Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
La afirmación es del novel presidente Gustavo Petro y la formuló en forma de pregunta ante sus paisanos que radican en la Ciudad de México, pero está dirigida a los presidentes de América Latina y el Caribe, no sólo a las 15 naciones dirigidas hoy por el progresismo y próximamente Brasil: “¿Por qué tenemos que aceptar a pie juntillas una política fracasada que prácticamente nos está matando? ¿Por qué no podemos pensar en otras alternativas?” frente a la producción, tráfico y consumo de drogas ilícitas.
La tesis del antes senador y alcalde de Bogotá no se entiende sin la aseveración de que “El crecimiento del fentanilo y otras drogas en diversos países de Europa y en Estados Unidos tiene que ver con la aparición de sociedades tan altamente competitivas que han dejado sin afecto y sin amor a una gran cantidad de personas que simplemente no resisten transformar su vida en una carrera de caballos y concluyen perdiendo en esa lógica neoliberal de construcción de sociedades, que terminan llevando a una buena parte de sus sociedades a las adicciones y a la esclavitud”. El planteamiento sobre el amor coincide con el que formuló en campaña el ahora presidente Andrés Manuel y del que se burlaron analistas alineados al PRIAN e izquierdistas que practican la verborrea “radical”.
Los saldos de la War on Drugs, impuesta el 18 de junio de 1971 por el presidente de Estados Unidos Richard Nixon al subcontinente y al mundo son aterradores. Sólo en el caso de México dejó 375 000 homicidios, 300 000 personas desplazadas de sus hogares y más de 30 000 desaparecidos entre 2006 y 2019.
Por este fracaso estrepitoso, también en EU que en 51 años se dedicó a administrar a su favor el problema y utilizarlo como arma de presión a los gobiernos que no se alinean con sus dictados, los presidentes de México y Colombia coincidieron en la necesidad de reconsiderar dicha estrategia, para lo cual convinieron en que convocarán a una Conferencia Internacional de Mandatarios de Latinoamérica con el objetivo de rediseñar y replantear esa política.
Desde que Gustavo Francisco Petro Urrego asumió la presidencia colombiana, hace tres meses, planteó redirigir los esfuerzos en las políticas antidrogas. En la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas demandó en septiembre acabar con la irracional guerra. Y López Obrador replanteó la estrategia de los siete gobiernos que le antecedieron, privilegiando la atención a las causas de la violencia y la confiscación de los recursos financieros y materiales de las bandas criminales.
Lo anterior debido a que “El balance estadunidense desde Alaska hasta la Patagonia en estos últimos 50 años es un verdadero desastre” que obliga en forma perentoria a impulsar un cambio de paradigma que está contemplado en la agenda de Petro. También lo plantea el Plan Nacional por la Paz y la Seguridad del gobierno de AMLO. Allí se postula la insostenibilidad de prohibir ciertos estupefacientes, la carencia de justificación moral de que el Estado determine cuáles sustancias pueden consumir los ciudadanos, la discrecionalidad y arbitrariedad con que algunas sustancias se prohíben y otras se permiten, la ineficacia de la prohibición desde la perspectiva de la salud pública y la multiplicación de oportunidades de negocio para el crimen organizado que genera la prohibición.
La correlación de fuerzas que muestra el mapa latinoamericano a favor del progresismo hará posible la cumbre de jefes de Estado que rompa con las imposiciones imperiales en materia de drogas duras y avanzar en el diseño de un nuevo paradigma en base al respeto a los derechos humanos, situando el problema como de salud pública y combatir a los grupos eufemísticamente llamados cárteles en sus estructuras financieras.
Acuse de recibo
Como es sabido, en política no existen espacios vacíos, siempre los llenan unos u otros actores, esto lo sabe muy bien el extraordinario conversador de Macuspana, Tabasco, pero el viernes 25 incurrió en ese error respecto al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en que pudo dedicar la tercera parte de la mañanera a rendir cuentas de lo mucho pero aún insuficiente que hace la Cuarta Transformación frente al gravísimo rezago social y ético… Pero todavía está a tiempo Obrador debido a la jornada que convocó la ONU: https://www.unwomen.org/es/
http://www.forumenlinea.com/
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