1/13/2014

Los periodistas pal café . . .



Los peores ingredientes del sistema político se han conjuntado en Michoacán para acelerar una crisis que es evidencia inequívoca del Estado mexicano fallido. Trayectoria tarasca sinuosa: de las décadas del silencioso entendimiento de los gobiernos priístas con los productores regionales de estupefacientes a la etapa perredista en que Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy cuando menos permitieron que se consolidara esa asociada realidad gobernante, hasta llegar a las manipulaciones desesperadas de Felipe Calderón por acomodar el escenario para que su hermana, Cocoa, fuera gobernadora y luego las estampas trágicas actuales, con un personaje, Fausto Vallejo, enfermo pero sostenido en el cargo para no complicar el de por sí enredado calendario electoral estatal, y una administración peñista impulsora de autodefensas, dialogante y protectora de grupos armados que tratan de limpiar regiones de la presencia dominante de templarios que en su momento fueron promotores del voto priísta para hacer que ganara el actual gobernador.
Michoacán hundido y en riesgo de estallar, mientras el mismo mandatario local, omiso y corresponsable, sin hilos de poder real en las fantasmales manos, convoca a dominical rueda de prensa para advertir a imprecisos destinatarios (¿los grupos de autodefensa o los caballeros aliados?) que va por ellos, en una balandronada que en realidad sirve para anunciar que hoy estará en Morelia el secretario federal de Gobernación, el mismo Miguel Ángel Osorio Chong, quien ha expedido certificado de autenticidad oficial a las tropas civiles del médico José Manuel Mireles al alojarlo y protegerlo en la ciudad de México luego de un insuficientemente explicado accidente aéreo, en una virtual confesión de entendimiento con ese paramilitarismo alentado y consentido (¿al estilo colombiano, que muy bien conoce el general Óscar Naranjo, asesor externo de Los Pinos para temas de delincuencia organizada?) frente al cual reaccionan airadamente los templarios en vías de desplazamiento inducido desde las alturas, en un intento de limpieza regional con ribetes de beneficio para la marca oficial que lleva firmas jaliscienses y sinaloenses.
En otro tema, Andrés Manuel López Obrador ha emergido de un preocupante episodio médico para reinstalarse de manera prioritaria en el proceso de conversión del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en partido político. Aún cuando en términos declarativos se sostiene la bandera de la lucha específica contra la reforma energética, el mayor acento del tabasqueño sigue puesto en lo electoral, planteando desde ahora expectativas de participación en los comicios federales de 2015, que definirían su viabilidad como partido (si no es que antes el Instituto Federal Electoral, o lo que queda de él, hace un servicio más al régimen peñista, ahora atorando el proceso de registro de Morena, en razón de que no se hubiera acreditado el número suficiente de afiliados en lo individual y no sólo en asambleas, según alertan con sugestiva insistencia varios opinadores mediáticos adversos a los planes del ex candidato a la Presidencia del país).
La opción preferencial por lo electoral se anuncia incluso en contiendas estatales, como precozmente lo está perfilando durante su nueva gira nacional el ex jefe del gobierno capitalino, quien ya tiene como precandidatos para Sonora a la ex velocista Ana Guevara y a Alfonso Durazo, quien fue secretario particular de Luis Donaldo Colosio y de Vicente Fox, y ha anunciado que en Nuevo León se postulará a alguien proveniente de la sociedad civil (allí, Morena podría contar con algún personaje allegado al empresario Alfonso Romo o con la ex candidata a senadora Cristina Sada).
En los discursos que ha pronunciado en lo que va del año, AMLO ha insistido en convocar al derrocamiento de la dupla gobernante formada por el PRI y el PAN, tal como en su momento se hizo con la dictadura porfirista, pero a decir del tabasqueño no con las fórmulas revolucionarias desatadas a partir de 1910, sino con otras, pacíficas, que según esa alrevesada interpretación histórica de lo sucedido con el maderismo constituirían una motriz revolución de las conciencias.
Respecto de la reforma energética, la más apasionada de las luchas actuales está en cuanto al posicionamiento de mercadotecnia electoral que cada fuerza logre obtener de cara a los comicios venideros. Peña Nieto va ya sobre la aprobación de las leyes secundarias y la firma de los primeros compromisos internacionales, en un proceso aplastantemente realista, ante el cual los opositores ni siquiera atinan a sumar fuerzas. El PRD baraja sus marcadas cartas de protesta escenográfica y junto con Cuauhtémoc Cárdenas pretende mantener con respiración artificial la presunta posibilidad de una consulta popular que ni siquiera está definida. Invitados AMLO y Morena a intentar alguna fórmula de lucha consolidada, éstos rechazaron el gesto.
En el PAN todo está concentrado en la elección de dirigente nacional, cuyos términos aún no son acordados, pero lo cual no obsta para que se viva un intercambio de metralla política entre los dos principales bandos en pugna, el del actual presidente del comité panista, Gustavo Madero, y el del aspirante calderonista a sucederlo, Ernesto Cordero. La novedad de este año ha sido la difusión de grabaciones telefónicas en las que el mencionado Cordero habla de Madero y otro de sus asociados como auténticos pillos que han aprovechado los cargos políticos para trapacerías diversas. De ser cierto lo que en esas piezas de audio aparece diciendo, y hasta ahora no ha desmentido, Cordero debería luchar no para sustituir a Madero en el control partidista, sino para llevarlo ante una agencia del Ministerio Público. El chihuahuense, por su parte, ha preferido eludir el golpe y hacer declaraciones controladas respecto de diversos temas, sin enfrentar las crudas acusaciones de quien fue secretario de Hacienda con Felipe Calderón Hinojosa.
Y, mientras en Guerrero y Colima crece la tensión relacionada con policías comunitarios y grupos de autodefensa, ¡hasta mañana, con los mejores deseos de esta columna a sus lectores!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Hernández



