nivel nacional y regional… Estos resultados sientan las bases para dar un paso definitivo a la estabilidad… La reforma nos permite una nueva perspectiva económica, sin agobio de deuda, inflación o déficit; un nuevo horizonte de equidad social, sin iniquidades crecientes”.
Mister Fobaproa, Ernesto Zedillo, celebraba: “Entre más rápido crezca la economía, más pronto se podrán alcanzar las metas para el bienestar social. Por eso, la política económica de esta administración ha tenido el propósito de alcanzar y preservar las condiciones que permitan a la economía nacional no sólo crecer en el corto plazo, sino hacerlo firmemente a lo largo del tiempo… En los tres ajustes (presupuestales en 1998) prevaleció el criterio de afectar en la menor medida posible el gasto social, lo que afortunadamente ha permitido mantener vigentes las principales metas de los programas en apoyo de quienes más lo necesitan. De no habernos ajustado ahora suficiente y oportunamente a las nuevas circunstancias, más pronto que tarde habríamos pagado un costo mucho mayor en términos de pérdida de crecimiento económico y empleo, inflación e inestabilidad financiera. Dejaremos atrás los traumas económicos que se han dado alrededor del cambio sexenal de gobierno desde hace casi un cuarto de siglo”.
El de las ideas cortas y la lengua larga, Vicente Fox, aseguraba que “hemos promovido la convergencia de las políticas económica y social, como la base para construir una sociedad más justa y humana. Sin crecimiento económico, no hay desarrollo humano. El compromiso de mi gobierno es con todas las mexicanas y mexicanos, pero especialmente con quienes viven en la pobreza y en la marginación. Nuestro objetivo es incorporar plenamente y pronto, a todos los marginados y marginadas al proceso de desarrollo, de tal manera que su nivel de vida no dependa de programas asistenciales. Este gobierno no dispensa privilegios; su desempeño está guiado por la legalidad… Este es un gobierno con las manos limpias” (lo dijo primero él).
Y Calderón, lo mismo, pero con acento michoacano.
Las rebanadas del pastel
Resultado: 2 por ciento de crecimiento anual promedio y más de 50 millones de pobres.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
Entre el 21 de agosto y el 17 de noviembre del año pasado, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) levantó la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2008. Sus cifras resultaron gravemente regresivas respecto de 2006, y ello sin considerar (sólo marginalmente) los efectos de la crisis en curso cuyo mayor impacto económico y social se registra, hasta ahora, en el último trimestre de 2008 y los dos primeros de 2009.
La ENIGH 2008 abarcó a 26 millones 732 mil 549 hogares con 106 millones 719 mil 348 integrantes, esto es, cuatro personas en promedio por hogar, de las cuales 1.1 eran menores de 14 años; 2.6, de 14 a 64, y 0.3, de 64 años y más. El promedio de personas perceptoras de un ingreso en cada hogar ascendió a 2.3 (contra 2.1 en 2006 y dos personas en 2004).
El ingreso trimestral total de los hogares ascendió en 2008 a 1.023 billones de pesos (Gráfico 1). De sus componentes, el ingreso corriente totalizó 981 mil millones (-0.9% inferior al de 2006) y el ingreso financiero 42 mil millones.
En el trimestre de la encuesta, el 10% más pobre de los hogares (decil I) tuvo un ingreso promedio de 17 mil 826 pesos por hogar, y el 10 % más rico (decil X) de 374 mil 230 pesos, una abismal diferencia de 21 veces más.
Comparando la participación de cada decil en el ingreso total en 2006 y 2008 (Gráfico 2), el decil I bajó aún más su raquítica participación del 2.4 % a 1.7% en el bienio. También redujeron dicha participación los deciles II, III, IV, V y VII; la mantuvieron los deciles VI y VIII, y la aumentaron los deciles IX y X, lo cual significa que en vez de avanzar hacia una distribución más equitativa, la política fiscal de México está siendo regresiva y propiciando una mayor concentración del ingreso y una desigualdad cada vez más explosiva.
La ENIGH 2008 abarcó a 26 millones 732 mil 549 hogares con 106 millones 719 mil 348 integrantes, esto es, cuatro personas en promedio por hogar, de las cuales 1.1 eran menores de 14 años; 2.6, de 14 a 64, y 0.3, de 64 años y más. El promedio de personas perceptoras de un ingreso en cada hogar ascendió a 2.3 (contra 2.1 en 2006 y dos personas en 2004).
