Serpientes y escaleras
Salvador García Soto
Permitir que el presidente Enrique Peña Nieto hablara ante la tribuna del Senado sería como avalar que su estrategia contra el crimen es correcta y la de Felipe Calderón no; ese fue el razonamiento con el cual los panistas, ayer por la tarde en reunión privada, acordaron oponerse a que el jefe del Ejecutivo hablara desde el pódium senatorial durante la conmemoración de los 100 años del Ejército.
Fue Roberto Gil Zuarth el senador que encabezó la rebelión y quien pidió que el PAN rechazara el discurso de Peña en el recinto parlamentario para no darle un aval a su plan de lucha contra el narcotráfico. Incluso los panistas se oponían en principio a que hablara también el secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, pero al final en la negociación con PRI y PRD, el acuerdo fue que sólo habría discurso del general y que la ceremonia sería sacada del recinto senatorial para llevarse a cabo en el patio central de la Cámara.
Es decir, que el acto de hoy para conmemorar al Ejército en el Senado será más bien tenso, muy lejos de aquellas imágenes de aquel 15 de enero de este año cuando la visita del presidente Peña Nieto a los senadores en su recinto provocaba risas, abrazos y un tono de cordialidad en esa inusual visita.
No es el único tema en el que los panistas están dispuestos a hacerle las cosas difíciles a Peña Nieto y a su gobierno. La Ley de Amparo, con sus polémicas reformas aprobadas por la Cámara de Diputados, no tiene todavía ni fecha para discutirse en el Senado y en la bancada del PAN ya se comenta que “no hay prisa” para su discusión y hasta hay quien asegura que, en su calidad de presidente de la Comisión de Justicia, el senador Gil Zuarth ha comentado su intención de hacerle cambios a la iniciativa aprobada por los diputados.
Si eso ocurre y los panistas logran entrampar la Ley de Amparo, estarían provocando su devolución a los diputados y con ello frenando su aprobación, lo que impacta también la próxima discusión de la Ley de Telecomunicaciones, ambas iniciativas consideradas “de interés especial” para el Presidente. Se cumpliría así el pronóstico del coordinador priista en San Lázaro, Manlio Fabio Beltrones, quien antes de enviar la iniciativa al Senado, advertía que al irse a aquella Cámara “no la van a pasar”.
La pregunta es si la fracción de senadores del PAN, que indudablemente representa los intereses del ex presidente Felipe Calderón, ahora con su nuevo jefe Ernesto Cordero, ha decidido declararle la guerra política al gobierno y a sus propuestas de reforma. De ser así, una causa de la molestia de los panistas contra Peña podría ser el apoyo que, se dice, han dado en Los Pinos a Gustavo Madero para que se mantenga en la dirigencia nacional del PAN a cambio de su impulso a los acuerdos del Pacto por México.
Al final el Senado sigue siendo el “dolor de cabeza” para Peña Nieto y sus ambiciosos planes reformistas. La fuerza de los panistas en esa Cámara ha hecho que todo lo que aprueban los diputados enfrente resistencias, retrasos y negociaciones en la Cámara senatorial. Todo lo terso que hubo entre el actual Presidente y el ex mandatario Felipe Calderón, hoy se está volviendo áspero con la abierta oposición de los calderonistas a las reformas de la administración peñista. Y esto apenas empieza.
NOTAS INDISCRETAS… Hablando de calderonistas, es notoria la seguridad que varios de ellos traen consigo. Camionetas suburban blindadas, guaruras, todo proporcionado por el Estado, como parte de la seguridad que pidió el ex presidente Calderón para sus más cercanos. Es el caso de la ex vocera presidencial Alejandra Sota, a quien se le ve moverse con una seguridad que recuerda sus tiempos en Los Pinos… Los dados cierran con Escalera. Semana Perfecta.
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