Santiago Igartúa
MEXICO, DF, 14 de abril (apro).- El crimen aturde, persigue a los mexicanos en la fragilidad de su cotidianidad violenta, según se desprende de una encuesta presentada por la asociación civil México Unido contra la Delincuencia, en que se da cuenta de una sociedad desganada y frágil, que coexiste entre el temor y la desconfianza.
Encomendada a Consulta Mitofsky, el sondeo Percepción ciudadana sobre la inseguridad en México, arroja que 39% de los consultados cree que es el propio crimen organizado el que va ganando la “guerra” desatada en su contra por parte del gobierno de Felipe Calderón.
Sin tregua, 77% no confía en que Calderón logre ganar su “guerra”.
Por el contrario, 22% piensa que el terror se acrecentará, mientras que otro 42%, en la desesperanza, no vislumbra cambio alguno en lo que resta del sexenio.
Reflejo de la sociedad, la encuesta registró que más de la mitad de los consultados no considera exitosos los operativos de combate al crimen organizado, aparte de que 36% de plano considera que han sido un “fracaso”.
A golpes de realidad, brutales como son las crónicas de la vida en la frontera norte del país, el Ejército ha perdido credibilidad. Desacreditado, perdió diez puntos porcentuales de aceptación en su intervención para hacer frente a las organizaciones criminales, si bien conserva la venia de 74%.
Una mayoría respalda la veracidad de los medios que han visto sus espacios teñidos de rojo para denunciar la violencia que lastima al país.
Así, 44% de los cuestionados opinó que el periodismo refleja “lo que está ocurriendo”, en contraste a 18% que habla de una exageración en las noticias. En contraste, 33% consideró que se ocultan cosas “aún peores” a las que se reportan.
Presos del miedo, con la libertad fracturada, 72% de los mexicanos consultados dijo convivir con el fantasma del horror rondando su cabeza: piensan que en cualquier momento pueden ser víctimas de un secuestro.
Más aún, 78% vive con e temor de ser víctima de un robo a mano armada.
El estudio acusa que cuatro de cada cinco ciudadanos ha visto acrecentar su vulnerabilidad en los últimos doce meses.
Ése es, según México Unido contra la delincuencia, el mayor registro en percepción de inseguridad desde noviembre de 2008.
Y alarmante es la cifra de 27% de los encuestados que declaró haber sufrido un delito cercano apenas en los últimos tres meses.
La inseguridad ha maniatado a la ciudadanía,
modificando sus hábitos más legítimos y naturales: seis de cada diez consultados dijeron haber suprimido hábitos como visitar parientes, amigos y salir de noche, un singular y autoimpuesto “toque de queda”. Incluso 62% reveló que no lleva más dinero consigo.
Los consultados, en contundente mayoría, consideraron “peligroso” el colaborar con la policía. De ahí que sólo siete de cada diez aceptarían fungir como testigos en un juicio por un delito.
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