3/07/2012

Los periodistas pal café......





Julio Hernández López: Astillero
Largamente especializado en dar condolencias y ensayar justificaciones, el secretario de Gobernación Poiré (quien antes de ocupar este cargo ya era vocero oficial funerario) acudió a un paraje guerrerense para, a nombre del Estado mexicano, ofrecer las más sentidas y sinceras disculpas a Inés Fernández, una integrante del pueblo meph’aa que sufrió violación sexual por parte de soldados en 2002.
No viajaron a Ayutla éste y otros funcionarios calderonistas por motivaciones propias o por un súbito sentimiento de culpa por los daños causados a la sociedad durante el par de administraciones panistas (el ataque a la señora Fernández sucedió durante el foxismo), ni hubo en el lance falsamente piadoso de ayer alguna muestra de arrepentimiento o compasión por lo sucedido durante el actual sexenio, el de los casi sesenta mil asesinados y miles de desaparecidos, sino el cumplimiento forzado de una resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, luego de un largo proceso jurídico en el que la afectada, sus cercanos, y una porción valiente y persistente de la ciudadanía remontaron los mil obstáculos que desde el poder se instalan para evitar que asome algo parecido a la justicia.
Incluso, en el colmo del oportunismo cínico, la cosmética procuradora federal, Marisela Morales, anunció con aires efusivos el inicio de una investigación con profesionalismo, exhaustividad y transparencia frente a la víctima respecto a lo que durante diez años desatendieron los gobiernos panistas. La procuradora Morales, siempre bien acicalada, parecía la genuina madre política de un alumbramiento propio y no la extemporánea ejecutante de una orden superior inexcusable, de carácter internacional.
Lo sucedido en Ayutla es, sin embargo, un ínfimo adelanto del juicio histórico que alcanzará a los integrantes del actual escuadrón gubernamental de la muerte. No solamente los opositores al calderonismo insisten en la grave responsabilidad de esa facción en el baño de sangre que se ha dado al país. Instituciones internacionales varias han ido documentando y denunciando, una tras otra, las culpas del calderonismo en el manejo de la violencia estatal, específicamente en el rubro de la guerra contra ciertos cárteles del narcotráfico.
La Jornada, por ejemplo, dio ayer como nota principal el informe hecho ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas por su propio Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas e Involuntarias (en
bit.ly/xCyBZq puede releerse la nota). El valioso documento no solamente reporta (con toda la importancia que ello conlleva) lo que los mexicanos viven a diario en cuanto al abuso criminal de las fuerzas policiales, militares y de la Marina contra la población, sino que los tres expertos independientes que visitaron nuestro país en marzo del año pasado (¡cuántas cosas peores han pasado desde entonces!) aseguran haber recibido información concreta, detallada y verosímil sobre desapariciones forzadas que fueron llevadas a cabo por autoridades o por criminales o particulares actuando con el apoyo directo o indirecto de algunos funcionarios públicos.
Rigurosamente cierto es que los hechos señalados ante la ONU corresponden a la amplia gama gubernamental que va más allá de lo federal, y que en muchos estados del país las administraciones locales, pertenecientes a diversos partidos, casi sin distinción en cuanto a corrupción y violencia, son las implacables ejecutoras de las órdenes que les dan los jefes del narcotráfico que han comprado las plazas y tienen bajo amenaza y en enriquecimiento personal a los gobernadores (y las gobernadoras, dirían muchos zacatecanos). Pero ha sido Felipe Calderón el que ha desatado sin tino, con gravísima equivocación, una guerra pensada más en función de necesidades de legitimación por la fuerza y de servilismo hacia los planes estadunidenses de control de su extenso patio trasero.
El sucio ejercicio del poder se ha manifestado incluso en su propio ámbito partidista. Movido por extraños cálculos, Calderón cerró la puerta en Sinaloa al hijo del difunto Manuel Clouthier, igual que lo hizo con otros personajes del partido de blanco y azul en otras entidades. Así, mientras que en Nuevo León se enaltece la historia de los Quesos Larrazábal como digna de premios legislativos (ayer, en Monterrey, una manta colgada en lugar público aseguraba que Gustavo Madero fue beneficiado en su campaña para senador por el dinero de los casinos), en Sinaloa se trató de impedir que Clouthier junior fuera candidato a senador, aunque una decisión del tribunal electoral federal ordenó al PAN levantar el veto contra quien era diputado federal sin militancia partidista aunque por historia familiar y trabajo político concreto era una especie de militante no formalizado.
