2/23/2012

Circo, maroma y teatro en San Lázaro

Circo, maroma y teatro en San  Lázaro
Las culpas saltaron de curul en curul. Unos por tener 70 años en el poder y haber llevado, dicen, al país a la ruina cuando y pese a tener en Los Pinos a un sujeto como Ernesto Zedillo los índices de crecimiento eran mucho mayores


De nuevo la Cámara de Diputados se convirtió en un gran circo en el que lo que sobran son payasos y malabaristas. Se desgarraron las vestiduras acusándose unos, justificándose otros y algunos más escondieron la cabeza porque hasta las cuentas que les corresponden resultaron fallidas, alteradas, no justificadas, mal utilizadas y estando así las cosas en la casa en donde debe prevalecer la legalidad, en donde se dictan las Leyes, ¿qué podemos esperar que no sea un mayor desorden en las finanzas públicas y en otros órdenes de gobierno?. Fue mucha la alharaca, mucho el ruido y pocas, muy pocas las nueces. Contemplamos como se culpan y saltan las acusaciones aquí, allá, acullá, de un partido, de otro, del de enfrente y al final no pasa nada que no quepa en una mesa de negociación en la que se llegue al acuerdo de no dañarse más, como si el daño realmente se lo hicieran entre ellos y no a los ciudadanos, al país.

Que la administración de Felipe Calderón ha sido un desastre administrativo lo sabían hasta quienes no concluyeron la primaria pero se percataban de la falta de empleo, del detrimento de su salario, de la caída del poder adquisitivo, del empobrecimiento que cada vez se hace más notorio y afecta a la inmensa mayoría de familias mexicanas y todo ello no puede tener otra base que la mala administración, que el despilfarro, que la pésima jerarquización de las necesidades y de la falta de planeación a corto, mediano y largo plazo que permita contar con una estable situación tanto macro como micro económica.

Las culpas saltaron de curul en curul. Unos por tener 70 años en el poder y haber llevado, dicen, al país a la ruina cuando y pese a tener en Los Pinos a un sujeto como Ernesto Zedillo los índices de crecimiento eran mucho mayores que el actual y las tasas de desempleo no llegaron durante sus seis años de administración -y con todo y los graves errores de diciembre, enero, febrero y dos años más- a las tasas actuales. Otros porque en sólo en 12 años han generado ruina. Pero para unos y otros o los ataques son electoreros o se trata de dañar la imagen de los partidos y de sus candidatos a la presidencia para ganarse el voto popular. El reporte que entregó la Auditoría Superior de la Federación es lo suficientemente claro y devastador para sentar a más de cinco ante el Ministerio Público y no para andar en el chacoteo en el que han convertido los diputados tan serio y revelador documento.

El panista Carlos Alberto Pérez dijo que hay histeria priísta porque la Vázquez Mota le está pisando los talones a Enrique Peña Nieto; Gerardo Fernández Noroña del PT, sentenció que los gobiernos panistas han sido peores que los priístas y que la barrera de la corrupción la superaron y con creces. Los del PAN dicen que si se trata de expertos en corrupción los priístas son campeones. El tricolor Sebastián Lerdo de Tejada señala que los blanquiazules quieren hacer su cortina de humo cuando se trata de hacer revisiones al detalle que no aprobarán porque existe en el presente un gobierno caro, malo y corrupto.

Así, a cada reclamo como el hecho por Carlos Flores Rico en el sentido de que la deuda acumulada por el gobierno federal ya alcanza los 4 y medio billones de pesos, la bancada panista respondió con el grito de “¡Moreira, Moreira”! Fue, sin duda, todo un espectáculo cuando empezaron a saltar nombres y contratos como los de Juan Molinar Horcaditas y del primo de la primera dama, Carlos Castañeda Gómez del Campo. César Augusto Santiago sostuvo que es una pena, una tristeza que mientras miles de millones de pesos se aprueban al gobierno para combatir la delincuencia y pobreza, “aumenten los muertos y los pobres”.

Sin duda que la expresión de Avelino Méndez Rangel, del PRD fue exacta: ironizó sobre la posibilidad de que hubiese un candil en el centro del salón de sesiones que tuviera un ventilador porque “el estiércol que hoy se ha aventado no nos tocaría sólo a nosotros sino a todo el país”. Y es esa materia la que han aventado sobre los ciudadanos que muy puntualmente pagamos sus salarios, que cubrimos sus necesidades, pagamos sus seguros médicos, los autos, compramos las medicinas de la madre, de la hermana, de la esposa, de las amantes, de los hijos, se les entregan boletos de avión, se les pagan viajes al extranjero, se les subvencionan a familiares, se les otorgan becas hasta en el extranjero para sus vástagos, hacen negocios, venden contratos, rematan sus votos y su posición. Sin duda que su mierda nos alcanza.

Lilia Arellano - Opinión EMET

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