Luis Hernández Montalvo.
Ya fueron publicadas las Convocatorias para los exámenes nacionales de oposición, para el otorgamiento de plazas a docentes en servicio y que actualmente ostentan una plaza de manera provisional o interina, y para quienes ingresarán al servicio docente por primera vez, principalmente para los egresados de las escuelas normales en los últimos años.
De la misma manera que el año pasado, los distintos grupos que actúan al interior del SNTE han polarizado sus declaraciones, por un lado, los líderes del CEN del SNTE, consideran que las convocatorias son un importante avance de la política educativa sexenal en relación con la Alianza para la Calidad de la Educación. En el mismo orden de ideas, los distintos grupos opositores a los dirigentes formales del SNTE, rechazan la medida y es probable que en los próximos días se produzcan algunas muestras de resistencia.
En tanto, el señor Alonso Lujambio Irazábal, guarda prudente silencio, al igual que su antecesora, la señora Josefina Vázquez Mota y como cualquier novato ha firmado las convocatorias con serias contradicciones e inexactitudes, dejando al descubierto una cauda de corrupción, apenas encubierta por lo apabullante de la propaganda en los medios electrónicos. Imaginemos, por un momento a la profesora Elba Esther Gordillo como la principal moralizadora del sistema educativo nacional, desde sus declaraciones, ya sea desde su casa de San Diego o desde el Hotel Presidente, del D.F.
Hasta ahora se ha argumentado que el examen de oposición tiene su fundamento legal en el apartado B del Artículo 123 Constitucional, entre otros, sin embargo, hasta ahora lo que se ha demostrado ha sido lo contrario. La medida preocupa, porque lo que pudiera ser un mecanismo válido para la selección y contratación de docentes, en la medida de no estar fundamentado legalmente, pueden producirse serios reveces e involuciones que pueden propiciar nuevos motivos de conflictos entre el magisterio nacional. Llama la atención el hecho de que sea el SNTE, el sindicato representante de los trabajadores y no la SEP como representante de la Institución, la que convoque en primera persona.
Creo que esto se debe a que en los últimos años, se han borrado las fronteras de responsabilidad entre la SEP y el Sindicato. El SNTE ha invadido al aparato burocrático de la SEP, formalmente controla al cincuenta por ciento de las administraciones locales y los gobernadores no designan a los secretarios de educación de sus estados sin contar con la aprobación de la Presidenta del CEN del SNTE. Otro bastión del SNTE, se localiza en la Subsecretaría de Educación Básica, la más importante por su cobertura y por el presupuesto de que dispone. El puesto esta a cargo del yerno de la profesora Presidenta del SNTE.
Independientemente de que los especialistas del SNTE hayan elaborado el contenido de las bases de las convocatorias, tanto las que se refieren a los exámenes de oposición como de todos los documentos de carácter oficial, que por ley deba firmar el secretario de Educación Pública, yo supongo que lo correcto, lo formalmente correcto, es la Institución la primera en ser nombrada, y el SNTE como representante de los intereses de los trabajadores, aparecer en segundo término. Forma es también fondo. Dicho de otra manera, es necesario saber quien gobierna la Secretaría de Educación Pública, quien dispone el rumbo de la Educación Pública y el destino cultural de la nación mexicana.
Los profesores esperamos nuevas y mejores señales de la autoridad, queremos que los subsecretarios den la cara a la sociedad y que nos digan la diferencia entre un programa sectorial de educación, con las prioridades del gobierno en turno y su visión de transformación en función de diagnósticos concretos y por otro lado y en función de esa visión, los acuerdos políticos y las Alianzas partidarias, las conveniencias de involucrar a la sociedad, queremos a un Secretario que nos hable con la verdad, cuales son sus sueños para este país que lo acoge y le delega responsabilidades, que le paga un salario, que le da su confianza a pesar de su alejamiento de la Educación Pública.
No contamos con la información precisa sobre la contratación de los maestros mexicanos, pero podemos suponer e imaginar una pirámide muy pronunciada que refleja con toda inequidad la vida laboral del magisterio, en primer lugar, en la cúspide de la pirámide se encuentran los profesores con los salarios más altos, cuyos montos sobrepasan los veinticinco mil pesos mensuales, se localizan los profesores de Educación Superior de tiempo completo, de estos un número muy reducido ejerce la docencia, normalmente estas plazas se encuentran en poder de líderes del SNTE o de funcionarios de educación. En este pico de la pirámide también se encuentran las plazas de Carrera Magisterial de Educación Básica, tanto los que tienen una como de los que tienen dos plazas, todas controladas por el SNTE.
Hacia abajo se encuentra una base muy sólida de profesores llamados de jornada con veinticinco horas frente a grupo. Aquí se encuadran los trabajadores de educación inicial, preescolar y primaria, tanto generales como de educación indígena. El salario inicial de estos trabajadores no rebasa los cinco mil pesos mensuales, (concepto 07). Por ahora no quisiera discutir si su salario es o no justo, lo que debemos preguntarnos, es si ese salario puede satisfacer, no solamente sus necesidades de sobrevivencia, sino también las de carácter cultural que le permita enfrentar exitosamente los desafíos de su trabajo en el aula. Si queremos que a las aulas lleguen los mejores maestros, los de mayor preparación, entonces habrá que discutir el salario profesional de estos maestros que ingresan al servicio docente por Examen Nacional de Oposición.