A pesar de esa devolución de sus derechos a considerar en el PAN, Clouthier renunció a seguir en esa línea y, luego de una serie de coqueteos con Convergencia, es decir, con uno de los partidos que postulan a López Obrador a la Presidencia, el empresario sinaloense prefirió presentarse de manera extraña como aspirante a candidato presidencial de última hora y por fuera de los partidos. En el fondo, pareciera que Clouthier desea hacer ruido suficiente para que avance un plan de mejoría cívica cargada a la derecha que bien podría denominarse MoreAN: Movimiento de Regeneración de Acción Nacional.
Otro ejemplo enfermizo de suciedad desde el poder se produjo en días pasados, cuando el ocupante de Los Pinos azuzó a asistentes a un acto público realizado en Michoacán para calificar negativamente lo hecho por Leonel Godoy como gobernador, sentenciando Calderón que se habían producido desvíos e irregularidades graves en materia presupuestal. Ayer, los senadores del PRD denunciaron esa conducta vengativa del panista michoacano, que no espera de manera institucional a que los órganos adecuados determinen culpas si las hay, sino que con ánimo revanchista, de índole fraternal y partidista, continúa envenenando el ambiente político en general. ¡Hasta mañana!
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Hace tres años –el viernes 20 de febrero de 2009– comentaba con ustedes que el financiero estadunidense sir Robert Allen Stanford había sido localizado por agentes del FBI en el estado de Virginia. Aparecía como presunto responsable de un megafraude por 7 mil millones de dólares. En México residían más de 3 mil de sus víctimas, principalmente en la comunidad judía, y personajes muy conocidos como la actriz Laura Zapata. También atracó al fondo para el retiro de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. El título de sir se lo había otorgado no la reina Isabel de Inglaterra, sino el gobierno de Antigua, un paraíso fiscal donde se ubica su centro de operaciones. No es superfluo recordar que entre sus asesores figuró el ex canciller Jorge G. Castañeda. Finalmente Stanford fue declarado culpable ayer por una corte texana, tiene 61 años y posiblemente pasará los próximos 15 cumpleaños en la cárcel. Antes había caído en la cárcel Bernard Madoff, otro defraudador, y probablemente pasará tras las rejas el resto de sus días. Así opera la justicia estadunidense: de vez en cuando tuerce el pescuezo a un pollo gordo para mostrar a la gente que sí operan las instituciones. En México no ha sido detenido David Nanes, el principal representante de Stanford. Aquí captaba clientes ofreciéndoles intereses muy altos, nada que ver con el Cetes Directo. Se sabe que primero huyó del país, luego habría vuelto con un amparo en el bolsillo. Comenté en su momento, tanto en el caso Madoff como en el de Stanford, que su error fue no haber huido hacia México, antes de ser detenidos, por supuesto. Aquí a personajes de ese calibre se les ofrece el atractivo de que no funcionan las instituciones de justicia. Ahí están, por ejemplo, Hank Rhon, Yunes, Moreira, y la lista es larga. Y el caso del propio Nanes; su jefe está preso y él sigue libre. Eso sí, el presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el estricto Guillermo Babatz, dijo que aplicaría todo el peso de la ley. No puedo omitir un agridulce mensaje que recibí aquellos días de marzo de 2009 de una señora que reside en Santa Fe, me pidió reservar su nombre.
Llamando a las oficinas de Stanford:
Ring… ring.
–Bienvenido a su fondo de inversiones…
–Para español, apriete el 1…
–Para inglés, apriete el 2…
–Para depósitos, apriete el 3…
–Para retiros… apriete las pompis, porque no hay dinero.
El seguro de desempleo
La mayor concentración de dinero es la de las Afore: un billón 640 mil 892 millones de pesos al corte de enero de 2012. Son los ahorros de los trabajadores. En su mayor parte las Afore tienen prestado ese capital al gobierno federal. También juegan en la bolsa de valores y financian a empresas privadas. Lo paradójico es que los verdaderos dueños del dinero, es decir, los trabajadores, no pueden tocar sus ahorros hasta la edad de retiro, 65 años. Excepto en dos circunstancias: desempleo y matrimonio. En el caso de desempleo sólo les suministra el equivalente a un mes de su sueldo, 6 mil pesos es el promedio. Una de las reformas pendientes debe consistir en que con aquel enorme capital se instaure el seguro de desempleo.
Dólar, a $13.15
Aun cuando el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, había anunciado esperanzadamente que la cotización podía mejorar a 12.50 pesos por dólar, ayer la moneda se deslizó a 13.15 a la venta. Las primeras semanas del año había permanecido debajo de 13 pesos. Es inevitable que esto suceda a una economía frágil como la mexicana, sujeta a los vaivenes de los capitales golondrinos. En otros países, como Suiza y Brasil, tienen el problema opuesto: su moneda está sobrevaluada.




