Santiago Igartúa
La lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo.
Foto: Miguel Dimayuga
Del
liderazgo moral Elba Esther Gordillo pasó al mando “supremo” del
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación para enfrentar la
incertidumbre del sexenio de Enrique Peña Nieto y la ofensiva
privatizadora empresarial de la educación, luego de “la traición” que
le achaca al saliente Felipe Calderón. “Ayer me necesitaste y hoy me
rechazas”, resumió sobre el comportamiento de Calderón la jefa del
sindicato que la semana pasada hizo alarde de ser el más grande y rico
de América Latina.
SOLIDARIDAD, QR. (Proceso).- La noche del
viernes 19 Elba Esther Gordillo estaba contenta. Se tomó fotografías
durante más de cuatro horas con sus fieles, maestros devotos a su causa
que le rendían pleitesía tras ratificarla como representante máxima de
un Consejo Supremo a través del cual seguirá decidiendo la suerte de
1.4 millones de maestros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación (SNTE).
Todo le había salido bien. A unos días de
iniciarse, pudo cambiar la sede del evento en horas, concertado para
realizarse originalmente en las playas de Baja California.
Hacia
allá un grupo de maestros disidentes partió en una caravana desde el
Zócalo capitalino el domingo 14. Cerca de 200 docentes recorrerían más
de 3 mil kilómetros y siete estados; cinco días de camino en autobuses
hasta llegar al kilómetro 44 de la carretera de Puerto Nuevo, en
Rosarito, para “evitar” que la maestra iniciara un nuevo periodo al
frente del sindicato, según Artemio Ortiz, líder de los disidentes
agrupados en el Comité Ejecutivo Nacional Democrático del SNTE.
El
martes 16 se cambió la convocatoria. Con la firma de la maestra se
anunció que el encuentro sindical había cambiado por completo de
latitud. El encuentro sería en el hotel Barceló de la Riviera Maya, en
el kilómetro 266 de la carretera Chetumal-Puerto Juárez, en el
municipio de Solidaridad, Quintana Roo.
Tres mil 500 delegados de
las 56 secciones del SNTE fueron movilizados y hospedados de improviso
en el lujoso resort categoría premium, un complejo con cinco edificios
de estilo tropical, playero, caribeño, colonial y de palacio.
Diseñado
para todo tipo de excesos, su ostentosidad alcanza servicio de niñera,
centro de negocios, centro de convenciones, capilla, múltiples
restaurantes internacionales especializados en mariscos, comida
oriental, italiana, cortes finos, comida española o mexicana; bares,
discoteca, centro comercial, joyerías, teatros, campos de práctica para
golf y minigolf, canchas de tenis y de basquetbol, cancha de futbol
profesional, spa, cinco “megapiscinas”, lago y monumentales esculturas
prehispánicas que bordan el lujo.
Los huéspedes podían comer y
beber sin costo alguno, cubiertos los placeres bajo el concepto “todo
incluido” que se paga con las tarifas de hospedaje.
Al llegar, la
noche del miércoles 17, a los 3 mil 500 delegados para votar a mano
alzada los destinos del sindicato los esperaba una laptop
Hewlett-Packard, con un costo, aun al mayoreo, no menor de 4 mil pesos
por pieza.
Así la mañana del jueves 18 recibió a la lideresa
sindical con un clamor colosal que se escuchaba a cientos de metros de
un complejo con tres enormes carpas que se instalaron en la cancha de
futbol para el congreso, montadas con cinco pantallas LED gigantes para
concierto, juego de luces, equipo de cine con grúas para filmar “la
fiesta de Elba”, como alguien en la concurrencia la calificaría.
“¡Elba, Elba, Elba!”, retumbaba la escenografía, custodiada por
policías federales y helicópteros de esa fuerza.
Cerca de las 11
de la mañana, con un vestido con el mismo rojo que el fuego, collar y
aretes de perlas, arengando con el puño mientras escuchaba nada más que
su nombre, apareció la maestra. Sólo por el sonido local se llegó a
saber que la acompañaba el gobernador del estado, Roberto Borge Angulo,
indiferente para las miradas.
La llamada “maestra” entre maestras
se adueñó de la situación como lo hizo del oficio. “¡Arriba el SNTE!”,
gritaba poseída el nombre de “la niña de sus ojos” (como llama al
sindicato que lidera) y la concurrencia obedecía replicando sin
importar la falta de aire acondicionado o ventiladores que suplían con
platos de unicel, para aliviarse del despiadado calor del Caribe y los
enormes reflectores para el acto.
Agobiada por sus detractores,
atrincherada con sus más fieles, desgañitó la voz y el alma para
mostrar su fuerza. Vanidosa como es, no le importó el peinado que en la
violencia de sus palabras le cubría el rostro, tampoco le importó el
sudor que la cubría entera. Empoderada en el magisterio sólo supo de
sí. Habló de traiciones y de futuro. Histriónica, arrastró la voz en
los momentos que hizo dramáticos. Mandó mensajes cruzados. A los suyos
y a los que no.
Al terminar la inauguración del acto desapareció
bajo un alto sistema de seguridad del gobernador, que ella rehuía. Su
custodia la había dispuesto más lejos, a 50 kilómetros del complejo
turístico, donde retenes de la policía impedían la entrada a la
veintena de disidentes encabezados por Artemio Ortiz Hurtado, que
pudieron cambiar la ruta desde Baja California para protestar contra la
que llaman “Doña Perpetua”.
Consumadas sus intenciones, dejándose
besar y fotografiar por “sus” maestros, la maestra que habla de sí en
tercera persona dejó caer lágrimas por su mejilla.
Puentes con Peña Nieto
Acosado
el gremio magisterial por distintos grupos de poder y del sector
empresarial, la maestra que se afincó en el poder sindical desde las
entrañas del priismo envió una serie de mensajes al próximo gobierno de
Peña Nieto.
Gordillo, quien en el acto inaugural del Congreso del
SNTE se hizo acompañar por el senador del PRI Carlos Romero Deschamps,
secretario general del Sindicato de Trabajadores de Pemex –a quien
llamó polémico e hizo una deferencia especial–, así como representantes
del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, de la
Federación Democrática de Sindicatos de Servidores Públicos, entre
otros invitados, dejó en claro la fuerza política que representa.
Se
mostró dispuesta a conciliar con Peña Nieto y su equipo y a acoplarse a
nuevos tiempos, no a resignar la voz de mando. “Desde aquí le decimos
al que anda por Europa, que hoy es (presidente) electo, mañana será
constitucional, que tendrá en este gremio un gremio de respeto, de
compromiso, de profundo amor a la patria y de compromiso con él, sin
rubores para un buen gobierno”.
Contrario al proceder del
sindicato al amanecer de los sexenios anteriores, emplazó al priista a
presentar su propuesta educativa antes que el SNTE exponga sus
intenciones. “Para que ya no haya rumores, nosotros vamos a construir
nuestras opciones educativas, pero le pedimos que nos presente su
propuesta educativa para hacer la nuestra. No vamos a presentar la
nuestra para que no siga en discusiones estériles. Esperamos la de él,
la analizaremos, platicaremos y dialogaremos con respeto, con espíritu
solidario, con ánimo de contribuir a un buen gobierno, y ahí
estaremos”, dijo como quien mide el más mínimo riesgo.
En días
pasados, miembros del equipo de transición de Peña Nieto han sido
cautos al referirse al sindicato de Elba Esther. El coordinador de
trabajo de ese equipo de transición, Alfonso Navarrete, criticó
públicamente el jueves 18 a Felipe Calderón y dijo que el grupo que
representa no negociaría en lo “oscurito” con el SNTE:
“En el
sexto año de gobierno, a tres meses de terminar la administración,
hacer una reforma (laboral) que toque el apartado A cuando durante
cinco años ocho meses tuvo cogobernando a un sindicato; ya no estoy
hablando de respeto a una organización sindical sino de un cogobierno a
un sindicato, que lo tuvo en el gobierno de la República, pues suena
más bien a una especie de constancia testimonial de lo que hizo”,
declaró implacable.
En contraste, desde Madrid, el lunes 15 Peña
Nieto se refirió a la transparencia del sindicato de maestros: “Nadie
se opone a este tema. Sin embargo lo que hemos señalado de manera
reiterada es que debe darse en un marco de respeto a la autonomía
sindical”.