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En el desbarajuste de despilfarro del calderonato sobresalen tres obras: la Estela de luz, el edificio del Senado y la nueva sede del Ifai. Jacqueline Peschard terminó el pasado fin de semana su gestión como consejera del instituto encargado de la transparencia. En los años que fue presidenta se adquirió el edificio ubicado al sur de la ciudad de México. Entonces se decía que costaría alrededor de 300 millones de pesos. Al final saldrá costando ¡mil millones de pesos! Por supuesto, el dinero es del bolsillo de los contribuyentes. También en los días aciagos del calderonato fueron sustraídos del Banco de México más de 30 mil millones de dólares para ser subastados a los bancos comerciales. Era la crisis que arrancó en 2008, y la justificación consistía en inyectar dólares al mercado para sostener el peso que se estaba devaluando. El banco central dio a conocer la cantidad de dólares y el tipo de cambio, pero faltaba un dato clave: el nombre de los bancos o los banqueros a quienes se les vendió tamaña fortuna –la tercera parte de las reservas internacionales de entonces. La señora Peschard se opuso a transparentar la información. La elección de un nuevo presidente, Gerado Laveaga, hizo aflorar las ambiciones, intrigas y golpes bajos entre los comisionados. Algo insólito: la Comisión Anticorrupción del Senado los llamó a comparecer en febrero del año pasado. Había dos puntos en la agenda: la cuestionada compra del edificio y los conflictos internos. Fue un espectáculo bochornoso. Si alguna duda quedaba sobre la crispada relación, ahí se despejó. En la despedida de este fin de semana, uno de sus compañeros dijo que la señora Peschard nunca dio palos de ciego. Fue un sarcasmo o ya se le olvidó el palo de mil millones que le asestó al presupuesto. El expediente sigue en la Auditoría Superior del Congreso.
Arde Apatzingán
Ya el gobierno de Peña Nieto consiguió cambiar la Constitución para abrir las puertas de par en par –al menos mientras la soberanía popular decide volverlas a cerrar– al capital extranjero en el petróleo y el sector energético en general. Sin embargo, todavía le falta algo que será difícil: ofrecerles seguridad a los ejecutivos de las trasnacionales. En un alerta a sus ciudadanos emitida el jueves anterior, el Departamento de Estado de ese país informó que 81 estadunidenses fueron asesinados en territorio mexicano el año pasado, 10 más que en 2012. Y 90 fueron reportados como secuestrados a la embajada y los consulados entre abril y noviembre. Las corporaciones tendrán que pagar altas primas de seguro a los ejecutivos y sus familias que vengan. Por supuesto, el petróleo, el gas y la electricidad da para eso y más. Recomienda evitar viajes no necesarios a Coahuila, Durango, Michoacán, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa y Tamaulipas, así como a sus fronteras. Imposible que los ejecutivos esquiven Tamaulipas, Nuevo León y Michoacán. En esta entidad, donde se encuentra el puerto Lázaro Cárdenas, el hampa ya está exportando hierro a China, al rato nos sorprenderá con petróleo.



