Además de las miles de muertes que ha
dejado la Guerra contra el Narco en México, la CNDH ha reportado que la
mayoría de las más de 73 mil presas en cárceles mexicanas sufrieron
abuso y violencia por parte de las fuerzas federales, antes de ser
recluidas
Entre los daños que ha dejado la Guerra contra el Narco, que
emprende el Estado mexicano desde hace casi 11 años, resalta la
violencia a la que se ha sometido a las mujeres, uno de los sectores más
vulnerables y que se le ha tratado, por parte de las fuerzas federales,
con igual o mayor brutalidad que a los hombres.
De acuerdo a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)
hasta el último recuento de la población penitenciaria realizado en mayo
del 2016, en las prisiones mexicanas estaban recluidas 216 mil 831
personas, de la que 73 mil 392 eran mujeres, que en su mayoría sufrieron
violencia y abusos por parte de las fuerzas federales, antes de ser
recluidas.
El informe “Sobrevivir a la Muerte, Tortura de Mujeres por Policías y
Fuerzas Armadas en México” de Amnistía Internacional, revela que la
violencia sexual es una práctica habitual durante el arresto y el
interrogatorio.
Es común que las mujeres sean detenidas durante arrestos colectivos y
a su vez acusadas de delitos graves, bajo el argumento de ser novias de
delincuentes y cómplices de actos delictivos, sin que existan pruebas
sólidas que respalden esas imputaciones.
“La tortura, el abuso, la violación sexual y hasta el asesinato, son
los mecanismos que utilizan las fuerzas del Estado para incriminar a las
mujeres en actos delictivos”, dijo la criminóloga Samantha Valle, quien
consideró que este sector es utilizado para aumentar las cifras de
detenciones, y así las fuerzas federales demuestran que la lucha contra
la delincuencia está dando resultados.
Entre las prácticas más comunes a las que se ven sometidas las
mujeres incriminadas en actos delictivos, señala Amnistía Internacional,
destacan “amenazas de violación, manoseo de los pechos y pellizcos en
los pezones, violación con objetos, con los dedos, con armas de fuego y
con el pene”.
Otros casos de tortura que se han documentado, por la CNDH y Amnistía
Internacional, son las que tienen que ver con golpes en el estómago, la
cabeza y los oídos, así como con semiasfixia y descargas eléctricas en
los genitales.
Amnistía Internacional revela que la violencia sexual hacia la mujer es una práctica habitual durante su arresto e interrogatorio
En el 70 por ciento de los casos de aprehensiones de mujeres, éstas
han referido la aplicación de tortura por parte de sus captores antes de
ser presentadas ante el agente del Ministerio Público, y en un 28 por
ciento existe la referencia de tortura estando ya a disposición de la
autoridad investigadora, según una fuente de la Procuraduría General de
la República (PGR).
Amnistía Internacional ha emitido una serie de recomendaciones al
Gobierno federal, sin ninguna respuesta alentadora, para que cese la
violencia y tortura contra las mujeres en México.
“Ordenar que se retire de inmediato a las fuerzas armadas de las
labores de seguridad pública (…); reconocer públicamente la magnitud del
problema de la tortura y los malos tratos en México, en particular el
uso de la violencia sexual contra las mujeres, y transmitir un mensaje
que indique claramente que estos actos ya no se tolerarán”, recomendó.
70
Por ciento de los casos de aprehensiones de mujeres han referido la aplicación de tortura antes de ser presentadas ante el MP
1,651
Carpetas de casos de mujeres que sufrieron tortura abrió la PGR en 2016
Violaciones que no se investigan
Sólo en el 2016, la PGR abrió carpetas de investigación de tortura en
mil 651 casos de mujeres, luego de ser denunciada por las víctimas o
sus familiares.
La cifra es notoriamente mínima si se considera que en al menos 71
mil 915 casos de mujeres recluidas hasta el 2016 había una manifestación
de ese tipo.
De 100 casos de mujeres recluidas, que documentó Amnistía
Internacional en prisiones mexicanas, 72 afirmaron haber sufrido actos
de violencia sexual en el momento del arresto o en las horas siguientes,
pero todas señalaron algún tipo de acoso sexual o abuso psicológico,
incluidas amenazas e insultos misóginos y sexualizados.
Esta misma organización reconoce que la respuesta de la autoridad
federal a estas violaciones de derechos humanos “ha sido sumamente
desalentadora”, toda vez que la tortura y otros malos tratos continúan, y
sus autores gozan de una impunidad casi absoluta, pese a mecanismos
establecidos por el gobierno.
“La tortura, el abuso, la violación sexual y hasta el asesinato, son los mecanismos que utilizan las fuerzas del Estado para incriminar a las mujeres en actos delictivos”
Víctimas de la guerra contra el narcotráfico
Se estima que durante la Guerra Contra el Narco las mujeres también
han aportado una importante cantidad de víctimas, muchas de ellas
inocentes, en la estadística oficial de decesos que registra el Gobierno
federal.
Para la criminóloga Samantha Valle, del Consorcio Transdisciplinario
de Investigación Secarsos A.C., el número de mujeres asesinadas durante
este periodo de violencia en el país podría representar más del 32 por
ciento del total que se registran a nivel nacional.
En lo que va del periodo de gobierno del presidente Enrique Peña
Nieto, de acuerdo con las cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo
del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), ya son 73 mil 360
los homicidios dolosos que se han registrado hasta julio pasado, en
donde se estima, de acuerdo a la criminóloga Samantha Valle, que al
menos 23 mil 435 de esas víctimas serían mujeres.
Aun cuando la instancia oficial, principalmente los gobiernos
estatales, intentan frenar la tendencia al alza de las muertes violentas
de mujeres a través de la declaratoria de Alerta de Género, esto no ha
servido de mucho, señala Samantha Valle.
“De nada sirve la declaratoria si no hay una política eficiente que garantice la seguridad de las mujeres”, considera.
A la fecha ya son 14 los estados del país en donde los gobiernos
locales han emitido la Alerta de Género, justo en donde con mayor
intensidad se registra el combate oficial a los cárteles de las drogas.
“Lo que revela que el incremento en la muerte de mujeres que se
registra en el país está directamente ligado a la Guerra Contra el
Narcotráfico”, dijo la investigadora.
Para la criminóloga Samantha Valle, el número de mujeres asesinadas representaría más del 32 por ciento del total registrado a nivel nacional
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