1. En todo el mundo se habla muy mal de México; primero por la
profunda inseguridad que vive la nación, misma que se concretiza en
cientos de miles de muertos y desaparecidos; en segundo lugar porque el
país lleva 34 años sin crecer, o con un PIB que apenas iguala el
crecimiento de la población. La población posee tanto miedo y
desconfianza que se piensa que probablemente nunca recuperará México el
buen prestigio que perdió desde que en 1982 con la imposición del
liberalismo privatizador cuando comenzó a derrumbarse de manera
estrepitosa. Por ello las 41 madres centroamericanas que exigen justicia
nos dicen en su manta: “Buscamos vida en caminos de muerte” que
nuestros hijos recorren en busca del sueño americano.
2. Son alrededor de tres mil kilómetros de aventura los que tienen
que recorrer los seres humanos de todas las edades. En su camino, en la
ruta del tren carguero “La Bestia”, ha estado abierto el albergue al
servicio de los migrantes atendido cariñosamente por el sacerdote
católico Alejandro Solalinde, de los muy pocos en el país que entregan
todo por ellos. Contrario a ellos gobiernos de Salinas, Zedillo, Fox,
Calderón y Peña que han buscado frenarlos, prohibirlos, castigarlos,
para evitar que le causen problemas a los EEUU. ¿Quién puede olvidar a
las centenares de mujeres veracruzanas –esas sí unas “santas”- que en
cada paso del tren, buscan entregarles (o arrojarles, por la velocidad
del tren) comidas, panes, frutas) a los hambrientos y necesitados
migrantes?
3. Las madres, como resultado de 11 caravanas han encontrado a 265
migrantes luchando para sobrevivir. Por ello las madres señalan: “No
solo venimos a buscar desaparecidos, también a denunciar actos de
injustica y a exigir al gobierno mexicano la reparación del daño porque
este país (México) tiene una enorme deuda con los migrantes que no
reconoce a pesar de los nuevos instrumentos creados para atender el
problema”. En tanto los gobiernos de México, convertidos en cachorros
del imperio, se lanzan a morder y asesinar a todos los que tengan la
osadía de cruzar la frontera de los EEUU. ¿Por qué nosotros los
mexicanos –con excepción del cura Solalinde de Oaxaca- no salimos a la
calle a defender a los migrantes? ¡Pronto se acabará lo cobardía!
(16/XI/16)
alterar26@gmail.com
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