En día antes de viajar a México, el presidente de Estados Unidos pareció interesado en mostrarle a Felipe Calderón uno de los caminos que éste se ha negado a transitar en su desquiciada guerra” contra el narcotráfico: la afectación directa del plano económico y financiero en que se mueven los principales cárteles (lo que de manera paralela impacta a los empresarios y comerciantes que lavan dinero y hacen negocios a la sombra del citado mercadeo de drogas, al que sólo de palabra repudian). Al amparo de una ley elaborada para enfrentar a los cabecillas de las operaciones con estupefacientes, Obama anunció acciones contra el cártel de Sinaloa, Los Zetas y La Familia (ésta, asentada en Michoacán). Su vecino Felipe, lleno de un optimismo tragicómico por indicadores económicos efímeros e ínfimos que lo hacen soñar con recuperaciones mágicas, se mantiene mientras tanto en la misma línea sospechosa de combate único en el terreno de las armas, sin afectar las estructuras económicas y financieras, mucho menos las ramificaciones políticas del negocio de las drogas, que sigue boyante.Y si la historia, al repetirse, lo hace en forma de comedia, allí está el ejemplo del calderonismo que a través de sus funcionarios de cancillería desinvitó de una cena con Barack Obama a coordinadores de grupos partidistas de la Cámara de Diputados ligeramente sospechosos de cierto izquierdismo o liberalismo. Si Chente y su canciller Castañeda escenificaron el famoso episodio del “comes y te vas”, el felipismo políticamente deshilachado y diplomáticamente lerdo ha querido que esos políticos mexicanos de representación institucional no vayan y, desde luego, no cenen en un acto que podría haber albergado ciertas muestras de la pluralidad nacional, sobre todo la que se expresa a través de mecanismos formales, como la supuesta representación popular expresada en el Congreso. Ante el desaire a los coordinadores del PT y Convergencia (partidos que mantienen una activa alianza con López Obrador y el movimiento de defensa de la nación) y del PSD, el resto de los miembros de esa elite anunciaron que no asistirán a la sesión gastronómica nocturna ya desde ahora descalabrada –con explicables maniobras del PAN, que aprobó el acuerdo pero su líder se ausentó a la hora de la votación, para luego argumentar que “en lo personal” sí irá a la cena de la censura–. En jocosa reacción al vacío de los coordinadores legislativos, la Casa de la Risa, conocida también como SRE, anunció que buscaría organizar un encuentro “plural” con un presidente estadunidense que viene de visita de pisa y corre, nomás para dejar instrucciones y saludar a los empleados.AstillasA la carrera, y sin tomar en cuenta las insistentes objeciones ciudadanas a algunos de sus artículos, ayer los diputados aprobaron la nueva Ley General de Turismo, que contiene medidas contrarias a la Constitución federal (en especial, el artículo 28) y que significa un retroceso notable en materia de protección al medio ambiente. El nuevo ordenamiento turístico tuvo como muestra de ligereza extrema el que la definición de uno de sus artículos se “decidió” mediante un volado propuesto por el presidente de la comisión del ramo, el perredista Octavio Martínez Vargas, y tirado por uno de los asesores del Verde Ecologista (que suplían a los diputados del PVEM, a quienes les había importado poco la discusión y se habían retirado de la reunión). Ahora, la única posibilidad de enmienda queda del lado de los senadores, a quienes se ha remitido desde San Lázaro la mencionada Ley de Volados Turísticos... Juan Manuel Martínez Moreno, simpatizante de la APPO, fue habilitado por autoridades federales y oaxaqueñas como presunto asesino del periodista independiente Brad Will, en 2006. Su detención y procesamiento han sido alta y notablemente irregulares, de tal manera que en el movimiento social de aquella entidad no hay ninguna duda de que se trata de un montaje ideado con la intención de crear confusión y ocultar a los verdaderos culpables del crimen cometido contra el reportero estadunidense. Ayer, alrededor de las 11:45 horas, Martínez Moreno fue sacado de su celda en la penitenciaría del estado de Oaxaca, en Santa María Ixcotel, supuestamente para que recibiera una notificación judicial, aunque en realidad de lo que se trataba era de colocarlo frente a una persona que dijo llamarse Fabián Laredo, ser miembro de la Agencia Federal de Investigación y haber viajado desde las oficinas de la PGR en la ciudad de México sólo para “interrogarlo”. Dado que Martínez Moreno planteó que sólo hablaría si estaba presente su abogado, el visitante habría respondido así: “Dí de una vez que tú fuiste, que tú lo mataste. Dime dónde está el arma, de qué calibre era. Dime de una vez dónde está el arma. Dime que tú mataste a Brad Will”. A lo que Juan Manuel le respondió que no iba a contestar ninguna pregunta, y el agente federal le insistió en forma prepotente que tenía que declarar tarde o temprano. La presión duró unos 30 o 35 minutos. Cuando los familiares del procesado se enteraron del incidente, exigieron que el director del penal les explicara lo sucedido, pero no los quiso recibir, aunque “el personal administrativo manifestó que el agente federal de investigación presentó un oficio suscrito por la C. Evangelina Jaimes, quien es encargada de la Unidad de Atención de Mandamientos de la Jefatura de la AFI en el estado de Oaxaca, con la finalidad de llevar a cabo diligencias dentro del penal con Martínez Moreno, circunstancia completamente irregular ya que la única autoridad competente para que lleve a cabo diligencias es el juez, y no así la persona que suscribe el oficio mencionado”, según lo dado a conocer ayer por la sección 22 del SNTE, el Comité 25 de Noviembre, el abogado Gilberto López Jiménez y los familiares de Martínez Moreno, quienes expresaron “preocupación y total rechazo a los actos de intimidación y hostigamiento que nuevamente sufre Martínez Moreno”... ¡Hasta mañana, con la histórica Cananea embestida por el neoporfirismo!Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
Enrique Galván Ochoa: Dinero
En la breve visita que el presidente Obama hará hoy a México, de paso a Puerto España donde se reunirá con los jefes de Estado del continente americano, no tendrá contacto con el pueblo. Se moverá fuertemente custodiado exclusivamente en Polanco. Inclusive una invitación para que visitara Ciudad Universitaria, u otra instalación fuera del campus de la UNAM, fue torpedeada por Los Pinos. No es sólo la preocupación por su seguridad en la capital de un ‘Estado fallido’, también cuenta mucho la obsesión de Felipe Calderón de blindarlo para que no se entere personalmente de ninguna muestra de inconformidad, justo en la ciudad donde todos los días hay marchas de protesta. El presidente del optimismo quiere que todo salga como relojito, ansía borrar la mala impresión que le dejó cuando, en plena campaña electoral, expresó que su rival, el senador McCain, conocía mejor a México. Llegó al extremo de cancelar la invitación escrita que ya se había hecho llegar al diputado Alejandro Chanona, coordinador del grupo legislativo de Convergencia, a la cena de sólo 100 invitados en el Museo de Antropología. Sólo van los cuates de Calderón. A Chanona primero lo invitaron, luego lo llamó Bettina Chávez, directora de Coordinación Política de la Secretaría de Relaciones Exteriores, para comunicarle que había sido desinvitado. Fox le dijo en Monterrey a Fidel: ‘comes y te vas’. Ahora Calderón le dice al diputado: ‘ni vienes ni cenas’. Chanona es uno de los hombres clave del Frente Amplio Progresista que sigue apoyando a López Obrador.