El ingreso trimestral total de los hogares ascendió en 2008 a 1.023 billones de pesos (Gráfico 1). De sus componentes, el ingreso corriente totalizó 981 mil millones (-0.9% inferior al de 2006) y el ingreso financiero 42 mil millones.
En el trimestre de la encuesta, el 10% más pobre de los hogares (decil I) tuvo un ingreso promedio de 17 mil 826 pesos por hogar, y el 10 % más rico (decil X) de 374 mil 230 pesos, una abismal diferencia de 21 veces más.
Comparando la participación de cada decil en el ingreso total en 2006 y 2008 (Gráfico 2), el decil I bajó aún más su raquítica participación del 2.4 % a 1.7% en el bienio. También redujeron dicha participación los deciles II, III, IV, V y VII; la mantuvieron los deciles VI y VIII, y la aumentaron los deciles IX y X, lo cual significa que en vez de avanzar hacia una distribución más equitativa, la política fiscal de México está siendo regresiva y propiciando una mayor concentración del ingreso y una desigualdad cada vez más explosiva.
La defección de Óscar Arias
Acasi un mes del golpe de Estado perpetrado en Honduras, resulta clara la existencia de una fractura en el entorno democrático internacional: mientras que, por una parte, diversos gobiernos latinoamericanos han exigido el retorno al cargo del presidente constitucional de ese país centroamericano, Manuel Zelaya, la secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, y el presidente costarricense, Óscar Arias, por la otra, han tenido diversas expresiones de complacencia hacia los golpistas y el régimen espurio que encabeza Roberto Micheletti.
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El Correo Ilustrado
Apoyan lucha de comunidad Mitzitón
El 21 de julio, en la localidad de Mitzitón, Chiapas, fueron atacados compañeros de la otra campaña por indígenas que no colaboran con la comunidad, organizados como paramilitares y encabezados por Carmen Díaz López, con la coordinación del gobierno del estado. Los atacantes iban encapuchados, con armas largas y una camioneta con la que arrollaron y dieron muerte a Aurelio Díaz Henández.
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Apoyan lucha de comunidad Mitzitón
El 21 de julio, en la localidad de Mitzitón, Chiapas, fueron atacados compañeros de la otra campaña por indígenas que no colaboran con la comunidad, organizados como paramilitares y encabezados por Carmen Díaz López, con la coordinación del gobierno del estado. Los atacantes iban encapuchados, con armas largas y una camioneta con la que arrollaron y dieron muerte a Aurelio Díaz Henández.
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En el país, donde los logros municipales no sólo son escasos, sino extraños, existen por fortuna ejemplos extraordinarios que deben ser tomados como casos a imitar a escala nacional y en el mundo entero. Uno es el que encabezó Mario Romero, presidente municipal de La Huacana (2005-2007), quien en tres años colocó a un municipio pobre y de alta marginación de la tierra caliente michoacana en el centro de la atención nacional e internacional.
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La Pontificia Academia de Ciencias organizó entre el 15 y el 19 de mayo, en el Vaticano, la semana de estudio Plantas transgénicas para la seguridad alimentaria en el contexto del desarrollo. Restricciones a la introducción de la biotecnología para mitigar la pobreza. Un largo número de expertos, aunque con muy corta pluralidad en sus posiciones, se sumergieron –a puerta cerrada– en el apasionante mundo de los transgénicos para presentar argumentos que permitan a la Iglesia católica adoptar un posicionamiento frente a tan polémico asunto.
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El golpe oligárquico-militar en Honduras responde a una estrategia global de la administración Obama-Clinton diseñada para hacer retroceder los avances de gobiernos electos democráticamente y mantener o consolidar el poder imperial en algunas zonas calientes del orbe. Tal estrategia opera con base en una política de varios carriles, que combina la intervención militar directa (Afganistán, Pakistán, Irak) con operaciones clandestinas de desestabilización (Venezuela, Irán, Honduras, Bolivia, Ecuador) y una diplomacia de doble vía, que busca articular los instrumentos e iniciativas heredados por la administración Bush a Barack Obama.