Después de la catástrofe de Fukushima, hace un año (Bajo la Lupa, 10/5/11 y 13/11/11), 52 de las 54 plantas nucleares de Japón han sido cerradas cuando la explosión del reactor destruyó la confianza de la población en la energía nuclear (Spiegel Online, 28/2 y 1/3/12) y obligó al gobierno a cambiar su plan energético por la presión de la opinión pública, pese a los poderosos intereses del lobby nuclear: Tepco, físicos y cabilderos.
El siquiatra Jun Shigemura, a cargo de la rehabilitación terapéutica de Fukushima, revela el intenso grado de trauma sicológico de la población (disminuida a la mitad y con incremento de suicidios) debido a que Tepco redujo los salarios 20 por ciento, cuando los trabajadores perdieron sus casas, sus familiares los abandonaron por temor a la radiación y el público los culpa por trabajar en Tepco.
El premier nipón Yoshihiko Noda, más consciente que su antecesor Naoto Kan –físico y agente de patentes (sic), muy bien lubricado por Tepco–, intenta transformar la política energética, pese a los fuertes intereses del nefario lobby nuclear, al cual le importa un comino el historial de Hiroshima y Nagasaki, ya no se diga el desastre de Chernobyl.




Carlos Fernández-Vega: México SA
Será porque ahora está libre de las ataduras que obligan al silencio riguroso a quien ocupe uno de los principales puestos dentro de la estructura gubernamental, o quizá porque a la vuelta de la historia y ya dentro del sector privado finalmente registró el grave error cometido y el enorme costo que por él han pagado México y sus habitantes, pero el hecho es que hoy Guillermo Ortiz habla casi sin ambages sobre lo que durante largos años negó como funcionario: que la extranjerización del sistema financiero otrora mexicano resultó totalmente contraria a los intereses nacionales; que a costillas de los mexicanos, el negocio bancario en este país ha sido increíblemente rentable para las trasnacionales financieras que aquí hallaron su paraíso, y que “los ahorros internos se utilizan para recapitalizar a los bancos extranjeros, privando a México (…) de recursos”.
Así, en unas cuantas frases, el ex secretario zedillista de Hacienda, pieza fundamental del salinato en la reprivatización de las sociedades nacionales de crédito y uno de los principales arquitectos del extranjerizado sistema financiero que opera en el país, resumió el cruento balance de poco más de dos décadas de historia bancaria en México y sus terribles consecuencias para el país, su desarrollo y su gente. Junto Con Carlos Salinas y Pedro Aspe, Guillermo Ortiz abrió la puerta a la jauría de especuladores (amigos del régimen, desde luego) que mayoritariamente se quedó con y destrozó la banca estatizada; con Zedillo operó el rescate bancario y al servicio de los barones puso el Fobaproa, para de inmediato alimentar al monstruo trasnacional que engulló al sistema mexicano de pagos y que ahora no sabe cómo regresarlo a la jaula.
Reprivatizadas las sociedades nacionales de crédito (1991-1992), la autoridad financiera no sólo violó sus propias reglas (entre ellas que la banca no sirva para la especulación de unos cuantos; que los nuevos propietarios se conduzcan con una sólida perspectiva de largo plazo; que se evitará la concentración en agrupaciones formadas por bancos, casas de bolsa, aseguradoras y otros intermediarios, y que se propiciarán sanas prácticas financieras y bancarias, sobre la aptitud y calidad moral de los nuevos barones), sino que a los nuevos cuan voraces dueños procuró todo tipo de privilegios y les permitió cualquier cantidad de excesos e ilegalidades, con la bendición para que asaltaran a su clientela.
Así tronó lo que a todas luces tenía que tronar, y para salvar a los especuladores disfrazados de banqueros el gobierno federal abrió de par en par las puertas del Fobaproa para que los neobarones echaran toda la basura y se la endilgaran a los mexicanos, que han pagado, pagan y lo seguirán haciendo por tropelías ajenas (el costo del rescate de la banca privada fue no menos de 10 veces superior a los ingresos que supuestamente el Estado obtuvo por su reprivatización). De allí al arranque de la extranjerización del sistema bancario, bastó una iniciativa de ley de Zedillo y el aplicado cabildeo del entonces secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, quien a los diputados notificó (23 de enero 1995):
