8/08/2014

Los periodistas pal café . . .


El compadre Neme nomás ofreció disculpas. El proceso de licitación de la nueva IAVE (que no es llave) fue impugnado y sospechoso; la aplicación aún hoy es increíblemente torpe; la administración de Caminos y Puentes Federales dejó a las empresas saliente y entrante que se arreglaran entre ellas y confió en los reportes de que todo iba bien, y miles de conductores de vehículos automotores siguen sufriendo una ‘‘modernización’’ que haría estallar en renuncias a cualquier buró directivo de empresa privada, pero el compadre de Enrique Peña Nieto sólo ofreció disculpas y prometió mejoras dentro de algunos días ante una comisión de senadores que emitió algunos posicionamientos discursivos críticos, pero que a fin de cuentas permitió al funcionario federal salir sonriente, al igual que sonriente ha de estar el beneficiario final de tanto brinco en suelo disparejo, el empresario favorito del sexenio, Roberto Alcántara, presidente del Grupo Toluca y próximo aspirante televisivo, camionero, aeronáutico, constructor y contratista a ser el Slim (Carlos&Charlie en tiempos salinos) de esta temporada atlacomulca.
Todo cabe en un errorcito o unas disculpas, sabiéndolo acomodar. Así que el gobernador ‘‘aliancista’’ de Sinaloa, Mario López Valdez, conocido como Malova, estima que hubo por ahí alguna pifia a la hora en que envió una iniciativa de reformas a la ley de la procuraduría estatal de Justicia, en la que establecía restricciones escandalosas al ejercicio periodístico, y a la hora en que el dócil Congreso local la aprobó tal cual, incluso sin leer sus términos, como ahora han aducido algunos diputados para atenuar su responsabilidad.
Malova era priísta cuando el gobernador Jesús Aguilar Padilla consiguió nombrar a otro político, Jesús Vizcarra Calderón, como candidato al relevo, así que aceptó fungir como abanderado de PAN, PRD y Convergencia en 2010, en plena euforia ‘‘aliancista’’ impulsada desde Los Pinos y acompañada amablemente por el chuchismo para quitar al tricolor el poder en algunos estados, postulando a ex priístas súbitos, como Ángel Aguirre Rivero en Guerrero (contra Manuel Añorve), el propio Malova (acrónimo popularizado por su cadena de ferreterías), al convergente Gabino Cué en Oaxaca y al gordillista Rafael Moreno Valle en Puebla. Los cuatro experimentos de ‘‘alternancia’’ aliancista han resultado absolutamente fallidos, sin que se cumplieran las expectativas de cambio que sin fundamento algunos asignaban a políticos que provenían de la misma matriz política del priísmo saltimbanqui. De la ley bala poblana a la ley mordaza sinaloense, nomás por dar dos ejemplos.
En Sinaloa, en realidad, el gobierno lo ejercen los grupos de interés (nótese el esfuerzo de autoprotección que hace el tecleador para no mencionar expresamente a los cárteles del narcotráfico, o concretamente a uno, el principalísimo a nivel nacional, ni a su muy ejecutivo jefe máximo hoy alojado por necesidades del sistema en una cárcel federal). Tal poder omnipresente ejerce una censura sin necesidad de leyes en esa entidad donde la violencia delictiva es asunto cotidiano. Además, el gobernador Malova practica, como sus pares en los demás estados y en el nivel nacional ocupado por uno de sus paisanos (David López, mítico en las historias de control fáctico de medios, ahora autopromovido aspirante a la gubernatura), el manejo a conveniencia del presupuesto para publicidad en medios, castigando a los críticos y premiando a los acomedidos.
Pero, aun así, Malova por sí mismo o empujado por alguno de sus paisanos domiciliados en la capital del país impulsó la idea de que los periodistas deberían atenerse a los boletines de prensa en asuntos de seguridad pública y que no deberían hacer grabaciones de audio o video, ni tomar fotografías ni indagar más allá de lo que las autoridades decidieran suministrarles. Contra ello marcharon ayer periodistas en cinco ciudades de Sinaloa, a pesar de que el propio Malova ya había anunciado su decisión de mandar una contrainiciativa al Congreso local, que también estaría dispuesto a recular en sesiones que se realizarán en el último tercio de este mes.
Más allá de que nuevamente hayan fracasado los planes de mayor control social explorados desde entidades importantes, es necesario recordar que la intención mostrada en Sinaloa encaja en lo que el peñismo ha impulsado desde su inicio en Los Pinos, cuando hizo que sus televisoras aliadas encabezaran un intento de que los propios medios redujeran la cobertura de hechos delictivos relevantes. Esa nueva ‘‘narrativa’’ ha sido impuesta sin mucho revuelo, según eso tratando de distanciarse de los macabros delirios del funerario licenciado Calderón, aunque en realidad el objetivo ha sido aparentar que la incidencia delictiva ha bajado, lo que es falso, según las estadísticas disponibles.
En ese caracoleo político-judicial, la procuraduría de Murillo Karam ha hecho saber que ahora sí hay una ficha roja de Interpol para detener al peculiar dirigente del sindicato nacional minero, Napoleón Gómez Urrutia, economista egresado de Oxford que fue director de la Casa de Moneda y recibió en herencia el manejo del gremio de parte de su padre, Napoleón Gómez Sada (ácidas descripciones de Napito, en http://bit.ly/1pZQhDO y otros Astilleros). Sobre el fieltro verde del juego de intereses cupulares han estado Germán Larrea y su historial de explotación laboral y enriquecimiento abusivo (recuérdese Pasta de Conchos), los secretarios que en el foxismo enfrentaron a Gómez Urrutia (el difunto y beatificado Carlos Abascal y el yunquista Francisco Xavier Salazar), el vengativo Calderón y su secretario del Trabajo, Javier Lozano (‘‘coopelas para elecciones o cuello’’), y esa cúpula sindical a la que pareciera que el peñismo ha decidido encarcelar, mientras Carlos Romero Deschamps y otros líderes igualmente corruptos siguen doblegadamente libres.
Y mientras los legisladores federales que aprobaron el reformismo peñista agregan a su historial de descrédito la recepción de bonos que suenan a pago por favores otorgados, ¡hasta el próximo monday!
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Facebook: Julio Astillero

