Estiman legisladoras retroceso en los derechos políticos
México, D.F., 16 dic. 10 (CIMAC).- Con 50 votos a favor y ocho en contra, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó en lo general el Código de Instituciones y Procedimientos Electorales, con lo que se eleva la proporcionalidad de las cuotas de género de un 70-30 a un 60- 40, aunque no se llega a la paridad.
Durante la sesión de hoy en la ALDF, cinco legisladores se pronunciaron en contra del dictamen que el 14 de diciembre fue avalado por la Comisión de Asuntos Político Electorales, pues señalaron que no incluye la paridad de género en las candidaturas y además restringe los derechos políticos y electorales de las y los ciudadanos.
Mientras en tribuna se presentaba el dictamen que deroga el actual Código Electoral del DF, el grupo de diputados locales, encabezados por Maricela Contreras Julián, Horacio Martínez Meza y Valentina Batres, mostraron una serie de cartulinas con la leyenda “Las diputadas exigimos paridad, 50-50”.
En contra de la propuesta, habló el diputado por el Partido de la Revolución Democrática, Horacio Martínez Meza, quien dijo que esta “mal llamada reforma electoral” no aborda temas trascendentales como la paridad de género para las candidaturas en los cargos de elección popular y obstaculiza la creación de partidos locales.
De acuerdo con Martínez Meza, entre los lineamientos de esta iniciativa esta el establecer que para que un partido político obtenga su registro, deberá contar con el 2 por ciento de afiliados de la lista nominal de 14 de las 16 delegaciones políticas, lo que dijo, no es acorde a la realidad, pues actualmente es de 0.5 por ciento.
Agregó que de aprobarse se estaría cumpliendo con los intereses del actual jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, pues al no haber más asociaciones políticas, no habría oposición.
Así recordó que mientras el mandatario local criticó que en el Estado de México desapareció la figura de las candidaturas comunes, en la Ciudad se impide la conformación de partidos políticos.
Cuando en el recinto legislativo se discutía la iniciativa, afuera, un grupo de jóvenes se manifestó en contra de lo que llamaron la “La Ley Marcelo”, porque argumentaron, obstaculiza la participación ciudadana; no obstante adentro de las instalaciones el Partido Acción Nacional destacó las bondades de esta reforma.
El diputado panista, Fernando Rodríguez dijo que su partido siempre tuvo una postura propositiva, inspirada en la propuesta de Reforma Política de Felipe Calderón y destacó que el nuevo Código aprueba el voto de los capitalinos que viven en el extranjero.
Además recalcó que se mandata la desaparición de los colores que se relacionen con algún partido político de los programas de los entes públicos; prohíbe programas sociales emergentes en época electoral y reestructura el Instituto Electoral del Distrito Federal, al crear la Comisión y Dirección Ejecutiva de Participación Ciudadana.
Respecto de las candidaturas afirmó que se eleva la proporcionalidad de 60 a 40 por ciento por género, que actualmente es de 70 por 30, y se mantiene el género indistinto de los suplentes, con el fin de no trastocar los derechos políticos de los candidatos a puestos de elección popular, de elegir a su suplente.
Sin embargo, las diputadas Patricia Razo Vázquez y Valentina Batres coincidieron en señalar que con esta iniciativa se estaría dando un retroceso de los derechos políticos, en una ciudad de “vanguardia” porque la equidad de género no se ha valorado como un esfuerzo común entre mujeres y hombres.
Al tomar la palabra, afirmaron que las mujeres siguen siendo invisibles y lamentaron que aún se crea que la voz de las mujeres no es sustancial en la representación popular.
Valentina Batres dijo que no se debía dejar pasar que las suplencias fueran optativas, por que de hacerlo “se estaría simulando a la democracia y estamos simulando a la inclusión y estamos simulando a que somos visibles las mujeres. Por eso no puede ser menos”, aseguró.
Una vez expuestos los argumentos y cuestionadas las reglas que a decir de algunos legisladores no son propias de un régimen democrático, la iniciativa fue aprobada en lo general aunque con reservas en diversos artículos, por lo cual la comisión dictaminadora aún la esta discutiendo para analizar si se pueden hacer cambios.
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