Eduardo Ibarra Aguirre
Como el alumno más distinguido del jardín de niños USA, Felipe Calderón Hinojosa recibió una estrellita en la frente de manos de Barack Hussein Obama, por la vía telefónica en la víspera de una de las fiestas nacionales por excelencia.
Ambos gobernantes coincidieron en calificar como “deplorable asunto”, la extraordinaria y agradecible divulgación de los primeros de más de 2 mil cables, reportes e informes sobre la verdadera opinión que tiene el gobierno del abogado y otrora senador por Illinois, o por lo menos la titular del Departamento de Estado y su procónsul en México Carlos Pascual, sobre el gobierno de Calderón que hace cuatro años ordenó, de manera anticonstitucional, emprender a las fuerzas armadas en contra del narcotráfico y el crimen organizado, y hoy uno de los momentos estelares se padece en Michoacán que, no se olvide, fue donde empezó.
La colocación de la estrellita en la frente del distinguido aliado, pero subordinado a la Casa Blanca, el Pentágono y su política exterior, no tuvo por desgracia una ceremonia oficial en la que los partidarios del abogado, economista y administrador público pudieran ovacionarlo y los abundantes críticos testificar por la vía de las decisivas cámaras del duopolio de la televisión, no las legislativas a las que Calderón Hinojosa --como cabeza del gobierno de leyes al que tan bellos discursos dedica--, les enmendó la ley antisecuestros a la hora de publicarla en el Diario Oficial de la Federación. Lo anterior es de una gravedad mayúscula y por supuesto que no lo digo yo, sino “integrantes” de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados que declararon a los reporteros Enrique Méndez y Roberto Garduño (La Jornada, 9-XII-10, p. 13). Con una parsimonia digna de mejor causa, los parlamentarios preparan “un extrañamiento” al titular del Ejecutivo convertido en gran legislador por la vía de la rotativa.
Los “actos irresponsables” de Wikileaks y su director Julian Assange, prisionero en Londres, fueron la materia de la conversación telefónica entre los mandatarios, para reafirmar su “compromiso compartido de trabajar conjuntamente contra las organizaciones criminales trasnacionales”. Por supuesto, los mexicanos seguirán poniendo los muertos, heridos y atropellados en sus garantías individuales, sin que Washington se moleste en cumplir la obligación elemental de combatir el intocado y redituable negocio del contrabando de armas a lo largo de su frontera sur, con todo y los 30 mil efectivos que la vigilan.
La estrellita colocada vía telefónica, pero que amerita una ceremonia tan formal como solemne, en Los Pinos o en la Casa Blanca, obedece también a la “exitosa conclusión” de la conferencia sobre el cambio climático, en la que Calderón desempeñó un “liderazgo y trabajo excelente”.
Atrás, pero muy atrás quedaron las agraviantes radiografías elaboradas por personal de Pascual, revisadas y autorizadas por éste, sobre el Ejército y la Marina, entre los que se pretende sembrar cizaña; la capacidad del aparato de inteligencia, “el estado emocional de Calderón” sin que se aluda al famoso accidente de la bicicleta (fija, aseguran diversas fuentes que no me autorizan a revelar sus nombres) y marca Johnnie Walker. Además de las hilarantes quejas del michoacano de Morelia ante los señores del imperio por la creciente influencia de Hugo Rafael Chávez en México y el financiamiento para Andrés Manuel López Obrador. “Mitómano” le contestó el tabasqueño de Macuspana. Y el que calla otorga.
Con el borrón y cuenta nueva que aceptó el marido de Margarita Zavala, se refrenda como un mal negociador ante los desnudados gobernantes formales del imperio, en pronunciado declive general.
Acuse de recibo
Norma Esperanza Falcón comenta desde Villahermosa, Tabasco: “No hay excusas ni pretextos para dejar pasar el que se realicen las acciones sobre el desplazamiento de las autoridades y auditar a las empresas que son denunciadas públicamente, recuperando en dichos operativos toneladas de dinero producto del narcotráfico”. Esto a propósito de Inteligencia y error de cálculo (10-XII-10)… Jorge Meléndez Preciado recibió un reconocimiento de Radio Educación por 25 años como usuario de los micrófonos de la emisora. Pero Mario Plutarco Marín Torres, mejor conocido como El góber precioso, no comparte la percepción de la emisora de la Secretaría de Educación Pública y lo demandó ministerialmente… Pregunta de Nelly Olivos: “Tras retirar a un grupo de activistas que protestaban a las afueras de una de las sedes de la COP 16, elementos de la ONU se enfrascaron a golpes con periodistas. ¿Qué autoridad tiene la ONU para realizar estas detenciones?”… Nora Ahumada Sánchez encabeza la lista de amigas y lectores de Utopía que hacen llegar sus mejores deseos para este escribidor. Le siguen René Serrano García, director general del periódico La Región; Carmen Lila Romero y Luis Alberto García, editores de Carta Mesoamericana, Ik Balam y Síntesis periodística: sucesos y sucedidos; y la Gran Unión de Libre Pensadores.
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