Hiroshi Takahashi
The Special Collection Service (SCS) está conformado por agentes de la
NSA y la CIA, se esconden en las embajadas y consulados de Estados
Unidos y, si los atrapan, nadie reconocerá sus actos
México
es prioridad para los agentes de The Special Collection Service (SCS),
un grupo de espías coordinado por la Agencia Central de Inteligencia
(CIA) y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
De acuerdo con documentos que sacó a la luz el ex contratista de la NSA de Estados Unidos, Edward Snowden, a través de la revista alemana Der Spiegel, los agentes del llamado SCS operaban en 2010 en el Distrito Federal, en Hermosillo, en Monterrey y en Guadalajara.
Eso indica que esta nación es prioridad en América Latina, tomando en cuenta que en Venezuela, por ejemplo, sólo estaban presentes en Caracas; en Cuba, en La Habana; mientras que en Brasil, sólo en Brasilia y en Colombia, solamente en Bogotá.
Los agentes de SCS, el grupo ultra secreto de espionaje que opera en conjunto la NSA y CIA, robaba información por lo menos en 80 ciudades hace tres años, según el mapa que guarda sin censura Cryptome, la librería especializada en documentos desclasificados y criptografía.
Acumulan secretos de América Latina, China, Moscú, Islamabad, Nairobi, Abu Dhabi, París, Alemania, no tienen fronteras. Son conocidos como la fuerza “Misión Imposible” por el sofisticado equipo que utilizan y porque “como siempre, si algún miembro de su equipo es capturado o muere, la secretaría negará todo conocimiento de sus actos”.
De acuerdo con los documentos que filtró Snowden, cualquier asociación de este grupo con cualquier labor de inteligencia está clasificado como secreto. Lo mismo ocurre con su presupuesto (black budget) y detalles de sus misiones.
Se refugian en las instalaciones diplomáticas, embajadas o consulados, de todo el planeta en donde son solicitados o enviados a cumplir con sus tareas.
Son grupos pequeños que trabajan en las sombras, dentro de sus propias paredes. Sus misiones verdaderas no se conocen por la mayoría del staff diplomático cuando ellos llegan a trabajar. Pero poco a poco se sabe que participan en misiones para obtener información de armas nucleares, narcotráfico, terrorismo y otros asuntos relacionados con la seguridad de Estados Unidos.
Un grupo SCS se crea en los centros diplomáticos para recolectar información de inteligencia que se concentra en el cuartel general, en Beltsville, Maryland. En México, al igual que en la mayoría de las sedes de esta región, tienen personal en activo, en tareas de campo y con tecnología de punta vigilando a distancia.
Están acreditados como diplomáticos y disfrutan de privilegios especiales, recuerda Der Spiegel. Eso les permite tener acceso a lugares en los que pueden robar todos los datos que necesitan sin despertar sospechas.
Sin embargo, también utilizan sofisticados dispositivos para robar datos desde las azoteas de las embajadas o consulados. Usan, por ejemplo, antenas que interceptan las señales de celular, de internet y comunicaciones satelitales.
De acuerdo con documentos obtenidos por Snowden y publicados este fin de semana por The New York Times, la Agencia de Seguridad Nacional emerge como una institución que devora información obtenida rutinariamente espiando a amigos y enemigos.
El Times publica la lista de misiones estratégicas de señales de inteligencia de Estados Unidos, o espionaje, de enero de 2007. El documento, que ponían como eje de trabajo para los siguientes 12 o 18 meses, indica que la misión principal es ganar la guerra contra el terrorismo.
Después, proteger el territorio estadunidense de cualquier amenaza a sus habitantes, libertades, información crítica, infraestructura, propiedades y economía. Ponen en lugar destacado las amenazas de enfermedades, epidemias y pandemias.
En tercer lugar, hablan del combate de las armas de destrucción masiva y la proliferación de las mismas. Mencionan como países a vigilar a China, India, Irán, Corea del Norte, Pakistán, Rusia y Siria.
En un apartado hablan de estabilidad política y de enfocarse en las amenazas al liderazgo de Estados Unidos en países en donde tienen interés de que los regímenes continúen, como Irak, Afganistán, Pakistán y Arabia Saudita.
Y destaca que hay que poner especial interés en las actividades políticas internas que puedan provocar una crisis en Corea del Norte, Sudán, Cuba, Kosovo, Turquía, Nigeria, Líbano y Bolivia.
Asimismo, en la misión que investiga los narcóticos y los sindicatos criminales transnacionales y sus redes, habla de mitigar el impacto del tráfico de drogas en Estados Unidos y sus intereses.
Ahí mencionan que debían enfocarse en las actividades y el lavado de dinero que beneficia a los criminales dentro, en y fuera de Colombia y México.
Asimismo, mientras que la NSA se describe como una agencia antiterrorismo, pone como misión el robo de información diplomática y gubernamental de naciones amigas, como México, Japón o Alemania.