Entre tanto, los maestros esperan una pronta
definición en su relación con la próxima administración. Desde su
congreso los mensajes de la maestra aún son ambiguos:
“Vamos
revisando nuestro estatuto, vamos a corregir nosotros lo que esté mal,
vamos a darle vía a lo que esté bien, no permitamos traidores adentro
que permitan ser manipulados por ningún tipo de poder político ni de
partido alguno, revisemos nuestra relación con los partidos, aun aquel
que formamos y no nos avergonzamos, porque demuestra lo grande y
poderosa que es esta organización y lo comprometida que está con México.
“Revisemos
la relación con los partidos, revisemos la relación con el gobierno, y
que sepa bien el gobierno del color que sea, del sitio donde esté, que
los maestros no nos arrodillamos, a los maestros no nos vencerán, los
maestros nos comprometemos con México, los maestros estamos con un buen
gobierno y apoyaremos por que haya buen gobierno, sin rumores, sin
prejuicios.”
Reclamos a Calderón
Cómplices
en 2006, cuando Felipe Calderón como candidato presidencial pactó con
Elba Esther Gordillo el apoyo del SNTE para encumbrarse en el gobierno
federal a cambio del manejo del ISSSTE, el Sistema Nacional de
Seguridad Pública y la Lotería Nacional, según reconoció la propia
maestra en junio de 2011, atrás quedaron los tiempos de solidaridad y
la voluntad que los unía.
Al ocaso del sexenio, ya en la
transición del poder, Calderón rompió la estrecha relación con Gordillo
y con el sindicato magisterial que representa.
La embestida fatal
comenzó con la iniciativa de reforma laboral que el Ejecutivo promovió
bajo la implementación de una figura “preferente”, que incluía la
rendición de cuentas para los sindicatos, y continuó en el extranjero
con críticas a la calidad de los maestros, que Gordillo asumió como
traiciones. Todo fue en septiembre.
Durante su discurso central
en el VI Congreso Nacional Extraordinario del SNTE, el jueves 18, Elba
Esther Gordillo habló de traiciones y mezquindad. Se dirigió a
Calderón, encendida cada una de sus palabras.
“Muchas son las
amenazas que hay para el sindicalismo: iniciativas de ley que se mandan
con el argumento no de encontrar productividad o competitividad, sino
de confrontarnos, y algunos caen en esa trampa que nos puede llevar al
debilitamiento”, decía con el semblante descompuesto en rabia y
criticando los altos índices de desempleo.
En contraste, Gordillo
habló de logros que a ella y a Calderón los atan: “No se puede ni se
debe. Tampoco tengo rubor en decir que muchas cosas buenas se lograron
en el gobierno del presidente Calderón, que las reconocemos, las
valoramos y les damos su justa dimensión”, dijo e hizo énfasis en los
beneficios salariales. De la segunda administración del PAN en el
gobierno federal, el SNTE consiguió aumentos salariales de 28% directo
al salario y casi 9% en prestaciones.
Después le reprochó la
falta de continuidad en la dirigencia de la SEP: “No somos responsables
de tantos cambios en la SEP y que (los exsecretarios Josefina Vázquez
Mota y Alonso Lujambio) llegaran con aspiraciones de ser presidentes.
Que se nos dé nuestro lugar”.
A pesar de “reconocer” su trabajo,
sobre las “medallas” que Calderón se ha colgado en el sexenio por la
negociación de la Alianza por la Calidad de la Educación y que supone
la calificación de los maestros, Gordillo fue muy clara: “No nos
obligaron a la evaluación. No se vale, nosotros la propusimos.
“Nos
cuestionaban y decidimos (…) estimular a los compañeros que egresaban
de las escuelas normales con mayores actitudes, que no conocimientos
(sic). Nunca hablamos de examen, hablamos de evaluación, fue la SEP
quien permitió el término. Evaluar la vocación. Saber más no hace a un
buen maestro. Necesitamos maestros con vocación y que dominen el
conocimiento”, dijo la lideresa del SNTE, que no permitió que se
hiciera un examen a los maestros para evaluarlos.
Sin nombrarlo,
Gordillo reprochó a Calderón el rigor y el rechazo, al grado de
“lastimar” al gremio al cuestionarlo en su última gira presidencial por
Washington, los últimos días de septiembre. Entonces, Calderón fue
tajante:
“Hablando de los desafíos, estoy de acuerdo en que éste
(el de la educación) es seguramente uno de los desafíos más demandantes
para México hoy día. No queda duda de que es necesario hacer más acerca
de la calidad de la educación, de que se tiene que lograr todavía más
cooperación con los sindicatos de los maestros. La paradoja es que hay
dos tipos de sindicatos de maestros: uno tiene muchas prácticas, malas
prácticas, si lo puedo decir así, o mala reputación; y el otro… está
peor”, dijo en referencia al SNTE y la CNTE.