Don Abraham González Casavantes fue uno de los más dignos y nobles hombres de la Revolución (perdón por esta irremediable tendencia a remontarme al pleistoceno, pero les juro que en este país, no hace mucho, hubo una Revolución). Gobernador de Chihuahua y secretario de Gobernación del presidente Madero, luego del proditorio asesinato de éste, regresó a su estado natal donde fue aprehendido por uno de los Rábago malos (éstos no son sino muy malos o muy buenos). Huerta temía a la lealtad absoluta del general González, por lo que después de acribillado, para asegurarse de su muerte, se le ató a las vías del tren que destrozó su cuerpo.
En 1914, Francisco Villa, quien había reingresado al territorio nacional (con só- lo nueve hombres), y había ganado batallas definitivas, fue nombrado gobernador de Chihuahua. Con tal carácter y en emotivas ceremonias, inició la reivindicación nacional de un gran mexicano y revolucionario ejemplar. Se cuenta que Francisco Villa –de glándulas lagrimales bastante sensibles– no pudo, en la ceremonia oficial, contener el llanto. Años después, a la calle que al poniente limita a la secretaría de la que fue titular, se le impuso su nombre: Abraham González. 194 años después del crimen bestial, se da una irrisoria coincidencia.
Otro Abraham González ocupa el cargo mayor de esa dependencia. Tengo el mínimo recato de abstenerme de un análisis comparativo entre ambos personajes, si acaso un solo dato: los dos se dedicaban a la ganadería. El segundo ha de haber sido tan exitoso en su trabajo que, por puro producto vacuno, es decir por pura leche, ejerció como titular de Gobernación del 5 de noviembre de 2008 a marzo de 2009.



Alguien se robó el sueño americano y nadie quiere confesar.
Los políticos se la pasan lamentando el sufrimiento de tantos ciudadanos y de cómo el futuro está anulado para muchos, como si todo fuera un accidente o algo causado por la naturaleza, y después le echan la culpa a los del otro partido por no hacer más para remediar el problema. Pero ninguno asume responsabilidad, y mucho menos responsabilizan a los más beneficiados de que las cosas estén así.
En Washington se repite la misma obra de teatro cada semana. Los demócratas proponen curitas para aliviar tantito la pobreza, el desempleo y otras consecuencias de las políticas que ellos mismos han impulsado, mientras los republicanos suelen acusar que son justo estas políticas de más gasto social y normas laborales y ambientales las que frenan al mágico mercado libre que solito generaría la prosperidad para resolver todo. Más aún, algunos hasta culpan a los pobres y los que apenas se mantienen gracias a programas sociales por su propia situación de miseria, o sea, por ser parásitos del gobierno y no superarse.
Uno de los regalos de Navidad que Washington entregó a los ciudadanos para arrancar el año fue no extender los beneficios de desempleo de emergencia para un millón 300 mil personas que se quedaron sin chamba y no han logrado encontrar otra en más de seis meses. No sólo eso, sino también están negociando reducir en miles de millones el principal programa de asistencia alimenticia para los pobres en este país. Y no falta el constante ataque contra el programa de Seguro Social por ambos partidos. Ahora, como siempre, todo esto se usa como balón en el partido de futbol político en la capital.



