Pide feminista respeto igual que a los hombres, por su trabajo
Por Nadia Altamirano Díaz, corresponsal
Oaxaca, Oax 5 oct 10 (CIMAC).- Los diez años que ha dedicado a analizar “la prensa por dentro” permiten que la profesora de periodismo, Joana Gallego Ayala de la Universidad Autónoma de Barcelona, aseguró que en los medios de comunicación hay un tratamiento diferenciado para mujeres y hombres.
“Son ellas quienes reciben un trato asimétrico, irreverente, de objeto y se habla más de sus accesorios, que de lo que hacen”, sostiene.
Aunque en las redacciones de España el número de reporteras representa más del 40 por ciento, en los puestos donde se toman las decisiones disminuye al 25 por ciento y como directoras no hay más del 5 por ciento. Muchas de las mujeres que se incorporan al medio periodístico optan por “ser uno más”, y renunciar a su género, para no ser señaladas como feministas.
Al impartir hoy una conferencia magistral a estudiantes de la carrera de comunicación de la Universidad Mesoamericana, la especialista en medios y equidad de género dijo que las mujeres periodistas son minoría y en las noticias “aparecen menos”.
“Son nombradas de una manera familiar e irreverente o vicaria –en función de alguien-, se les trata como objeto, y no como sujeto que actúa”. A los hombres, “tanto para bien o para mal”, se les pone su nombre, su apellido y un verbo que denota acción.
La fundadora de la Asociación de Mujeres Periodistas de Cataluña, bosquejó el análisis que, con un grupo de colaboradores, en el 2001 empezó a hacer de los cinco periódicos más importantes de España, entre ellos “El País”, “La Vanguardia” y la agencia de noticias “Efe”.
En ese “ejercicio subjetivo” pudo observar que un periódico era capaz de poner en portada la foto de los zapatos de una ministra simplemente porque eran raros, cuando se trataba de una nota seria. “A los medios no le importa lo que digan o hagan las mujeres, sino si son jóvenes, viejas o guapas”.
El cambio que sí ha podido observar en la prensa española, es el tratamiento de la violencia hacia las mujeres. Mientras que en los años 80, los medios “tipificaban el suceso como un hecho individual, un problema personal, sin causas ni razones”, ahora es abordado como un proceso social. A la fecha, en España suman 45 mujeres asesinadas, una cifra excesiva porque los hombres no dejan de verlas como objetos que les pertenecen.
EN LAS REDACCIONES
La autora de libros como “Mujeres de papel”, “El sexo de la noticia”, “Eva devuelve la costilla a Adán” y próximamente “De reinas a ciudadanas”, se asume como feminista antes que profesora. Hubiera optado por ser periodista “de calle” y de serlo, quizá hubiera optado por ser de las que se apartan de la competitividad.
En los medios de comunicación, ha observado que “el género se queda colgado en la entrada de la redacción como si fuera un abrigo” porque las mujeres, en esa cosmovisión imperante del género masculino, no se ven como tales, sino como una profesional, “hay quienes luchan y batallan a pesar de ser deslegitimadas y otras que voluntariamente se excluyen de esa lucha”.
Por eso, el incremento del número de mujeres en los medios de comunicación no garantiza que ese tratamiento hacia lo femenino cambie, porque “la presencia masculina es tan fuerte que las mujeres tienden a inhibirse”, y tampoco “basta ser mujer para cambiar el discurso, los cambios sociales son efectivos cuando llegan a la conciencia.
“Las mujeres ya llegamos a nuestro estado de conciencia, ahora quienes tienen que cambiar son los hombres. Ese tránsito lento y difícil que han hecho las mujeres ahora, lo tienen que hacer los hombres a la inversa, hasta el punto que las cuestiones domésticas le sean naturales”.
“Ya basta de hablar del cambio de las mujeres, hay que reflexionar sobre qué es ser hombre y la masculinidad, porque a mujeres y hombres nos han socializado de manera distinta”.
Sin que sea una solución a la asimetría que enfrentan las mujeres en los medios de comunicación, Joana Gallego sugiere tratarlas como sujetos que actúan, con el mismo respeto que reciben los hombres, criticar su trabajo y no su vida íntima. "Los periodistas no son jueces ni curas, ofrecen la realidad".
La especialista invitada a México por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, entre otras instancias, ofrecerá mañana miércoles una conferencia más en el Instituto de Estudios Superiores de Oaxaca (IESO).
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