Cuando las recuerda,
las palabras del mandatario que ayudó a ser aún exasperan el ánimo de
“la maestra”: “Perdón, ayer me necesitaste… al gremio, y hoy me
rechazas”, lanzó como reproche y sentenció: “La historia los juzgará.
“De
aquí, de este congreso, le enviamos un saludo y un compromiso: hasta el
último día de su gobierno este gremio será institucional y respetuoso y
solidario con el presidente Felipe Calderón.”
Mexicanos Primero
El
martes 16, a dos días de celebrarse el Congreso Nacional del SNTE, Elba
Esther Gordillo denunció una “campaña mediática” en su contra por parte
de los poderes fácticos del país y criticó sin reservas a la televisión
pública.
La campaña a la que se refería es la liderada por
Mexicanos Primero, organización abocada al ámbito educativo,
directamente ligada a Televisa, que ha destinado recursos y esfuerzos
en combatir a la cúpula sindical del SNTE desde los medios masivos. Al
grupo que la encabeza, Gordillo lo ha acusado de fomentar la
privatización de la educación y lucrar con ésta.
“Con evidentes
objetivos políticos e intereses de los poderes fácticos, a últimas
fechas se ha desplegado una campaña mediática contra los maestros y
contra su organización. Los argumentos son básicamente dos: Que los
maestros son los responsables de la mala calidad educativa y que su
sindicato ha bloqueado toda iniciativa que tenga como fin su
mejoramiento, afirmaciones a todas luces falsas”, escribió Gordillo y
lamentó lo que entiende como “el enorme daño que ha generado el
excesivo consumo de la televisión chatarra por los mensajes de doble
moral con el que se construye”.
De fondo, el problema se inició
con el documental De panzazo, realizado por Mexicanos Primero con la
participación del conductor de Noticieros Televisa Carlos Loret, desde
la cual se desencadenó una crítica masiva a la cúpula del SNTE y la
demanda de que se aplique el examen de evaluación a los maestros y, por
medio de la campaña “Fin al abuso”, que se revisen las cuentas del
gremio.
El pasado 30 de agosto la organización que preside
Claudio X. González denunció que el SNTE paga a 45 mil 753 trabajadores
que no fungen como maestros con un gasto equivalente a más de mil 700
millones de pesos en el último año. El SNTE negó la cifra y aseguró que
son 5 mil 500 los agremiados que dedican su tiempo a labores exclusivas
del sindicato.
Empapada en sudor, en el clímax de su discurso en
el foro del VI Congreso Nacional del sindicato que domina, Gordillo se
refirió a esa disputa:
“Cada maestro y cada trabajador de la
educación debe saber a dónde van sus cuotas; cuánto es de sus cuotas.
Discútanlo, no nos debilita, nos fortalece, pero entre nosotros. ¡Que
no nos quieran revisar Mexicanos Primero! ¡Que rindan cuentas de
Bécalos (campaña de becas escolares organizada por Fundación Televisa)!
¡Queremos cuentas de Bécalos! ¡Queremos cuentas de las asociaciones
que, simulando querer ayudar a la educación pública, lo que les
interesa es el negocio”, reviró Elba Esther Gordillo, llevando al
límite la euforia de sus 3 mil 500 incondicionales.
Y remató:
“Les interesa construir un México de varios puentes: los del primero
para los ricos, los poderosos o aquellos que pueden pagar una
colegiatura cara que no siempre es mejor educación que la pública. Los
otros, los que pretenden preparar a sus estructuras menores, de
conducción laboral y de supervisión de trabajo. Y los otros, que los
quieren de mano de obra barata. ¡En México no! Queremos productividad y
queremos que haya un ingreso justo para todos los trabajadores.
“No
nos vamos a confrontar trabajadores contra trabajadores, ni
trabajadores contra patrones, vamos a confrontar ideas, propuestas,
vayan a las mesas y discutan los temas; nosotros hemos tenido
transparencia, cada consejo, (en) cada pleno se rinden cuentas”, fueron
las palabras de Gordillo.
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