11/26/2008

HABLANDO DE VIOLENCIA....Y TENÍAN QUE SER PANISTAS


La impunidad, el mal que agrava los feminicidios

Diputados del PAN se negaron a guardar un minuto de silencio por las víctimas

Guadalajara.- Una fuerte voz de repudio a la violencia contra las mujeres y la exigencia de que se ponga un alto a la impunidad que gozan sus agresores, por la ineficacia de las instituciones y autoridades para ejercer justicia en Jalisco, se alzaron ayer en el Congreso del Estado.

En conmemoración del Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres, el palacio legislativo fue sede de un foro sobre feminicidio, donde expertas en esta problemática social, de seguridad y salud pública, coincidieron en que lo más grave es la impunidad.

Mientras en el salón Legisladoras Jaliscienses se abordaba este tema, en el pleno del Recinto Legislativo hubo una nueva discrepancia con tintes de discriminación: los diputados de la fracción del Partido Acción Nacional (PAN) se negaron a aceptar que en la sesión se ofreciera un minuto de silencio por las 537 mujeres asesinadas en Jalisco de 1997 a noviembre de 2008.

La propuesta fue una más de las que los legisladores panistas le han denegado a la diputada priista Gloria Judith Rojas Maldonado, presidenta de la Comisión de Equidad y Género. Ésta, bajo el argumento “de que más adelante [en el transcurso de la sesión] la fracción del PAN daría su posicionamiento al respecto y las cifras reales”, indicó la legisladora.

Minutos antes, en la inauguración del foro Feminicidio en Jalisco, Rojas Maldonado afirmaba que hoy “es necesario sacar a la luz pública la violencia que históricamente han sufrido las mujeres en privado y en silencio; pero, igual de necesario que las denuncias, es que estas mujeres reciban un trato digno y justo por el Estado”.

La diputada lamentó que el aparato de justicia “maltrata igual o más que los agresores”, ya sea rechazando o desalentando a las mujeres que finalmente se atreven a poner una denuncia contra su agresor, no haciendo nada tras aceptar una querella, o bien con sentencias que humillan a quienes denuncian”.

Incluso, consideró riesgoso que dependencias como el Instituto Jalisciense de las Mujeres (IJM) estén promoviendo que se acuda a denunciar los agravios por violencia de género “cuando no hay la infraestructura ni la capacitación para apoyar de verdad a esa mujer”. “Y después de la denuncia, ¿qué? No hay seguimiento”, inquirió severa.

En el foro —donde no hubo diputados, aunque sí varones de diversas instancias— participaron las investigadoras Silvia Patricia López González, Martha Villaseñor Farías y María Guadalupe Ramos Ponce, quien presentó el estudio sobre feminicidio en Jalisco auspiciado por CLADEM, el cual da cuenta de un centenar de mujeres asesinadas en 2007 y 2008, principalmente por sus esposos, parejas, novios y ex parejas (Público, 20 de noviembre de 2008).

La declaratoria inaugural corrió a cargo del rector de la Universidad de Guadalajara, Marco Antonio Cortés Guardado, quien expresó que, ante el aumento de la violencia contra las mujeres, “es vital que existan leyes que se cumplan y ejerzan, para contrarrestar todas estas lacras que nuestra sociedad aún sigue conservando, y cuya principal víctima es la mujer”. En ese tenor, las ponentes concluyeron que ninguna sociedad puede considerarse democrática si las mujeres que viven en ella no tienen acceso a la justicia.

Maricarmen Rello

ACORDÉMONOS DE ELLAS, DE LAS MUJERES

Afirmar que en México el 67% de las mujeres han sufrido algún tipo de violencia por parte de sus familiares, miembros de su comunidad o en su trabajo, no nos dice nada.
Tampoco sostener que cada día mueren seis mujeres por causas intencionales, cuatro por homicidio y dos por suicidio, es decir, 2 mil 190 al año, nos ayuda.
Es inútil decir que los estados de Jalisco, de México, el Distrito Federal, Colima, Aguascalientes, Durango, Puebla, Morelos, Sonora y Chihuahua, en ese orden, son los que registran mayores índices de violencia contra las mujeres.
Las cifras no dejan de ser huecas, vacías… torpes. Platiquemos de Alejandra, Patricia, Jimena, Soraya, Nicandra, Lorena, Merced, Félicitas, Rosario… de tu hermana, tu madre, tu hija, tu esposa, tu cuñada, tu nuera… de tu vecina, tu compañera, tu amiga, tu maestra, tu colega… Platiquemos de todos los casos de violencia que tú y yo conocemos.
A ese 67 por ciento de mujeres violentadas dales rostro y recuerda lo que has hecho en su contra. Recuerda los golpes, los insultos, las amenazas, los chantajes… recuerda todo lo que has hecho para colaborar en el aumento de esa cifra.
Acuérdate de la descuartizada que encontraron en el canal de aguas negras de la portada del periódico. De la violada por militares o un grupo de pandilleros. De la despedida por no acceder al acoso sexual de su patrón. De la molestada por una bola de estúpidos, por el simple hecho de traer una falda. De la asesinada a tiros por denunciar la situación de su comunidad. De la secuestrada. De la explotada sexualmente. De la sirvienta que no dejas que tenga contacto con su familia y a la cual no le pagas lo justo.
Acuérdate de todas ellas, no te cuesta trabajo. Hazlo.
Pero no te acuerdes sólo el 25 de noviembre, el Día Internacional Contra la Violencia Hacia la Mujer.
Acuérdate de ellas siempre y haz algo para que ya no se repita la Violencia contra Ellas.
Ellas no son una cifra, un número, un porcentaje, una cantidad. Son con quienes vives y convives a diario.
Gracias a ellas estamos aquí, bien vale la pena esforzarse.
Antonio González Díaz

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