No hay que hacerse demasiadas ilusiones, para los que tenemos memoria, nos dijeron en 1968, que el aumento de un año a la carrera docente, cuatro años de educación normal después de la secundaria mejoraría los salarios de los profesores, en 1984, nos repitieron que para profesionalizar al magisterio, era necesario cursar un bachillerato pedagógico de tres años y cuatro de Carrera Docente.
Por primera vez los estudiantes de las normales empezaron a graduarse con el grado de licenciados en educación y llevamos más de veinticinco años y las cosas siguen igual, como profesores o como licenciados seguimos ganando lo mismo. El sindicato siempre ha firmado las políticas sexenales y nada ha cambiado, la oposición esta en contra de todo y esto facilita las cosas a líderes y funcionarios. ¿Por qué no en lugar de oponernos, abrimos una discusión nacional sobre el futuro de la carrera docente y su profesionalización? ¿Por qué no aprovechar los distintos Blogs que se han empezado a construir en las escuelas normales, en las instituciones de formación docente y los muy personales de profesores y estudiantes para empujar hacia una nueva cultura de los trabajadores de la educación?
Si existen miles de profesores que no ejercen la docencia, que se han convertido en una élite protegida por líderes y funcionarios, entonces ¿Cómo funciona el sistema educativo del país? Líderes y funcionarios han creado un mecanismo de control laboral de los trabajadores de la educación, fundamentalmente de los profesores, a través de la existencia de miles de plazas que no llegan a ser de jornada, plazas con menos de diez y nueve horas.
Un trabajador con una plaza de doce horas, debe trabajar sus doce horas, semana, mes, si el trabajador quiere que se le incrementen las horas, debe solicitar la intervención del Sindicato. A una escuela de setenta o ciento cincuenta trabajadores, le entregan vía sindicato de treinta a cuarenta horas de Programación Detallada PRODET, los secretarios generales delegacionales reparten estas horas entre sus incondicionales, los que hacen campaña a favor del PRI o del Partido Nueva Alianza, o los que apoyan a los precandidatos del Partido Acción Nacional, como es el caso de Puebla, los que participan en las campañas negras contra los gobernadores que no son afines a la presidenta del SNTE, los mercenarios que se venden por hambre, porque tienen la necesidad de llevar el alimento a sus hijos y a sus mujeres.
Un sindicato que represente los intereses comunes de los trabajadores, debiera preocuparse por la situación laboral de sus representados, por mejorar sus condiciones de vida y de trabajo, por crear mecanismos salariales que permita que se queden efectivamente los mejores, lamentablemente el Examen Nacional de Oposición no corrige estos vicios, los hace evidentes y legaliza su vigencia. De las plazas a concurso para el ingreso al servicio docente, de las plazas de jornada, apenas se promueven 10 212, en tanto que se someten a concurso 52 643 plazas hora- semana- mes, ante una demanda de más de cien mil trabajadores, registrados en las primeras veinticuatro horas posteriores a la publicación de la convocatoria. En cuanto el examen para el otorgamiento de plazas a los profesores en servicio, las cosas no varían. Se han puesto a concurso 6 175 plazas de jornada o de medio tiempo y 48 464 plazas hora- semana- mes. Esta realidad angustiante debe cambiar, los trabajadores no tienen sindicato que los represente.
El sistema educativo esta construido sobre estas bases de vileza, la sociedad y el sistema productivo nada puede esperar, de la escuela Pública, pero tampoco de la privada. La Presidenta del CEN del SNTE insiste en revisar “La vocación de las escuelas normales del país” Lo que la profesora quiere decir es que deben cerrarse las escuelas normales, que cada año expulsan a miles de desempleados, que no serán contratados ni en el sector Público y menos en el privado, pero la maestra se olvida que en los últimos vente años fueron el SNTE y la Iglesia Católica las dos entidades políticas beneficiadas con la creación de escuelas normales sin ningún control, sin estudios de factibilidad, medio únicamente la ambición desmedida de líderes regionales y la presión de los obispos.
Maestros con plazas de cuatro horas, con salarios de doscientos pesos mensuales, ¿Podrán tener un compromiso con sus alumnos y con la comunidad a la que sirven? Yo no se si la maestra, si los hombres y mujeres que dicen representar a los trabajadores les da un poco de vergüenza cuando se sientan a la mesa con su familia, cuando saben que miles de profesores se mueren de hambre literalmente hablando, la maestra sabe lo que se siente, lo padeció pero también recibió el auxilio de manos generosas, que le extendieron el pan a pesar de la pobreza de quien lo hacía.
El autor es profesor del Bachillerato General Matutino del Benemérito Instituto Normal del Estado de Puebla.
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