8/22/2011

Estado de México, Elecciones sin Credibilidad (Segunda Parte)

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El Dictamen Ciudadano se presentará este miércoles 24 en Casa Lamm, a las 11 horas. Comentarán Emilio Álvarez Icaza, Clara Jusidman y Bernardo Barranco.

Consulta la primera parte aquí.

Bernardo Barranco, Ex consejero electoral y dirigente de la agrupación Dictamen Ciudadano. Foto: Tania Contreras. Fuente: milenio.com

Elecciones cortas, caras y con alto abstencionismo

El Dictamen advierte que a pesar de haberse reducido a 45 días el tiempo de campaña, el financiamiento público a los partidos en el Estado de México se incrementó 180 por ciento, sumando un total de 698 millones de pesos.

“Si en el Estado de México se hubiese adoptado el modelo de la reforma federal de 2007, el tope de gasto de campaña para gobernador hubiera sido de 41 millones y no de 204 millones”, advierte el análisis.

Cita datos de la Coparmex que considera a las elecciones como “las más caras de América Latina”, con un dispendio total de 3 mil millones de pesos, “lo cual se traduce en un costo de 60 dólares por voto en nuestro estado”.

“No existió una correlación entre los recursos y el buen funcionamiento de las instituciones. En diversas ocasiones se pudo observar que, independientemente del dinero destinado a los procesos electorales, hubo desviaciones que afectaron la credibilidad de la democracia, como forma de gobierno. Además, la institución electoral no fue eficiente en el ejercicio de los recursos asignados a los partidos políticos. Tuvo retrasos para asignar las prerrogativas”, señala el informe.

La “constante” durante la campaña fueron las denuncias del “enorme gasto” de Eruviel Avila, candidato del PRI. Por si fuera poco, el ex alcalde de Ecatepec alimentó la polémica al ofrecer autos y puestos públicos a los militantes que más promovieran el voto para su coalición.

PAN y PRD demandaron “revisiones precautorias” de los gastos de campaña de Eruviel Avila, pero el IEEM dejó pendiente la resolución de estas demandas hasta el final del proceso electoral.

La medida del IEEM no fue casual. “Lo único que pudiera resultar efectivo para revertir los resultados electorales son las revisiones precautorias a los gastos de Avila”, advierte el Dictamen. Lo cual tampoco se hizo.

El reporte también subraya que “la intervención del gobierno del estado en la campaña de Avila fue una constante. Se hizo, sobre todo, a través de los programas de regionalización, el uso clientelar de programas sociales y de la entrega de obras de infraestructura realizadas en el estado”.

“En cuanto a la intervención del gobierno de Peña en la elección y en los apoyos que tuvo su candidato para el órgano electoral fue difícil amortiguar el descrédito de tolerar tales prácticas… Algunas de las más evidentes fueron la movilización clientelar del sindicato de maestros y la focalización de los programas de asistencia social estatales… La publicidad del gobierno del estado fue abrumadora. Se mantuvo así durante casi todo el proceso electoral, hasta que tardíamente el TEPJF ordenó el retiro de ella, a unos días de la elección”, reseña el informe.

A pesar del despilfarro, la inequidad y la abierta intervención del gobierno a favor del candidato del PRI, los niveles de votación no aumentaron. El Dictamen Ciudadano advierte que “a pesar de que el padrón creció en 1.5 millones de ciudadanos entre 2006 y 2011, en aquel año votaron 5 millones 701 mil 320 mexiquenses. El domingo 3 de julo lo hicieron sólo 4 millones 576 mil 54, es decir, 1 millón 125 mil ciudadanos menos”.

“La abstención fue de más de 6 millones de votantes. Rebasó de lejos a cada uno de los países centroamericanos. Incluso superó los padrones electorales de Paraguay y Uruguay juntos. El alejamiento de los ciudadanos de las urnas reflejó la enorme desconfianza y lejanía hacia las propuestas de los partidos y de la sinceridad institucional de los órganos electorales”.

La oposición, los medios, las iglesias

El informe final sobre la elección del Estado de México también es muy crítico con el papel de los partidos de oposición, con la prensa local y con la iglesia católica.

Recuerda que durante la consulta sobre la alianza entre el PRD y el PAN hubo 250 mil sufragios, de los cuales, el 76 por ciento votaron por el sí, pero los opositores minimizaron.

“Después de conocer el resultado de la consulta mexiquense del 27 de marzo, los partidos interesados, especialmente el PRD, desconocieron el resultado. Subestimaron la opinión de los mexiquenses. Mostraron que la última palabra la tuvieron las cúpulas partidistas. Dejaron a la consulta ciudadana como mero trámite, cuando el objetivo era cambiar la relación entre la sociedad y la clase política del Estado de México”, advierte.

Para quienes redactaron el Diagnóstico Ciudadano, “la noticia de que Eruviel Avila era el candidato de unidad (del PRI) fue una muestra de que existía la posibilidad de una ruptura al interior del PRI mexiquense”.

La prensa local también fue criticada en el informe. “Los medios impresos han sido eficientes reproductores de la ideología dominante en la entidad. Hacen crecer las figuras políticas que dicta el interés gubernamental”.

“Eso fue lo que hicieron durante la pasada elección de gobernador. Apoyar a Eruviel Avila en sus actos de campaña. Siempre sacaron notas positivas. Tomaron los mejores ángulos para las fotografías. Casi todas las columnas fueron apologistas de las virtudes de su figura y la del gobernador que tuvo el supuesto mérito de elegirlo”, reseña el reporte.

Algo similar ocurrió con algunos de los 14 obispos mexiquenses. Quienes no pudieron ocultar sus preferencias políticas fueron Enésimo Cepeda, de Ecatepec, “muy activo a favor del PRI”, y en especial del ex alcalde y socio; Víctor René Rodríguez Gómez, obispo auxiliar de Texcoco, que alabó la gestión de Peña Nieto durante la conferencia general de obispos, a principios de junio de 2011; y el obispo de Cuatitlán, Guillermo Ortiz Mondragón, cercano también al PRI.

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