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Una vez más los consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE) revelan su habilidad para moldear la ley a su antojo. Contra viento y marea, los máximos árbitros en materia electoral conservan de manera terca e ilegal su negativa para el acceso ciudadano a las boletas de 2006. Sin embargo, de manera hipócrita, hoy circula entre los consejeros un proyecto de acuerdo que les permitiría abrir los paquetes electorales utilizados en la elección de 2009.
El texto de esta nueva resolución evidencia un doble estándar, ya que contradice de manera radical las razones que el IFE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) habían ofrecido para negar el acceso a las boletas de 2006. Los expertos que serán convocados por el IFE para participar en el ejercicio de 2009 deberían ser muy cuidadosos y evitar ser utilizados en este falso ejercicio de transparencia, dado que aquí el orden de los factores sí altera el producto. Antes de abrir cualquier paquete de la elección de este año, primero habría que dejar de violar la ley y ofrecer a toda la ciudadanía la documentación de 2006.
El pasado 3 de junio, el Comité de Información del IFE ratificó, una vez más, su negativa al acceso ciudadano a las boletas de 2006, al rechazar la solicitud de José Rodríguez Toral, de Zapopan, Jalisco. El argumento principal que se esgrime en la resolución del comité dirigido por el C. Ricardo Becerra, alguien vinculado a la transparencia de forma más circunstancial que sustancial, es exactamente el mismo que el TEPJF ya había ensayado hace dos años: la supuesta inaccesibilidad de los paquetes electorales.
Hoy, sin embargo, súbitamente las boletas ya no son tan inaccesibles, dado que el proyecto de acuerdo que se encuentra circulando entre los consejeros propone la realización de un estudio muestral de los paquetes electorales [de 2009] a efecto de conocer información diversa sobre la votación de los electores. La supuesta inaccesibilidad ha resultado ser únicamente una artimaña para cerrar de manera prematura el expediente de 2006.
Ahora bien, la resolución del Comité de Transparencia sobre los documentos de 2006 señala claramente que la supuesta prohibición de acceso no solamente aplica a los ciudadanos en general, sino también a los funcionarios del mismo instituto. “[El] camino por el cual transitan los votos se ve arropado bajo una garantía de inviolabilidad permanente y oponible frente a cualquiera, inclusive al propio instituto”. El Comité de Transparencia también cita una tesis del TEPJF que señala que el IFE carece de facultades para ordenar estudios sobre documentación contenida en los paquetes electorales, diversos de los legalmente permitidos (tesis S3EL 046/98). Sencillamente no existen argumentos jurídicos válidos para fundamentar el doble estándar que el IFE aplica a los casos de las boletas de 2006 y de 2009.
El proyecto de acuerdo sobre las boletas de 2009 también contradice otro argumento central del tribunal electoral, retomado recientemente por el Comité de Transparencia del IFE. Los magistrados electorales habían sostenido que el acceso a las boletas no era necesario porque las actas supuestamente contienen toda la información relevante. Sin embargo, en el acuerdo propuesto para 2009 los consejeros electorales confiesan abiertamente que este argumento es falaz. Señalan que el acceso a las boletas permitiría al IFE conocer información nueva como, por ejemplo, la forma en la que los electores emitieron su voto, la forma específica en la que votaron por las coaliciones y, en su caso, la proporción en la que fue utilizada la opción del llamado voto en blanco.
Ha llegado la hora de tomar en serio el compromiso gubernamental con la transparencia en materia electoral. La obligación de informar y permitir el acceso a los ciudadanos no se puede tratar como un calcetín que se quita y se pone de acuerdo con el paso que marque el tiempo político o con los intereses en juego. La coherencia e integridad de los consejeros electorales se encuentran en juego.
Sería particularmente importante dar seguimiento a la actuación del consejero Francisco Guerrero. Como integrante del nuevo Órgano Garante en materia de transparencia del IFE tendrá que decidir antes del próximo 19 de agosto en torno al recurso de revisión que ha impuesto Rodríguez Toral sobre las boletas de 2006. Asimismo, como integrante del Consejo General, Guerrero tendrá que votar respecto a la apertura de los paquetes de 2009. En el recurso de revisión de Rodríguez Toral también estará a prueba la independencia del experto externo que forma parte del Órgano Garante, Oscar Rodríguez Olvera.