Cuentas y cuentos
La Cámara de Diputados comenzó el análisis de las cuentas (¿o cuentos?) del segundo y tercer años del gobierno de Fox. Hay muchas porquerías. Sin embargo, y no obstante que el PAN los ha tachado de mafiosos en sus sopas de letras, el cártel priísta, por instrucciones de don Gamboane, se preparaba a emitir un voto aprobatorio. Habrá mucho ruido previamente, pero pocas nueces.
Devolución de impuestos
El SAT anuncia que ayer inició el depósito de las primeras devoluciones automáticas de saldos a favor del ISR a las personas físicas que lo solicitaron al presentar su declaración anual 2008 en la primera semana de abril. De acuerdo al jefe de la oficina de impuestos, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, se depositaron 141 millones de pesos a 18,092 contribuyentes. Calcula que en total se devolverán 2,800 millones, cifra mayor a la del año anterior. La fecha límite para presentar la declaración es el último día de este mes.
Carlos Fernández-Vega: México SA
Cuentas y cuentos
La Cámara de Diputados comenzó el análisis de las cuentas (¿o cuentos?) del segundo y tercer años del gobierno de Fox. Hay muchas porquerías. Sin embargo, y no obstante que el PAN los ha tachado de mafiosos en sus sopas de letras, el cártel priísta, por instrucciones de don Gamboane, se preparaba a emitir un voto aprobatorio. Habrá mucho ruido previamente, pero pocas nueces.
Devolución de impuestos
El SAT anuncia que ayer inició el depósito de las primeras devoluciones automáticas de saldos a favor del ISR a las personas físicas que lo solicitaron al presentar su declaración anual 2008 en la primera semana de abril. De acuerdo al jefe de la oficina de impuestos, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, se depositaron 141 millones de pesos a 18,092 contribuyentes. Calcula que en total se devolverán 2,800 millones, cifra mayor a la del año anterior. La fecha límite para presentar la declaración es el último día de este mes.
Carlos Fernández-Vega: México SA
ientras el tic-tac del reloj consume el sistema nervioso del gobierno hidalguense, toda vez que comenzó la cuenta regresiva que gentilmente le impuso la directiva de Pemex (100 días), en el gobierno federal sigue la fiesta por la decisión tomada” (condicionada, en realidad) de construir una nueva refinería en dicha entidad, la cual, en el mejor de los casos, entraría en operación en el siguiente sexenio.
La premura de unos y el festejo de otros ha dejado de lado que a lo largo de tres décadas ni una sola refinería se construyó en el país, por mucho que el consumo de gasolinas y diesel, entre otros, creció y creció en el mismo periodo, sin que gobierno alguno “recordara” la necesidad de invertir recursos públicos para evitar la creciente dependencia del abasto externo de combustibles: a estas alturas, el 40 por ciento de esos carburantes proviene allende nuestras fronteras. Si el de las ideas cortas y la lengua larga, Vicente Fox, hubiera aprovechado los excedentes petroleros en, por ejemplo, la construcción de una o varias refinerías, por estas fechas estarían en funcionamiento y tal dependencia se hubiera transformado en capacidad exportadora y captación de divisas.
Obvio es que no fue así, pero no hay que olvidar que la futura refinería en Hidalgo (siempre y cuando Osorio Chong no dé un “atencazo” y logre civilizadamente obtener los terrenos en el plazo establecido por Pemex) tiene seis hermanas mayores (la más joven de 30 años) que reportan una serie de rezagos, incumplimientos e ineficiencias que forman parte del citado “olvido” gubernamental en materia de refinación. Además tiene una hermanastra gringa que opera como empresa privada, sin considerar que en el balance familiar se reporta una muerta, en Azcapotzalco, por causas de medioambiente, según certificado salinista de defunción.
Así es: el inventario reporta seis refinerías en territorio nacional y la mitad de otra en Texas, todas ellas en operación, pero que ni de lejos satisfacen la demanda interna de combustibles. ¿Cuál es el panorama de cada una de ellas? La Auditoria Superior de la Federación regala el siguiente paseo:
Refinería Héctor R. Lara Sosa, Cadereyta, Nuevo León: el costo de producción se elevó 1.07 por ciento con respecto al original. En ella, la participación del gasto de capital con respecto al total ejercido fue únicamente 23.1 por ciento, aspecto que resulta incongruente con las necesidades reales de la planta industrial, en donde el mantenimiento (inversión física) es prioritario para poder sostener el nivel de producción, más cuando el indicador estratégico que se revisa incluye el mantenimiento de las instalaciones. En el concepto de mantenimiento, se verificó que la refinería destina sólo el 29.88 por ciento del gasto total ejercido a este concepto, lo cual representa un porcentaje incongruente con respecto al nivel de procesamiento de crudo. Esta situación refleja ineficiencia en la aplicación de los recursos, falta de optimización de los mismos y pérdida del objetivo real (procesar el crudo y obtener productos petrolíferos para cubrir la demanda interna).
Refinería Antonio M. Amor, Salamanca, Guanajuato: el costo de producción aumentó en 2.5 por ciento con respecto al modificado. La participación del gasto de capital con respecto al presupuesto total ejercido fue únicamente 17.4 por ciento, incongruente con las necesidades reales. Se verificó que destinó sólo el 24.89 por ciento del gasto total ejercido, lo cual representa un porcentaje incongruente con respecto al nivel de procesamiento de crudo. Igual de ineficiente que la anterior.
Refinería Antonio Dovalí Jaime, Salina Cruz, Oaxaca: en 2007 la capacidad instalada fue de 330 mil barriles diarios para refinación de crudo; la meta programada de 288 mil 500; sin embargo, la meta alcanzada fue de 271 mil 500, 6 por ciento menor a la programada. En cuanto a gasolinas, se superó por 2.8 por ciento la meta programada. Sin embargo, el costo de producción se incrementó 63.9 por ciento con respecto al costo original. Sólo 30 centavos de cada peso fue para gasto de capital, incongruente con las necesidades reales.
Refinería Francisco I. Madero, Tamaulipas: ubicada en Ciudad Madero, ocupa el quinto lugar a nivel nacional en producción de petrolíferos, con una capacidad nominal operativa de procesamiento de crudo de 190 mil barriles diarios para 2007; programó una producción promedio 18 por ciento por abajo de la capacidad instalada. En cuanto a gasolinas sólo cumplió con 95.96 por ciento de la meta planeada; el costo de producción se incrementó 61 por ciento con respecto al original. El gasto para mantenimiento fue muy reducido.
Refinería Miguel Hidalgo, Tula (la ganadora, condicionada): alcanzó la meta en procesamiento de crudo, pero incrementó su costo de producción en 48 por ciento con respecto al original. Para mantenimiento sólo destinó el 25 por ciento del gasto al concepto de la inversión, incongruente con respecto al nivel de procesamiento de crudo, lo que refleja ineficiencia en la aplicación de los recursos, además de una falta de optimización de los mismos, debido a que se pierde el objetivo real de la refinería
Sobre la refinería Lázaro Cárdenas, en Minatitlán, Veracruz (que se comentó en el México SA de ayer), la ASF señala que en producción de gasolinas cumplió con el 77 por ciento de meta; por paros no programados su producción se redujo significativamente, dejando de producir un promedio diario de 6 mil 212 barriles de gasolina magna. Reportó ineficiencia en planeación y aplicación de los recursos, y falta de optimización de los mismos, teniéndose como resultado un impacto negativo por el rezago en la entrada en operación de la reconfiguración. Para mantenimiento sólo destinó 8 por ciento del gasto total.
¿Y la hermanastra gringa? En Deer Park, Texas, de la que la ASF advierte que funciona bien, pero con total discrecionalidad, tanto que en algunos casos ha solicitado “fincamiento de responsabilidades administrativas sancionatorias que se deriven de los actos u omisiones de los servidores públicos” que “olvidaron” algunos procedimientos contractuales.
Las rebanadas del pastel
Las desgañitadas ovejitas panistas ayer sudaron la gota gorda para “defender” lo indefendible: el espeluznante resultado del gobierno foxista y su familia depredadora… Ya ni la burla perdonan: de los 4 mil empleos por él presumidos el pasado lunes, el inquilino de Los Pinos de inmediato debe descontar mil 300 por el masivo despido en Minera Cananea, ordenado por el hijo y heredero de El Azote, Germán Larrea, y aplaudido por el pianista de la Secretaría del Trabajo.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
FOX SE QUEDO SOLOLa premura de unos y el festejo de otros ha dejado de lado que a lo largo de tres décadas ni una sola refinería se construyó en el país, por mucho que el consumo de gasolinas y diesel, entre otros, creció y creció en el mismo periodo, sin que gobierno alguno “recordara” la necesidad de invertir recursos públicos para evitar la creciente dependencia del abasto externo de combustibles: a estas alturas, el 40 por ciento de esos carburantes proviene allende nuestras fronteras. Si el de las ideas cortas y la lengua larga, Vicente Fox, hubiera aprovechado los excedentes petroleros en, por ejemplo, la construcción de una o varias refinerías, por estas fechas estarían en funcionamiento y tal dependencia se hubiera transformado en capacidad exportadora y captación de divisas.
Obvio es que no fue así, pero no hay que olvidar que la futura refinería en Hidalgo (siempre y cuando Osorio Chong no dé un “atencazo” y logre civilizadamente obtener los terrenos en el plazo establecido por Pemex) tiene seis hermanas mayores (la más joven de 30 años) que reportan una serie de rezagos, incumplimientos e ineficiencias que forman parte del citado “olvido” gubernamental en materia de refinación. Además tiene una hermanastra gringa que opera como empresa privada, sin considerar que en el balance familiar se reporta una muerta, en Azcapotzalco, por causas de medioambiente, según certificado salinista de defunción.
Así es: el inventario reporta seis refinerías en territorio nacional y la mitad de otra en Texas, todas ellas en operación, pero que ni de lejos satisfacen la demanda interna de combustibles. ¿Cuál es el panorama de cada una de ellas? La Auditoria Superior de la Federación regala el siguiente paseo:
Refinería Héctor R. Lara Sosa, Cadereyta, Nuevo León: el costo de producción se elevó 1.07 por ciento con respecto al original. En ella, la participación del gasto de capital con respecto al total ejercido fue únicamente 23.1 por ciento, aspecto que resulta incongruente con las necesidades reales de la planta industrial, en donde el mantenimiento (inversión física) es prioritario para poder sostener el nivel de producción, más cuando el indicador estratégico que se revisa incluye el mantenimiento de las instalaciones. En el concepto de mantenimiento, se verificó que la refinería destina sólo el 29.88 por ciento del gasto total ejercido a este concepto, lo cual representa un porcentaje incongruente con respecto al nivel de procesamiento de crudo. Esta situación refleja ineficiencia en la aplicación de los recursos, falta de optimización de los mismos y pérdida del objetivo real (procesar el crudo y obtener productos petrolíferos para cubrir la demanda interna).
Refinería Antonio M. Amor, Salamanca, Guanajuato: el costo de producción aumentó en 2.5 por ciento con respecto al modificado. La participación del gasto de capital con respecto al presupuesto total ejercido fue únicamente 17.4 por ciento, incongruente con las necesidades reales. Se verificó que destinó sólo el 24.89 por ciento del gasto total ejercido, lo cual representa un porcentaje incongruente con respecto al nivel de procesamiento de crudo. Igual de ineficiente que la anterior.
Refinería Antonio Dovalí Jaime, Salina Cruz, Oaxaca: en 2007 la capacidad instalada fue de 330 mil barriles diarios para refinación de crudo; la meta programada de 288 mil 500; sin embargo, la meta alcanzada fue de 271 mil 500, 6 por ciento menor a la programada. En cuanto a gasolinas, se superó por 2.8 por ciento la meta programada. Sin embargo, el costo de producción se incrementó 63.9 por ciento con respecto al costo original. Sólo 30 centavos de cada peso fue para gasto de capital, incongruente con las necesidades reales.
Refinería Francisco I. Madero, Tamaulipas: ubicada en Ciudad Madero, ocupa el quinto lugar a nivel nacional en producción de petrolíferos, con una capacidad nominal operativa de procesamiento de crudo de 190 mil barriles diarios para 2007; programó una producción promedio 18 por ciento por abajo de la capacidad instalada. En cuanto a gasolinas sólo cumplió con 95.96 por ciento de la meta planeada; el costo de producción se incrementó 61 por ciento con respecto al original. El gasto para mantenimiento fue muy reducido.
Refinería Miguel Hidalgo, Tula (la ganadora, condicionada): alcanzó la meta en procesamiento de crudo, pero incrementó su costo de producción en 48 por ciento con respecto al original. Para mantenimiento sólo destinó el 25 por ciento del gasto al concepto de la inversión, incongruente con respecto al nivel de procesamiento de crudo, lo que refleja ineficiencia en la aplicación de los recursos, además de una falta de optimización de los mismos, debido a que se pierde el objetivo real de la refinería
Sobre la refinería Lázaro Cárdenas, en Minatitlán, Veracruz (que se comentó en el México SA de ayer), la ASF señala que en producción de gasolinas cumplió con el 77 por ciento de meta; por paros no programados su producción se redujo significativamente, dejando de producir un promedio diario de 6 mil 212 barriles de gasolina magna. Reportó ineficiencia en planeación y aplicación de los recursos, y falta de optimización de los mismos, teniéndose como resultado un impacto negativo por el rezago en la entrada en operación de la reconfiguración. Para mantenimiento sólo destinó 8 por ciento del gasto total.
