2/19/2013

Los periodistas pal cafe....


Un incidente menor ha vuelto a poner bajo la lupa las características de un partido político, el Verde Ecologista de México, y de sus dirigentes, legisladores y funcionarios públicos. El personaje más conocido de ese entorno, Jorge Emilio González Martínez (llamado el Niño Verde aunque está por cumplir 41 años), fue enviado a una cárcel preventiva luego de que en un retén policiaco de la ciudad de México se encontró que había tomado bebidas embriagantes por encima del límite permitido para seguir manejando vehículos automotores.
Fiel a su estilo, González Martínez trató de hacerse pasar por un nombre distinto al real, amenazó a quienes cumplían con su deber y acabó tramitando una presurosa solicitud de amparo de la justicia federal para no seguir en el arresto que cada fin de semana cumplen rigurosamente decenas de infractores (el senador verde aprovechó las bondades del recurso de amparo, cuyo objetivo es frenar las presuntas injusticias de una autoridad contra un ciudadano, porque tenía frío, hambre y sed, según ayer explicó, al tiempo que anunciaba que está dispuesto a reponer las horas de reclusión que escamoteó).
El programa Conduce sin alcohol (tal es el nombre en el Distrito Federal) ha servido para reducir el número de accidentes, lesiones y muertes que en las noches y madrugadas de los fines de semanas produce el promovido estilo de diversión juvenil que combina alcohol, drogas, alta velocidad e imprudencia vial en general. La nobleza de sus propósitos, los buenos resultados obtenidos y una aureola de imparcialidad que no ha sido nada fácil de sostener ante los naturales embates de la corrupción y los influyentes han hecho que tales retenes con alcoholímetros, sus molestias e incluso en ocasiones sus injusticias, sean sobrellevados por los ciudadanos y apoyados en términos generales.
Pero lo sucedido el fin de semana con el senador González Martínez es un asunto menor, ínfimo si se le compara con el conjunto de agravios que a la sociedad, a la política, al civismo y a la ética ha causado el tal partido Verde y la mayoría de quienes le han aprovechado para encaramarse en cargos de gobierno y de representación pública. Inequívocamente fundado con la vista puesta en los réditos que produce el combinar la simulación partidista con los negocios familiares y grupales, el proyecto de lo que hoy es el Verde nació en 1986, en pleno furor de los ánimos transexenales del salinismo. Su primer presidente fue Jorge González Torres, miembro de una familia de empresarios farmacéuticos a la que pertenece Víctor, conocido como el doctor Simi, quien también quiso en años anteriores ganar capital político y cuyos negocios han sido beneficiados por el sobrino Jorge Emilio, cuyo abuelo fue Emilio Martínez Manautou, quien fue gobernador de Tamaulipas y también, indicativamente, secretario federal de salud.
El Verde ha consumido una enorme cantidad de recursos públicos desde 1993, cuando consolidó su registro como partido político, siempre bajo el control de la familia González. Viajes, fiestas, banquetes, becas, compra de mobiliario y renta y compra de inmuebles sin control son algunos de los rubros en los que esos jóvenes de élite han gastado el dinero que el Estado sustrae a otros rubros sociales para dedicarlo a las prerrogativas de los partidos políticos. Todo vale siempre y cuando haya un recibo o factura que cumpla los requerimientos fiscales y, en el mundo de la falsificación y el engaño, los líderes del partido familiar y grupal comprueban todos los gastos y siguen recibiendo año con año sus partidas presupuestales.
El éxito del negocio ha radicado en alquilarse para alianzas con otros partidos. En 1988, sin registro, el Verde apoyó a Cuauhtémoc Cárdenas. Pero el despegue real fue a partir de 2000, con Vicente Fox, aunque al año siguiente se desmarcaron del ex gerente de la Coca Cola para empezar el largo romance electoral con el PRI, cuya más reciente ganancia ha sido ni más ni menos que la secretaría del ramo (con Juan José Guerra Abud en la Semarnat, quien el año pasado era coordinador de los diputados del PVEM en San Lázaro), una gubernatura (con el Niño Chiapas: Manuel Velasco Coello, garante de negocios para una amplia pandilla de saqueo que incluye como socios menores a los ecologistas) y una senaduría para González Martínez, a pesar del escándalo de la caída mortal de la joven Galina Chankova Chaneva de un departamento de lujo en Cancún donde se celebraba una fiesta intensa, como son las que suelen realizar los jóvenes que usufructúan el negocio del PVEM.