Una disculpa pública, una comparecencia light en el Senado, respuestas incompletas a dos o tres preguntas complicadas, y el primer compadre del país, Benito Neme Sastré, salió bien librado del desastre que todavía hoy existe en las autopistas de Capufe. Envió Los Pinos ni más ni menos que al vocero del gobierno federal, Eduardo Sánchez Hernández, cuyas apariciones públicas son excepcionales hasta la fecha, a dar apoyo moral en una reunión con los medios para que Neme Sastré diera su versión y una forzada disculpa. Luego siguió su presentación ante los miembros de la Comisión de Comunicaciones del Senado, facilona, un escenario preparado para que el compadre expiara culpas.
Siguen los problemas aún hoy
Neme Sastré acudió al Senado para explicar los problemas que comenzaron el viernes pasado en las casetas de Capufe y persisten hasta hoy. El desconcierto, el enojo, la frustración de los automovilistas es enorme. No acepta Capufe su propia IAVE y exige pago con dinero en efectivo –sobre todo de los que no llevan dinero. (Por cierto, ayer en la caseta de Tlalpan estaban cobrando la mitad de la cuota.) Se lavó las manos: No se pusieron de acuerdo la empresa que dejó de operar el sistema de peaje y la sustituta, fue su argumento principal. Explicó que a pesar de que había un arreglo entre el antiguo operador (el consorcio I+D) y el ganador de la licitación (Telepeaje Dinámico) para que el primero de agosto comenzara a funcionar el nuevo sistema bajo el esquema de interoperatividad –cruzar las casetas con una misma tarjeta–, la víspera los acuerdos se volvieron desacuerdos. El compadrito del compadre aseguró que después de un proceso de evaluación se aplicarán las sanciones correspondientes a ambas empresas por no haber cumplido. Neme Sastré señaló que el cambio de operador tuvo como origen el término de su contrato, que no se podía prorrogar, el equipamiento de la empresa tenía ya nueve años y era necesario introducir tecnología nueva. (No dijo que el nuevo concesionario es Roberto Alcántara, allegado al grupo Atlacomulco.) Aseguró que a partir del próximo lunes 11 de agosto los usuarios ya podrán transitar por las carreteras de la red de Capufe y de los consorcios IDEAL y OHL, excepto el circuito exterior mexiquense. Para el 30 de septiembre se extenderá esta posibilidad a las carreteras del consorcio Pinfra y Tag Vía Pass. Y para el 30 de noviembre estarán conectadas todas las carreteras con la nueva IAVE.
El bolo…
Cada uno de los senadores congratuló al funcionario por la iniciativa de aplicar la interoperatividad. Sin embargo, no faltó quien cuestionara a Neme Sastré respecto del informe de la testigo social del proceso de licitación, Mónica Barrera Rivera, en el que señala varias irregularidades que no fueron atendidas. El funcionario respondió que dicho informe fue presentado cinco días después de que ya había sido emitido el fallo y el par de observaciones presentadas antes de esa fecha habían sido de forma, pero no de fondo. Aseguró que el proceso fue transparente, y ninguno de los consorcios que se presentaron al concurso ha presentado una sola inconformidad. Puntualizó que es falso que el consorcio ganador no estuviera al corriente en sus pagos a Hacienda, como señaló la testigo social. A los senadores les faltó preguntar una cuestión fundamental: ¿por qué se asignó el contrato a Telepeaje Dinámico si ofrecía el precio por cruce más alto de todos? Javier Lozano fue quizás el senador más inquisitivo. Señaló que pasaron varios meses entre la adjudicación y la entrada en operación, y el caos se pudo haber evitado. Conoce bien a la testigo social, Mónica Barrera Rivera, y su trabajo, y aunque su informe fue presentado cuando el fallo ya se había emitido, todavía no se firmaba el contrato. Preguntó a Neme Sastré por qué no se rescindió el contrato de la operadora –sin especificar a cuál se refería– por haber incumplido con los acuerdos en tiempo y forma, a lo que el funcionario respondió que esto era imposible, dado que el contrato de I+D no fue asignado durante la actual administración. No dijo nada del otro contrato, el que hará ganar centenares de millones de pesos en los próximos años al empresario del grupo Atlacomulco. ¿Y colorín colorado? ¿Quién va a cargar con la pérdida de contratar a la empresa más cara cuando había mejores opciones?: los contribuyentes. Bien dicen por ahí que no hay compadre que no haga daño. La auditoría superior de la Cámara de Diputados tendrá que revisar el negocio, cuando menos para confirmar que fue el bolo del bautizo.