¿Y la hermanastra gringa? En Deer Park, Texas, de la que la ASF advierte que funciona bien, pero con total discrecionalidad, tanto que en algunos casos ha solicitado “fincamiento de responsabilidades administrativas sancionatorias que se deriven de los actos u omisiones de los servidores públicos” que “olvidaron” algunos procedimientos contractuales.
Las rebanadas del pastel
Las desgañitadas ovejitas panistas ayer sudaron la gota gorda para “defender” lo indefendible: el espeluznante resultado del gobierno foxista y su familia depredadora… Ya ni la burla perdonan: de los 4 mil empleos por él presumidos el pasado lunes, el inquilino de Los Pinos de inmediato debe descontar mil 300 por el masivo despido en Minera Cananea, ordenado por el hijo y heredero de El Azote, Germán Larrea, y aplaudido por el pianista de la Secretaría del Trabajo.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
En un hecho insólito, tras una larga sesión de más de cuatro horas, el pleno de la Cámara de Diputados rechazó por mayoría los dictámentes de la Cuenta Pública correspondientes a los años 2002 y 2003, en lo que constituyó un acto de repudio legislativo hacia la administración de Vicente Fox. La discusión estuvo contextualizada por los persistentes embates de los legisladores de oposición en contra de la primera presidencia panista –a la que acusaron de incurrir en corrupción y opacidad–, así como por la ausencia de un número importante de miembros de la bancada del blanquiazul, circunstancia, esta última, que influyó en el resultado final de la votación.
La baja asistencia de diputados de Acción Nacional en lo que desde un inicio se planteó como un “juicio sumario” –en palabras del legislador priísta Emilio Gamboa– en contra del foxismo, reviste una importante carga simbólica por cuanto parece prefigurar la aceptación, en el seno mismo del partido en el poder, de que la defensa del político guanajuatense es causa perdida.
Ciertamente, el manejo de los recursos públicos durante la pasada administración no deja mucho margen de acción para abogar en favor de su titular. Como puede inferirse a partir de los datos proporcionados por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), cuya discusión inició ayer en San Lázaro, la administración de Vicente Fox es la de peor desempeño en las pasadas dos décadas: entre 2000 y 2006 la economía creció a un ritmo poco menos que mediocre de 2.3 por ciento anual –ese mismo indicador se ubicó en 3.9 y 3.5 por ciento en las administraciones de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, respectivamente–; la creación de empleos en ese sexenio ascendió a una raquítica cifra de 244 mil plazas por año, en promedio, y tan sólo en el año 2006 –el último del ciclo de gobierno foxista– el país descendió del lugar 42 al 64 en materia de competitividad internacional.
Todo ello a pesar de que el autonombrado “gobierno del cambio” contó con cuantiosas sumas de recursos que entraron a las arcas nacionales gracias, sobre todo, a los elevados precios internacionales del petróleo, que sin embargo fueron a parar a un pozo sin fondo de dispendio y, presumiblemente, de corrupción, a la construcción de elefantes blancos como la Biblioteca José Vasconcelos y a programas inútiles y onerosos como la Enciclomedia, así como a la promoción indebida del sufragio en favor del candidato oficial en 2006.
Por lo demás, cabe advertir que esta desaprobación tácita del panismo hacia la gestión de Vicente Fox puede interpretarse también como una crítica al gobierno calderonista. A pesar de que los datos proporcionados por la ASF y de las documentadas irregularidades que tuvieron lugar en el sexenio pasado –elementos que tendrían que obligar al actual gobierno a emprender las pesquisas de oficio correspondientes–, la presente administración ha optado por hacerse de la vista gorda, y ha sumado con ello a su propio déficit de legitimidad de origen el estigma de un gobierno que encubre el desaseo de su antecesor.
Al día de hoy, sin embargo, tal postura es insostenible, porque la persistencia de la corrupción en las oficinas públicas y la permisividad de las autoridades ante ello daña severamente a la institucionalidad del país y priva de credibilidad los alegatos en torno a que la lucha contra la delincuencia y la ilegalidad constituye una de las prioridades del actual gobierno.
Opinión
Patrick Manning*: Asegurar el futuro de la región
Octavio Rodríguez Araujo: La mariguana y la hipocresía de los legisladores
Soledad Loaeza: La hipoteca
Adolfo Sánchez Rebolledo: Obama superstar
La baja asistencia de diputados de Acción Nacional en lo que desde un inicio se planteó como un “juicio sumario” –en palabras del legislador priísta Emilio Gamboa– en contra del foxismo, reviste una importante carga simbólica por cuanto parece prefigurar la aceptación, en el seno mismo del partido en el poder, de que la defensa del político guanajuatense es causa perdida.
Ciertamente, el manejo de los recursos públicos durante la pasada administración no deja mucho margen de acción para abogar en favor de su titular. Como puede inferirse a partir de los datos proporcionados por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), cuya discusión inició ayer en San Lázaro, la administración de Vicente Fox es la de peor desempeño en las pasadas dos décadas: entre 2000 y 2006 la economía creció a un ritmo poco menos que mediocre de 2.3 por ciento anual –ese mismo indicador se ubicó en 3.9 y 3.5 por ciento en las administraciones de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, respectivamente–; la creación de empleos en ese sexenio ascendió a una raquítica cifra de 244 mil plazas por año, en promedio, y tan sólo en el año 2006 –el último del ciclo de gobierno foxista– el país descendió del lugar 42 al 64 en materia de competitividad internacional.
Todo ello a pesar de que el autonombrado “gobierno del cambio” contó con cuantiosas sumas de recursos que entraron a las arcas nacionales gracias, sobre todo, a los elevados precios internacionales del petróleo, que sin embargo fueron a parar a un pozo sin fondo de dispendio y, presumiblemente, de corrupción, a la construcción de elefantes blancos como la Biblioteca José Vasconcelos y a programas inútiles y onerosos como la Enciclomedia, así como a la promoción indebida del sufragio en favor del candidato oficial en 2006.
Por lo demás, cabe advertir que esta desaprobación tácita del panismo hacia la gestión de Vicente Fox puede interpretarse también como una crítica al gobierno calderonista. A pesar de que los datos proporcionados por la ASF y de las documentadas irregularidades que tuvieron lugar en el sexenio pasado –elementos que tendrían que obligar al actual gobierno a emprender las pesquisas de oficio correspondientes–, la presente administración ha optado por hacerse de la vista gorda, y ha sumado con ello a su propio déficit de legitimidad de origen el estigma de un gobierno que encubre el desaseo de su antecesor.
Al día de hoy, sin embargo, tal postura es insostenible, porque la persistencia de la corrupción en las oficinas públicas y la permisividad de las autoridades ante ello daña severamente a la institucionalidad del país y priva de credibilidad los alegatos en torno a que la lucha contra la delincuencia y la ilegalidad constituye una de las prioridades del actual gobierno.