En 2013, los mercados internacionales de cambios de las principales divisas tuvieron en general un comportamiento estable. Frente al Derecho Especial de Giro (DEG) –la unidad de cuenta (monetaria) de referencia mundial del FMI– tanto el euro como la libra esterlina y el yen japonés tuvieron una trayectoria de convergencia en sus paridades (Gráfico 1). Estas monedas y el dólar se encuentran hoy muy cerca de sus valores respecto al DEG de hace una década.
Paridades frente al dólar
Según las cotizaciones del FMI, al cierre de 2013 el euro registró una devaluación anual de -4.6% frente al dólar estadunidense, y la libra una de -2.2% (Gráfico 2).
Este fortalecimiento del dólar en 2013 se manifestó también en sus paridades con múltiples monedas y en algunos casos con gran virulencia, pues varios países buscan realinear sus monedas sobrevaluadas con tipos de cambio más reales y competitivos. Tal es el caso de Japón donde el yen se devaluó -21.7% contra el dólar; de India con una devaluación de la rupia de -13.1%; y de Rusia con una devaluación del rublo de -7.8%. Caso de excepción fue China cuyo yuan, por el contrario, se revaluó 3.0% frente al dólar.
Así mismo, de los países latino americanos enlistados, en 2013 el real brasileño se devaluó -14.9%, el peso chileno -9.4%, y el bolivar venezolano -46.5% (aunque en este caso existe un problema de muy alta inflación). En México seguimos jugando el nocivo superpeso, y éste sólo se devaluó -0.6%



Pues nada, que los múltiples beneficios de la reforma energética recién aprobada comienzan a salir a la luz… pero a la luz privada. Resulta que “el gobierno de México –el privatizador– solicitó al Banco Interamericano de Desarrollo 450 millones de dólares para financiar empresas del sector privado –las beneficiarias de la privatización– en la cogeneración de electricidad a partir de gas natural –también privatizado–, al justificar que el elevado monto de las inversiones que se requieren al respecto y el largo periodo de maduración de los proyectos ha provocado barreras o escasez de financiamiento” (el que llegaría a carretadas por la reforma).
¡Cuánto hemos avanzado en eso de las privatizaciones! Las multimillonarias inversiones empresariales que –versión oficial– inundarían al país tras la reforma energética las comenzará haciendo… el gobierno federal que privatizó el petróleo y la energía eléctrica, es decir, el mismo que exigió audacia y valentía, el destete de las finanzas públicas del oro negro y la erradicación de tabús en el sector energético.
¿Y quién pagará esas inversiones que beneficiarán a los grandes grupos empresariales? ¡Sorpresa!: los mexicanos privatizados, de cuyos agujereados bolsillos saldrá el dinero para erradicar las barreras y la escasez de financiamiento, pero no los beneficiarios de la privatización, es decir, de aquellos que exigieron la modernización del sector energético (otrora) nacional. ¿Dudas sobre los múltiples beneficios de la privatización energética?
Qué tal. Eso sí, hay que reconocerle al gobierno federal y tecnocracia que lo sustenta que han mejorado los procesos. Antes permitieron el saqueo y la quiebra de las ex paraestatales y de la infraestructura del Estado rematada en la venta de garaje, para inmediatamente después comprometer al erario nacional en todo tipo de rescates: el bancario, el carretero, el de las aerolíneas, el de los ingenios azucareros, el de los satélites y etcétera, etcétera.
Ahora, más práctico, se adelanta a los acontecimientos y, antes de proceder al rescate con fondos públicos, se endeuda, a costillas de los mexicanos, y da dinero a los inversionistas privados para que arranquen, dado el largo periodo de maduración de los proyectos (que) ha provocado barreras o escasez de financiamiento. ¡Guau! Qué modernidad: antes de que expriman y revienten el sector energético privatizado, incluso antes de que los beneficiarios inicien operaciones, los rescatan, por si las moscas. Con ese moderno procedimiento, qué empresa o trasnacional le dirá ¡no! a la inversión en México: tú pones el dinero, yo me llevo las utilidades. ¡Mágico!
Los citados 450 millones de dólares “facilitará fondeo a Nacional Financiera (al frente de ella está uno de los súper privatizadores del salinato, Jacques Rogozinski, funcionario del BID –el prestamista– hasta el retorno del PRI al gobierno) ‘para prestar a proyectos de cogeneración en la industria mexicana (siderúrgicas, cementeras, papeleras, etcétera) y para la necesaria expansión de la red logística de gas natural (gasoductos, almacenamientos, etcétera), todo ello con el objeto de impulsar el papel de la cogeneración en el país’, indica el BID sobre el perfil o descripción del proyecto que fue presentando en agosto del año pasado” (La Jornada, Susana González).
Oficialmente, indica la citada información, “se le denominó Programa de financiamiento para el impulso de la cogeneración, y hasta este sábado aparecía marcado en etapa de preparación en los registros del BID, aunque en su cronograma tenía prevista la aprobación del préstamo para el 13 de diciembre pasado. El organismo pondera que además de ampliar la red de transporte, distribución y almacenamiento de gas natural ‘que hagan viable el desarrollo de la cogeneración, contribuyendo al esfuerzo público y privado de desarrollo del sector, mejorando la disponibilidad, el precio y las condiciones de financiamiento disponible’, la cogeneración incrementa la productividad de las industrias; es una tecnología madura que no requiere subsidios y representa una de las mayores oportunidades en México para reducir el consumo de energía y de las emisiones contaminantes”.
Llegó Santa Claus: el gobierno mexicano privatiza y se endeuda para financiar a los beneficiarios de la privatización y ponerles la mesa para que claven sus colmillos a toda la cadena petrolera, generación de energía eléctrica, gasoductos, petroquímica y todo lo demás que se queda en el tintero. ¡Negocio redondo!, aunque no precisamente para el país y sus habitantes.
Cierto es que no es ésta la primera vez, ni será la última en la que el gobierno federal actúa en tal sentido. Cuando menos de la administración zedillista a la fecha el Banco Interamericano de Desarrollo ha concedido créditos al sector público para que éste, a su vez, financie al capital privado en muchísimos renglones económicos. El propio BID detalla que, con el mismo fin, autorizó recursos para la construcción de la planta Salamayuca II; otorgó 75 millones de dólares y participaron las trasnacionales General Electric, Bechtel Enterprises, El Paso Natural Gas e ICA-Fluor Daniel (de acuerdo con el proyecto número BID-ME0189, de 1995)
También para el gasoducto Yucatán (68 millones, TransCanada Pipelines, International Generating Company y Gutsa Construcciones, BID-ME0130, de 1997); la planta de energía Monterrey III (75 millones, trasnacional española Iberdrola, BID-ME0229, de 2000); el proyecto cogeneración Vitro (45.5 millones, trasnacional gringa Enron, BID-ME0228, también de 2000); el proyecto de energía eólica en La Ventosa, Oaxaca (22 millones, Iberdrola, BID-ME-L1076, de 2009) y el citado por 450 millones de billetes verdes, sólo por mencionar unos cuantos. Aparte, los Pidiregas para que al final de cuentas se privaticen, aunque los mexicanos sigan pagando de aquí a la eternidad.
Entonces, ¡hágase la luz privatizadora! (y el petróleo y el gas y la petroquímica y etcétera, etcétera) a costillas de los de siempre.
Las rebanadas del pastel
Desde Baja California Sur informan que “Diario de La Paz, el único periódico que reportó puntualmente la consulta pública sobre la minera Los Cardones (véase México SA del pasado sábado), ‘desapareció’ de los puestos de venta de esta ciudad. El resto de los medios minimizaron el asunto, como si todos los días se mandara a los barones del dinero a comer mierda. Este ataque a la libertad de prensa y el derecho a la información llevan la intención de que el triunfo ciudadano no se divulgue, pues constituye una gran amenaza para sus intereses actuales y futuros. ¿Y el gobierno de Marcos Covarrubias? Bien, ¡gracias! Pero si sabes contar, no cuentes con él”.
Twitter: cafevega


 


En Michoacán, los grupos de autodefensa procedentes de Tepalcatepec y La Ruana tomaron ayer la localidad de Nueva Italia, en su camino hacia Apatzingán, considerado el centro operativo del cártel conocido como los Caballeros templarios, quienes han respondido a tal avance con bloqueos carreteros, quema de vehículos y destrucción de comercios. Tales hechos han puesto a la entidad en una circunstancia de zozobra y ante el peligro real de una escalada de violencia en la entidad y acaso también en las vecinas, como Guerrero y Jalisco.