Abrir la documentación electoral de 2009 sin también permitir el acceso a las boletas de 2006 no sería más que una tomadura de pelo que los ciudadanos deberían denunciar con todas sus letras. Asimismo, no estaría por demás que todos los ciudadanos todavía interesados en esclarecer y en estudiar los resultados de 2006, sometieran desde hoy mismo nuevas solicitudes de acceso a las boletas. Al IFE le debe quedar claro que el expediente de 2006 sigue abierto y que la transparencia de la jornada electoral de 2006 sigue siendo una demanda ciudadana vigente.
http://johnackerman.blogspot.com
El texto de esta nueva resolución evidencia un doble estándar, ya que contradice de manera radical las razones que el IFE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) habían ofrecido para negar el acceso a las boletas de 2006. Los expertos que serán convocados por el IFE para participar en el ejercicio de 2009 deberían ser muy cuidadosos y evitar ser utilizados en este falso ejercicio de transparencia, dado que aquí el orden de los factores sí altera el producto. Antes de abrir cualquier paquete de la elección de este año, primero habría que dejar de violar la ley y ofrecer a toda la ciudadanía la documentación de 2006.
El pasado 3 de junio, el Comité de Información del IFE ratificó, una vez más, su negativa al acceso ciudadano a las boletas de 2006, al rechazar la solicitud de José Rodríguez Toral, de Zapopan, Jalisco. El argumento principal que se esgrime en la resolución del comité dirigido por el C. Ricardo Becerra, alguien vinculado a la transparencia de forma más circunstancial que sustancial, es exactamente el mismo que el TEPJF ya había ensayado hace dos años: la supuesta inaccesibilidad de los paquetes electorales.
Hoy, sin embargo, súbitamente las boletas ya no son tan inaccesibles, dado que el proyecto de acuerdo que se encuentra circulando entre los consejeros propone la realización de un estudio muestral de los paquetes electorales [de 2009] a efecto de conocer información diversa sobre la votación de los electores. La supuesta inaccesibilidad ha resultado ser únicamente una artimaña para cerrar de manera prematura el expediente de 2006.
Ahora bien, la resolución del Comité de Transparencia sobre los documentos de 2006 señala claramente que la supuesta prohibición de acceso no solamente aplica a los ciudadanos en general, sino también a los funcionarios del mismo instituto. “[El] camino por el cual transitan los votos se ve arropado bajo una garantía de inviolabilidad permanente y oponible frente a cualquiera, inclusive al propio instituto”. El Comité de Transparencia también cita una tesis del TEPJF que señala que el IFE carece de facultades para ordenar estudios sobre documentación contenida en los paquetes electorales, diversos de los legalmente permitidos (tesis S3EL 046/98). Sencillamente no existen argumentos jurídicos válidos para fundamentar el doble estándar que el IFE aplica a los casos de las boletas de 2006 y de 2009.
El proyecto de acuerdo sobre las boletas de 2009 también contradice otro argumento central del tribunal electoral, retomado recientemente por el Comité de Transparencia del IFE. Los magistrados electorales habían sostenido que el acceso a las boletas no era necesario porque las actas supuestamente contienen toda la información relevante. Sin embargo, en el acuerdo propuesto para 2009 los consejeros electorales confiesan abiertamente que este argumento es falaz. Señalan que el acceso a las boletas permitiría al IFE conocer información nueva como, por ejemplo, la forma en la que los electores emitieron su voto, la forma específica en la que votaron por las coaliciones y, en su caso, la proporción en la que fue utilizada la opción del llamado voto en blanco.
Ha llegado la hora de tomar en serio el compromiso gubernamental con la transparencia en materia electoral. La obligación de informar y permitir el acceso a los ciudadanos no se puede tratar como un calcetín que se quita y se pone de acuerdo con el paso que marque el tiempo político o con los intereses en juego. La coherencia e integridad de los consejeros electorales se encuentran en juego.
Sería particularmente importante dar seguimiento a la actuación del consejero Francisco Guerrero. Como integrante del nuevo Órgano Garante en materia de transparencia del IFE tendrá que decidir antes del próximo 19 de agosto en torno al recurso de revisión que ha impuesto Rodríguez Toral sobre las boletas de 2006. Asimismo, como integrante del Consejo General, Guerrero tendrá que votar respecto a la apertura de los paquetes de 2009. En el recurso de revisión de Rodríguez Toral también estará a prueba la independencia del experto externo que forma parte del Órgano Garante, Oscar Rodríguez Olvera.