Opinión
Patrick Manning*: Asegurar el futuro de la región
Octavio Rodríguez Araujo: La mariguana y la hipocresía de los legisladores
Soledad Loaeza: La hipoteca
Adolfo Sánchez Rebolledo: Obama superstar
unque breve y terrenal, la visita de Barack Obama es, en ciertos círculos, comparable con la del Papa en la versión carismática de Juan Pablo II. El arribo del personaje despierta pasión, un extraño sentido de pertenencia que eleva hasta las nubes la autoestima del anfitrión.
Efecto de la renovación progresista de la presidencia estadunidense o insuperable dependencia hacia el poderoso, Obama llega a México con el aura del salvador, una suerte de admirable superstar de la globalización, atrayente, seductor: el optimismo, la emoción histórica domina el comentario público, los análisis, las citas coleccionables (con destino a la posteridad), el género epistolar convertido en susurro periodístico para recordar la fatalidad geográfica o cómo superar los traumas de nuestra historia. Y entre los signos de admiración un poco de sumisa envidia marginal: “Lo más cercano que hemos tenido a un Obama en México fue Benito Juárez, un indígena zapoteco que llegó a la Presidencia en 1858”, escribe el señor Jorge Ramos (Reforma, 14/4/09).
Es tal la fuerza de atracción de la “obamanía” que hasta el senador Navarrete da por configurada una “nueva relación” al aceptar los ejercicios navales conjuntos, tal vez electrizado como muchos en el mundo por el viraje impulsado por Obama en relación a Cuba, entre otros temas candentes de la agenda internacional. Y, sin embargo, de eso se trata esta visita: ver hasta qué punto es posible dar pasos firmes para transformar las viejas, gastadas y rutinarias reglas de la vecindad en un nuevo entendimiento con Estados Unidos, habida cuenta la crisis global que hace caer viejos paradigmas e inútiles blindajes del pasado.
Hasta ahora, como no podía ser de otra manera, hay signos esperanzadores, pero las realidades distan mucho de haber cambiado. Es obvio que el gobierno estadunidense trabaja en una estrategia general que abarca los temas de la seguridad, el comercio y la migración, pero, por desgracia, fuera de la política reactiva del gobierno, la parte mexicana no ha sido capaz de elaborar un planteamiento suficiente para superar las ideas forjadas al calor del Consenso de Washington, que ha sido oficialmente enterrado en Londres. La expectativa, pues, se reduce a ver qué traerá Obama en las alforjas, como si la ansiada “nueva relación” pudiera surgir sólo del esfuerzo (“corresponsabilidad”) estadunidense sin expresar, más allá de los asuntos candentes puntuales, el interés nacional mexicano.
Es verdad, como apunta Manuel Camacho, que Obama está en condiciones de lograr un doble triunfo con su visita: “puede fortalecer su política de seguridad con un acuerdo bilateral de fondo y, simultáneamente, abrirse un espacio de diálogo sincero y respetuoso con las fuerzas progresistas de México y América Latina”.
La duda surge al preguntarnos si la parte mexicana, esto es, el gobierno de Felipe Calderón (“el presidente mexicano más antinorteamericano (sic) de la historia reciente”, según Silva-Herzog Márquez) quiere y puede asumir una visión de largo plazo que no sea una fórmula inocua, postura que, en cualquier caso, el panismo tendría que discutir y pactar con las “fuerzas progresistas”, lo cual no parece ser su intención.
La resistencia al cambio del gobierno mexicano, su conservadurismo, se manifiesta en cada ocasión importante. Por ejemplo, políticamente resulta incomprensible que México salga de la reunión del Grupo de los 20 con una cartilla de buena conducta “macroeconómica” expedida por el Fondo Monetario Internacional, sin aportar una sola línea a la comprensión de la crisis global y sus posibles salidas, cuando durante meses subestimó sus efectos más perniciosos.
Puede ser que Obama no se extienda durante su visita a México en el tema espinoso del Tratado de Libre Comercio, pero es evidente que la cortesía no evitará que las sombras del asunto aparezcan una y otra vez. Lejos de sentarse a discutir qué ha cambiado y cómo elaborar una política capaz de generar crecimiento (y sobre todo empleos), el gobierno calderonista se esfuerza en dar la batalla proteccionista sin más, como si la crisis no hubiera machacado ya todas las antiguas seguridades comerciales o productivas legadas por el neoliberalismo. Mientras no se discuta el fondo de la cuestión, la separación entre comercio y migración, por ejemplo, impedirá buscar soluciones justas, capaces de trascender el ámbito de la seguridad, que es, sin duda, el contexto general del nuevo activismo estadunidense en relación con México y su frontera.
En este panorama, si México es incapaz de hablar con Estados Unidos y en la cumbre en favor de Latinoamérica perderá la oportunidad de defender sus propios, legítimos intereses. México está obligado a desempeñar un modesto, pero activo papel en pro de la convivencia pacífica, el respeto al derecho internacional y el impulso al desarrollo de nuestros pueblos. Debe exigir el final del embargo a Cuba.
Efecto de la renovación progresista de la presidencia estadunidense o insuperable dependencia hacia el poderoso, Obama llega a México con el aura del salvador, una suerte de admirable superstar de la globalización, atrayente, seductor: el optimismo, la emoción histórica domina el comentario público, los análisis, las citas coleccionables (con destino a la posteridad), el género epistolar convertido en susurro periodístico para recordar la fatalidad geográfica o cómo superar los traumas de nuestra historia. Y entre los signos de admiración un poco de sumisa envidia marginal: “Lo más cercano que hemos tenido a un Obama en México fue Benito Juárez, un indígena zapoteco que llegó a la Presidencia en 1858”, escribe el señor Jorge Ramos (Reforma, 14/4/09).
Es tal la fuerza de atracción de la “obamanía” que hasta el senador Navarrete da por configurada una “nueva relación” al aceptar los ejercicios navales conjuntos, tal vez electrizado como muchos en el mundo por el viraje impulsado por Obama en relación a Cuba, entre otros temas candentes de la agenda internacional. Y, sin embargo, de eso se trata esta visita: ver hasta qué punto es posible dar pasos firmes para transformar las viejas, gastadas y rutinarias reglas de la vecindad en un nuevo entendimiento con Estados Unidos, habida cuenta la crisis global que hace caer viejos paradigmas e inútiles blindajes del pasado.
Hasta ahora, como no podía ser de otra manera, hay signos esperanzadores, pero las realidades distan mucho de haber cambiado. Es obvio que el gobierno estadunidense trabaja en una estrategia general que abarca los temas de la seguridad, el comercio y la migración, pero, por desgracia, fuera de la política reactiva del gobierno, la parte mexicana no ha sido capaz de elaborar un planteamiento suficiente para superar las ideas forjadas al calor del Consenso de Washington, que ha sido oficialmente enterrado en Londres. La expectativa, pues, se reduce a ver qué traerá Obama en las alforjas, como si la ansiada “nueva relación” pudiera surgir sólo del esfuerzo (“corresponsabilidad”) estadunidense sin expresar, más allá de los asuntos candentes puntuales, el interés nacional mexicano.
Es verdad, como apunta Manuel Camacho, que Obama está en condiciones de lograr un doble triunfo con su visita: “puede fortalecer su política de seguridad con un acuerdo bilateral de fondo y, simultáneamente, abrirse un espacio de diálogo sincero y respetuoso con las fuerzas progresistas de México y América Latina”.
La duda surge al preguntarnos si la parte mexicana, esto es, el gobierno de Felipe Calderón (“el presidente mexicano más antinorteamericano (sic) de la historia reciente”, según Silva-Herzog Márquez) quiere y puede asumir una visión de largo plazo que no sea una fórmula inocua, postura que, en cualquier caso, el panismo tendría que discutir y pactar con las “fuerzas progresistas”, lo cual no parece ser su intención.
La resistencia al cambio del gobierno mexicano, su conservadurismo, se manifiesta en cada ocasión importante. Por ejemplo, políticamente resulta incomprensible que México salga de la reunión del Grupo de los 20 con una cartilla de buena conducta “macroeconómica” expedida por el Fondo Monetario Internacional, sin aportar una sola línea a la comprensión de la crisis global y sus posibles salidas, cuando durante meses subestimó sus efectos más perniciosos.
Puede ser que Obama no se extienda durante su visita a México en el tema espinoso del Tratado de Libre Comercio, pero es evidente que la cortesía no evitará que las sombras del asunto aparezcan una y otra vez. Lejos de sentarse a discutir qué ha cambiado y cómo elaborar una política capaz de generar crecimiento (y sobre todo empleos), el gobierno calderonista se esfuerza en dar la batalla proteccionista sin más, como si la crisis no hubiera machacado ya todas las antiguas seguridades comerciales o productivas legadas por el neoliberalismo. Mientras no se discuta el fondo de la cuestión, la separación entre comercio y migración, por ejemplo, impedirá buscar soluciones justas, capaces de trascender el ámbito de la seguridad, que es, sin duda, el contexto general del nuevo activismo estadunidense en relación con México y su frontera.
En este panorama, si México es incapaz de hablar con Estados Unidos y en la cumbre en favor de Latinoamérica perderá la oportunidad de defender sus propios, legítimos intereses. México está obligado a desempeñar un modesto, pero activo papel en pro de la convivencia pacífica, el respeto al derecho internacional y el impulso al desarrollo de nuestros pueblos. Debe exigir el final del embargo a Cuba.
e la quinta cumbre de las Américas” no debe esperarse ni asomo de solución a los dramáticos problemas estructurales de América Latina y el Caribe, hoy agravados por tres décadas de neoliberalismo y la irreversible crisis sistémica del capitalismo. Son muy ingenuos, o muy cipayos, quienes deliran con que Obama puede modificar, por bien intencionado que sea, el rígido y ciego andamiaje de sujeción económica, política y militar edificado a sangre y fuego por la clase dominante de su país al sur del río Bravo, desde la anexión de más de la mitad del territorio de México. Al contrario, todos los datos disponibles indican que Washington se emplea a fondo en apuntalar ese edifico y la mejor prueba es la reactivación de la Cuarta Flota y la reproducción hacia el sur de su frontera de versiones a la carta del Plan Colombia.
El hecho de excluir a Cuba por imposición de Washington con el argumento de la carta democrática de la moribunda Organización de Estados Americanos (OEA) hace de la cumbre un relicto monroísta, ajeno a la voluntad de los pueblos, a la moral y la legalidad internacional. Cabe recordar su embrión histórico en el último cuarto del siglo XIX, contra cuyos fines de dominación económica y política por Estados Unidos alertara José Martí, reciclado a partir de 1994 en la cumbre de Miami con el canto de sirena del libre comercio.
La declaración final, ya cocinada, pese a la digna oposición de varios gobiernos latinoamericanos, no menciona nada que incomode a Washington, servilmente atemperada por la secretaría de la OEA. Obvio, no puede emplear el lenguaje neoliberal triunfalista de las primeras cumbres puesto que el neoliberalismo empujó a la catástrofe económica y social, y América Latina y el Caribe mostraron su capacidad de rechazarlo y derrotarlo desde el entierro del Área de Libre Comercio de las Américas en la cumbre de Mar del Plata. El resultado es un documento insulso y sin fondo, como lo calificó el ecuatoriano Correa, que recibirá múltiples cuestionamientos, sobre todo porque no condena el bloqueo a Cuba e insiste en recetas inaceptable como reflotar al Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, el eco de las luchas populares latinoamericanas y del Caribe que contribuyeron a debilitar la hegemonía imperial y al quiebre de la unipolaridad e hicieron surgir nuevos gobiernos independientes, una vocación de unidad e integración regional y el unánime llamado a Estados Unidos a poner fin al bloqueo contra Cuba, seguramente se escuchará en la cumbre. Barack Obama se verá enfrentado a esta realidad, ignorada en el discurso de sus asesores, que tal vez lo lleve a meditar sobre la necesaria búsqueda de una relación más respetuosa con sus vecinos del sur.
El bloqueo es un acto genocida, la mayor y más prolongada violación masiva de los derechos humanos de un pueblo en la época contemporánea, sobradamente un crimen de lesa humanidad. Obama no tomó parte en su establecimiento, pero, a menos que cambie su postura, no tiene cómo justificar la idea que ha expresado de mantenerlo mientras Cuba no cumpla con los requisitos de Washington. Insistir en esa arbitraria condicionante en la cumbre, además de encarnar la política del garrote, arrojará graves dudas sobre su voluntad de cambio, lo colocará en contra de la opinión de todos los gobiernos presentes, incluso Canadá, y de la inmensa mayoría de los representados en la ONU.
Sus recientes medidas sobre Cuba rompen ciertamente con la obsesiva hostilidad de Bush, aunque el lenguaje que las justifica, más moderado, sigue en la tónica del “cambio de régimen”, pero son objetivamente un paso hacia la distensión. No obstante, quedan muy lejos del clamor latinoamericano e internacional, de las propuestas de un viraje en la política hacia Cuba de importantes grupos empresariales y numerosos legisladores de su país y hasta de la opinión de una gran mayoría de estadunidenses, que, según sondeos recientes, abogan por la normalización de relaciones con Cuba.
Es esquizofrénica la exclusión de Cuba cuando el consenso latinocaribeño ha sido normalizar las relaciones diplomáticas con La Habana y su integración a todos los organismos regionales existentes. América Latina y el Caribe pidieron unánimemente a Washington el levantamiento del bloqueo hace cuatro meses y éste será exigido por los mandatarios más independientes y decididos. Ese fantasma planeará todo el tiempo en la reunión a puertas cerradas, pero no tardaremos en enterarnos de las sorpresas que deparará a Obama.
aguerra_123@yahoo.com.mx
Lydia Cacho
El hecho de excluir a Cuba por imposición de Washington con el argumento de la carta democrática de la moribunda Organización de Estados Americanos (OEA) hace de la cumbre un relicto monroísta, ajeno a la voluntad de los pueblos, a la moral y la legalidad internacional. Cabe recordar su embrión histórico en el último cuarto del siglo XIX, contra cuyos fines de dominación económica y política por Estados Unidos alertara José Martí, reciclado a partir de 1994 en la cumbre de Miami con el canto de sirena del libre comercio.
La declaración final, ya cocinada, pese a la digna oposición de varios gobiernos latinoamericanos, no menciona nada que incomode a Washington, servilmente atemperada por la secretaría de la OEA. Obvio, no puede emplear el lenguaje neoliberal triunfalista de las primeras cumbres puesto que el neoliberalismo empujó a la catástrofe económica y social, y América Latina y el Caribe mostraron su capacidad de rechazarlo y derrotarlo desde el entierro del Área de Libre Comercio de las Américas en la cumbre de Mar del Plata. El resultado es un documento insulso y sin fondo, como lo calificó el ecuatoriano Correa, que recibirá múltiples cuestionamientos, sobre todo porque no condena el bloqueo a Cuba e insiste en recetas inaceptable como reflotar al Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, el eco de las luchas populares latinoamericanas y del Caribe que contribuyeron a debilitar la hegemonía imperial y al quiebre de la unipolaridad e hicieron surgir nuevos gobiernos independientes, una vocación de unidad e integración regional y el unánime llamado a Estados Unidos a poner fin al bloqueo contra Cuba, seguramente se escuchará en la cumbre. Barack Obama se verá enfrentado a esta realidad, ignorada en el discurso de sus asesores, que tal vez lo lleve a meditar sobre la necesaria búsqueda de una relación más respetuosa con sus vecinos del sur.
El bloqueo es un acto genocida, la mayor y más prolongada violación masiva de los derechos humanos de un pueblo en la época contemporánea, sobradamente un crimen de lesa humanidad. Obama no tomó parte en su establecimiento, pero, a menos que cambie su postura, no tiene cómo justificar la idea que ha expresado de mantenerlo mientras Cuba no cumpla con los requisitos de Washington. Insistir en esa arbitraria condicionante en la cumbre, además de encarnar la política del garrote, arrojará graves dudas sobre su voluntad de cambio, lo colocará en contra de la opinión de todos los gobiernos presentes, incluso Canadá, y de la inmensa mayoría de los representados en la ONU.
Sus recientes medidas sobre Cuba rompen ciertamente con la obsesiva hostilidad de Bush, aunque el lenguaje que las justifica, más moderado, sigue en la tónica del “cambio de régimen”, pero son objetivamente un paso hacia la distensión. No obstante, quedan muy lejos del clamor latinoamericano e internacional, de las propuestas de un viraje en la política hacia Cuba de importantes grupos empresariales y numerosos legisladores de su país y hasta de la opinión de una gran mayoría de estadunidenses, que, según sondeos recientes, abogan por la normalización de relaciones con Cuba.
Es esquizofrénica la exclusión de Cuba cuando el consenso latinocaribeño ha sido normalizar las relaciones diplomáticas con La Habana y su integración a todos los organismos regionales existentes. América Latina y el Caribe pidieron unánimemente a Washington el levantamiento del bloqueo hace cuatro meses y éste será exigido por los mandatarios más independientes y decididos. Ese fantasma planeará todo el tiempo en la reunión a puertas cerradas, pero no tardaremos en enterarnos de las sorpresas que deparará a Obama.
aguerra_123@yahoo.com.mx
Lydia Cacho
Plan B
Futbolistas contra las mujeres
Cuando Kate del Castillo se atrevió a hacer público que Luis García, el ex futbolista, era un marido maltratador, rompió el tabú sobre la impunidad de los héroes del balompié. La actriz nos ayudó a entender que es falso el refrán de “mente sana en cuerpo sano”. El hecho de que los jugadores de futbol sean idolatrados favorece a aquellos que son machistas violentos y abusan del poder. El futbol está plagado de corruptelas y actos deshonestos.
En Chiapas, tres jóvenes mujeres denunciaron a jugadores de los Jaguares por violencia doméstica y sexual, amenazas y golpes; a todas el Ministerio Público las disuadió de seguir con el procedimiento legal, dado que es el propio gobernador el patriarca del equipo, lo cual impediría que la demanda procediera y las pondría en peligro por represalias.
Hace unos días el preparador físico del Atlante, Román Barrón Bermúdez, golpeó por enésima vez a su novia, pero en esta ocasión lo hizo en la calle frente a transeúntes, estrelló la cara de su pareja contra el parabrisas y ella terminó hospitalizada. La demanda penal está en proceso; sin embargo, Barrón se ha dedicado a amenazar a la familia de su ex novia, al padrastro de ella incluso le aseguró que es intocable. Barrón asegura que ni el gobernador Félix González Canto ni El Güero Burillo, ambos propietarios del reluciente equipo, permitirían que la demanda llegue ante un juez. Los jugadores son héroes locales en Quintana Roo, y su preparador asevera que este estatus se extiende a su persona.
Otros dos jugadores del Atlante están bajo investigación por solicitar, a un tratante de mujeres en Cancún vinculado con delincuencia organizada, prostitutas menores de edad para sus fiestas privadas. El ambiente futbolístico tiene gran similitud con la farándula; no importa si los actores son éticos o poco inteligentes, el hecho de que ganen cuantiosas sumas de dinero, de que estén protegidos por la fama y por quienes se enriquecen gracias a su actuación parece dar a los misóginos y violentos licencia para cometer delitos y mantenerse en la impunidad. Un joven jugador me asegura que rebelarse contra el machismo puede aislarlos e incluso dañar su carrera. La pregunta es qué opinan la sociedad y sus admiradores de los futbolistas violentos.
Cuando Kate del Castillo se atrevió a hacer público que Luis García, el ex futbolista, era un marido maltratador, rompió el tabú sobre la impunidad de los héroes del balompié. La actriz nos ayudó a entender que es falso el refrán de “mente sana en cuerpo sano”. El hecho de que los jugadores de futbol sean idolatrados favorece a aquellos que son machistas violentos y abusan del poder. El futbol está plagado de corruptelas y actos deshonestos.
En Chiapas, tres jóvenes mujeres denunciaron a jugadores de los Jaguares por violencia doméstica y sexual, amenazas y golpes; a todas el Ministerio Público las disuadió de seguir con el procedimiento legal, dado que es el propio gobernador el patriarca del equipo, lo cual impediría que la demanda procediera y las pondría en peligro por represalias.
Hace unos días el preparador físico del Atlante, Román Barrón Bermúdez, golpeó por enésima vez a su novia, pero en esta ocasión lo hizo en la calle frente a transeúntes, estrelló la cara de su pareja contra el parabrisas y ella terminó hospitalizada. La demanda penal está en proceso; sin embargo, Barrón se ha dedicado a amenazar a la familia de su ex novia, al padrastro de ella incluso le aseguró que es intocable. Barrón asegura que ni el gobernador Félix González Canto ni El Güero Burillo, ambos propietarios del reluciente equipo, permitirían que la demanda llegue ante un juez. Los jugadores son héroes locales en Quintana Roo, y su preparador asevera que este estatus se extiende a su persona.
Otros dos jugadores del Atlante están bajo investigación por solicitar, a un tratante de mujeres en Cancún vinculado con delincuencia organizada, prostitutas menores de edad para sus fiestas privadas. El ambiente futbolístico tiene gran similitud con la farándula; no importa si los actores son éticos o poco inteligentes, el hecho de que ganen cuantiosas sumas de dinero, de que estén protegidos por la fama y por quienes se enriquecen gracias a su actuación parece dar a los misóginos y violentos licencia para cometer delitos y mantenerse en la impunidad. Un joven jugador me asegura que rebelarse contra el machismo puede aislarlos e incluso dañar su carrera. La pregunta es qué opinan la sociedad y sus admiradores de los futbolistas violentos.
Ricardo Rocha
Detrás de la Noticia
¿Días de guardar?
Quisiera ser ingenuo y pensar que de algo hayan servido las semanas Santa y de Pascua. Quiero decir de algo así como pensar en la paz, en el amor, en el bien común; en los males del otro y del modo en que podríamos contribuir a remediarlos.
Reflexionar tal vez en esta casa común que es México. En sus todavía profundos dolores: la injusticia, la discriminación y la pobreza lacerante. Y en cómo si distribuyéramos un poquito mejor los panes y los peces no tendríamos al hambre como habitante cotidiano en ciudades y pueblos de todas partes.
Ejercitar la memoria para acordarnos de tanta historia heroica que muchas naciones ricas quisieran comprar. Junto con nuestros milenios de culturas esplendentes que coincidieron inusitadamente en esta gran patria: teotihuacanos, aztecas, mayas, toltecas y olmecas, que todavía hoy siguen asombrando al mundo.
O mirar con detenimiento nuestro territorio para redescubrir la inmensidad de riquezas de que nos dotaron Dios y natura. Lo mismo metales preciosos que el petróleo de las entrañas de la tierra. Que las arenas doradas y los dones del mar en playas inacabables. Igual el trabajo de millones de manos que logran la magia de la transformación en talleres y fábricas.
Y concluir que no hay crisis que no pueda ser vencida por el potencial inmenso del país.
El problema es que hoy no gobiernan los patriotas. Ni los más aptos, sino los más fieles. No están en el poder los mejor dotados, sino los más amigos. Ahora la lealtad es mayor virtud que la inteligencia. La congruencia sucumbe ante la cortesanía. Y la integridad es avasallada por el oportunismo.
En los tiempos que corren la política está devaluada, arrinconada, avergonzada. En cambio la politiquería se ha impuesto a la gestión pública. Aquí nada importa cómo lo hayas hecho, sino si te has mantenido fiel a la cadena de mando. Los valores nada cuentan. Y los principios y las promesas duran tanto como el ofrecimiento del próximo hueso que roer, mientras dure.
Así que no creo que ni quienes nos gobiernan ni quienes nos representan hayan pensado mucho en conceptos como patriotismo, decencia, buena fe, capacidad, entrega, inteligencia y valentía. Menos ahora que los hombres y mujeres del poder se preparan para disputarse a tarascadas los nuevos botines del sexenio: el pastel inmenso de la Cámara de Diputados y los cotos feudales de varias y muy apetecibles gubernaturas.
Por tanto, es más probable que estos días de guardar hayan sido más bien días de transar. En lo oscurito, por supuesto. En la pura tiniebla. A ver cómo jodes al otro. A ver cómo revientas al de enfrente. Y en dónde le sorrajas al de junto. Pero eso sí, qué le puedes sacar a aquel, no importa que sea un pillo. Menos aún que sea un opuesto. Si está listo para la alianza momentánea repartidora de beneficios.
Y no importa el precio a pagar. Así se trate del odio, el encono o la discordia. O la indignidad y la abyección rastrera. En esta contienda, para ellos, sólo los números valen.
Vamos a ver qué decimos nosotros, los que votamos.
P.D. Para Javier Aguirre, con un abrazo fraterno.
Quisiera ser ingenuo y pensar que de algo hayan servido las semanas Santa y de Pascua. Quiero decir de algo así como pensar en la paz, en el amor, en el bien común; en los males del otro y del modo en que podríamos contribuir a remediarlos.
Reflexionar tal vez en esta casa común que es México. En sus todavía profundos dolores: la injusticia, la discriminación y la pobreza lacerante. Y en cómo si distribuyéramos un poquito mejor los panes y los peces no tendríamos al hambre como habitante cotidiano en ciudades y pueblos de todas partes.
Ejercitar la memoria para acordarnos de tanta historia heroica que muchas naciones ricas quisieran comprar. Junto con nuestros milenios de culturas esplendentes que coincidieron inusitadamente en esta gran patria: teotihuacanos, aztecas, mayas, toltecas y olmecas, que todavía hoy siguen asombrando al mundo.
O mirar con detenimiento nuestro territorio para redescubrir la inmensidad de riquezas de que nos dotaron Dios y natura. Lo mismo metales preciosos que el petróleo de las entrañas de la tierra. Que las arenas doradas y los dones del mar en playas inacabables. Igual el trabajo de millones de manos que logran la magia de la transformación en talleres y fábricas.
Y concluir que no hay crisis que no pueda ser vencida por el potencial inmenso del país.
El problema es que hoy no gobiernan los patriotas. Ni los más aptos, sino los más fieles. No están en el poder los mejor dotados, sino los más amigos. Ahora la lealtad es mayor virtud que la inteligencia. La congruencia sucumbe ante la cortesanía. Y la integridad es avasallada por el oportunismo.
En los tiempos que corren la política está devaluada, arrinconada, avergonzada. En cambio la politiquería se ha impuesto a la gestión pública. Aquí nada importa cómo lo hayas hecho, sino si te has mantenido fiel a la cadena de mando. Los valores nada cuentan. Y los principios y las promesas duran tanto como el ofrecimiento del próximo hueso que roer, mientras dure.
Así que no creo que ni quienes nos gobiernan ni quienes nos representan hayan pensado mucho en conceptos como patriotismo, decencia, buena fe, capacidad, entrega, inteligencia y valentía. Menos ahora que los hombres y mujeres del poder se preparan para disputarse a tarascadas los nuevos botines del sexenio: el pastel inmenso de la Cámara de Diputados y los cotos feudales de varias y muy apetecibles gubernaturas.
Por tanto, es más probable que estos días de guardar hayan sido más bien días de transar. En lo oscurito, por supuesto. En la pura tiniebla. A ver cómo jodes al otro. A ver cómo revientas al de enfrente. Y en dónde le sorrajas al de junto. Pero eso sí, qué le puedes sacar a aquel, no importa que sea un pillo. Menos aún que sea un opuesto. Si está listo para la alianza momentánea repartidora de beneficios.
Y no importa el precio a pagar. Así se trate del odio, el encono o la discordia. O la indignidad y la abyección rastrera. En esta contienda, para ellos, sólo los números valen.
Vamos a ver qué decimos nosotros, los que votamos.
P.D. Para Javier Aguirre, con un abrazo fraterno.
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