Invaden áreas comunes en Nonoalco-Tlatelolco
Solicito publicar mi denuncia sobre la apropiación ilícita de áreas comunes, públicas, en la Unidad Nonoalco-Tlaltelolco del DF a manos de particulares y dependencias de gobierno.

Amediados de los años 60 el presidente Lyndon Johnson, siguiendo los principios de John F. Kennedy, lanzó su programa para superar la pobreza de buena parte de la sociedad estadunidense. Cincuenta años después, la pobreza y la desigualdad continúan siendo motivo de decenas de artículos en torno a lo que parece ser parte del panorama cotidiano en el país.

En artículos anteriores recordamos los hechos nacionales e internacionales más relevantes de 2013. ¿Por qué no hablar ahora de las perspectivas más relevantes para México a 2014, en el que está comprometido el futuro de nuestra nación?

Insensibles, lejanos, ignorantes de la vida y de los problemas de la gente, los integrantes de la llamada clase política están acorralando al pueblo; lo hacen a través de sus leyes mal traducidas del inglés, de sus políticas económicas aprendidas en universidades estadunidenses y también por medio de sus ocurrencias y frivolidades; ignoran historia, teoría política, conceptos básicos de la democracia y gobiernan para unos cuantos principios que aceptan en forma dogmática y se niegan a discutir.

Hace una semana en Boca del Río, Veracruz, el presidente Enrique Peña Nieto anunció la reforma profunda del sector agropecuario que permita a quienes lo integran dar un salto cualitativo que los saque del atraso y la pobreza, y los coloque en el sitio que siempre han merecido. Para tal fin, se invertirán 338 mil millones de pesos en programas productivos, de tal forma que, como aseveró Peña Nieto, se garantice que los campesinos sientan en los bolsillos los beneficios, como obtener tarjetas de crédito y de débito, que refleje su solvencia económica, consecuencia de las reformas estructurales del país.

En el lugar que frecuento decidieron hace ya algún tiempo cambiar el método de preparar el café. Dejaron de lado la cafetera tradicional, esa máquina con tubos, válvulas, manijas y teclas que se pone a la vista de los parroquianos como muestra de lo que ahí se ofrece. Ese artefacto que con unas buenas caldera y bomba, la selección de buen café y, sobre todo la pericia del barista para operarla, produce una bebida de sabor excepcional y gran calidad.

Por fin se armó de valor. Le tomó tanto que no se dio cuenta de cómo ni cuándo: delante de su público más selecto, el seminario de los jueves, al que también acudían amistosamente algunos colegas. Su hora estelar. Allí confesó. Había lluvia y neblina en las islas del campus, visibles a través de las aulas del ala de Humanidades, una mordente tarde de invierno. La audiencia se sacudió. Al principio nadie entendía de qué se trataba. Sus colegas de la Coordinación, a fuerza de conocerlo, coligieron algo (¡te cai!), las universidades son como pueblos, y cada vez se escriben más novelas de campus. Los alumnos quedarían impactados, y le ofrendarían un interés conmovedor. A los jóvenes los dramas románticos les encantan. La confesión de Servando (soy un fraude, dijo, he sido un farsante todos estos años) era dramática. Y aunque allí nadie parecía verla así, resultaba cómica.

En 1997 Enrique Vila-Matas invitó a una urgente cruzada que lo movió a escribir Para acabar con los números redondos, un volumen que, en su título, lleva su bandera. Entre la forma de terminar con esos guarismos regordetes está el derruir las celebraciones cuando en la efeméride se llega a decenas o, peor aún, a centenas. Diecisiete años después acepto su invitación lanzada al mar de las palabras y comparto con ustedes el recuerdo de un nacimiento que cambió los rumbos de nuestra nación.

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