Eso incluye espiar a los países y las organizaciones multinacionales, según explica, para asegurarle una ventaja diplomática a Estados Unidos a la hora de negociar y de discutir políticas.
De acuerdo con documentos que sacó a la luz el ex contratista de la NSA de Estados Unidos, Edward Snowden, a través de la revista alemana Der Spiegel, los agentes del llamado SCS operaban en 2010 en el Distrito Federal, en Hermosillo, en Monterrey y en Guadalajara.
Eso indica que esta nación es prioridad en América Latina, tomando en cuenta que en Venezuela, por ejemplo, sólo estaban presentes en Caracas; en Cuba, en La Habana; mientras que en Brasil, sólo en Brasilia y en Colombia, solamente en Bogotá.
Los agentes de SCS, el grupo ultra secreto de espionaje que opera en conjunto la NSA y CIA, robaba información por lo menos en 80 ciudades hace tres años, según el mapa que guarda sin censura Cryptome, la librería especializada en documentos desclasificados y criptografía.
Acumulan secretos de América Latina, China, Moscú, Islamabad, Nairobi, Abu Dhabi, París, Alemania, no tienen fronteras. Son conocidos como la fuerza “Misión Imposible” por el sofisticado equipo que utilizan y porque “como siempre, si algún miembro de su equipo es capturado o muere, la secretaría negará todo conocimiento de sus actos”.
De acuerdo con los documentos que filtró Snowden, cualquier asociación de este grupo con cualquier labor de inteligencia está clasificado como secreto. Lo mismo ocurre con su presupuesto (black budget) y detalles de sus misiones.
Se refugian en las instalaciones diplomáticas, embajadas o consulados, de todo el planeta en donde son solicitados o enviados a cumplir con sus tareas.
Son grupos pequeños que trabajan en las sombras, dentro de sus propias paredes. Sus misiones verdaderas no se conocen por la mayoría del staff diplomático cuando ellos llegan a trabajar. Pero poco a poco se sabe que participan en misiones para obtener información de armas nucleares, narcotráfico, terrorismo y otros asuntos relacionados con la seguridad de Estados Unidos.
Un grupo SCS se crea en los centros diplomáticos para recolectar información de inteligencia que se concentra en el cuartel general, en Beltsville, Maryland. En México, al igual que en la mayoría de las sedes de esta región, tienen personal en activo, en tareas de campo y con tecnología de punta vigilando a distancia.
Están acreditados como diplomáticos y disfrutan de privilegios especiales, recuerda Der Spiegel. Eso les permite tener acceso a lugares en los que pueden robar todos los datos que necesitan sin despertar sospechas.
Sin embargo, también utilizan sofisticados dispositivos para robar datos desde las azoteas de las embajadas o consulados. Usan, por ejemplo, antenas que interceptan las señales de celular, de internet y comunicaciones satelitales.
De acuerdo con documentos obtenidos por Snowden y publicados este fin de semana por The New York Times, la Agencia de Seguridad Nacional emerge como una institución que devora información obtenida rutinariamente espiando a amigos y enemigos.
El Times publica la lista de misiones estratégicas de señales de inteligencia de Estados Unidos, o espionaje, de enero de 2007. El documento, que ponían como eje de trabajo para los siguientes 12 o 18 meses, indica que la misión principal es ganar la guerra contra el terrorismo.
Después, proteger el territorio estadunidense de cualquier amenaza a sus habitantes, libertades, información crítica, infraestructura, propiedades y economía. Ponen en lugar destacado las amenazas de enfermedades, epidemias y pandemias.
En tercer lugar, hablan del combate de las armas de destrucción masiva y la proliferación de las mismas. Mencionan como países a vigilar a China, India, Irán, Corea del Norte, Pakistán, Rusia y Siria.
En un apartado hablan de estabilidad política y de enfocarse en las amenazas al liderazgo de Estados Unidos en países en donde tienen interés de que los regímenes continúen, como Irak, Afganistán, Pakistán y Arabia Saudita.
Y destaca que hay que poner especial interés en las actividades políticas internas que puedan provocar una crisis en Corea del Norte, Sudán, Cuba, Kosovo, Turquía, Nigeria, Líbano y Bolivia.
Asimismo, en la misión que investiga los narcóticos y los sindicatos criminales transnacionales y sus redes, habla de mitigar el impacto del tráfico de drogas en Estados Unidos y sus intereses.
Ahí mencionan que debían enfocarse en las actividades y el lavado de dinero que beneficia a los criminales dentro, en y fuera de Colombia y México.
Asimismo, mientras que la NSA se describe como una agencia antiterrorismo, pone como misión el robo de información diplomática y gubernamental de naciones amigas, como México, Japón o Alemania.
Eso incluye espiar a los países y las organizaciones multinacionales, según explica, para asegurarle una ventaja diplomática a Estados Unidos a la hora de negociar y de discutir políticas.
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