Imaginese usted al jefe de la CIA o del MOSAD o de cualquier servicio de inteligencia en el mundo dando entrevistas a medios periodísticos de otro país, estos personajes son en extremo discretos y hasta parecen fantasmas.
Y si ya diera la cara, que el funcionario de inteligencia lanzara una acusación de penetración del crimen organizado en el marco legislativo y luego moviera a su partido a que defendiera sus declaraciones.Todo esto sucede en México.
El director del Centro de Investigación en Seguridad nacional (CISEN) le dio una entrevista al Financial Times y dijo que sería posible que el dinero de los narcos penetre en las campañas electorales. Esta declaración surge un poco después que el congreso ha solicitado la renuncia del funcionario en virtud que el CISEN contrató a una empresa para espiar a los legisladores.
Así que todo huele a una represalia del hombre que maneja los hilos del espionaje político en contra de diputados y senadores.Tengo la impresión que es la primera vez en el mundo que los servicios de inteligencia acuden al outsourcing contratando servicios de espionaje.
¿Será que no confían en sus agentes?, ¿tratan de ahorrar dinero contratando servicios más baratos?
Ha trascendido que el contrato fue entregado a una activista del partido en el poder (PAN), con lo cual el sistema de compadrazgo se impuso llegando hasta los servicios de inteligencia. Convendría saber si dado el monto del contrato este se licito o si también hay un factor de corrupción en la contratación. Y de paso que nos enteremos si hubo el típico 10% de comisión. El director del CISEN dijo no saber a quien se le dan todos los contratos, pero da la salvedad que se trata de espionaje y no limpieza de edificios.
Es irresponsable generar información muy delicada que quede en manos privadas, que el Estado pierda el control de la misma y que se tolere el riesgo que la misma se pueda usar partidistamente y con fines electorales.Lo más seguro es que usted no encuentre un acto de irresponsabilidad de ese tipo en el mundo por varias circunstancias.
1) Los gobiernos se toman muy en serio el tema de la seguridad nacional y de la información que esta requiere.
2) El líder de la máxima instancia de inteligencia se abstiene de dar entrevistas y de dar la cara debido a que sus actividades tienen que ver con la seguridad nacional y exigen una gran discreción. No lo pusieron ahí para jugar al protagonismo ni para satisfacer sus necesidades histriónicas. Si sufre de ambas, no debió haber sido nombrado para el puesto y debe ser removido de inmediato antes que cause mas daño.
3) El nombramiento del jefe de los servicios de inteligencia rebasa a los partidos políticos. Normalmente se trata de una persona de alta capacidad y su lealtad a toda prueba es con el Estado y no se confunde con la política partidista. Si no cuenta con estos atributos ni respeta a las instituciones del Estado (incluyendo al poder legislativo) debe cerrar la puerta por fuera.
4) Se debe poder prescindir de el en un caso de necesidad política sin mayores costos políticos ni para el jefe del Estado ni para el partido en el poder. La falla del jefe de la seguridad nacional no debe golpear al jefe de estado.Las declaraciones del director del CISEN son una provocación bien montada en contra del poder legislativo que pidió su renuncia después de conocerse que los espió. Lo grave es que los panistas han salido a su defensa como lo hacen en todos los casos de abuso y fallas flagrantes como es por ejemplo el tráfico de influencia.
Es una lealtad de partido pésimamente entendia.Si el CISEN tiene pruebas sobre la interferencia del narco en la política tiene la responsabilidad de darle cauce legal de tal manera que se proteja al Estado y a la seguridad nacional. Sería muy grave que los narcos establezcan una presencia política en el poder legislativo.
No es aceptable bajo ninguna circunstancia que el director del CISEN juegue a las bravuconadas o que trate de intimidar a los legisladores como si la filtración de esa información dijera que tiene más información bajo la manga.Si anteriormente se había solicitado la dimisión de este nefasto personaje, ahora con más razón hay que sacarlo del servicio público. Con sus actos solamente ha coadyuvado a debilitar más al sistema y las leyes que juró defender.La defensa y su sostenimiento en el puesto, solamente debilitaran al presidente y lo mostraran entregado a poderes ocultos cuyo peso se hace cada día más evidente.
Samuel Schmidt
Todos los derechos reservados. Mexico.org
No hay comentarios.:
Publicar un comentario