Fabio Barbosa *
Sin informar a la sociedad, Petróleos Mexicanos prepara el más importante paquete de contrataciones de la última década: una nueva unidad flotante de carga, almacenamiento y proceso, 10 nuevas plataformas de producción, dos centros de mezclado y, por lo menos, 50 nuevos pozos de desarrollo. Uno de esos contratos con privados extranjeros asciende a más de 4 mil millones de pesos
En el más completo sigilo, manejado
como información confidencial, está avanzando el más importante paquete
de contrataciones petroleras de la última década: una nueva unidad
flotante de carga, almacenamiento y proceso (FPSO, por su sigla en
inglés) como el que opera en Ku-Zaap-Maloob, 10 nuevas plataformas de
producción, dos centros de mezclado en donde los ultrapesados
descubiertos en aguas de más de 100 metros de profundidad serán
aligerados con los aceites del Litoral de Tabasco y, por lo menos, 50
nuevos pozos de desarrollo. El sexenio está comenzando con una nueva fiesta de contrataciones.
Una vez que opere el nuevo complejo,
será uno de los más importantes en el Golfo de México. No todos los
días se instala infraestructura de estas dimensiones. Los últimos
megaproyectos en esta cuenca han sido las instalaciones para inyectar
nitrógeno en Cantarell; poco antes, Thunder Horse, de British Petroleum
(75 por ciento), y ExxonMobil (25 por ciento), que producen unos 250
mil barriles diarios; acaso el más reciente, que data de 2010 y es
operado por Shell cerca de la frontera con México, es importante, pero
sólo aporta unos 125 mil barriles diarios de aceite.
La punta de la madeja
En nuestro artículo anterior
citamos los anuncios de Steven W Roll, gerente para la Región del
Atlántico de McDermott International, Inc, que celebran que Petróleos
Mexicanos (Pemex) le había otorgado el contrato para la construcción de
otra plataforma de producción para el campo Tsimin. En realidad era
sólo la punta de la madeja… Las obras frente al puerto de Frontera sólo
son una pequeña parte del gran paquete.
La gráfica 1 muestra la ubicación de Tsimin, Xux y del bloque Kimbe, del campo Kab, campos de ligeros en el Litoral de Tabasco.
Pozos de desarrollo “anticipados”
A finales de 2012, nuestros amigos de
Tabasco nos informaron que frente al Puerto de Frontera, Pemex
perforaba pozos que, resultando productores, quedaban taponados. Un
viaje a Álvaro Obregón, como se llamaba antes al puerto, nos permitió
aclarar que se trataba de “pozos de desarrollo anticipados” o
“previos”, es decir, adelantados a la terminación de la plataforma de
producción.
—¿Para qué?
—Para “acelerar el inicio de producción” y “el flujo de efectivo”.
Se trata entonces de tapón temporal,
para ser reabierto cuando concluya la construcción de las plataformas,
por eso también los llaman “perforaciones paralelas”. Evidentemente en
Pemex tienen prisa.
Nos aclararon también que, por lo
menos, parte de la información está publicada: la nueva unidad flotante
de almacenamiento y proceso, con capacidad de deshidratación de 200 mil
barriles diarios y de almacenamiento de 2 millones de barriles, que
será ubicada en el área de ultrapesados de Campeche, ya fue anunciada
en “proceso de contratación” desde enero de 2013 en la página 20 del
documento llamado Informe de avance del Programa para Incrementar la Eficiencia Operativa en Pemex, al cuarto trimestre de 2012.
Este documento no es secreto, pues es
un reporte que los 500 diputados mexicanos debieron haber recibido.
También señala un procedimiento fast track para la aprobación y asignación de recursos para “proyectos especiales” como éste.
Mezcla de pesados de Campeche con ultraligeros de Tabasco
El concepto básico del nuevo proyecto
es la mezcla de los crudos ligeros del Litoral de Tabasco con los
ultrapesados de las aguas someras, medias y profundas frente a Campeche.