“Una mayor participación de la banca extranjera en nuestro país va a ser útil no solamente para fomentar una mayor competencia y una reducción de márgenes, sino para proveer en estas circunstancias difíciles en que muchos bancos, sobre todo los bancos de tamaño más reducido, tienen problemas para reconocer sus problemas de cartera vencida, estas iniciativas van a propiciar una capitalización mayor de estas instituciones… Lo que se pretende con esta iniciativa es que los extranjeros vengan a apoyar sobre todo a algunas instituciones pequeñas que están teniendo problemas y que justamente por esos problemas de capitalización no pueden atender a sus clientes, no pueden atender a las pequeñas y medianas empresas y no pueden atender a los usuarios del crédito… Yo quisiera mencionar muy enfáticamente que en estas iniciativas no se está proponiendo, desde luego, entregar el sistema de pagos o la banca nacional a los extranjeros. Hoy en día la participación del conjunto de la banca extranjera en el mercado financiero nacional es de alrededor del 8 por ciento… Con esta facilidad que se le estaría dando a la banca extranjera para participar en la capitalización de los bancos mexicanos, estaríamos muy lejos de llegar a los porcentajes de participación y de penetración que hay en otros países… Desde luego, el sistema de pagos –éste es un compromiso– quedaría en manos de mexicanos…”.
Pues bien, 17 años después, y sin dejar a un lado la decidida intervención de Vicente Fox y Felipe Calderón en el proceso, el balance arroja, entre otros elementos, los siguientes: es trasnacional alrededor de 90 por ciento de la banca que opera en México, es decir, su participación, de acuerdo con las cifras del entonces secretario de Hacienda, se incrementó en más de mil por ciento; en lugar de capitalizar a los bancos de tamaño más reducido (Ortiz dixit), los barones foráneos se quedaron con todos ellos; lejos, muy lejos, de fomentar una mayor competencia y una reducción de márgenes, la banca trasnacional aplica y cobra en México intereses y comisiones que no se atreve a cargar en sus países de origen; el crédito productivo muy apartado está, como proporción del PIB, del registrado en 1994, y a estas alturas (febrero de 2012, Banco de México) el 82 por ciento de las empresas en el país obtienen financiamiento de sus propios proveedores, no de la banca, y todas estas gracias con la connivencia de la autoridad financiera que, tal cual procedió después de la reprivatización salinista, no roza a los barones ni con el pétalo de una rosa.
Para dar una idea de lo increíblemente rentable que para las trasnacionales financieras ha resultado el negocio bancario en México, en esos 17 años se han embolsado más de 500 mil millones de pesos en utilidades netas, libres de polvo y paja, sin considerar los pagarés Fobaproa. Alrededor de la mitad de ellas se concentraron en el español BBVA y el estadunidense Citigroup.
También 17 años después, Guillermo Ortiz denuncia que tan sólo entre 2003 y 2011 esas trasnacionales remitieron a sus países de origen alrededor de 20 mil millones de dólares por concepto de dividendos (tres cuartas partes de las utilidades anuales), al tiempo que exhorta a que se apliquen “medidas para limitar la expansión de la banca global, y éste es un buen momento para hacer los ajustes, sobre todo ahora que se rediseñan las finanzas globales y se busca evitar que se repita una de las peores crisis bancarias… Hay que actuar ahora, no después”.
Las rebanadas del pastel
Algunos creen que más vale tarde que nunca, pero en el caso de Guillermo Ortiz parece que fue demasiado tarde.
cfvmexico_sa@hotmail.com


Desaparecidos: documentar la barbarie
La aprobación unánime en el Senado de la República de la Ley de Registro Nacional de Datos, Personas Extraviadas o Desaparecidas, responde parcialmente al clamor nacional e internacional por un drama nacional que ha sido tan persistente como su negación o minimización por los sucesivos gobiernos federales, desde el de Luis Echeverría (1970-1976) hasta el presente.

El Correo Ilustrado
Felicitaciones a Gabo por su cumpleaños 85
A un general de las letras que sí tiene quien le escriba hasta en cien años de soledad y con un amor como aquel en los tiempos del cólera. ¡Felicidades, maestro Gabriel García Márquez!

Claudio Lomnitz: Lo real maravilloso, hoy

Leí ayer la noticia del cumpleaños de Gabriel García Márquez y su celebración con la publicación electrónica de Cien años de soledad. Enhorabuena. Sé que habrá infinidad de jóvenes que descubrirán ese libro con la fascinación que sentimos por él toda una generación. Para nosotros, ese libro fue un verdadero acontecimiento, parecido, a escala sensorial, a lo que fue la aparición del disco Sergeant Pepper’s Lonely Hearts Club Band, de los Beatles, o el Blonde on Blonde, de Bob Dylan. Algo radicalmente nuevo. Un espacio al que se podía volver.


El domingo pasado, por enésima vez, me propuse empezar con el aikido, ejercicio de origen japonés que sus promotores elogian como método para “… neutralizar al contrario en situaciones de conflicto, dando lugar a la derrota del adversario sin dañarlo, en lugar de simplemente destruirlo o humillarlo”.


Frases huecas, promesas discursivas sin posibilidad alguna de llegar a ser realidades medibles. A su paso Josefina Vázquez Mota reparte, sin pudor alguno, declaraciones almibaradas (de almibarar, suavizar con arte y dulzura las palabras, normalmente para ganarse la voluntad de alguien y conseguir de él lo que se desea, Diccionario de la lengua española), que pretenden ocultar el desastre de los dos sexenios que llevamos mal gobernados por personajes emanados del Partido Acción Nacional (PAN).

Luis Linares Zapata: Ñáñaras imperiales

Los núcleos de poder concentrados en la presidencia de Barack Obama están intranquilos. Dos piezas centrales de su estrategia se les han nublado y las quieren clarificar hasta donde sea posible. Una, la de mayor peso, se está delineando en México con motivo del actual periodo electoral. La otra, en la atribulada y casi fuera de control área centroamericana, Guatemala en especial. Mucho de la seguridad que ofrecerán los demócratas en busca de su relección dependerá del acomodo que logren con estos países, ahora devastados por una insostenible violencia. Para calmar sus muchas ñáñaras decidieron enviar al vicepresidente Joseph Biden. Político formado, con esmero y dedicación, en las duras trincheras del partidarismo de base en Estados Unidos, sin duda resumirá, con el cuidado y la visión requerida por sus mandantes, la información que vino a recabar.


No hay paso para la Cruz Roja. No aún. Quizá en unos días, cuando el área haya sido asegurada. Los hombres y niños son separados de las mujeres. Ríos de refugiados: mujeres, niñas, niños pequeños y los viejos, entre los que hay sólo unos cuantos varones. Se habla de hombres que son hechos abordar camiones que se los llevan a un destino desconocido. Devastación. No hay periodistas ni libertad de movimiento para miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Este lugar se llamaba Srebrenica.


Alejandro Nadal: Alemania y la radiografía de la crisis en EuropaDiversos estudios sobre el desempeño de las economías europeas revelan que el estallido de la crisis en Europa se debe a dos factores. En primer lugar, la inestabilidad inherente a las economías capitalistas. En segundo, a una integración monetaria mal concebida que imposibilita el uso de la política macroeconómica. En el centro de este proceso se encuentra un sistema de desequilibrios internacionales y una carrera para deprimir el nivel de vida de los trabajadores en todos los países de la Unión Europea.


La circulación reciente de la grabación de la junta del Consejo Técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en agosto de 2010 ha actualizado la amenaza que pende sobre esa institución, sus trabajadores, los asegurados y sus familias. En la reunión se planteó como una opción despedir e indemnizar a todos los empleados del IMSS y, eventualmente, recontratarlos con un nuevo contrato colectivo con menos prestaciones y un régimen de pensiones igual al de los asegurados del instituto, o sea, con cuentas individuales administradas por una Afore. El centro del conflicto es el Seguro de Enfermedad y Maternidad (SEM) que, según las autoridades del Seguro Social, está a punto de quebrar esa institución.

Javier Aranda Luna: La silenciosa conquista china

El milagro económico chino es de tal magnitud que cada vez se escuchan menos los ecos de la represión en Tiananmen, la violación de los derechos humanos en aquel país, la represión en el Tíbet, la contaminación desmesurada del medio ambiente a tal grado que partículas de sustancias prohibidas en las fábricas de occidente llegan volando desde China hasta las costas de California. ¿Y qué decir del control y la censura en la Internet?


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