Esa organización jamás ha defendido de verdad causas ecológicas, sino todo lo contrario, pues el membrete y las diputaciones y senadurías han servido para gestorías corruptas de negocios dañinos para el medio ambiente (una muestra de esas maquinaciones bajo soborno fue grabada y difundida por televisión en 2004, con el mismo González Martínez apuntándose para ser beneficiario de dos millones de dólares en Cancún).
Si Peña Nieto estuviera genuinamente interesado en una depuración de factores que dañan a la sociedad, como sugiere hacerlo en el caso del sindicato magisterial y como presuntamente estaría encaminándose en el caso de las televisoras y otros poderes fácticos amenazados por las reformas a la ley de amparo, debería considerar la necesidad de zafarse de esa alianza perversa que realizó con un partido de tan deteriorada imagen (aunque también reciba inyecciones de popularidad mediante personal de Televisa alquilado para avalar la propaganda mentirosa del Verde).
También sería necesario, por exigencias de salud pública, desmontar el tramado de corrupción, tráfico de influencias e impunidad que se ha tejido en Quintana Roo, Chiapas y la Semarnat. Y, desde luego, que el falso Niño Verde fuera consignado judicialmente no por el caso del alcoholímetro y El Torito (infracciones administrativas), sino por otros que han sido igualmente guardados bajo la alfombra del olvido y la impunidad. Y, mientras Beltrones se pone muy Martí (gobernadores: si no pueden, renuncien), ¡hasta mañana!
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¡Pobrecito Niño Verde! Se había echado tres o cuatro tequilas en una reunión en Bosques de las Lomas cuando un operativo del alcoholímetro lo pilló en Paseo de la Reforma. Venía manejando su Mercedes Benz. Dice que no le hicieron el examen, simplemente reconoció ante los oficiales la cantidad de tequila que se había empujado entre pecho y espalda. Lo condujeron a El Torito, ahí tramitó un amparo –‘‘porque todos lo hacen’’– con alguno de los coyotes que merodean en busca de clientes. Es que le dio frío y hambre y quería irse a casita. Estuvo platicando con los operadores y le dijeron que sólo ganan 6 mil pesos al mes. Según su colega panista el senador Ernesto Cordero, esa suma es suficiente para comprar coche y enviar a los niños al colegio privado; sin embargo, el Niño Verde sintió pena: en Quintana Roo, entidad que representa, ganan ¡mil 500 pesotes más! Con eso no sólo casa y colegio privado tendrían, hasta podrían ir a Disneylandia una vez al año. El senador Jorge Emilio González Martínez –tal es el nombre del infante de verde color– promete que el sábado próximo volverá por su propia voluntad a El Torito a cumplir con las horas de arresto que le faltan –son alrededor de 13, descontadas las 7 que ya estuvo detenido. ¿Y qué creen que llevará? ¡Un libro!
La nueva Ley de Amparo
Un grupo de expertos del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM ha enviado al presidente Peña Nieto una carta en la que le hacen ver los riesgos de la nueva Ley de Amparo. Dicen que la fracción XIII del artículo 129 ‘‘impide la posibilidad de conceder la suspensión cuando se obstaculice al Estado la utilización, aprovechamiento o explotación de los bienes de dominio directo referidos en el artículo 127 de la Constitución Federal, aspecto que a su vez pone en riesgo el fondo del amparo e impide el acceso a la justicia de diversos sectores de la sociedad…’’ Entre los firmantes se cuentan los investigadores Susana Pedroza de la Llave, Jorge Fernández Ruiz, Héctor Fix Zamudio y José de Jesús Orozco Henríquez.
El primer millón de dólares
‘‘Hay algo mágico acerca de un millón de dólares’’, dice la revista británica The Economist. Pero ¿cuánto tiempo tomaría a una persona común y corriente reunir esa suma? Estados Unidos parece ser la fábrica mundial de millonarios, a pesar de la crisis. También es el país que más tiene: 5 millones. En cambio, al sur de la frontera, los mexicanos tendrían que esperar tres siglos para reunir el mismo millón de dólares. Como quien dice, en su cuarta o quinta rencarnación, si el dinero fuera acumulable. Con todo respeto a los señores de la prestigada revista británica, cabe hacer una excepción: los políticos y sus familiares no tienen que esperar tanto. A veces con un sexenio les basta. En la gráfica (arriba) aparece un comparativo con algunos países.




