Pedro Echeverría V.
1. Como articulista por más de 30 años parece cansarme ya escribir sobre denuncias y más denuncias contra el Estado, los gobiernos, empresarios y demás fuerzas que han dominado el país. Más que denunciar y ridiculizar de manera reiterada a quienes nos explotan y oprimen, me parece más importante hablar de cómo organizarnos para luchar contra nuestros enemigos de clase. Llevamos muchas décadas denunciando, ahora de lo que se trata es de encontrar, tras nuestras experiencias, el camino para liberarnos.
2. Sólo concibo en estos meses, después de observar y sufrir mil experiencias, una reunión unitaria a partir de objetivos muy precisos. La lucha contra el capitalismo y la posterior construcción de una nueva sociedad igualitaria guía nuestros pasos hacia esa larga meta, pero para llegar se requiere que la población obtenga conciencia de esa necesidad de luchar por ella. No basta con que cien, mil, 10 mil militantes lo sepan; se necesita que la mayoría de la población lo sienta como propia.
3. Siempre hemos tenido como única arma la razón, (tener la razón) pero sólo nosotros lo sabemos porque no hemos podido demostrarla, difundirla y convencer con ella. Nuestro enemigo posee muchas más armas que nosotros. Controla la escuela con su ideología, planes y programas; está a su servicio la iglesia con todo el poder representa; usa a su antojo a los medios de información (TV, radio, prensa); pero sobre todo cuenta con la fuerza de la costumbre y con el amplio poder del Estado.
4. La realidad es que estamos en una competencia con el enemigo. Es un enemigo poderoso que sólo podemos vencer unificando todas las fuerzas que tenemos. Llevamos décadas, siglos, compitiendo con él y siempre nos han faltado las fuerzas necesarias, pero también la habilidad y la inteligencia para derrotarlo. Nos pasamos mucho tiempo con lamentaciones, condenas, pretextos, pero no queremos aprender de nuestros errores. Parecería que de nada nos sirve la historia
5. Derrotan a los mineros de Nueva Rosita, a los estudiantes del Poli, a los profesores othonistas, a los ferrocarriles vallejistas, a los médicos internista, a los estudiantes de 1968 y 1971, asesinan y desaparecen a jóvenes de la Liga 23, destruyen guerrillas de Gámiz y del estado de Guerrero, reprimen huelgas obreras en los setenta, destruyen nuestra economía, realizan gigantescos fraudes electorales, privatizan, etcétera, y nuestra fuerza siempre es menor a las usadas por el Estado para derrotarnos.
6. ¿Cómo puede ser mayor nuestra oposición? La realidad es que es mayor nuestra fuerza, la del pueblo, pero está muy dividida por sus intereses gremiales. Los mineros luchan contra los dueños de las minas, los electoreros luchan por cargos, los profesores contra Esther Gordillo, el EZLN por los indígenas de Chiapas, los electricistas contra la privatización, AMLO contra el gobierno de Calderón. ¿No hay nada que los unifique? ¿No se pueden concentrar las fuerzas por un objetivo y luego por otro?
7. Da la impresión que el caudillismo y el oportunismo de muchos dirigentes son los que frenan la posibilidad de unidad. Parecerían razonar de esta manera: “¿Acaso me he sacrificado muchos años para luego dejar que otro se adueñe de mi trabajo?”. No se puede escriturar la propiedad de un movimiento, pero sí puede reconocerse el trabajo honesto e inteligente de quienes han actuado. Pero no se pide que renuncien a su poder sino que tengan la inteligencia para buscar los puntos unitarios.
8. Hemos sabido, por lo menos desde hace 50 años, los peligros que representan las posiciones extremas: el sectarismo y el oportunismo. Ambos muy perjudiciales para el avance de los movimientos. El primero porque desde una posición de principios espera que todos los luchadores sociales no tengan pecados y aseguren que nunca van a traicionar. Los oportunistas al contrario, sin importarles los principios y la honestidad política, buscan alianzas para alcanzar, a como dé lugar, el poder.
9. La CNTE sigue siendo por su constancia, su conciencia y su movilidad la organización más importante del país. Sin embargo, a pesar de todo, ha marchado muy aislada. La lucha de 2006 de Oaxaca ha sido una de las más importantes del país, pero durante seis meses sólo recibió algunos apoyos declarativos. El EZLN si bien fue lo más importante en 1994/95 y 2001, hoy está más aislado que nunca. En Diálogo Nacional y el lópezobradorismo movilizan gente pero de allí no pasan.
10. Aunque distanciadas, nadie puede negar la importancia de las movilizaciones; sin embargo pareciera que Calderón se debilita, pero no por las fuerzas de las izquierdas y los trabajadores sino por los fuertes golpes del narcotráfico que lo ha enloquecido; además por falta de una correcta línea de gobierno que le impedido lograr inversiones y solucionar el enorme desempleo. Pareciera que ha sido la historia de los últimos 80 años. El gobierno fuerte se debilita por sus contradicciones no por la lucha de oposición.
11. Uno de los líderes nacionales más corruptos de la historia Fidel Velázquez, después de 60 de dirigir la CTM la dejó al morir por vejez, de ninguna manera por las luchas de la izquierda. Los presidentes de la República han terminado sus períodos de gobierno, lo mismo otros funcionarios y gobernantes; cuando han caído ha sido por conflictos internos ninguna manera por las luchas de la población. ¿Es que acaso nuestro sistema “presidencial” y corporativo ha sido un muro sólido frente a la izquierda?
12. Necesitamos reflexionar más y ser inteligentes. El priísmo ha sido siempre un gran poder y casi nadie extrañaba que continuara gobernando; pero para muchos fue inexplicable que llegara a la presidencia un personaje tan imbécil como Fox, que la concluyera y que impusiera a su sucesor. ¿Si era imbécil qué somos entonces los que no pudimos nada contra él? Dicen que la población tiene el gobierno que se merece. ¿Qué pudimos o qué haremos para que la población se merezca gobiernos que valgan?
13. En indispensables que todas las organizaciones políticas de izquierda, sindicales, campesinas, populares, nombren comisiones para analizar la situación del país y proponer los puntos en los que se puedan coincidir. No se trata de unificarse bajo un mismo programa sino trazar algunas tareas comunes que permitan marchar de manera unitaria. Tampoco de escribir un sin número de demandas que nadie tenga condiciones de cumplir: No a la privatización energética, libertad a los presos políticos, fuera los gobiernos de Oaxaca y Puebla, etcétera.
14. El gobierno de Calderón es un gobierno débil, aunque cuenta con un fuerte apoyo de los grandes empresarios, el clero y los medios de información. Quizá el objetivo no sea pedir inmediatamente su renuncia, pero sí el de debilitarlo mucho más para obligarlo a resolver los problemas urgentes de la población. La CNTE, con su gran capacidad de movilización, junto con la APPO, puede jugar un papel central para que otras organizaciones abran sus puertas para la realización de acciones unitarias.
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