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Después de afirmar, como cité en la entrega del 1/8/14, que al perder su poder de decisión sobre el proceso de producción y sobre la venta del producto, el granjero se convierte en un mero operador, es decir, se proletariza, Richard C. Lewontin, RCL (La maduración de la agricultura capitalista. El granjero como proletario en Magdoff, Foster y Buttel, Hungry for Profits, Monthly Review Press, 2000), describe cómo se llegó a esta situación. Pero antes de examinar esta historia, cumplo lo prometido en la entrega anterior, criticar la etiqueta de proletario que RCL le pone al granjero que se ha convertido en operador. Empiezo citando un escrito mío de 1976, donde califico una situación similar con otros términos:
“Una buena proporción de ejidos y minifundios en los que ha habido cambio tecnológico — en todos los casos promovido desde afuera— ha sufrido una transformación radical en su organización. La banca oficial de crédito determina la tecnología que ha de usarse en cada cultivo: especifica las prácticas culturales y sus fechas, y establece la cantidad y calidad de los insumos. Con esto, sustituye al campesino en una de sus atribuciones de empresario: la de elegir la tecnología que ha de utilizar… La banca decide, en cada lugar, qué cultivos ha de financiar. Con esto, otra función empresarial, la decisión sobre qué producir, pasa del campesino al banco. Por otra parte, el banco se encarga directamente de la realización de numerosas tareas, sobre todo de aquellas que suponen la utilización de medios de producción modernos que el campesino no posee. En muchas ocasiones, por último, el banco se encarga de la comercialización del producto. Como se ve, la organización de la producción se ha transformado radicalmente. No se trata ya de una unidad económica campesina. Se trata de una unidad económica dirigida y administrada por el propietario del capital: el banco. El campesino desempeña dos papeles: rentista de la tierra y proletario. Las relaciones sociales de producción han sido modificadas y el control del proceso productivo se ha centralizado, pasando buena parte del mismo a los funcionarios bancarios”. (Estrategia de Desarrollo Rural, Economía Campesina e Innovación Tecnológica en México, Comercio Exterior, vol.26, N° 7, Julio 1976, p. 822)

