2/19/2013
Una explosión en las oficinas centrales de Pemex causa 36 decesos: Un "accidente" tras el cual México queda implicado en el gran designio anglosajón
Gastón Pardo
(especial para ARGENPRESS.info)
El gobierno mexicano pasa por alto que las empresas que están en lista de espera ante el desenvolvimiento de la reforma energética están en pie de guerra en el norte de Africa y en el Medio Oriente.
No se ha calculado en México el efecto de las medidas de arrastre de los proyectos soberanamente adoptados por los países europeos occidentales, Canadá y México que quedarían circunscritos por el gran designio. Mientras tanto, Estados Unidos es obligado por la geografía a adoptar medidas expansivas, estrictamente geopolíticas en su zona de influencia directa, como lo analizan Alfredo Jalife y Michel Chossudosky.
Y, en efecto, en su mensaje sobre el estado de la Unión, Obama lanzó la idea audaz –de apariencia comercial inocua, pero de enorme profundidad geoestratégica que encubre un super bloque metahistórico y geoeconómico, con la mayor potencia militar del planeta (50 por ciento del PIB global y la tercera parte del comercio planetario) –para crear un centro de libre comercio Noratlántico (TAFTA, por sus siglas en inglés) con los tres países del TLCAN.
Obviamente, la potencia anglosajona no ha pedido la opinión de sus socios de Canadá y México ni a los 27 países de la Unión Europea (UE-27) para emprender su ambicioso proyecto. Se ha limitado a anunciar su próxima aparición sin revelar el procedimiento que seguirá para captar las adhesiones.
Si la UE-27 no se balcanizara antes y se salva de la grave crisis del euro, podría incorporar la cuatripartita Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por sus siglas en inglés: Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein) y quizá, siendo muy optimistas, mediante la agenda de expansión europea, a los países balcánicos separados de la antigua Yugoslavia y hasta Turquía, donde se libra una batalla por su destino euroasiático.
No es necesario ser superdotado para juzgar que el audaz proyecto de Obama, susceptible de transformar las coordenadas de la geopolítica global, ha sido concebido para contrarrestar el ascenso irresistible de China, de suyo cercada ya: desde el punto de vista militar, por el nuevo eje de Obama, que ya empezó a cobrar sus frutos con la escalada de tensión en el noreste asiático, así por la colisión de intereses entre Japón y China sobre las islas Diaoyu, como con la reciente prueba nuclear de Corea del Norte y, desde el punto de vista mercantil, con la aparición del bloque comercial Alianza del Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) del que forma parte el México neoliberal totalmente emasculado y entregado al diseño geoeconómico/geopolítico de EU.
En este escenario se debe examinar lo que acontece y está por acontecer en México, país donde se debate el destino del deber ser de nuestra soberanía y su ejercicio cotidiano de cara a las aspiraciones expansionistas anglosajonas.
La misteriosa explicación de los sucesos en la torre de PEMEX
Treinta y seis personas fallecieron y más de cien convalecen de las heridas recibidas como consecuencia de una explosión en el edificio B2 de la empresa energética PEMEX. En el momento de la explosión, entre 200 y 250 empleados se hallaban en el edificio. Los inmuebles centrales de PEMEX se localizan en el noroeste de la ciudad de Mexico.
La explosión causó daños en la planta baja y el mezzanine. Una parte del sótano también se colapsó, atrapando a varios trabajadores. No hubo de inmediato una explicación oficial de lo sucedido, pero los “expertos” avanzaron la idea de un corto circuito seguido por el fuego. Seis horas después de la explosión, otra parte de la estructura colapsó provocando pánico. Se rumoreó que una bomba había sido hallada.
El director general Emilio Lozola prometió que una investigación no dejaría un solo cabo suelto. Al parecer, el B2 y el edificio central, que comenzó a operar en 1982, ya necesitaban reparaciones y mantenimiento.
Lozola también declaró que de los 121 heridos, 52 seguían hospitalizados. En una conferencia de prensa que tuvo lugar unos minutes después de la explosión, Lozola dijo: “Lo prioritario es atender a las familias. Segundo, quiero asegurar que PEMEX está hoy operando de manera ininterrumpida y cumpliendo sus compromisos financieros.” El canciller José Antonio Mead indicó que la producción diaria de 2.6 millones de barriles de crudo no sufrió alteración.
Es posible que las referencias tranquilizadoras de Lozola y Mead dirigidas al sector financiero formaron parte de la cortina informativa que el gobierno mexicano tendió para el control de daños. Un boletín oficial fue rápidamente distribuido entre los medios y las redes sociales. Un ambiente preparatorio para el anuncio de resultados de la investigación de la tragedia.
The Wall Street Journal destacó que el relativamente (rosy) optimista registro de accidentes sufridos por PEMEX es facilitado por el hecho de que la “mayor parte de los fallecidos en él son obreros contratados, u otros muertos por fugas de combustible o explosiones de gas, víctimas que no son catalogadas como trabajadores para los propósitos de la información de tasas industriales de accidentes”.
Esta ha sido la segunda explosión letal en instalaciones de PEMEX en un periodo menor de un año. En septiembre de 2012, hubo un incendio en la planta de Reynosa, estado de Tamaulipas, vecino meridional de Texas, en el que murieron 30 trabajadores; 25 de ellos catalogados como trabajadores temporales bajo contrato. En ese mes, un poco antes un incendio en la refinería de PEMEX en Ciudad Madero, sobre el golfo de México, causó heridas a cuatro trabajadores. PEMEX no ha dado ninguna explicación al fuego desatado en Reynosa.
En 2010, un oleoducto agrietado en la vecindad del pueblo de San Martin Texmelucan, mató, al explotar, a 30 personas. Aún se recuerda que en 1984 una explosión en una planta gasera cerca de la ciudad de México provocó la muerte de 500 personas. En 1992 un derrame de gasolina en Guadalajara mató, al explotar, a 252 personas, dejando a 15 mil damnificados sin vivienda.
La explosion en las instalaciones centrales de Pemex ocurrrió en el inicio de la campaña del presidente Peña Nieto consistente en invitar a las empresas extranjeras a invertir en los hidrocarburos, para que compitan en un ámbito igualitario. En el sector financiero hay quienes ven en la explosión una excusa para acelerar el proceso privatizador.
Un artículo aparecido en Financial Times, firmado por John Paul Rathbone indicó que la explosión podría acelerar el proceso. “Pemex, la empresa petrolera nacional, ha sido atacada por su supuesta incompetencia. Ahora, el presidente Peña-Nieto se enfrenta a la riesgosa situación de que la explosión sea presentada como evidencia de que la cuarta empresa energetica del mundo está en caída libre “más allá de la curva”, escribió.
Asimismo, The Economist expresó que este nuevo desastre y la explosión incendiaria de Reynosa “subrayan la urgente necesidad de adicionar a PEMEX una mejor administración de sus hidrocarburos”
Por si algo faltara, The Wall Street Journal citó al experto en seguridad Alberto Islas, que declaró que la tragedia ha puesto en evidencia la falta de supervisión de los contratos de mantenimiento, que PEMEX firma para todos los renglones… Esto significa que PEMEX necesita un cambio.
¿Seguridad nacional?
Las medidas de protección del ámbito de toma decisiones soberanas se hará sobre la base de la división regional del país. Los personajes a cargo de las tareas inspiran la confianza de todos los mexicanos. Pero el formulario a seguir debe partir del rechazo al esquema anglosajón de la seguridad nacional que por sí mismo contiene la aceptación de los dispositivos geopolíticos con los que las potencias anglosajonas hacen lo que les da la gana en México.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario