Reflexiones sobre el sujeto histórico de la revolución de los trabajadores y lo maestros

Pedro Echeverría V.

1. Reflexionando sobre el importante problema de los sindicatotes y sindicatitos; acerca de proponer alguna idea que pudiera ser interesante en el próximo congreso nacional de la CNTE de febrero, entró en mi cabeza la idea de pensar en el sujeto histórico importante de las transformaciones revolucionarias o las revueltas. ¿Qué pensaron Marx, Lenin, Luxemburgo, Mao, Fidel Castro y Marcuse? Y, dentro ese contexto, ¿dónde aparecen los profesores que no son obreros, campesinos, marginados sociales o puntales de la tecnología? Dando servicio.

2. Karl Marx (1818-83), el enorme teórico productor de una voluminosa obra económica y política, fundamentó que sólo la clase obrera era la consecuentemente revolucionaria en la sociedad capitalista porque representaba la contradicción principal ante el poder de la burguesía industrial; que los campesinos sólo podrían ser aliados en las luchas revolucionarias porque pertenecían a la sociedad precapitalista. ¿Qué otra clase existía dentro del capitalismo capaz de confrontarse contra la explotación burguesa en la Europa de mediados del XIX?

3. La Rusia de Lenin (1870-1924) presentaba condiciones diferentes a las que Marx hacía ver en sus estudios porque este país era esencialmente campesino con escasa clase obrera (sólo en San Petesburgo, de capital extranjero). Para Lenin –repitiendo a Marx- la clase obrera era la consecuentemente revolucionaria, pero dado que era poco numerosa, los campesinos y los "intelectuales obrerizados" jugarían un papel muy importante en la revolución. Por ello en el partido bolchevique siempre dominaron los "intelectuales" que triunfaron en 1917.

4. Rosa Luxemburgo (1871-1919) Fundadora del Espartaquismo, coincidió con Lenin en sus batallas contra las Socialdemocracia de Berstein y Kautsky, pero pronto fue muy crítica del centralismo autoritario de Lenin. En lugar del centrismo bolchevista, Rosa planteó un partido democrático, amplio, de masas, contra el partido sectario de cuadros. Obvio, las condiciones de desarrollo económico y político de las masas en Alemania era muy superior al de la Rusia zarista. Rosa también fue marxista pero luchó en otras condiciones, donde fue asesinada en 1919.

5. Mao Tse-tung (o Mao Zedong) 1893-1976. De origen  campesino (diferente a Marx, Lenin, Rosa, Castro o Marcuse) encabeza la revolución china que triunfa en 1949. También marxista pero basa toda su estrategia en la China plenamente campesina, el país con más habitantes de la tierra y plantea "la larga marcha para rodear las ciudades por el campo". Obviamente la clase obrera es minoritaria y el planteamiento de la Europa capitalista de Marx en la práctica pasa a segundo grado porque sólo queda como cosa lejana en un país de predominancia semifeudal.

6. En Cuba, al triunfar la revolución en 1959, se habla muy poco de la clase obrera como dirigente de la revolución. Ya se sabe del enorme papel de los estudiantes y los jóvenes de la pequeña burguesía y los campesinos que hacen una revolución armada a favor del pueblo pobre y explotado; una revolución que tiene que expropiar propiedades yanquis y de grandes burgueses cubanos que lleva al total enfrentamiento y rompimiento con los EEUU. Otra vez el planteamiento marxista de clase obrera parece sólo para países capitalistas desarrollados.

7. Hebert Marcuse (1898-1979) Este fue un intelectual del estudiantado de los años sesenta. El ya pudo fundamentar que la clase obrera había entrado al "establecimiento" y que eran otras clases, las marginales: las mujeres, los homosexuales, los estudiantes, los de la "Tercera Ola" (como diría Toffler) de la era tecnológica e cibernética, los que se pondrían a la cabeza de los nuevos cambios. También Marcuse se declaró marxista, pero dentro esa gigantesca revisión que se ha dado en el mundo obedeciendo a enormes cambios que se han suscitado en los últimos 200 años.

8. ¿En dónde quedan los maestros del mundo y de la Coordinadora (CNTE) y los sindicatotes y sindicatitos? Los grandotes son enormes burocracias (como el SNTE) al servicio del capital que aplastan a los trabajadores; los pequeñitos son también burocracias pequeñas que dominan a sus asociados. El gran problema es el sistema capitalista dominante y la penetración del Estado. Ningún sindicato se salva de la burocratización, la división y de los intereses cuando hay lana y privilegios en medio. Lo que más se aleja de todo es el movimiento con dirección revocable, rotativa, horizontal; pero sobre todo con una base consciente y crítica. (15/I/14)

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