Es interesante dar seguimiento a la manera en que el consumo ha usado a la mujer como instrumento. Carmen Martín Gaite, en su libro Usos amorosos del siglo XVIII, muestra cómo hubo una intencionalidad al permitir que los hogares en España –antes espacios cerrados a lo público– se abrieran paulatinamente aun en las clases medias, para permitir un mayor consumo de diversos insumos: trajes, zapatos, alfombras, muebles, vajillas y juegos para tomar el chocolate, mantelería, cubiertos, cristalería, tuvieron mayor demanda y dieron mayor impulso a un tipo de sistema económico.
Eso apenas fue el principio. Los diarios mexicanos, sobre todo en las últimas décadas del siglo XIX, mostraban en sus anuncios y consejos que daban a las señoritas que tenían acceso a la lectura –que no eran muchas por cierto–, la gama de utensilios que se volvieron una tentación para aquellas jovencitas vestidas con muselinas o crepé de seda, cuya cintura breve se lograba gracias a estrechas fajas.



En recuerdo de Benny Moré
Ala muerte del famoso tumbador Chano Pozo, en diciembre de 1948, Benny Moré compuso un homenaje –que cantaba con aquella emotiva voz huracanada–, Los rumberos de ayer, que decía: “¡Qué sentimiento me daaaa! / Cada vez que yo me acuerdo/ de los rumberos famosos./ ¡Qué sentimiento me daaa!/ ¡Oh, Ponciano! … / ¡Murió Chano Pozo!”

Miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana marchan hasta el Ángel de la Independencia y colocaron réplicas de féretros en memoria de los trabajadores muertos en yacimientos Foto Carlos Ramos Mamahua

A Claudio X. González Guajardo, presidente de Mexicanos Primero, le gusta presentarse como un empresario y activista social que lucha por elevar el nivel educativo de los mexicanos. Su lema es ¡más educación, menos política!; sin embargo, su actividad central es la política.

El Cisen es una institución del Estado mexicano, diseñado para prevenir los riesgos estratégicos a la seguridad nacional, para mejor manejarlos y, de concretarse, para paliar sus efectos. Anticipar es su meta; lo debe lograr obteniendo, procesando y ofreciendo a la Presidencia de la República información confiable para la toma de decisiones de alto valor para política nacional trascendente, la que obtiene mediante sí mismo y con la aportación de información de todas las fuentes que forman el Consejo de Seguridad Nacional. La información se convierte en inteligencia al lograr las características de ser veraz, precisa y oportuna y el Cisen hace la integración y prepara la agenda para la apreciación presidencial.

El presidente Barack Oba­ma en su discurso presentado en sobre el estado de la Unión, el martes 12 de febrero, señaló enfáticamente que ahora sí está dispuesto a llevar a cabo la reforma migratoria y conminó a los miembros del Congreso a presentarle lo antes posible una propuesta. Por distintas razones, ahora hay muchas posibilidades para que esta reforma se haga realidad, entre otras cosas porque los republicanos tienen una posición menos virulenta contra los migrantes. Están convencidos de que el candidato Mitt Romney perdió la presidencia por su posición contra ellos. Todos recordamos su propuesta de hacerles la vida tan difícil que llegaran a autodeportarse. Caro le costaron al candidato semejantes declaraciones. Y ahora están sumamente preocupados por lo que les pueda pasar en las elecciones intermedias de 2014, pues si no suavizan el discurso podría ser devastador para ellos. Esto parece haberlo entendido el senador Marc Rubio, conocido por sus posiciones antinmigrantes, pero en el discurso en el que respondió al presidente Barack Obama, el día 12 de febrero, tomó una postura totalmente distinta, muy bien calculada, pues pretende ser candidato a la presidencia por su partido, el Republicano.

Retomo mi serie sobre la reforma educativa, ocupándome ahora del bachillerato. Este segmento educativo es nacionalmente un maremágnum espeluznante. Hace dos semanas La Jornada publicó una entrevista de Laura Poy Solano que comienza así: Fundado hace 40 años, el Colegio de Bachilleres enfrenta el costo de décadas de abandono, reconoce su directora general, Sylvia Ortega Salazar. Deterioro de su modelo pedagógico e instalaciones, condiciones de violencia dentro y fuera de sus planteles, e incluso consumo y distribución de drogas que involucra a la comunidad escolar, han generado una elevada tasa de deserción. La franja de la sociedad mexicana preocupada por estos problemas parece tener esta visión, sobre todo el bachillerato nacional (BN): décadas de abandono.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, saludó ayer a simpatizantes, quienes lo felicitaron por su relección, frente al palacio de Carondelet, en Quito Foto Xinhua

El pasado 6 de febrero, la Academia Nacional de Medicina de México (ANMM) dio inicio a su año académico y a las celebraciones por su 150 aniversario. Hablar de una organización médica y científica con la trayectoria de siglo y medio no es tarea fácil. Primero porque sus orígenes parecen borrarse en el tiempo. Si bien existen antecedentes de agrupaciones médicas en nuestro país que se remontan al primer tercio del siglo XIX, hay quienes identifican como fundador y primer presidente de esta organización, al doctor Carlos Alberto Ehrmann, médico principal del ejército francés durante la intervención en México, quien estuvo a cargo de la sección médica de la Comisión Científica Literaria y Artística, creada en 1864 por Maximiliano. Un año después, en diciembre de 1865, ocurrió una separación de la mencionada Comisión para constituir la Sociedad Médica de México, cuyo presidente fue el doctor Miguel Francisco Jiménez. En 1873 se formalizó su nombre como Academia de Medicina de México, bajo la presidencia del doctor Lauro María Jiménez y cinco años más tarde, en 1877, adoptó la denominación actual que enfatiza su carácter nacional.

Este título, aplicable a tantos hechos, corresponde en esta nota a la exposición que se exhibe temporalmente, con cuidadísima museografía, en la Casa Azul de Coyoacán (Museo Frida Kahlo desde 1958), que luce ahora fresca y rehabilitada.




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