Pedro Echeverría V.
1. El ex presidente de México, Ernesto Zedillo, ha vuelto a aparecer después de ocupar altos cargos como ejecutivo en los EEUU y cobrar por ello muchísimo dinero. No olvido la gran demagogia que hacía diciendo que había sido muy pobre, que había sido aseador de calzado, estudiado en escuelas públicas, en el Politécnico y que no sabía en que trabajaría al terminar la Presidencia. Era un gran falsario, lengua larga, porque al vender el sistema ferroviario mexicano a una empresa yanqui, esa misma empresa lo contrató para dirigirla en EEUU. Era ya una práctica de todos los gobiernos capitalistas; lo mismito hizo Felipe Calderón al contratarse en España, con tres o cuatros funcionarios de su gabinete. Como los expresidentes Carlos Salinas y Enrique Peña, Zedillo escogió el silencio; por el contrario los exmandatarios Vicente Fox y Felipe Calderón han usado mucho la lengua para negar cientos de acusaciones por fraudes multimillonarios, así como por miles de asesinatos durante sus respectivos gobiernos.
2. Lo raro es que sólo Zedillo esté -en estos momentos (que reaparece)- preocupado, cuando todos los expresidentes –y presidentes- en particular los neoliberales y privatizadores Salinas, Fox, Calderón y Peña Nieto, deberían estar en la cárcel por asesinatos, desfalcos, por hipotecar a la nación y provocar más miseria en la población mayoritaria. Pero suena a risa estas acusaciones sobre estos tipos que parecen tener fuero vitalicio porque nunca un expresidente o presidente de México –a pesar de decenas de acusaciones fundamentadas y justas- ha pisado la cárcel. No olvidar que Salinas y Zedillo, al terminar, se “autoexiliaron” de México viviendo un sexenio en Europa o los EEUU. También se recuerda que el expresidente Elías Calles fue expulsado del país por el presidente Cárdenas en los años treinta por el hecho de estar metiéndose en política y por hacer grandes negocios a la sombra del enorme poder que aún tenía. Pero nada más porque hay “respeto presidencial”.
3. Zedillo, siendo presidente (1994-2000) logró encarcelar al hermano de Salinas acusado (con enorme cantidad de pruebas) de desfalcador y asesino, orillando al expresidente (su hermano) al exilio mientras Zedillo gobernó. Pero luego Carlos Salinas regresó de Europa -tan campante- que desde entonces siguió manejando tras bambalinas, pero también de manera abierta, la política nacional porque quienes estaban como legisladores manejando al PRI, incluso muchos del PAN en el gobierno, fueron de su círculo de amigos favorecidos. Quizá Zedillo piensa que estando gozando sus riquezas y trabajando en diversas empresas fuera de México gana más dinero se aleja de las posibles acusaciones en su contra; se olvida Zedillo que estando México tendrá más cobertura porque todos los políticos y empresarios que favoreció en su sexenio –sobre todo los panistas que recibieron la Presidencia con su apoyo- le devolverán su presencia, como ha sucedido con Salinas.
4. El gobierno de Zedillo, a pesar de todo, aplicó la política neoliberal y privatizadora del sexenio salinista que le antecedió. Lo mismo hizo el panismo de Fox y Calderón en sus respectivos seis años de gobierno. Los grupos económicos beneficiados fueron los mismos, aunque los banqueros: Cabal Peniche, Ángel Rodríguez y Jorge Lankenau hayan sido chivos expiatorios. Zedillo sustituyó al salinista Donaldo Colosio asesinado siendo candidato, pero nada cambió. Con De la Madrid (1982-88) el PRI abrió de par en par sus puertas a los empresarios, se hizo mucho más derechista y comenzó a negociar gobiernos con el PAN. En el gobierno de Salinas (1988-94) el PAN fue introducido con Álvarez, Cevallos y Castillo hasta Los Pinos obligando al PRI a transformarse definitivamente en derechista con el nombre de “Solidaridad” y en el gobierno de Zedillo –mediante una gran cantidad de acuerdos- el PRI derechista le entregó casi sin chistar, la Presidencia Fox del PAN.
5. Zedillo, después del desplome económico de diciembre de 1994 –del que él y Salinas fueron culpables- aplicó una política restrictiva siguiendo las órdenes del llamado “Consenso de Washington” y del Fondo Monetario Internacional. Incrementó el IVA de 10 al 15 por ciento, mantuvo la política de “topes salariales” absolutamente inferiores a la inflación y continuó reduciendo o frenando las inversiones presupuestales en salud y educación. Siguió la apertura comercial, el TLCAN, nuevos acuerdos de Libre comercio con Europa, justifica las privatizaciones pasadas y se emprenden nuevas privatizaciones (ferrocarriles, aeropuertos, puertos, comunicación satelital, petroquímica, incluso presenta la iniciativa para privatizar la generación y comercialización de energía eléctrica. Privatiza pensiones del IMSS y se crean las afores, asimismo se mantiene la apertura indiscriminada al capital extranjero. Así que Fox y Calderón sólo se dedicaron a profundizar la privatización.
6. ¿Recuerdan el zapatismo? La pregunta: ¿Cómo iba Zedillo a permitir que el movimiento zapatista extienda su influencia y que el EZLN se fortalezca? Por eso el presidente preparó una trampa en Aguascalientes, Chiapas –quizá acordada con los panistas que tenían a Lozano Gracia en la Procuraduría General de la República- para apresar y asesinar a los líderes indígenas y a su principal dirigente. ¿Recuerdan que así sucedió con emboscada que el presidente Carranza organizó en 1919 en el estado de Morelos logrando engañar y asesinar al fin al líder campesino Emiliano Zapata? Zedillo no pudo, pero no dejó de cercar con decenas de miles de soldados la zona de rebeldía indígena y de organizar a paramilitares que los estaban provocando de manera continua. En ese contexto se registró ese salvaje asesinato de 45 indígenas aquel 22 de diciembre cuando se encontraban en un templo en pleno rezo. A Zedillo, mucho más que hoy, le importó un bledo las acusaciones y las protestas por el fuero presidencial del que hacía gala.
7. Tengo la convicción que todos ellos, ex presidentes, el mismo Calderón y Peña Nieto deberían estar en la cárcel y no gozando de privilegios por el hecho de haber sido presidentes. Bastaría con ver si con sus políticas redujeron la pobreza del pueblo o la incrementaron, si por sus políticas erróneas, equivocadas o asesinas, murieron personas inocentes. ¿Cómo es posible que partidos y políticos que durante muchos años han demostrado hasta la saciedad que son corruptos y corruptores, represores y asesinos sigan en el poder y el pueblo hambriento no haga nada para liberarse? Bueno, para eso sirven los medios de información, la escuela, la iglesia y esa terrible jerarquía que impone la sumisión desde el hogar. Así que Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña, pueden seguir riéndose con carcajadas porque el México, quizá en América Latina toda, la justicia del pueblo tendrá que esperar muchas décadas más. (25/IlI/22)
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