Leonardo García Tsao
▲ André Singer (izquierda) y Werner Herzog, coproductor y director, respectivamente de Meeting Gorvachov.Foto Afp
Casi cada año, el cineasta alemán Werner Herzog está presente en el TIFF con un nuevo documental. Esta vez presentó Meeting Gorbachov,
que, como su título sugiere, es una entrevista con el ex líder
soviético realizada en tres ocasiones a lo largo de seis meses.
Producido para History Channel, el documental es lo más convencional que
ha hecho Herzog a la fecha, movido por la admiración y el
agradecimiento que le profesa al responsable de la perestroika.
De 87 años, Gorbachov contesta con lucidez las preguntas sobre su
mandato. El hombre habla de forma pausada y su mirada ha perdido brillo,
pero sus recuerdos están intactos. El documental prácticamente cuenta
su vida desde su infancia, durante la Segunda Guerra, hasta que renuncia
como jefe de Estado ante el colapso de la Unión Soviética y después de
haber sufrido un intento golpista.
La preferencia de Herzog por lo extraño y lo excéntrico está por una
vez ausente en este trabajo. Codirigido por el francés André Singer, el
documental es lineal y didáctico. La entrevista con Gorbachov está
complementada con testimonios de políticos contemporáneos –James Baker y
Lech Walesa, entre otros– que opinan sobre el legado del dirigente
ruso. Una vez cubierto el lado político del tema, los realizadores
concluyen de manera sentimental, enfocando el amor y devoción de
Gorbachov por su finada esposa Raisa.
Otro homenaje a otro viejo pudo verse en la producción hollywoodense The Old Man and the Gun (El viejo y el revólver),
que se supone será la última protagonizada por Robert Redford, quien
hace poco anunció su retiro de las pantallas. El director y guionista
David Lowery ha confeccionado un afectuoso vehículo de despedida en la
historia verídica de Forrest Tucker, responsable de 80 asaltos bancarios
y 16 fugas de diferentes cárceles. Redford lo interpreta como un
caballero ladrón, que siempre sonríe a los gerentes y empleados de los
bancos que roba, sin usar nunca la violencia.
En una de sus escapadas, Tucker conoce a la viuda Jewel (Sissy
Spacek) con quien inicia un romance platónico. A la vez, el policía John
Hunt (Casey Affleck) comienza la persecución muy benigna del
delincuente. Toda la película se pasa como una brisa, pues está pensada
como un elegiaco canto del cisne, una revisión de la personalidad de
Redford a lo largo de su carrera (hasta incluye una escena de La jauría humana, de Arthur Penn). El veterano actor de 82 años sólo se deja querer, al igual que Gorbachov ante Herzog.
Tan necesaria es la presencia de los talentos en este festival, sobre
todo en las funciones de gala, que si nadie acude la película es
retirada del programa. Así le sucedió a Galveston, dirigida por la también actriz Mélanie Laurent, cinta que fue sustituida por A Private War, de Matthew Heineman. Y me contaron el chisme de que esa fue también la razón de la ausencia de Suspiria, de Luca Guadagnino. Según parece, la actriz Tilda Swinton no podía asistir al TIFF por un compromiso social y el muy esperado remake fue cancelado. A veces, las alfombras rojas son más importantes que las propias películas.
Twitter: @walyder
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