Se consumó el gran atraco energético, y más allá de las ganancias directas e inmediatas para los legisladores (ya se denuncia la entrega de jugosos bonos) que se portaron bien, entre los principales beneficiarios de la reforma aparecen los barones de la minería, nacionales y foráneos, quienes ahora también clavarán sus colmillos al petróleo y al gas.
El nuevo negocio que el gobierno federal y los legisladores les han procurado es, ni duda cabe, súper multimillonario y accederán a él sin mayores trámites, pues están en los mismos terrenos que el propio gobierno federal les ha concesionado (una tercera parte del territorio nacional y a precios verdaderamente irrisorios, si es que en realidad los pagan) para la extracción de oro, plata, cobre y demás minerales.
El pastel aderezado, pues, les resulta exquisito y los payasitos muy simpáticos y serviciales, aunque para los barones la fiesta de tres pistas (petróleo, gas y minerales como oro, plata y cobre) tiene un solo inconveniente: la posibilidad, real y cada día más cercana, de que el dirigente del sindicato nacional minero, Napoleón Gómez Urrutia, regrese a México y les apeste la celebración. Y el recientemente avalado por Los Pinos y el Congreso es lo suficientemente apetitoso para que alguien pueda echárselos para abajo.
Y ese alguien es, precisamente, el dirigente nacional de los mineros, el único negro en su enorme plato de arroz blanco. Ocho años atrás, a raíz de Pasta de Conchos, en contubernio con el gobierno foxista, los barones de la minería lograron echarlo del país, utilizando el supuesto aparato de justicia con fines descaradamente políticos. Con el dócil Felipe Calderón instalado en Los Pinos, mantuvieron a Gómez Urrutia fuera de las fronteras nacionales, violando la Constitución de forma por demás grosera y acusándolo por el mismo supuesto delito en 11 ocasiones distintas, mismas que, una tras otra, les ganó limpiamente en tribunales mexicanos (no en los canadienses).
Se supuso que llegado el fin de la decena trágica panista y con el retorno del tricolor a la residencia oficial, el nuevo gobierno no compraría un pleito (a todas luces armado por los barones) que no le correspondía, pero en política las suposiciones suelen no ser efectivas. Así, con la misma actitud persecutoria y enfermiza de las dos administraciones previas, la de Peña Nieto no sólo asumió dicha causa como propia, sino que le echó más ganas, y en apenas 20 meses de estancia en Los Pinos son ya varias las intentonas –fallidas todas– de hacer efectiva la cacería política.
En esos ocho años los gobiernos panistas cometieron todo tipo de abusos y violaciones legales para quedar bien con los barones de la minería; intentaron comprometer al gobierno canadiense e involucrar a instancias internacionales (Interpol, por ejemplo) para alcanzar sus objetivos, y armaron tremenda cuan costosísima campaña mediática para convencer a propios y extraños, pero en tribunales de todas perdieron todas, mientras los cuerpos de los mineros muertos en Pasta de Conchos permanecen bajo toneladas de escombros y Larrea impune.

Después del desastre provocado por los meteoros Ingrid y Manuel, el 16 de septiembre del año pasado, el presidente Enrique Peña Nieto creó el Consejo de Restauración de Guerrero, un órgano supuestamente de la sociedad civil que supervisaría la reconstrucción y, sobre todo, que no se desviaran los fondos destinados a ella.
En la presidencia de este organismo se nombró al ex gobernador de Veracruz Miguel Alemán Velasco y se tomó protesta a grupos de la sociedad civil guerrerense para que revisaran la calidad de las obras y el manejo de los recursos. Entre éstos, obviamente, había ingenieros, arquitectos, contadores y especialistas en urbanismo.
Sin embargo, el citado consejo ha sido sólo un órgano de relumbrón. Nunca ha sesionado de cara a la sociedad, de manera pública y abierta; siempre lo ha hecho a puertas cerradas y su presidente no suele dar entrevistas al salir de esas encerronas ni se la pasa en Guerrero.