Abrir la documentación electoral de 2009 sin también permitir el acceso a las boletas de 2006 no sería más que una tomadura de pelo que los ciudadanos deberían denunciar con todas sus letras. Asimismo, no estaría por demás que todos los ciudadanos todavía interesados en esclarecer y en estudiar los resultados de 2006, sometieran desde hoy mismo nuevas solicitudes de acceso a las boletas. Al IFE le debe quedar claro que el expediente de 2006 sigue abierto y que la transparencia de la jornada electoral de 2006 sigue siendo una demanda ciudadana vigente.
http://johnackerman.blogspot.com
El enorme anuncio aseguraba que “El que no cree en milagros en Uxpanapa no es realista… Seamos realistas, hagamos lo imposible”. Así se trataba de convencer del éxito que tendría un enorme proyecto agropecuario cimentado sobre casi 100 mil hectáreas de lo que fue una de las selvas altas más ricas de Mesoamérica. Su promotor era el gobierno federal por conducto de la Comisión del Papaloapan, ya desaparecida, y el apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo.
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Las posturas de la clase política después del 5 de julio ratifican la descalificación que los ciudadanos expresaron ese día. Su carril se ha vuelto intransitable.
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La Secretaría de Hacienda emitió la semana pasada dos documentos relevantes. El primero es un comunicado sobre la situación de las finanzas públicas y la estrategia de ajuste; el segundo es el informe del vocero, con un título que alude a una metáfora sobre la esperanza: ¿Hay luz al final del túnel?
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Creo que no dijo su nombre, y si lo hizo, no me acuerdo. Yo lo sabía de por sí. Quién no. Su rostro era tan gris como su saco. Ceniciento. Si no triste, melancólico. Aún no siendo mi tipo de hombre, para nada, no lo pude ignorar y me le aproximé. Él me miró sin mirarme, como si yo fuera transparente, una chiquilla le debí parecer.
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Ricardo Raphael
¿Pactar con el narco?
Cada día son más las conversaciones informales donde escucho decir que el presidente Felipe Calderón debería pactar con los narcotraficantes. La cantaleta se repite en voz baja, de mesa en mesa, una y otra vez. Quien lo propone suele tartamudear al principio, mientras explora si topa con un interlocutor afín a sus reflexiones.
A la más mínima coincidencia, la voz del proponente del pacto sube de volumen y es entonces cuando suele lanzar el siguiente argumento: “Siempre ha habido narcotraficantes en México y sin embargo antes aquí se vivía con tranquilidad”. El idílico pasado donde supuestamente los gobernantes mexicanos pactaban con las cabezas de la mafia es usado como el más contundente argumento para dejar la guerra atrás y encontrarle una solución negociada a la crisis de inseguridad.
Sospecho que no son pocos los mexicanos que han sido contagiados ya por esta lógica. El sentido común alerta que mientras la guerra del gobierno en contra del crimen organizado continúe, la violencia experimentada por los mexicanos tenderá a escalar por un buen rato.
He de confesar que el malestar producido en mí por esta argumentación no se debe, como un conocido me recriminara en fechas recientes, a un principismo moral que me impide ver los hechos tal cual son. Tampoco de un terco rechazo al pretendido sentido común de la propuesta, aunque definitivamente el pacto con las mafias me parezca un inmenso sentido contrario.
La convicción mía en contra de esta apuesta viene de otra parte: creo materialmente imposible regresar en el tiempo para reencontrarnos con ese pasado donde policías y ladrones acordaban los términos de su pacífica convivencia y, simultáneamente, la tranquilidad —real o simulada— en la que vivíamos los ciudadanos.
No descarto que hubo una época larga en el país, cuando unos señores muy poderosos aprovechaban sus cargos en el gobierno para arbitrar los conflictos entre las diferentes organizaciones criminales. Gracias a sus buenos oficios, esos mismos sujetos acumularon fortunas incalculables. Un ejemplo temprano de este tipo de funcionario —profesional del pacto con lo ilegal— fue Abelardo L. Rodríguez, gobernador de Baja California y también presidente de la República Mexicana entre 1932 y 1934.
