La Otra Ruta Migratoria
Mujeres pobres huyen del acoso y consiguen empleos precarios
Por: Flavia Morales Carmona, corresponsal
Cimacnoticias | Xalapa.- Advirtió que la migración interna de mujeres de comunidades rurales de la zona norte de Veracruz ha ido en aumento en los últimos años, derivado de que las mujeres huyen de la violencia intrafamiliar, el acoso o buscan oportunidades para sus familias.
En el estudio “Movilidad de mujeres indígenas y trabajo doméstico en la ciudad de Poza Rica”, coordinado por la UV, la experta detalló que las mujeres migran a las ciudades de Monterrey; México, DF; Querétaro, y Guadalajara, y se emplean en el sector servicios o en las maquiladoras. En Poza Rica ellas se incorporan al trabajo doméstico.
“La mayoría de las mujeres tienen escasos grados de primaria, desconocen sus derechos laborales; es una situación compleja, se van en grupo, con amigas o conocidas, consiguen un lugar para vivir fin de semana, pues la mayoría vive encerrada en sus espacios de trabajo durante la semana”, abundó Esmeralda San Gabriel.
Señaló que en los últimos 10 años esta situación se ha agravado, sobre todo en mujeres de comunidades indígenas de la región que migran huyendo de la violencia intrafamiliar, el acoso o porque son el sustento de su familia o hijos y quieren ganar más dinero para darles una mejor calidad de vida.
De las mujeres entrevistadas en el estudio, la mayoría proviene de alguna comunidad indígena; 50 por ciento tenía nivel primaria; algunas más de dos años laborando como empleadas del hogar con un salario de 700 pesos a la semana o mil 600 pesos a la quincena.
La investigadora señaló que estas mujeres desconocen sus derechos laborales, y realizan jornadas de hasta 18 horas sin acceso a seguros médicos y sin un contrato laboral que las proteja.
En la investigación realizada entre mujeres indígenas dedicadas al trabajo doméstico se detectó que 90 por ciento de ellas carece de un contrato laboral, y como viven en casas de sus patronas entablan una relación de amistad y se desdibujan sus derechos como trabajadoras.
Tampoco tienen acceso a atención médica, no cuentan con ningún seguro de vida, y en caso de enfermedades menores son enviadas al médico, pero en padecimientos más graves los patrones no se responsabilizan.
San Gabriel García señaló que hay casos de mujeres que trabajan desde hace cinco o 10 años bajo esta modalidad, y que son quienes invitan a las más jóvenes a estos trabajos domésticos o de maquila en condiciones laborales precarias.
“Hay un desconocimiento de los derechos laborales, podemos observar que los patrones usan términos como ‘mi muchacha’, con los que las trabajadoras se sienten parte de la familia con responsabilidades, pero sin derechos”, advirtió la especialista.
Afirmó que la mayoría de las mujeres provienen de municipios veracruzanos como Cazones, Papantla y Tihuatlán, donde la migración es algo “natural” provocado por la situación de pobreza.
La investigadora señaló que las mujeres han dejado de ser invisibles en el fenómeno migratorio y ahora son protagonistas. “Conocemos que las mujeres también migran porque tienen sueños, necesitan un trabajo o buscan una mejor calidad de vida; lo que sigue es analizar estas nuevas condiciones y atender nuevas necesidades”, concluyó.
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