Si en alguna actividad artística abundan desencuentros, celos y hasta intentos de asesinato, es en el ballet. Larga es la lista de las agresiones de todo tipo que han sufrido lo mismo directores que primeras figuras. El último y más sonado caso tuvo lugar en el Bolshói, la compañía más grande y famosa de ballet (220 bailarines) y todo un símbolo para Rusia.
En enero de 2013 al director  de dicha agrupación, Serguéi Filin, le rociaron ácido sulfúrico al llegar a su casa en Moscú. El ácido le causó severas quemaduras en parte de la cabeza y lo dejó casi ciego. Para recibir la mejor atención lo trasladaron a Alemania, a una de las clínicas más especializadas que en su tipo existen en el mundo. Luego de más de 20 operaciones e incontables tratamientos, Filin, de 44 años, todavía no recupera satisfactoriamente la visión.

Con 60 años de edad, el neoyorquino Michael Gira, desde que resucitó su banda Swans en 2010 (estuvo activa de 1986 a 1996, como parte del movimiento No Wave al lado de Sonic Youth, Lydia Lunch, Glenn Branca, Teenage Jesus & the Jerks, entre muchos otros), ha relaborado su viejos sonidos agresivos y oscuros para, con una perspectiva contemporánea, seguir generando música desquiciada, intrigante, explosiva y arriesgada, con mayor profundidad y garra que muchos de los jovencitos conformistas que hoy pululan.
Muy interesante ha resultado su reciente triada fonográfica: el intenso My father will guide me up a rope to the sky (2010), el deslumbrante The Seer (2012), altamente aclamado, y ahora To Be Kind, uno de los álbumes más sobresalientes del año en curso.


Ayer, unas horas después de la imposición de sanciones financieras, energéticas y militares de Estados Unidos y la Unión Europea contra Rusia, el Kremlin anunció su decisión de vetar la importación de alimentos europeos y estadunidenses –carne, lácteos, frutas, verduras y pescados, entre otros–, y advirtió de ampliar las represalias a la prohibición de vuelos que atraviesen por su territorio e introducir medidas defensivas en la industria automotriz, aeronáutica y de construcción de embarcaciones.

Peligroso, prescindir de la Constitución
Cada vez resulta más peligroso el juego de prescindir de la Constitución cuando se debaten los grandes problemas nacionales; ahora resulta que los salarios mínimos deben esperar a que las reformas estructurales den sus frutos para mejorarlos. El secretario del Trabajo afirma que es un riesgo elevarlos, por las malas consecuencias que puede tener si antes no elevan el crecimiento económico. Tal razonamiento se repite y se repite, Salinas de Gortari decía que para repartir el pastel era necesario tenerlo primero.

En la vida cotidiana de los sectores populares se están produciendo cambios, a menudo imperceptibles para los medios, que incuban ciclos de protestas que recién son visualizados cuando ganan las grandes alamedas, como sucedió en junio de 2013 con las manifestaciones que sacudieron a Brasil. Se trata de mudanzas que acontecen en el periodo de latencia de los movimientos, cuando la actividad transformadora se sumerge en la cotidianeidad.

Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, el efecto de sus bombas no eludió a la izquierda. Provocó la más importante ruptura, que ha conformado a las dos corrientes que han dominado el escenario político por varias décadas: la socialdemócrata y la comunista.

Recién está saliendo el sol y la fotógrafa ya lleva varias horas caminando. Le ha costado más de lo habitual encontrar las escenas de aves despertándose, de lombrices trabajando o de abejas cortejándose que buscaba para su catálogo, pero finalmente ha tenido suerte y ha podido hacer varias tomas en un campo de maíz. Con el macro como objetivo ha captado ese momento mágico en que las hojas verdes sudan, como si la noche hubieran sido largas horas de esfuerzo para ellas. Tomas de perfectas gotitas de agua como una hilera de funambulistas en la cuerda floja. En una de ellas, como un espejo, se ve el rostro reflejado de una abeja a punto de saciar su sed.

Aveces necesitamos ir a los orígenes para entender el presente; en el campo de la política sexual, sorprenden las controversias que siempre ha generado el tema, así como encontrar tensiones semejantes, discursos desgastados y pugnas recurrentes.

Apollinaire, el vigía melancólico frente al dolor y la muerte, exalta el amor porque en las trincheras también se oye el canto sinfónico del amor.

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