La biografía de este individuo es abundante en episodios relacionados con la protección a los más destacados representantes del hampa estadounidense —Al Capone incluido— a cambio de participar como socio de casinos, garitas, burdeles y centros de apuesta en la frontera con California. Los años 20 y 30 fueron un paraíso de impunidad para los dueños de estos lugares de recreo y diversión, y también para los políticos mexicanos que los auspiciaron.
Con el dinero que Rodríguez se procuró por esa vía en Tijuana y Mexicali, pudo luego financiar, entre otras actividades, la campaña militar que Plutarco Elías Calles enfrentó contra Adolfo de la Huerta y también hizo una importante aportación monetaria para la segunda campaña presidencial de Álvaro Obregón. Llegó tan lejos su éxito que Calles lo premiaría con la jefatura del Estado mexicano por un par de años.
Fueron varias las centenas de políticos mexicanos que quisieron luego copiar este modelo de negocios para asegurar su sobrevivencia en el poder. Las malas lenguas acusan, por ejemplo, al Negro, Arturo Durazo, de haber sido uno de los últimos funcionarios públicos que, tras su cargo, escondía un papel protagónico entre los mandos de la mafia capitalina.
La crisis económica del país en los años 80 y 90 transformó dramáticamente esa relación entre gobernantes y criminales. Debido a la debilidad de las instituciones públicas —producto de la precariedad financiera— las jerarquías se invirtieron: los políticos dejaron de ser los empleadores y los criminales dejaron de ser sus empleados. Fue entonces cuando los líderes de los principales cárteles comenzaron a contratar a funcionarios públicos de alto nivel como piezas subordinadas de su gran emporio.
Gracias al nuevo arreglo, los mafiosos pudieron salir de debajo de las alcantarillas para pasearse libremente por las calles y caminos del país. Poco después, esa misma libertad la utilizaron para matarse entre ellos, a plena luz del día y teniendo a la ciudadanía como testigo.
Este contexto obligó al Estado mexicano a combatir de frente a las mafias. Un asunto relacionado directamente con la sobrevivencia del resto de nosotros, ya que no hay manera de resucitar a Abelardo L. Rodríguez, o al Negro Durazo para que acuerden los términos de una idílica convivencia con los criminales.
Sin ingenuidad: del mismo modo como ha ocurrido con tantos otros políticos y funcionarios, cualquiera que hoy quisiera prestarse al juego de la negociación con la mafia terminaría como un miserable subordinado más de esa monumental empresa. Por fortuna, el México del siglo XX ya no cabe de vuelta entre nosotros.
Analista político
A la más mínima coincidencia, la voz del proponente del pacto sube de volumen y es entonces cuando suele lanzar el siguiente argumento: “Siempre ha habido narcotraficantes en México y sin embargo antes aquí se vivía con tranquilidad”. El idílico pasado donde supuestamente los gobernantes mexicanos pactaban con las cabezas de la mafia es usado como el más contundente argumento para dejar la guerra atrás y encontrarle una solución negociada a la crisis de inseguridad.
Sospecho que no son pocos los mexicanos que han sido contagiados ya por esta lógica. El sentido común alerta que mientras la guerra del gobierno en contra del crimen organizado continúe, la violencia experimentada por los mexicanos tenderá a escalar por un buen rato.
He de confesar que el malestar producido en mí por esta argumentación no se debe, como un conocido me recriminara en fechas recientes, a un principismo moral que me impide ver los hechos tal cual son. Tampoco de un terco rechazo al pretendido sentido común de la propuesta, aunque definitivamente el pacto con las mafias me parezca un inmenso sentido contrario.
La convicción mía en contra de esta apuesta viene de otra parte: creo materialmente imposible regresar en el tiempo para reencontrarnos con ese pasado donde policías y ladrones acordaban los términos de su pacífica convivencia y, simultáneamente, la tranquilidad —real o simulada— en la que vivíamos los ciudadanos.
No descarto que hubo una época larga en el país, cuando unos señores muy poderosos aprovechaban sus cargos en el gobierno para arbitrar los conflictos entre las diferentes organizaciones criminales. Gracias a sus buenos oficios, esos mismos sujetos acumularon fortunas incalculables. Un ejemplo temprano de este tipo de funcionario —profesional del pacto con lo ilegal— fue Abelardo L. Rodríguez, gobernador de Baja California y también presidente de la República Mexicana entre 1932 y 1934.
La biografía de este individuo es abundante en episodios relacionados con la protección a los más destacados representantes del hampa estadounidense —Al Capone incluido— a cambio de participar como socio de casinos, garitas, burdeles y centros de apuesta en la frontera con California. Los años 20 y 30 fueron un paraíso de impunidad para los dueños de estos lugares de recreo y diversión, y también para los políticos mexicanos que los auspiciaron.
Con el dinero que Rodríguez se procuró por esa vía en Tijuana y Mexicali, pudo luego financiar, entre otras actividades, la campaña militar que Plutarco Elías Calles enfrentó contra Adolfo de la Huerta y también hizo una importante aportación monetaria para la segunda campaña presidencial de Álvaro Obregón. Llegó tan lejos su éxito que Calles lo premiaría con la jefatura del Estado mexicano por un par de años.
Fueron varias las centenas de políticos mexicanos que quisieron luego copiar este modelo de negocios para asegurar su sobrevivencia en el poder. Las malas lenguas acusan, por ejemplo, al Negro, Arturo Durazo, de haber sido uno de los últimos funcionarios públicos que, tras su cargo, escondía un papel protagónico entre los mandos de la mafia capitalina.
La crisis económica del país en los años 80 y 90 transformó dramáticamente esa relación entre gobernantes y criminales. Debido a la debilidad de las instituciones públicas —producto de la precariedad financiera— las jerarquías se invirtieron: los políticos dejaron de ser los empleadores y los criminales dejaron de ser sus empleados. Fue entonces cuando los líderes de los principales cárteles comenzaron a contratar a funcionarios públicos de alto nivel como piezas subordinadas de su gran emporio.
Gracias al nuevo arreglo, los mafiosos pudieron salir de debajo de las alcantarillas para pasearse libremente por las calles y caminos del país. Poco después, esa misma libertad la utilizaron para matarse entre ellos, a plena luz del día y teniendo a la ciudadanía como testigo.
Este contexto obligó al Estado mexicano a combatir de frente a las mafias. Un asunto relacionado directamente con la sobrevivencia del resto de nosotros, ya que no hay manera de resucitar a Abelardo L. Rodríguez, o al Negro Durazo para que acuerden los términos de una idílica convivencia con los criminales.
Sin ingenuidad: del mismo modo como ha ocurrido con tantos otros políticos y funcionarios, cualquiera que hoy quisiera prestarse al juego de la negociación con la mafia terminaría como un miserable subordinado más de esa monumental empresa. Por fortuna, el México del siglo XX ya no cabe de vuelta entre nosotros.
Analista político
Lydia Cacho
Plan B
Todos son Juanito
Nuestra izquierda política es una vergüenza. En teoría los valores éticos del PRD deberían estar relacionados con la aspiración a un mundo equitativo y justo que respete las diferencias. Otros partidos pueden hacer de la ética un lujo prescindible. Para la izquierda, en cambio, es el activo político primordial. La derecha va siempre de la mano del dinero, de la imposición del poder y de sus dogmas económicos y religiosos; la equidad para la derecha significa mantener a raya a los pobres para que no molesten a los ricos y su estatus quo. El PRI, que se autodenomina un partido de centro (aunque batee para la derecha y la izquierda dependiendo de los aires electorales), tiene como activo fundamental el acopio de poder histórico y el monopolio del corporativismo.
Lo que tienen en común en este momento todos los partidos y sus rémoras representadas en mini partidos, es una gran incapacidad para asumir su responsabilidad en el caos nacional que sus inconsistencias han creado.
Más allá del folklore, el montaje de Juanito y su convocatoria a votar por el PT y no por su partido es imperdonable, y Andrés Manuel debería asumir su responsabilidad al hacer de la política un circo pueblerino. El PRD no tiene la riqueza del PAN, ni el corporativismo del PRI y poco les ha importado a AMLO a Ortega y a sus equipos, que la sociedad entera haya visto y escuchado las inconsistencias, actos de corrupción, verdades ocultas y manipulación que tanto han criticado de los otros. Las consecuencias son devastadoras pues la ausencia de autocrítica y su cobardía para depurarse, ha dejado en la orfandad de representatividad a millones de personas de izquierda que buscan quien hable por ellas, que gane para ellas batallas legislativas y de derechos humanos.