Como se sabe, más allá de
Ku-Zaap-Maloob, avanzando mar adentro, hacia aguas más profundas, y
cruzando las isóbatas de 150, 200 y 300 metros, se ha descubierto un
paquete de más de 20 campos. El avance comenzó desde la administración
del ingeniero Jorge Díaz Serrano, que perforó Tunich-1 en casi 200
metros, y continuó en el sexenio de López Portillo, cuando se perforó
Zazil Há, pero el impulso definitivo ocurrió a partir de 2004. A la
fecha, los yacimientos más destacados son Ayatsil y Tekel, sobre los
cuales Contralínea ha publicado numerosas notas. La gráfica 2
muestra el área de conjunto con someros, medios y pozos profundos, sus
rasgos básicos son su ubicación en tirantes mayores a los tradicionales
y que todos son de pesados y ultrapesados.
Para logar acelerar la “producción
temprana”, el gobierno de Enrique Peña Nieto acudió a un tipo de
contrato llamado “llave en mano”. La primera vez que se ensayó en este
país fue durante el sexenio de Carlos Salinas.
En esta modalidad, la empresa
contratista se encarga de todo el diseño y la logística: fabricación,
transporte, instalación, conexiones y entrega las nuevas instalaciones
listas para ser puestas en servicio.
Participación de las pequeñas y medianas empresas
Como
puede deducirse en el tipo de contrato “llave en mano”, la
participación de las empresas pequeñas y medianas es nula. Esto es: no
existe ningún interés del gobierno de impulsar el desarrollo y el
empleo regionales.
El petróleo en México sólo puede
significar desarrollo si las empresas donde opera participan en la
proveeduría y los mexicanos logran conseguir empleo. Pero, en este
caso, la federación operó subrepticiamente y ni siquiera informó a las
organizaciones empresariales, sindicales o al gobierno estatal.
Se confirma que en Tabasco la industria
petrolera funciona como un enclave, sin nexo con la industria local, la
que, imposibilitada de participar en proveeduría, tampoco puede tomar
parte en la fiesta de los contratos. Tardíamente, cuando ya
las obras están en marcha, algunos empresarios propusieron en
septiembre pasado que los contratos se desglosaran o fraccionaran. Sólo
el contrato de los texanos de McDermott International, Inc, para la
nueva plataforma en Tsimin, tiene un monto de más de 4 mil millones de
pesos y se propuso que los subsecuentes se dividieran en varios
pequeños de 20 millones, para adecuarlos a empresas medianas, y de
menos de 1 millón para que microempresas pudieran participar. Pero es
muy difícil, incluso Emilio Lozoya, el nuevo director de Pemex, ya
tiene amarrados varios contratos con Keppel Offshore & Marine, de Singapur.
En el testimonio sobre el proceso de
contratación se exhibe que el contenido nacional en el contrato de la
plataforma Tsimin, en el mejor de los casos, llegaría al 10 por ciento.
Contrastes: burguesía extractivista y burguesía industrializadora
Pero la coalición apoderada del
gobierno, en su afán de obtener “producción temprana”, no sólo
beneficia a los extranjeros, sino que también realiza una explotación
ineficiente, depredadora.
La que podríamos llamar solución “a
la Peña Nieto”, es decir, la mezcla de ligeros y pesados, privilegia el
interés de vender, es expresión del nuevo modelo extractivista de esta
etapa del capitalismo mexicano.
Esta solución contrasta con otras
burguesías petroleras como la brasileña, cuya política de explotación
de crudos pesados o ultrapesados es distinta, como lo muestra el caso
del campo Peregrino, donde no se buscó resolver el problema de hacerlo
aceptable para el mercado, sino de lograr un factor de recuperación más
elevado.
Peregrino se descubrió en 1994, pero el
factor de recuperación estimado era del 9 por ciento, de ahí que sólo
hasta 2007, después de más de 10 años, las autoridades brasileñas
aprobaron su desarrollo, cuando la compañía operadora presentó un
programa que elevó el factor de recuperación al 20 por ciento; es un
caso ejemplar por la aplicación de criterios de gradualidad.
En Brasil existe una política de
impulso a la industrialización; en México se pretende su integración al
bloque de América del Norte y se impone un modelo extractivista de
saqueo de minerales, fundamentalmente del petróleo. Por ello, la
reforma a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que
pretende Peña Nieto es retrógrada y debe ser rechazada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario