Llevó tres décadas derrocar a fuerzas conservadoras
Los Ángeles. A lo largo de las últimas tres décadas, el poder combinado de los inmigrantes de México y Centroamérica y sus hijos e hijas con los sindicatos fueron la clave para derrocar a las fuerzas conservadoras y transformar Los Ángeles, y California, en el bastión progresista más importante en Estados Unidos.
Si uno mira a la nueva clase trabajadora de Los Ángeles, es predominantemente una clase de trabajadores inmigrantes latinos
,
afirma Kent Wong, vicepresidente de la Federación de Maestros de
California (el gremio estatal) y director del Centro Laboral de la
Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Eso ha revitalizado al movimiento laboral de Los Ángeles y de California, y llevado a un cambio sin precedente
.
Gaspar Rivera-Salgado, director del Centro de Estudios sobre México de la UCLA, está de acuerdo. Yo creo que han pasado cosas en California y Los Ángeles que valdría la pena entender, para entender a Estados Unidos
.
El sociólogo explica que cuando se analiza este país hoy día, sobre
todo fenómenos como el clima antimigrante en Texas y Florida, se suele
enfocar en variables como cambios demográficos, identidad racial,
guerras culturales y la retórica de algunos políticos. “La parte que
falta… es la historia y papel del movimiento sindicalista”, subraya.
En entrevistas por separado con La Jornada, Wong y Rivera-Salgado recuerdan que hace 30 años California era la punta de lanza para políticas antimigrantes y conservadoras, primero con el gobernador Ronald Reagan y después con Pete Wilson, y su Partido Republicano en control de la entidad. Wilson, quien anunció su campaña de relección con videos de mexicanos cruzando la frontera, colocó al centro de su campaña y gubernatura la medida conocida como Proposición 187, que ordenaba la expulsión de 400 mil niños inmigrantes de las escuelas públicas y negar servicios básicos, incluido el de salud, a los inmigrantes. Wilson triunfó.
Tres décadas después, el concilio de Los Ángeles aprobó este mes una medida proclamando que ésta es una ciudad santuario
y que ordena no usar fondos para apoyar las leyes de migración,
mientras el gobierno estatal está otorgando asistencia financiera para
indocumentados. De hecho, los republicanos hoy día sólo cuentan con 24
por ciento del electorado del estado y el único republicano en ganar un
puesto estatal en los últimos 20 años fue un inmigrante liberal, Arnold
Schwarzenegger. ¿Cómo sucedió esto?
La clave para entender esta transformación es un nexo entre el
movimiento de trabajadores y líderes latinos, y el sindicalismo. Parte
de su origen se puede percibir en una nueva generación de dirigentes
sindicales latinos que empezaron a cambiar el movimiento laboral en los
años 70 y 80. Las primeras luchas fueron para democratizar el movimiento sindical
,
explicó Rivera-Salgado. Recuerda que en los 70 líderes de sindicatos en
California rehusaban ofrecer traducción al español en sus reuniones, a
pesar de que la mayoría de su membresía eran hispanohablantes. Pero con
el tiempo, nuevos militantes laborales de comunidades inmigrantes
empezaron a fijar cambios dentro de los gremios, y con ello empezaron a
transformar a los sindicatos.
Nuevos dirigentes electos como María Elena Durazo, del gremio de
trabajadores de hoteles, y Miguel Contreras, quien llegó a ser
presidente de la central obrera de la ciudad, como líderes de las
campañas dinámicas para organizar trabajadores migrantes como Justice
for Janitors y los que atienden necesidades de enfermos o de tercera
edad en sus hogares, colocaron como su primera prioridad la organización
laboral. El sindicato nacional de servicios SEIU, donde Wong fue
abogado, estaba a la vanguardia de estos esfuerzos. Logramos
sindicalizar a 74 mil trabajadores de atención domiciliaria, la mayoría
mujeres de color, en 1999; ahora hay más de 500 mil trabajadores de
atención domiciliaria bajo contrato colectivo en el estado de California
, explicó Wong.
En el centro laboral de UCLA frente al Parque MacArthur, Wong comenta que Los
Ángeles ha sido la vanguardia de la organización de trabajadores
latinos migrantes, como también en la construcción de poder político, en
fijar alianzas entre gremios y comunidades, en desarrollar campañas de
organización estratégica, en buscar alianzas con comunidades de color y
con comunidades religiosas. Todas estas cosas se han tratado de hacer en
otras partes del país, aquí y allá, pero en términos de una agenda
integral, no hay otro lugar en Estados Unidos que se le parezca a Los
Ángeles en este sentido
.
La organización social durante estas últimas tres décadas se ha
traducido también en poder político. Los sindicatos, explicó Wong, han
estado organizando a trabajadores migrantes para empadronar a
votantes latinos, para que aquellos con papeles de residencia se
convirtieran en ciudadanos, y para que los ya ciudadanos se empadronaran
y participaran en elecciones en números sin precedente y con todo eso
cambiaron completamente la balanza política en el estado de California
.
El éxito de Karen Bass
Frutos de estos esfuerzos fueron demostrados el año
pasado, cuando la afroestadunidense progresista Karen Bass ganó la
alcaldía de Los Ángeles (primera mujer en ocupar el puesto para gobernar
la segunda ciudad más grande del país). Su primer acto como alcaldesa
electa fue visitar la federación sindical del condado. Parte de su
éxito ha sido entender que no nada más eres una política de color, sino
que eres una activista progresista, la candidata que entiende a los
pobres, a la gente de color, a las mujeres, a los sindicatos y que es
necesario pensar en coaliciones,
señaló Rivera-Salgado. No puedes ganar la ciudad de Los Ángeles sin construir una coalición.
Ese triunfo fue sólo por la movilización de esa coalición contra un
contrincante multimillonario que invirtió más de 100 millones de dólares
de su fortuna para intentar comprar la elección.
No es que todo dentro de esa coalición y del movimiento laboral esté resuelto. Hay
siempre un debate, hay siempre una lucha. No todos los sindicalistas
están de acuerdo con una política pro inmigrante. No todos los
sindicalistas están abiertos a una política pro internacionalista
,
apunta Rivera-Salgado. Pero esa coalición, cuyo eje son los migrantes
latinos y los sindicatos, explica la diferencia con lo que se vive en
otros lugares, como Texas o Florida. Señala que en dichas entidades, a
pesar de que tienen una amplia población latina, no existe una densidad
sindical.
Jim Cason y David Brooks/IV
Miércoles 14 de junio de 2023, p. 25
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