Los líderes panistas son igual de incapaces de asumir sus defectos e incongruencias. Con una mano se persignan y con la otra roban, un día se casan ante el obispo y al siguiente se van con una colombiana de fuego; sus hijas abortan en el extranjero pero se aseguran de que ninguna otra mujer pueda hacerlo. Protegen sacerdotes pederastas y responsabilizan al PRI de los males del país, aunque se olvidan que el PAN lleva nueve años gobernando México. Han demostrado que los panistas son tan corruptos como el PRI, pero cobran más cara la mordida.
El verdadero éxito del PRI, como ya se ha dicho, reside en haber demostrado que los demás partidos son iguales que él. Sobre ese argumento Beatriz Paredes ha renovado su buen humor y los priístas han tomado un segundo aire para decir a los otros: somos igual de mentirosos y corruptos pero nosotros somos los verdaderos, los únicos y originales, por eso estamos de regreso.
La única posibilidad de rescatar una opción de izquierda legítima, reside en la construcción de una personalidad política centrada en la ética y en la lealtad a los principios universales. No se logrará mientras sigan apostando al caudillismo, a los “arreglos” y componendas de la corrupción política, mientras siga siendo una mala copia del PRI.
Nuestra izquierda política es una vergüenza. En teoría los valores éticos del PRD deberían estar relacionados con la aspiración a un mundo equitativo y justo que respete las diferencias. Otros partidos pueden hacer de la ética un lujo prescindible. Para la izquierda, en cambio, es el activo político primordial. La derecha va siempre de la mano del dinero, de la imposición del poder y de sus dogmas económicos y religiosos; la equidad para la derecha significa mantener a raya a los pobres para que no molesten a los ricos y su estatus quo. El PRI, que se autodenomina un partido de centro (aunque batee para la derecha y la izquierda dependiendo de los aires electorales), tiene como activo fundamental el acopio de poder histórico y el monopolio del corporativismo.
Lo que tienen en común en este momento todos los partidos y sus rémoras representadas en mini partidos, es una gran incapacidad para asumir su responsabilidad en el caos nacional que sus inconsistencias han creado.
Más allá del folklore, el montaje de Juanito y su convocatoria a votar por el PT y no por su partido es imperdonable, y Andrés Manuel debería asumir su responsabilidad al hacer de la política un circo pueblerino. El PRD no tiene la riqueza del PAN, ni el corporativismo del PRI y poco les ha importado a AMLO a Ortega y a sus equipos, que la sociedad entera haya visto y escuchado las inconsistencias, actos de corrupción, verdades ocultas y manipulación que tanto han criticado de los otros. Las consecuencias son devastadoras pues la ausencia de autocrítica y su cobardía para depurarse, ha dejado en la orfandad de representatividad a millones de personas de izquierda que buscan quien hable por ellas, que gane para ellas batallas legislativas y de derechos humanos.
Los líderes panistas son igual de incapaces de asumir sus defectos e incongruencias. Con una mano se persignan y con la otra roban, un día se casan ante el obispo y al siguiente se van con una colombiana de fuego; sus hijas abortan en el extranjero pero se aseguran de que ninguna otra mujer pueda hacerlo. Protegen sacerdotes pederastas y responsabilizan al PRI de los males del país, aunque se olvidan que el PAN lleva nueve años gobernando México. Han demostrado que los panistas son tan corruptos como el PRI, pero cobran más cara la mordida.
El verdadero éxito del PRI, como ya se ha dicho, reside en haber demostrado que los demás partidos son iguales que él. Sobre ese argumento Beatriz Paredes ha renovado su buen humor y los priístas han tomado un segundo aire para decir a los otros: somos igual de mentirosos y corruptos pero nosotros somos los verdaderos, los únicos y originales, por eso estamos de regreso.
La única posibilidad de rescatar una opción de izquierda legítima, reside en la construcción de una personalidad política centrada en la ética y en la lealtad a los principios universales. No se logrará mientras sigan apostando al caudillismo, a los “arreglos” y componendas de la corrupción política, mientras siga siendo una mala copia del PRI.
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