Doctora Raffaela Schiavon Ermani
Por Alicia Yolanda Reyes/corresponsal
Guadalajara, Jal., 11 nov 08 (CIMAC).- Me considero una mujer afortunada, porque he vivido dos procesos históricos, la despenalización del aborto en Italia, en 1975, y el proceso de impugnación que se dio y el fallo favorable de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre el mismo tema en México, afirma Raffaela Schiavon Ermani, ginecóloga italiana, quien fue una de las principales impulsoras de la Ley que permite la interrupción legal del embarazo (ILE) en el Distrito Federal, y ha realizado investigaciones sobre su impacto en nuestro país.
Schiavon nació en Venecia, Italia, en 1952, es la tercera de seis hermanos de una familia formada por un contador y una maestra en letras. Toda su formación académica la obtuvo en escuelas públicas de su país, en donde los que van a los colegios particulares son los menos adelantados.
Durante la preparatoria estudió latín, griego, filosofía y se graduó con honores en medicina en la Facultad de Padua, la segunda más antigua del mundo. Hizo la especialidad de Ginecología y Obstetricia en la Universidad de Tiesto. Durante su formación trabajó salud reproductiva, atención al adolescente y planificación prenatal.
Su especialidad son las mujeres; desde 2005 dirige Ipas México, una organización internacional que se dedica a proteger la salud de las mujeres y a promover los derechos reproductivos.
Antes de emigrar a América, le tocaron las discusiones que se dieron en Italia y Europa por la despenalización del aborto, razón por la que en México fue invitada como experta en las discusiones previas y durante todo el proceso de los recientes dos años.
En 1981 llegó a México a hacer una residencia en biología de la reproducción en el Instituto Nacional de Nutrición. Ahí conoció a quien hoy es su esposo y padre de sus dos hijos: un chico que estudia matemáticas y una jovencita que está terminando la prepa en la UNAM y desea estudiar medicina.
A partir de 1984 trabajó en hospitales públicos en la Ciudad de México. Estuvo en Salud Reproductiva del Instituto Nacional de Pediatría, en donde fundó el servicio especializado para adolescentes. Estuvo tres años en la Secretaría de Salud, como directora general adjunta de Salud Reproductiva del Centro Nacional de Equidad y Género.
ABORTO, ASUNTO DE SALUD PÚBLICA
Con la información que ya tenía sobre el tema, realizó una investigación sobre la mortalidad por aborto, haciendo uso de las fuentes oficiales: cuántas mujeres entran a los hospitales públicos por aborto, todos, desde los espontáneos hasta los inducidos.
De alguna manera Ipas entró al debate mexicano con argumentos basados en salud pública, con la evidencia de lo que el aborto significa para la vida y la salud de las mujeres, en especial en el Distrito Federal, donde se producen una de cada muerte materna en el país.
Ipas trabajó con otras organizaciones como Católicas por el Derecho a Decidir, Gire y Equidad, que prestaron asistencia técnica a las y los legisladores, ofreciéndoles datos duros.
Schiavon enfatiza que el dictamen de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sienta jurisprudencia para que los Congresos de los estados puedan legislar para ampliar las causales de aborto, y para exigir que las que ya existen se respeten, cosa que en general no sucede.
Les recuerda a funcionarios y prestadores de salud que las cuestiones de conciencia son derechos individuales, no institucionales, y que es su obligación prestar atención médica a todas las personas que lo demanden, incluyendo aquellas que se hayan provocado un aborto.
08/AYR/GG
Por Alicia Yolanda Reyes/corresponsal
Guadalajara, Jal., 11 nov 08 (CIMAC).- Me considero una mujer afortunada, porque he vivido dos procesos históricos, la despenalización del aborto en Italia, en 1975, y el proceso de impugnación que se dio y el fallo favorable de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre el mismo tema en México, afirma Raffaela Schiavon Ermani, ginecóloga italiana, quien fue una de las principales impulsoras de la Ley que permite la interrupción legal del embarazo (ILE) en el Distrito Federal, y ha realizado investigaciones sobre su impacto en nuestro país.
Schiavon nació en Venecia, Italia, en 1952, es la tercera de seis hermanos de una familia formada por un contador y una maestra en letras. Toda su formación académica la obtuvo en escuelas públicas de su país, en donde los que van a los colegios particulares son los menos adelantados.
Durante la preparatoria estudió latín, griego, filosofía y se graduó con honores en medicina en la Facultad de Padua, la segunda más antigua del mundo. Hizo la especialidad de Ginecología y Obstetricia en la Universidad de Tiesto. Durante su formación trabajó salud reproductiva, atención al adolescente y planificación prenatal.
Su especialidad son las mujeres; desde 2005 dirige Ipas México, una organización internacional que se dedica a proteger la salud de las mujeres y a promover los derechos reproductivos.
Antes de emigrar a América, le tocaron las discusiones que se dieron en Italia y Europa por la despenalización del aborto, razón por la que en México fue invitada como experta en las discusiones previas y durante todo el proceso de los recientes dos años.
En 1981 llegó a México a hacer una residencia en biología de la reproducción en el Instituto Nacional de Nutrición. Ahí conoció a quien hoy es su esposo y padre de sus dos hijos: un chico que estudia matemáticas y una jovencita que está terminando la prepa en la UNAM y desea estudiar medicina.
A partir de 1984 trabajó en hospitales públicos en la Ciudad de México. Estuvo en Salud Reproductiva del Instituto Nacional de Pediatría, en donde fundó el servicio especializado para adolescentes. Estuvo tres años en la Secretaría de Salud, como directora general adjunta de Salud Reproductiva del Centro Nacional de Equidad y Género.
ABORTO, ASUNTO DE SALUD PÚBLICA
Con la información que ya tenía sobre el tema, realizó una investigación sobre la mortalidad por aborto, haciendo uso de las fuentes oficiales: cuántas mujeres entran a los hospitales públicos por aborto, todos, desde los espontáneos hasta los inducidos.
De alguna manera Ipas entró al debate mexicano con argumentos basados en salud pública, con la evidencia de lo que el aborto significa para la vida y la salud de las mujeres, en especial en el Distrito Federal, donde se producen una de cada muerte materna en el país.
Ipas trabajó con otras organizaciones como Católicas por el Derecho a Decidir, Gire y Equidad, que prestaron asistencia técnica a las y los legisladores, ofreciéndoles datos duros.
Schiavon enfatiza que el dictamen de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sienta jurisprudencia para que los Congresos de los estados puedan legislar para ampliar las causales de aborto, y para exigir que las que ya existen se respeten, cosa que en general no sucede.
Les recuerda a funcionarios y prestadores de salud que las cuestiones de conciencia son derechos individuales, no institucionales, y que es su obligación prestar atención médica a todas las personas que lo demanden, incluyendo aquellas que se hayan provocado un aborto.
08/AYR/GG
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