Debate mediático sobre explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes, a partir de la denuncia de una red en Punta del Este, el balneario más famoso del país
Montevideo,
24 feb. 14. AmecoPress/SEMlac.- El primer mes de 2014 encontró a
Uruguay con un nuevo debate sobre explotación sexual comercial de
niñas, niños y adolescentes, a partir de la denuncia de una red en
Punta del Este, el balneario más famoso del país, que terminó con
varios procesamientos e involucró a un conocido empresario de la zona.
El
tratamiento mediático despertó asimismo suspicacias entre comunicadores
y comunicadoras del país que intercambiaron opiniones sobre cómo deben
abordarse estos casos desde la responsabilidad y ética profesional.
A partir de
los comentarios realizados por un periodista en particular, que
justificó a los clientes de una adolescente de 17 años, la Red de
Mujeres Periodistas y la Red Uruguaya Contra la Violencia Doméstica y
Sexual continuaron el debate.
"Repudio la
explotación de menores, pero ¿dos años de prisión a todo el que le
pague a una prostituta de 17 años, aún sin saber que era menor?",
comentaba el periodista en su cuenta personal de Twitter.
Su modo de
pensar parece estar muy extendido y avalado aún en Uruguay. Así lo
mostraron los múltiples comentarios en relación con su posteo.
"Perversas,
corruptas", "conejas alzadas salidas de un cantegril", o "muchas a los
13 ya están pariendo", son algunas de las expresiones cargadas de
misoginia que propició el comentario.
Por su parte,
la Red de Mujeres Periodistas emitió, a raíz de las declaraciones del
periodista, un comunicado en que recuerda la legislación vigente en el
país, por lo que insta asimismo a periodistas, y medios de comunicación
en general, a ceñirse a hablar en los términos que la propia normativa
vigente tipifica: el delito de explotación sexual comercial.
En Uruguay, la
ley 17.815 y el Código de la Niñez y la Adolescencia tipifican el
delito y protegen el derecho de niños, niñas y adolescentes a no ser
explotados/as sexualmente.
Precisamente
una campaña lanzada en 2013 por UNICEF y el Instituto del Niño y
Adolescente del Uruguay apelaba a la consigna "No hay excusas", para
contrarrestar el argumento repetido: "no parecía menor". El delito se
configura de todos modos.
Discusión de fondo
Pero más allá
de esta cuestión, parece haber un debate pendiente aún en Uruguay,
acerca de la legitimidad de pagar por sexo, de hacer del cuerpo de
mujeres, niñas, niños y adolescentes un objeto de consumo y comercio.
Pero, dada una
cultura reproducida y potenciada por los medios masivos de
comunicación, en la que el cuerpo infantil es erotizado y sexualizado
permanentemente, es difícil debatir más a fondo sobre la ideología de
dominación que sustenta estas viejas prácticas.
"A mucha gente
le resulta tranquilizador pensar que están de vivas, que son atorrantas
(…) o que les gusta andar de fiesta con tipos 20 o 30 años más grandes
que ellas para acceder a lugares VIP, tragos, comidas exclusivas o
andar en autos caros", explica Andrea Tuana, especialista de la Red
Uruguaya Contra la Violencia Doméstica y Sexual.
Para Tuana,
"quienes creen que a los 17 años son prostitutas que están haciendo
plata, son fieles exponentes de los más conservadores y tradicionales
valores machistas".
Las
expresiones públicas de defensa o justificación de los hechos llevados
a la justicia son "reflejo de una mentalidad arcaica, que defiende la
cosificación del cuerpo y la mercantilización de las personas, sobre
todo de las que tienen menos posibilidades de defenderse", concluye la
especialista en una columna publicada en el semanario local Brecha.
Lo cierto es
que de la cultura que hace del cuerpo infantil y adolescente, un cuerpo
"deseable" y mercantilizable, aún no se habla masivamente.
Foto: Archivo AmecoPress.
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