Foto: Eduardo Miranda
MÉXICO, D.F. (apro).- Finalmente, y luego de que Gastón Azcárraga solicitara en agosto de 2010 el concurso mercantil de Mexicana de Aviación, parando la aerolínea y echando a la calle a 8 mil 500 trabajadores, la empresa fue adquirida por Med Atlántica.
Después de 24 días de información y contrainformación entre el juez del caso, Felipe Consuelo Soto, y el subsecretario de Comunicaciones y Transportes, Felipe Duarte, se llegó a ese acuerdo el viernes pasado y Dionisio Pérez Jácome, titular de SCT, avaló la adquisición.
Sin embargo, los problemas no acaban con la venta, pues existen varios puntos que se deben aclarar, por ejemplo, Med contratará a sólo 2 mil 600 empleados de los 8 mil 500 que laboraban para Mexicana.
Segundo, Med volará únicamente con siete o nueve aviones.
Tercero, Med firmará un nuevo contrato colectivo con los trabajadores que implicará menos garantías y beneficios que la propia Ley Federal del Trabajo (LFT) concede.
Cuarto, de los 90 millones de pesos que Mexicana adeuda a los empleados, quizá se comprometa a pagarles en tres tantos. El problema es que cumpla con los tres y no solo con uno.
Quinto, ¿utilizará todas las rutas, slots y posiciones que tiene o se verá encogida para convertirse en Mexicanita?
Sexto, ¿mantendrá Med viva a Mexicana más de tres o cuatro meses, o lo hará por otros 90 años?
Séptimo, si Med se declara en quiebra después de tres o cuatro meses de haber iniciado operaciones, ¿habrá sido todo una treta del señor Gastón Azcárraga y el gobierno de Felipe Calderón para quebrar en definitiva a la aerolínea más antigua y representativa de México?
Octavo, si esto último es así, las concesiones se tendrán que regresar al gobierno que podrá o no reactivarlas; si no lo hace, ¿las rutas, slots y posiciones de Mexicana que hoy usufructúan Interjet, Aeroméxico y Volaris, y que son prestadas, se las entregará el gobierno de por vida?
Es cierto que la lucha digna que han mantenido los trabajadores y el limpio trabajo del juez Felipe Consuelo dio frutos. Pero esto no termina aquí.
Y por cierto, quién es Med Atlántica, pues nada menos que Margarita del Villar, una de las manos derechas de Georgina Diez Barroso Azcárraga, quien a su vez es prima de Gastón Azcárraga, el hotelero que se prestó para quebrar a Mexicana de Aviación y que en 2007 habría rechazado que ello podría ocurrir.
Se puede pensar que todo es una maniobra, que detrás de Margarita del Villar esta la señora Georgina Diez Barroso para salvar a su primo de pagar los impuestos e ir a la cárcel.
Se puede pensar que el gobierno tenía como opción A el quebrar a la aerolínea el mismo 2011 o que tenía el plan B, de entregarla a “un nuevo inversionista llamado Med” para finalmente caer en lo mismo: desaparecerla.
Se pueden especular muchas cosas, pero prueba de ello no hay. Lo único cierto es que se reintegrará la aerolínea yendo a contracorriente.
Ojalá y los trabajadores convenzan a Med Atlántica de que el negocio es bueno y las ventajas muchas. Vaya, que financieramente vale la pena.
Lo anterior traería por consiguiente que el mercado se equilibrará, que Aeroméxico no siguiera con sus tarifas tan exorbitantes, que hubiera el empleo que el gobierno de Calderón destruyó de la manera más burda.
Y si otro de los “socios” es Christian Cadena, el hotelero de la cadena BlueBay que se desarrolla en la Riviera Maya y otros sitios turísticos, pues también a su empresa le convendría, ya que hotel y avión se podrían vender a excelentes precios, ¿recuerda usted aquel VTP?
Otro de los rumores es que esta cadena hotelera compró a Miguel Alemán, dueño de Interjet, una pequeña cadena de hoteles y que ésta habría sido la indemnización por el regreso de los slots. ¿Será?
Por lo pronto, para evitar más daños, juez y diputados, en especial el del Partido del Trabajo (PT), Mario Di Costanzo, así como el priista Adán Rubí, darán seguimiento a la última firma que falta para echar a volar a Mexicana y que los trabajadores tengan los menores costos posibles.
Habrá que seguir el tema, pues da para más.
Comentarios: mjcervantes@proceso.com.mx
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