México tenemos más de medio país viviendo en pobreza mientras unas cuantas familias siguen segregando su veneno y consumiendo la sangre de este país
Masta Cl | Proyecto Ambulante |
En todas partes del mundo, están surgiendo reclamos, protestas, manifestaciones y hasta movimientos muy organizados con un único y sencillo objetivo (aunque su realización no sea tan sencilla), cambiar las estructuras que se tienen de poder.
Esta es una labor difícil que tiene su origen en la déspota y voraz carrera hacia el exterminio que tiene el capitalismo, exterminio no solo de cuestiones naturales (recursos) sino también exterminio de los seres humanos, la súper explotación a la cual nos han sometido los últimos años solo tiene como meta hacer más ricos a los que menos lo merecen, desde luego esto ha creado crisis en todos los países, las condiciones de vida se han ido degradagando a tal grado de llegar a usar términos como “subsistencia” o “sobrevivencia” cuando deberíamos estar hablando sobre progreso.
Sin embargo en el mundo actual, las desigualdades que se viven son cada vez más fuertes, en México tenemos más de medio país viviendo en pobreza mientras unas cuantas familias siguen segregando su veneno y consumiendo la sangre de este país, no es novedad esto, tampoco significa que deje de ser importante, sobre todo porque cada vez se hace más necesaria una lucha para cambiar estas condiciones o por lo menos para empezar a hacerlas menos obvias, lo que pasa en este país no es exclusivo, si no ocurre en todos los países y ocurre a nivel de naciones, hay naciones que cada día se hacen más poderosas por estar consumiendo recursos de muchos otros países que se sumen cada vez más en la miseria.
Estas desigualdades han hecho que las condiciones de vida sean cada vez menores, el mercado de competencias, las transnacionales, etc., están proponiendo y ejerciendo un mundo de injusticias, para ser más precisos, un mundo sin educación, sin salud, sin alimentación y sin trabajo.
Esas injusticias que se padecen a diario están entrando en una crisis, en un hartazgo social mayor y se ven reflejadas en las constantes y repentinas crisis que se viven en Europa, el norte de África y actualmente en Sudamérica, desde luego que esto no es nuevo, no es la primera vez que el capitalismo entra en crisis, lo singular del asunto es que en este momento son los jóvenes quienes están protagonizando estas manifestaciones.
Hace un tiempo Salvador Allende en un discurso emitido en Guadalajara, México dirigido a los universitarios dijo unas sabias palabras que retomaré “ ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”, psicológicamente es esta etapa en que se viven los cambios emocionales más fuertes, pero más allá de estos cambios estas palabras retoman significado hoy día porque este mundo, para desgracia de muy pocos esta mayormente poblado por gente joven, jóvenes que necesitan alimentación, educación, salud y trabajo, este mundo tan como esta no ofrece esas oportunidades, por eso es necesario cambiarlo.
Los movimientos de jóvenes no son nuevos, en el siglo pasado hubo muchos, la plaza de mayo en Paris, México 68, Tiananmen 1989, Praga 68, en donde los jóvenes han tenido un papel importante (claro está que en todos los movimientos, luchas y revoluciones de la historia los jóvenes han estado participando, pero pocas veces son las que protagonizan la lucha).
Este sistema está en decadencia, caída en precipicio a la cual los ricos se quieren agarrar con uñas y dientes para defenderla, es cierto que tienen el poder económico y que pocas veces les llega a afectar a sus bolsillos, pero estamos viviendo una crisis de la cual pueden surgir expectativas muy interesantes y alentadoras.
La crisis que se vive tiene caras muy definidas; es el norte de África que exige cambios estructurales en la manera de gobernar, es Grecia que exige cambios en las políticas económicas, Es Inglaterra que reciente la represión y sumisión a la cual la han sometido, su estabilidad económica en crisis, es España y los indignados y “parados” que crecen día con día, es Chile, Colombia y Honduras contra la privatización de la educación, casos actuales que expresan no solo el descontento social hacia el modo en que se ha estado manejando el gobierno, sino que tienen un valor más amplio, son jóvenes que están cuidando por su futuro, porque saben que en algún momento con o sin estudios tendrán que buscar un trabajo, trabajo que no es seguro, trabajo que no les asegurará tener una buena condición de vida, esta lucha no es excluyente si no todo lo contrario, es una lucha de toda la sociedad, son los padres los que también sufren las injusticias, l@s hij@s, l@s herman@s, pero para este momento son los jóvenes de todo el mundo los que están sentando las bases de un cambio y son el estandarte actual de la posibilidad de un cambio.
Lo interesante de esto, es que no es un camino recorrido, ni terminado, estamos en la construcción de un mundo mejor, sobre todo, tenemos una verdad por delante; “tenemos la fuerza, la capacidad, la razón y el corazón”, eso es bastante, en algunos países se ha acelerado el paso, en otros aun nos miramos con recelo*.
Poco a poco vamos construyendo las alternativas, un mundo de muchos mundos, es un camino incierto, pero tenemos que lograrlo, como sociedad lo necesitamos, como jóvenes lo exigimos.
* México: espero pronto abras los ojos y extiendas los brazos, demasiada injusticia y violencia, es necesario un cambio ya.
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